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fray Emilio Asiduo
Registrado: 21 Nov 2008 Mensajes: 114 Ubicación: Venezuela
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Jue Feb 26, 2009 9:02 pm Asunto:
BAUTISMO EN EL ESPÍRITU
Tema: BAUTISMO EN EL ESPÍRITU |
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Anoche estuve viendo en un canal católico un programa acerca del origen de la renovación carismática católica, he tenido ciertas reservas acerca de las prácticas de este movimiento, pero hay algo que me parece no adecuado es lo que ellos llaman bautismo en el espíritu. No me parece que debería usarse esta expresión porque bautismo hay uno solo y es un sacramento, nos bautizan en el nombre del padre, del Hijo y del Espíritu santo. Entonces resulta que hay otro bautismo exclusivo del espíritu, ¿acaso en el sacramento no recibimos al espíritu santo? Luego tenemos el sacramento de la confirmación donde recibimos el Espíritu Santo. Pero según la terminología de los carismáticos hay un bautismo solamente del espíritu ¿será que el espíritu está por encima del padre o del hijo que tiene su bautismo exclusivo??.
Ësto me parece un error grave y que no se debería permitir utilizar esa expresión, ni ese tipo de bautismo porque da la impresión que lleva implícito algo que deriva en que solamente allí se recibe en espíritu y por tanto los sacramentos no tienen eficacia para infundir al espíritu santo, de manera que se haría necesario recibir este tal bautismo para poder recibirlo. Creo que es un error grave de doctrina. ¿Qué piensan ustedes? Y quisiera saber si hay alguna opinión de la santa sede al respecto _________________ ex abundantia cordis loquitur os |
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Pablo Jose + Moderador

Registrado: 13 May 2007 Mensajes: 4078 Ubicación: Ciudad de Guatemala
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Publicado:
Vie Feb 27, 2009 3:27 am Asunto:
Tema: BAUTISMO EN EL ESPÍRITU |
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Primero para enteder esto hay que estudiar más a fondo la Espiritualidad de Renovación Carismática Católica, ya que es normal que cuando uno se topa con esta espiritualidad, sus términos y todo lo es esta espiritualidad se puede uno escandalizar, a mi me paso al principio.
Según (Mons. Vincent M. Walsh, “Una llave para la Renovación Carismática en la Iglesia Católica”).
Dice lo siguiente:
“El Bautismo del Espíritu Santo, como se usa en la Renovación Carismática, es una experiencia de Cristo resucitado en una forma personal.
Esta experiencia ocurre debido a una cierta “liberación” del poder del Espíritu Santo, que ya está presente dentro del individuo por el Bautismo y la Confirmación. Esto lleva usualmente a una vida devocional profunda, a una atracción a la oración, a la Sagrada Escritura y a los sacramentos, marcando el comienzo de una unión más íntima con Dios.”
Para ampliar más la información te escribo de esta Fuente: «El bautismo en el Espíritu Santo», de Salvador Carrillo Alday, M. Sp. S., Instituto de Sagrada Escritura; México, 1974; pp. 19–23.
1. La efusión del Espíritu Santo dentro de la Renovación Carismática
La expresión “efusión” o “bautismo en el Espíritu Santo”, tan usada y tan central en la renovación carismática, viene del texto de los Hechos de los Apóstoles: “Juan bautizó en agua, pero vosotros seréis bautizados en el Espíritu Santo dentro de no muchos días” (Hch 1, 5). Y fue en Pentecostés cuando se llevó a cabo esa promesa del Señor Jesús.
Pues bien, lo que se pretende dentro de la Renovación Carismática es rogar a Jesús que nuevamente realice en nosotros lo mismo que hizo en sus Apóstoles y con los mismos fines, es decir, que derrame en nosotros el Don del Espíritu Santo, Fuerza de Dios, para ser testigos suyos en todas partes, hasta los confines de la tierra (Cf. Hch 1, .
En muchos casos, la persona que pide el bautismo en el Espíritu también ha recibido el sacramento de la confirmación, en virtud del cual el bautizado recibe el Don Inefable, el Espíritu Santo mismo y con él una fuerza especial; y mediante el carácter sacramental queda más perfectamente vinculado a la Iglesia y más estrechamente obligado a difundir y defender la fe, como verdadero testigo de Cristo, por la palabra y las obras.
Entonces, ¿en qué consiste “la efusión del Espíritu Santo” dentro de la renovación carismática?
La efusión del Espíritu Santo consiste en la oración que una comunidad cristiana eleva a Jesús glorificado para que derrame su Espíritu, de manera nueva y en mayor abundancia, sobre la persona que ardientemente lo pide y por quien se ora. Esta oración se hace de ordinario mediante la imposición de manos.
En esa forma, el que bautiza en el Espíritu Santo no es tal o cual hermano, sino el mismo Jesús glorificado, pues sólo Él es quien puede bautizar en el Espíritu, de acuerdo a la palabra del Evangelio: “Sobre quien vieres al Espíritu descender y posarse sobre él, ése es el que bautiza en el Espíritu Santo” (Jn 1, 33-34).
No siendo el bautismo en el Espíritu ni el sacramento del bautismo, ni el de confirmación, puede decirse que el bautismo en el Espíritu es una efusión más, una nueva efusión de Espíritu Santo que pone en actividad el rico potencial de gracia que Dios ha dado a cada uno, según la propia vocación y según el carisma personal del estado propio de vida (Cf. 1 Co 7, 7).
En unos, pondrá en actividad lo recibido sólo en el bautismo y en la confirmación; en otros, lo que Dios ha dado también a través de la penitencia y de la eucaristía. En éstos, activará la gracia matrimonial; en aquéllos, renovará el carisma sacerdotal. En unos, hará vivir en plenitud el llamamiento a un estado de simple soltería; en otros, llevará a la perfección el don de una virginidad consagrada.
Esa nueva efusión del Espíritu de Dios, con toda la riqueza de su gracia, obra en la persona que recibe el bautismo en el Espíritu, una conversión interior radical y una transformación profunda en su vida; le da una luz poderosa para comprender mejor el misterio de Dios, lo impulsa a un nuevo compromiso personal con Cristo y a una entrega sin restricciones a la acción del Espíritu Santo, le comunica los dones y carismas necesarios para cumplir su misión personal en la edificación del Cuerpo de Cristo, y le confiere una fuerza divina para dar testimonio de Jesús en todas partes y en circunstancias muy diferentes, mediante el ejemplo de la vida y la comunicación de la Palabra de Dios.
Finalmente, hay que notar que el bautismo en el Espíritu Santo no cubre todas las riquezas de la renovación carismática. Así como el bautismo en el Espíritu no fue para los Apóstoles sino el principio de una nueva vida, en la nueva Alianza, en el nuevo Pueblo de Dios y en la renovación carismática, no es sino el principio de una vida nueva, de un nuevo caminar en el Espíritu, de un vivir realmente en plenitud la vida cristiana.
2. ¿Cómo puede definirse este “Bautismo en el Espíritu Santo?
Primero, digamos lo que no es:
1. NO es un nuevo sacramento.
2. NO significa que se recibe por primera vez al Espíritu Santo (ya lo recibimos en el Bautismo y la Confirmación).
3. NO es recibir una gran perfección de una manera repentina.
4. NO es el premio a una gran santidad personal.
5. NO es un método para evitar las dificultades inherentes a toda vida cristiana.
Es un acontecimiento en nuestra vida en el cual el Señor baja de la mente al corazón y experimentamos en nuestra vida la presencia amorosa del Padre, de Cristo y del Espíritu Santo y la manifestación de su poder que nos capacita para ser verdaderos testigos de Jesús y ministros de su salvación total.
Es abrirle toda la persona para que este Divino Espíritu tome posesión de ella y la oriente en adelante. Es tener una experiencia profunda de la presencia amorosa de Dios en nuestras vidas que nos facilite la entrega total a Él.
Es revivir la gracia la gracia del Bautismo y la Confirmación y los demás compromisos adquiridos con el Señor a lo largo de nuestras vidas.
Es un primer gran paso de un nuevo camino espiritual bajo la acción amorosa del Espíritu.
3. Los principales frutos de este “bautismo en el Espíritu Santo” son los siguientes:
• Un gran amor a la Palabra de Dios. Se experimenta la realidad de esas palabras del Salmo: “Tus palabras, Señor, son espíritu y vida”.
• Una intensa sed de oración.
• Un amor muy profundo a la sagrada Eucaristía y al Sagrario.
• Un aprecio filial por la Santísima Virgen. Entra Ella de un modo nuevo en nuestras vidas.
• Amor filial al Santo Padre y a la Jerarquía y un gran aprecio por el Magisterio.
• Se descubre el valor de la comunidad y se experimenta la necesidad de amarla y de proyectarse a ella con generosidad.
• Los carismas empiezan a aparecer y crecer con su ejercicio.
• Lo más importante es el gozo inefable que se disfruta con la experiencia de la persona amorosa del Señor en nuestras vidas. “Si alguno me abre, entraré, cenaré con él y él conmigo” (Ap 3, 20).
4. ¿Qué se debe hacer para recibirlo?
• Creer en su realidad y saber bien de qué se trata.
• Pedirlo con fe al Padre por medio de Cristo: “Si pues, vosotros siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan! (Lc 11, 13).
• Es muy útil que esta petición la haga uno en unión con un grupo de personas que pidan esta gracia para nosotros y que lo hagan con la imposición de manos. Esta imposición de manos es un gesto bíblico e indica la unión que tenemos en la oración para pedir esta plenitud del Espíritu Santo. _________________
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Pablo Jose + Moderador

Registrado: 13 May 2007 Mensajes: 4078 Ubicación: Ciudad de Guatemala
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Publicado:
Vie Feb 27, 2009 3:38 am Asunto:
Tema: BAUTISMO EN EL ESPÍRITU |
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Encontre este documento escrito por nuestra Iglesia (es lo único que se) pero pido una Disculpa ya que no se la fuente, este documento lo tengo desde hace años y no recuerdo como paro en mis manos así que no se más.. pero en más de algo puede servir.
RECIBIENDO LA EFUSIÓN DEL ESPÍRITU SANTO
¿Qué nos dicen las Sagradas Escrituras acerca de la divina persona del Espíritu Santo?
Antiguo Testamento:
Aquí no aparece con claridad y distinción la persona divina del Espíritu Santo, como tampoco las del Padre y del Hijo. Sin embargo, hay multitud de indicios y vestigios que, a la luz del NT aparecen como claras alusiones al Espíritu Santo.
La expresión hebrea ruah (espíritu de Dios) aparece en la Antigua Ley en diversos sentidos:
1- Viento: por el que Dios da a conocer su presencia, su fuerza o su ira.
2- Soplo de vida: que Dios inspira en los hombres y hasta los animales. Ez. 37: huesos secos
3- Soplo creador: el viento de Dios que hace salir al mundo de la nada.
En relación a fenómenos religiosos:
1- En el arte: de los obreros del tabernáculo
2- En el poder de gobernar: recibido por Moisés y trasmitido por el a los ancianos y Josué.
3- En la fuerza guerrera y valor de los libertadores de Israel
4- Inspiración profética: individual o colectivamente
Tercer grupo de textos:
Soplo de santidad: firmeza, santidad, buena voluntad, contrición, humildad, sumisión a la voluntad de Dios, enderezamiento de sendas, rectitud, justicia y paz, conocimiento de la voluntad divina y don de sabiduría.
Fenómeno
-El Mesías será poseído sin limites por el Esp. de Dios
-En la época del Mesías se producirá una intensa efusión del Espíritu Santo.
Nuevo Testamento:
Aquí aparece la plena revelación del Espíritu Santo como tercera persona de la Trinidad:
-Llena a Juan Bautista antes de nacer.
-Cubre con su sombra a la Stma. Virgen / Encarnación
-Isabel reconoce a María como "Madre de mi Señor".
-Descansa sobre Simeón para reconocer al niño Jesús.
-Jesús tiene sobre si el Espíritu de Dios, es movido por el, ungido por su poder. Comienza su ministerio lleno del Espíritu Santo, se lo enviará a los apóstoles para llevar su testimonio hasta el confín de la tierra.
-Se realizó en Pentecostés con los signos de viento y fuego. Efusión primera, renovada luego colectivamente en diversas ocasiones, por iniciativa divina.
-Jesús promete enviarlo a los apóstoles: les enseñará todas las cosas; les recordará todo lo que les ha dicho; les guiará hacia la verdad completa y les comunicará las cosas venideras; glorificará a Cristo porque tomará de lo de El y lo dará a conocer.
-Los apóstoles rezan, imponen manos, pero el Espíritu Santo es donación directa de Dios.
-San Pablo: somos templo del Espíritu Santo; vivir en Cristo y en El es la misma cosa; es distribuidor de todo don; escudriña los secretos de Dios; es el don por excelencia; nos mueve de forma que agradecemos a Dios y no debemos resistirle ni contristarle.
Nombres apropiados del Espíritu Santo:
Son muchos los nombres que la tradición, la liturgia de la Iglesia y la misma S. Escritura apropian al Espíritu Santo.
Paráclito: Maestro y Consolador. Maestro porque enseñara todas las cosas y consolador porque impedirá que los apóstoles se sientan huérfanos con la suavidad de su consolación (Jn 14).
Abogado: que pedirá por nosotros "con gemidos inefables".
Creador: Dios envía el Espíritu Santo y las cosas son creadas por amor.
-De Cristo: llena por completo el alma de Cristo.
-De verdad: el verdadero Espíritu de Dios se opone al esp. del mundo y a la sabiduría mundana.
Virtud del altísimo: o poder.
Dedo de Dios: toda la potencia constructiva y creadora. Por el se verifican todas las maravillas de Dios, principalmente en el orden de la gracia y de la santificación.
Huésped del alma: mora en nuestras almas en virtud del Bautismo Sacramental.
Sello: marcados, pertenecemos a Cristo.
Unión, nexo, vinculo, beso: expresa la unión inseparable y estrechísima entre el Padre y el Hijo en virtud del ES, que procede de los dos en una común espiración de amor.
Fuente viva, fuego, caridad, unción espiritual: muestra el carácter o personalidad.
Luz beatísima, padre de los pobres, dador de dones, luz de los corazones: luz de Cristo, luz de la verdad, luz del evangelio, llena nuestras almas pobres por el pecado, distribuye los dones espirituales.
En el sacramento del Bautismo
Recibimos el Espíritu Santo en el bautismo que nos hace participar de la naturaleza divina:
-Hermanos de Cristo y coherederos del cielo
-Nos infunde las virtudes infusas y los dones
Continua _________________
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Pablo Jose + Moderador

Registrado: 13 May 2007 Mensajes: 4078 Ubicación: Ciudad de Guatemala
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Publicado:
Vie Feb 27, 2009 3:47 am Asunto:
Tema: BAUTISMO EN EL ESPÍRITU |
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La efusión del Espíritu o bautismo en el Espíritu Santo:
Uno de los elementos mas significativos del movimiento llamado Renovación en el Espíritu Santo o Renovación Carismática es el encuentro personal con Cristo vivo y glorificado. Esta gracia es fruto de la efusión del Espíritu Santo. Se trata de la renovación de nuestro bautismo. A través de esta gracia la persona experimenta un nuevo amor y un nuevo deseo de servir a Cristo. Entra en una relación personal con El.
Las bases bíblicas para entender el bautismo en el Espíritu:
-En Hechos 1,5 Cristo definió Pentecostés como una experiencia de "bautismo en el espíritu". Este acontecimiento fue definitivamente una experiencia religiosa: estaban en oración, recibieron el bautismo, manifestaciones externas y gran gozo, hablaron en lenguas y una poderosa unción para la predicación que traspasaba los corazones.
-La predicación de Pedro proclama que todo el que se arrepienta y se bautiza, recibe el don del Espíritu.
-Este don del Espíritu Santo puede recibirse después de recibir el sacramento del bautismo. Esto es lo que ocurrió a los discípulos de Samaria (Hechos 8,14-15)
-Pedro considera la experiencia religiosa de Cornelio y su familia (Hechos 10) en la misma línea al don del primer Pentecostés. Estos, escuchando la predicación de Pedro recibieron un bautismo en el Espíritu y después se les impartió el sacramento.
Enseñanza de San Pablo:
San Pablo enseña que Cristo ofrece al hombre una nueva vida en el poder del Espíritu Santo.
-Es el espíritu de Poder: (1 Cor 2; Rom 15; Tes. 1)
-Nos ayuda a orar (Rom
-Nos libera de la carne y el pecado (Rom
-Nos revela la sabiduría de Dios (1 Cor 2; Jun 14)
En los hechos de los apóstoles vemos con claridad la actividad del Espíritu Santo en la Iglesia naciente. Se le ha considerado muchas veces, el evangelio del Espíritu Santo.
Desde la primera pagina el Espíritu Santo se manifiesta de forma sorprendente, incluso extraña, pues sus intervenciones son no solo numerosas, sino inesperadas, fulgurantes a veces. Visiblemente, el es quien pone en juego y anima tanto a los apóstoles como a la comunidad de fieles. Interviene el los detalles de la vida cotidiana de la Iglesia y de su expansión por el imperio romano. Dirige a los apóstoles a donde ir, a quien predicar, bautizar, en que pueblo entrar o no ir. Conduce el gran proyecto apostólico.
-El es quien santifica, perfecciona a los cristianos. Su gran misión es la de santificar el alma, haciéndola a imagen de Cristo, con sus mismos sentimientos, palabras, acciones.
-El es quien alienta y dicta las palabras que es necesario decir ante el Sanedrín, procónsules o ante los gobernadores de Roma, como también en la predicación diaria.
-El que inspira las audacias apostólicas: El Espíritu Santo dijo a Felipe: acércate y ponte junto a ese carro.
-Es la fuerza de los mártires: "pero el (Esteban) lleno del Espíritu Santo, miró fijamente al cielo y vio la gloria de Dios y a Jesús que estaba de pie a la diestra de Dios" (Hechos
-Conduce a Pedro a la casa de Cornelio: "le dijo el Espíritu Santo, ahí tienes unos hombres que te buscan".
-El Espíritu Santo escogió a los apóstoles: "dijo el Espíritu Santo: separadme ya a Bernabé y a Saulo para la obra a la que los he llamado"
-Es la alegría de los perseguidos y su seguridad: "Pablo y Bernabé perseguidos se llenan de gozo y del Espíritu Santo"
-Preside las decisiones sobre el porvenir de la Iglesia naciente: "El Espíritu Santo y nosotros hemos decidido no imponeros otras cargas" (Hecho 15)
-Traza la ruta de los apóstoles, los guía, los mueve y los detiene;" El Espíritu Santo les había impedido predicar la palabra en Asia". (Hecho 16)
-Dirige la acción misionera de Pablo: "solo se que en cada ciudad el Espíritu Santo me testifica que me aguardan prisiones y tribulaciones.
¿Qué es esta efusión?
1- Es una oración de fe y NO un acto sacramental.
No se trata de un sacramento. La persona se hace cristiana a través de un proceso que consiste de:
a) La conversión y la fe en Cristo.
b) La recepción de los sacramentos de iniciación: bautismo, confirmación y eucaristía.
Todo aquel que ha recibido los sacramentos de iniciación cristiana ha sido hecho hijo de Dios, ha sido incorporado a Cristo muerto y resucitado, ha recibido el don del Espíritu Santo, y puede participar en la Eucaristía, banquete de la nueva alianza.
c) La efusión del Espíritu no remplaza sino que está vinculada al sacramento.
La oración por efusión del Espíritu Santo, consiste en una oración llena de fe y esperanza que la comunidad eleva a Jesús para que derrame Su Espíritu, de manera nueva y en mayor abundancia, sobre la persona por la que se pide.
Esta oración se hace generalmente mediante la imposición de las manos, la cual no es un rito sacramental, ni mágico, sino una gesto de amor fraterno, una expresión de comunión humana, un signo externo de solidaridad en la oración, con el deseo ardiente, sometido a la voluntad de Dios, de que Jesús derrame sobre nuestro hermano/a el don del Espíritu Santo que El nos ha comunicado.
2- Es una nueva misión del Espíritu Santo:
Esta nueva efusión del Espíritu Santo puede explicarse como una "misión divina", significa que surge en la criatura una relación nueva para con el Espíritu. Sabemos que, aunque estemos bautizados, necesitamos orar para que las gracias recibidas en el sacramento se aviven en nosotros. Muchos bautizados no crecen con una profunda relación con Jesús. Vemos en la vida de los santos que en algún momento en sus vidas tomaron una profunda conciencia de su fe. Un golpe de gracia que después irá creciendo por toda la vida.
La misión del Espíritu Santo: -aumento de gracia para un nuevo estado de gracia, progreso en virtud, manifestación de un carisma.
Continua... _________________
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Pablo Jose + Moderador

Registrado: 13 May 2007 Mensajes: 4078 Ubicación: Ciudad de Guatemala
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Publicado:
Vie Feb 27, 2009 3:52 am Asunto:
Tema: BAUTISMO EN EL ESPÍRITU |
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3- Es una gracia que renueva y actualiza las gracias ya recibidas.
Esta nueva efusión es una gracia que renueva, actualiza de manera existencial y pone en actividad el rico caudal de gracias que Dios ha dado a cada uno a través de los sacramentos recibidos. En unos pondrá en actividad lo recibido solo en el bautismo y en la confirmación; en otros, lo que Dios ha dado también a través de la reconciliación y la eucaristía. En otros activará la gracia matrimonial...sacerdotal, etc. También beneficia los carismas necesarios para el estado de vida.
La eficacia que tiene para reactivar el Bautismo requiere una respuesta : El hombre pone lo suyo, es decir, realiza una opción de fe, preparada en el arrepentimiento, lo cual permite que la obra de Dios sea "liberada" y desencadene toda su fuerza. La efusión es una confirmación espontánea del sacramento de la confirmación , en la que el Espíritu actúa no en virtud de la institución, sino en virtud de la libre iniciativa del Espíritu y de la disponibilidad de la persona. NO se opone a la institución sino que armoniza perfectamente con ella.
4- Es una gracia que libera de obstáculos y ataduras:
Desde el primer momento de nuestra incorporación a Cristo por los sacramentos de iniciación, poseemos el Espíritu Santo, el cual habita en nosotros en su propio Templo. Sin embargo, debido a obstáculos, heridas, barreras que voluntaria o involuntariamente ponemos, la acción del Espíritu Santo quizás no ha llegado a actuar en plenitud en nosotros.
Esta nueva efusión es una gracia que rompe la dureza de nuestro corazón, remueve las trabas, derriba los obstáculos y nos dispone para que el Espíritu actúe en nosotros con toda libertad. Son gracias de liberación, que el Espíritu Santo quiere obrar en el interior de la persona. El don de Dios llega por fin a "desatarse" y el Espíritu se difunde como perfume en la vida cristiana.
Esta efusión no es la única forma de renovar la gracia bautismal, pero si ocupa un lugar especial por el hecho de estar abierta a todo el pueblo.
5- Nueva experiencia del Espíritu Santo
Es una nueva apertura a la acción, movimientos, dirección, inspiración, del Espíritu Santo. Toda su persona, su mente, sentimientos, pensamientos y voluntad son tocados por la acción de Dios.
6- Principio de vida nueva
Se manifestarán los frutos para edificar nuestras almas y dones o carismas para edificar la iglesia.
Algunos de los frutos:
-conversión interior y transformación de vida
-luz poderosa para comprender mejor el misterio de Dios y su plan de salvación
-compromiso personal con Cristo y gozo
-apertura a la acción del Espíritu Santo
-ejercicio de las virtudes
-entrega generosa al servicio
-deseo de oración y lectura de las S. Escrituras.
-amor a los sacramentos
-devoción a la Stma. Virgen
-amor a la Iglesia
-fuerza para dar testimonio, etc.
7- Fuente de carismas y frutos del Espíritu Santo.
Beneficia al creyente en todo su ser, tocando el cuerpo, el espíritu y el alma. (1Tes 5). Es normal, que la persona, durante o después de la oración, tenga una experiencia de Dios y de Su acción con efectos sensibles: paz, gozo, curación de heridas o enfermedades, amor, reconciliación, etc.
En esta efusión se reciben los dones carismáticos, según el Espíritu Santo quiera distribuirlos: dones de alabanza, profecía, sabiduría, discernimiento de espíritus, lenguas, curación, visión, conocimiento, etc.
Estos dones deseados y discernidos llena de poder a los miembros del Cuerpo para que puedan con amor y entrega generosa ponerse al servicio de la Iglesia.
8- Inicio de un nuevo caminar con el Espíritu
Esta efusión no es sino la actualización de la vida bautismal, ya recibida anteriormente pero que se había adormecido; un nuevo caminar al impulso del Espíritu; un vivir realmente en plenitud la vida cristiana.
Todos los Papas han apoyado la Renovación en el Espíritu Santo desde que esta renovó la conciencia en la Iglesia de esta gracia. Pablo VI imploraba por este nuevo Pentecostés en la Iglesia y en cada individuo: "Una nueva efusión del don de Dios; que venga pues el Espíritu Creador a renovar la faz de la tierra". (Mayo 75). Juan Pablo II igualmente ha hablado abundantemente sobre la necesidad de recibir mas y mas las gracias del Espíritu.
9- Poder para vencer el pecado:
A través de la efusión las personas han recibido una profunda experiencia personal con Jesús y les produce un gran poder para combatir las tendencias de la carne, el pecado y el mundo.
¿Como se da esta efusión?
Tiene una parte secreta, misteriosa, de Dios. El actúa en cada persona de manera diferente, intima y personal y una parte perceptible: de la comunidad, que es una especie de signo. Consiste sobre todo en tres cosas: amor fraterno, imposición de manos y oración. Son elementos no sacramentales, sino simplemente eclesiales (símbolos tradicionales en la iglesia).
La imposición de manos:
Puede tener dos significados: un significado de invocación y otro de consagración. En la efusión del Espíritu Santo la imposición de manos tiene solo un carácter invocatorio. Tiene también referencia a la imagen del Espíritu Santo que cubre con su sombra.
Los otros dos elementos son, la oración y el amor fraterno:
-El amor fraterno es signo y vehículo del Espíritu Santo; el Espíritu Santo que es el Amor, encuentra en el amor fraterno su ambiente natural, su signo por excelencia. Este clima de verdadero amor para con el hermano es crucial para recibir la efusión.
-La oración se coloca en estrecha relación, en el NT, con la efusión del Espíritu Santo. "Jesús mientras estaba en oración el cielo se abrió y descendió el Espíritu Santo". La oración hizo que esto sucediera. Igual en Pentecostés, Jesús dijo: "Yo rogare al Padre y les enviara el consolador" (Jn 14)
La imposición de manos, la oración y el amor fraterno son signos sencillos, simples, pero precisamente las acciones de Dios están marcadas por la simplicidad. Simples en sus expresiones externas, pero poderosas por lo que efectúan en las almas. Simplicidad y poder.
La simplicidad debe resplandecer en todo, en los gestos, en la oración, en los medios.
La efusión sin ser un sacramento es sin embargo, un acontecimiento espiritual. Un acontecimiento, porque es algo que sucede, que deja su signo, que crea una novedad en la vida; pero un acontecimiento espiritual, o sea que acontece al espíritu, al interior de la persona, por el poder del Espíritu Santo.
El don del Espíritu Santo, que es el infinito amor de Dios no lo podemos poseer totalmente, y por esta razón, se necesita pedirlo repetidamente a través de la oración y en diversas ocasiones. Es necesario reavivarlo y reinflamarlo.
Verdad y Amor llama a la Iglesia a ponerse al servicio de todo hombre, mujer y niño con la solicitud pastoral del Señor misericordioso. Con este espíritu la Congregación para la Doctrina de la Fe ha dirigido esta Carta a ustedes, obispos de la Iglesia, con la esperanza de que les sirva de ayuda en la atención pastoral a personas, cuyos sufrimientos pueden ser agravados por doctrinas erróneas y ser aliviados en cambio por la palabra de la verdad.
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Espero que haya servido
Dios te bendiga Fray Emilio. _________________
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fray Emilio Asiduo
Registrado: 21 Nov 2008 Mensajes: 114 Ubicación: Venezuela
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Publicado:
Vie Feb 27, 2009 8:34 am Asunto:
Tema: BAUTISMO EN EL ESPÍRITU |
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pues supongo que eres carismático. es evidente que ante muchas alrmas se trate de dar explicaciones pues muchas veces han acusados a los carismáticos de ser pentecostales. si lo son o no, no he llegado hasta allí pero he sabido de obispos que los han vetado y no precisamente porque su "bautismo en el espísitu" lleve a una oración más profunda.
Pregunté si la iglesia ha ofrecido alguna respuesta a dicho bautismo porque sé que lo ha hecho con respecto a las llamadas "misas de sanación" para la doctrina de la fe, cuando nuestro actual papa era el encargado. emitieron un documento donde direcmanete hacían una serie de cuestionamientos a las llamadas "misas de sanación" el documento se llama: instrucciones para obtener de Dios la curación y entre otras cosas dice:
"Por lo que se refiere a los encuentros de oración con el objetivo preciso de obtener curaciones —objetivo que, aunque no sea prevalente, al menos ciertamente influye en la programación de los encuentros—, es oportuno distinguir entre aquellos que pueden hacer pensar en un "carisma de curación", sea verdadero o aparente, o los otros que no tienen ninguna conexión con tal carisma. Para que puedan considerarse referidos a un eventual carisma, es necesario que aparezca determinante para la eficacia de la oración la intervención de una o más personas individuales o pertenecientes a una categoría cualificada, como, por ejemplo, los dirigentes del grupo que promueve el encuentro. Si no hay conexión con el "carisma de curación", obviamente, las celebraciones previstas en los libros litúrgicos, realizadas en el respeto de las normas litúrgicas, son lícitas, y con frecuencia oportunas, como en el caso de la Misa pro infirmis. Si no respetan las normas litúrgicas, carecen de legitimidad."
"El "carisma de curación" no puede ser atribuido a una determinada clase de fieles. En efecto, queda bien claro que San Pablo, cuando se refiere a los diferentes carismas en 1 Co 12, no atribuye el don de los "carismas de curación" a un grupo particular, ya sea el de los apóstoles, el de los profetas, el de los maestros, el de los que gobiernan o el de algún otro; es otra, al contrario, la lógica la que guía su distribución: "Pero todas estas cosas las obra un mismo y único Espíritu, distribuyéndolas a cada uno en particular según su voluntad" (1 Co 12, 11). En consecuencia, en los encuentros de oración organizados para pedir curaciones, sería arbitrario atribuir un "carisma de curación" a una cierta categoría de participantes, por ejemplo, los dirigentes del grupo; no queda otra opción que la de confiar en la libérrima voluntad del Espíritu Santo, el cual dona a algunos un carisma especial de curación para manifestar la fuerza de la gracia del Resucitado. Sin embargo, ni siquiera las oraciones más intensas obtiene la curación de todas las enfermedades. Así, el Señor dice a San Pablo: "Mi gracia te basta, que mi fuerza se muestra perfecta en la flaqueza" (2 Co 12, 9); y San Pablo mismo, refiriéndose al sentido de los sufrimientos que hay que soportar, dirá "completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo, en favor de su Cuerpo, que es la Iglesia" (Col 1, 24). "
"II. ASPECTOS DISCIPLINARES
Art. 1 – Los fieles son libres de elevar oraciones a Dios para obtener la curación. Cuando éstas se realizan en la Iglesia o en otro lugar sagrado, es conveniente que sean guiadas por un sacerdote o un diácono.
Art. 2 – Las oraciones de curación son litúrgicas si aparecen en los libros litúrgicos aprobados por la autoridad competente de la Iglesia; de lo contrario no son litúrgicas.
Art. 3 - § 1. Las oraciones litúrgicas de curación deben ser celebradas de acuerdo con el rito prescrito y con las vestiduras sagradas indicadas en el Ordo benedictionis infirmorum del Rituale Romanum. (27)
§ 2. Las Conferencias Episcopales, conforme con lo establecido en los Prenotanda, V, De aptationibus quae Conferentiae Episcoporum competunt, (2 del mismo Rituale Romanum, pueden introducir adaptaciones al rito de las bendiciones de los enfermos, que se retengan pastoralmente oportunas o eventualmente necesarias, previa revisión de la Sede Apostólica.
Art. 4 - § 1. El Obispo diocesano (29) tiene derecho a emanar normas para su Iglesia particular sobre las celebraciones litúrgicas de curación, de acuerdo con el can. 838 § 4.
§ 2. Quienes preparan los mencionados encuentros litúrgicos, antes de proceder a su realización, deben atenerse a tales normas.
§ 3. El permiso debe ser explícito, incluso cuando las celebraciones son organizadas o cuentan con la participación de Obispos o Cardenales de la Santa Iglesia Romana. El Obispo diocesano tiene derecho a prohibir tales acciones a otro Obispo, siempre que subsista una causa justa y proporcionada.
Art. 5 - § 1. Las oraciones de curación no litúrgicas se realizan con modalidades distintas de las celebraciones litúrgicas, como encuentros de oración o lectura de la Palabra de Dios, sin menoscabo de la vigilancia del Ordinario del lugar, a tenor del can. 839 § 2.
§ 2. Evítese cuidadosamente cualquier tipo de confusión entre estas oraciones libres no litúrgicas y las celebraciones litúrgicas propiamente dichas.
§ 3. Es necesario, además, que durante su desarrollo no se llegue, sobre todo por parte de quienes los guían, a formas semejantes al histerismo, a la artificiosidad, a la teatralidad o al sensacionalismo.
Art. 6 – El uso de los instrumentos de comunicación social, en particular la televisión, mientras se desarrollan las oraciones de curación, litúrgicas o no litúrgicas, queda sometido a la vigilancia del Obispo diocesano, de acuerdo con el can. 823, y a las normas establecidas por la Congregación para la Doctrina de la Fe en la Instrucción del 30 de marzo de 1992.(30)
Art. 7 - § 1. Manteniéndose lo dispuesto más arriba en el art. 3, y salvas las funciones para los enfermos previstas en los libros litúrgicos, en la celebración de la Santísima Eucaristía, de los Sacramentos y de la Liturgia de las Horas no se deben introducir oraciones de curación, litúrgicas o no litúrgicas.
§ 2. Durante las celebraciones, a las que hace referencia el § 1, se da la posibilidad de introducir intenciones especiales de oración por la curación de los enfermos en la oración común o "de los fieles", cuando ésta sea prevista.
Art. 8 - § 1. El ministerio del exorcistado debe ser ejercitado en estrecha dependencia del Obispo diocesano, y de acuerdo con el can. 1172, la Carta de la Congregación para la Doctrina de la Fe del 29 de septiembre de 1985 (31) y el Rituale Romanum. (32)
§ 2. Las oraciones de exorcismo, contenidas en el Rituale Romanum, debe permanecer distintas de las oraciones usadas en las celebraciones de curación, litúrgicas o no litúrgicas.
§ 3. Queda absolutamente prohibido introducir tales oraciones en la celebración de la Santa Misa, de los Sacramentos o de la Liturgia de las Horas.
Art. 9 – Quienes guían las celebraciones, litúrgicas o no, se deben esforzar por mantener un clima de serena devoción en la asamblea y usar la prudencia necesaria si se produce alguna curación entre los presentes; concluida la celebración, podrán recoger con simplicidad y precisión los eventuales testimonios y someter el hecho a la autoridad eclesiástica competente.
Art. 10 – La intervención del Obispo diocesano es necesaria cuando se verifiquen abusos en las celebraciones de curación, litúrgicas o no litúrgicas, en caso de evidente escándalo para comunidad de fieles y cuando se produzcan graves desobediencias a las normas litúrgicas e disciplinares.
El Sumo Pontífice Juan Pablo II, en el curso de la audiencia concedida al Prefecto, ha aprobado la presente Instrucción, decidida en la reunión ordinaria de esta Congregación, y ha ordenado su publicación.
Roma, en la sede de la Congregación para la Doctrina de la Fe, 14 de semptiembre de 2000, Fiesta de la Exaltacion de la Cruz. " _________________ ex abundantia cordis loquitur os |
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Leandro del Santo Rosario Moderador

Registrado: 24 Mar 2006 Mensajes: 3567 Ubicación: Buenos Aires, Argentina.
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Publicado:
Vie Feb 27, 2009 9:36 am Asunto:
Re: BAUTISMO EN EL ESPÍRITU
Tema: BAUTISMO EN EL ESPÍRITU |
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fray Emilio escribió: | Pero según la terminología de los carismáticos hay un bautismo solamente del espíritu ¿será que el espíritu está por encima del padre o del hijo que tiene su bautismo exclusivo??. |
Esto puede entenderse como lo que se llama apropiación. La acción del Espíritu Santo en nosotros es la santificación por ser una obra de amor, y por eso se le atribuye al Divino Espíritu, aunque también nos santifiquen el Padre y el Hijo. Se le atribuye al Espíritu por su origen en la Trinidad, que es proceder por vía de amor, fruto del amor entre el Padre y el Hijo. Como la Trinidad en la eternidad es la misma que la Trinidad en la creación y la salvación, 'cada uno actúa según lo que es', al Espíritu se le atribuye esta obra de amor que es la divinización. El apropiar al Espíritu esta acción está fundado en las Escrituras y la Tradición. _________________
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Pablo Jose + Moderador

Registrado: 13 May 2007 Mensajes: 4078 Ubicación: Ciudad de Guatemala
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Publicado:
Vie Feb 27, 2009 5:44 pm Asunto:
Tema: BAUTISMO EN EL ESPÍRITU |
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Hay varios conceptos que son errados y mal utilizados.
El Papa Juan Pablo II saco un carta diciendo a no llamar Misa de Sanación a la Misa.
Ya que la Misa es el Supremo Sacrificio de Jesús en la Cruz.
Ya que estos son los términos que más escandalizan pensando que se hace "distintas Misas" cuando la Misa es la misma.
Lo único que la Espiritualidad de RCC hace que se de una apertura a los dones y carismas.
Quien ha tenido la oportunidad de asistir a una de estas Misas, al final de dicha Misa se hace una plegaría (oración) para la sanación de los enfermos y tambien (no siempre) hay una exposición del Santísimo a veces con procesión a veces no y allí es donde el propio Jesús que es el mismo de ayer, hoy y Siempre en su infinita Misericordia y de acuedo a la Fe de las personas realiza las Sanaciones siendo estas físicas y más que físicas, espirituales.
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Como parte de mi testimonio les cuento:
Yo antes no creía en nada de esto, hasta me burlaba de los cárismaticos ya que yo crecí como católico en la espiritualidad de Hermandades y Cofradías (la cual respeto mucho y me fascina todavía)
Entonces una de mis primeras experiencias con el movimiento de RCC fue que me invitarón a una Vigilia muy grande, que se realiza en mi país año tras año, al principio yo me quería ir por lo incomodo que me sentia ya que eran Carismáticos la mayoría y a mi me caían muy mal los carismáticos.
Cuando en eso iba a empezar la Santa Misa precidida por P. Rainero Cantalamessa (en aquel tiempo no sabía quien era, ni tampoco sabia que era Predicador de la Casa Pontificia) al final de la Misa dijo que iba a orar por los enfermos, entonces expuso a Jesús Consagrado en la Custodia y empezo a orar, luego empezo a orar en lenguas (algo que me dio pánico) y luego empezo a dar Palabras de Conocimiento (Algo que en ese momento me dio risa y no creía) Ya que dijo que Jesús estaba sanando a una Religiosa que desde el nacimiento poseia una alergía en su boca y que jamás la ciencia médica había curado y que Jesús hoy por su fe la sanaba, luego dijo que había un hombre tartamudo que Jesús le estaba sanando su tartamudez. (Yo en ese momento no creía, ya que no miraba nada lógico en eso)
El siguio dando muchas Palabras de conocimiento de Sanación, cuando dío una Palabra de Conocimiento que fue la que hizo que yo creyera (porque fui como Santo Tomás hasta no ver no creer) una señora de aproximadamente 30 años estaba a tres lugares de donde yo estaba sentado pero no tenía silla ya que ella iba en silla de ruedas e iba con una como camisa de fuerza en la espalda porque tenia muy mala la columna. Lo que dijo el Padre Cantalamessa que una señora que habia tenido un accidente hace cuatro meses aproximadamente y que había quedado inválida y ella estaba muy deprimida y que se había entristecido más porque tenía que usar aparatos para mantener recta su columna porque esta muy dañana, que Jesús la estaba sanando, que sus oraciones que hacía diariamente con el rezo del Santo Rosario habian sido escuchadas y que se pusiera de pie y se quitara el aparato que tenía encima. Cuando de repente esta señora se va poniendo de pie a la mirada de todos los que estabamos cerca de ella y se quita esa camisa como de fuerza y empiza a caminar con alegría me quede en shock
De último se pidio a las personas que pasarán al frente a contar sobre esas sanaciones para que nadie pensara que era farsa o que era algo planeado o algo así, estas personas pasarán cada una de las que el Padre Rainero había dicho una palabra de conocimiento. Y con eso me termine de convencer de que si existe la sanación y de allí tuve la oportunidad de presenciar este tipo de cosas en otros lugares no solo en las Actividades de RCC sino tambien en algunas actividades (retiros, congresos, vigilias, seminarios) con otras congraciones (Salesianos, Capuchinos Recoletos, Mercedarios)
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Primero con esto no quiero pretender a nadie que me crea, simplemente se los dejo a su criterio. (Algo así como lo que se hace con las aparicienes de la Virgen María)
Y segundo no podemos negar que Jesús quiere y sigue realizando sanaciones. Para muchos lo miran con buenos ojos y para otros no (en lo personal esto es muy bueno y saludable ya que así se alcanza el equilibrio). _________________
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Pablo Jose + Moderador

Registrado: 13 May 2007 Mensajes: 4078 Ubicación: Ciudad de Guatemala
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Publicado:
Vie Feb 27, 2009 5:51 pm Asunto:
Re: BAUTISMO EN EL ESPÍRITU
Tema: BAUTISMO EN EL ESPÍRITU |
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fray Emilio escribió: | Pero según la terminología de los carismáticos hay un bautismo solamente del espíritu ¿será que el espíritu está por encima del padre o del hijo que tiene su bautismo exclusivo??. |
La respuesta ya fue contestada con lo que te deje anteriomente.
La espiritualidad cristiana de RCC es trinitaria, pues implica tener una relación personal con Dios Padre, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo. Esta espiritualidad nos impulsa a seguir a Jesús. El valor fundamental de la espiritualidad cristiana es hacernos discípulos de Jesús.
En la Ceja, No. 18 y 24 dice los siguiente:
La Espiritualidad de RCC es Trinitaria:
Contemplando a cada uno como es conocido por la Palabra de Dios:
• Dios Padre amoroso.
• Cristo Salvador y Señor.
• Espíritu Santo santificador.
«La gran fundamentación teológica de la Renovación espiritual carismática está, pues, en el Misterio Trinitario, y particularmente en el conocimiento progresivo de la Persona del Espíritu Santo y en su acción insustituible e ininterrumpida en la Iglesia y en cada u no de nosotros» (La Ceja, 1 .
«Algunos piensan equivocadamente que esta Renovación se centra exclusivamente en el Espíritu Santo y minimiza la acción del Padre y la de Jesús. Muy al contrario, el Espíritu Santo es quien da al cristiano testimonio de Jesús (Jn 15, 26) y quien lo capacita para que sea testigo de su resurrección» (La Ceja, 24). _________________
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