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María Esther Veterano
Registrado: 03 Oct 2005 Mensajes: 2105
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Publicado:
Vie Abr 28, 2006 3:20 pm Asunto:
Amar lo que el mundo aborrece
Tema: Amar lo que el mundo aborrece |
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Apreciados hermanos en Cristo:
Amemos lo que el mundo aborrece.
- El mundo aborrece la pureza: desde hace años es un valor añejo, poco menos que el recuerdo borroso de una época "oscurantista" en oposición con la liberalidad conquistada por nuestra civilización, por esas luces que desnudan las carnes y convierten a hombres, mujeres y hasta niños en objetos, viles trozos de carne...
Nosotros acojamos esta Virtud divina e imitemos a la Purísima, a la Inmaculada Madre de Dios, modelo perfecto de cristiano.
Imitemos al Cordero Puro y sin mancha que sufrió mortalmente cuando su Cuerpo fue expuesto y, seguramente con miradas suplicantes, pidió que fuera al menos parcialmente cubierto.
- El mundo aborrece la humildad, virtud perdida en el mar de soberbia y orgullo que ahoga a los hombres de nuestro tiempo.
Nosotros hagámonos humildes como el Humildísimo Jesús. Hagámonos servidores de nuestros hermanos y aspiremos ser los últimos.
- El mundo aborrece la continencia y propone la vida de desenfreno en todos los ámbitos.
Nosotros ejercitemos la abstinencia y el ayuno. ¡Cuánto bien podremos hacer con nuestras pequeñas renuncias a un mundo que se resiste a renunciar a los placeres más efímeros!
-El mundo aborrece la caridad y la convierte en vacía solidaridad.
Nosotros seamos caritativos y recordemos, a cada instante, que un día seremos juzgados en el amor. Todo lo que hagamos por uno de nuestros hermanos lo estaremos haciendo por el mismo Cristo. Pero abstengámonos de recibir glorias a cambio: la caridad, cuanto más oculta, es más pura y nos eleva al encuentro con el Señor de la Caridad.
- El mundo aborrece la Fe y la ataca por medio de la razón.
Nosotros utilicemos nuestra razón para crecer en la Fe. No olvidemos que Fe y Razón unidas son dos alas que nos elevan, sin peligro alguno, a los brazos de Dios.
- El mundo aborrece la santidad y la suplanta por una vana "responsabilidad" consigo mismo y con los demás.
Nosotros aspiremos a ser santos en correspondencia a los inmensos dones de gracia santificante que el Señor nos entrega en los Sacramentos.
Nadie puede por si mismo ser santo. Podrá ser responsable y hasta llegar a utilizar adecuadamente la libertad. Pero los santos se hacen de la mano de Dios. Él es Quien santifica... no hagamos oídos sordos a su imperioso llamado. La Santidad es la vocación de los hijos de Dios.
- El mundo aborrece la fidelidad porque considera que coarta la "libertad" hedonista que hoy aparece como uno de los tatos valores absolutos de la doctrina relativizada de nuestra sociedad.
Nosotros seamos fieles: fieles a Dios y a sus Mandamientos, fieles a la Iglesia, fieles en nuestra vida privada. La fidelidad es el sello externo del Cristiano.
- El mundo aborrece la obediencia, a la que considera privativa de borregos.
Nosotros seamos Obedientes, santamente Obedientes al Señor, imitando a Aquel que fue "obediente hasta la muerte... una muerte de Cruz".
- El mundo aborrece la Cruz, isnrtumento ignominioso. La cruz se considera, entonces, como una carga innecesarioa contra la que se debe luchar.
Nosotros abracemos nuestra cruz de cada día, neguémonos a nosotros mismos y caminemos en POs de Cristo. Sin Cruz no hay salvación.
- El mundo aborrece a Cristo, el Hijo único de Dios porque lo confronta, porque ante la vista del Crucificado los pecados del mundo ya nose pueden disimular ni negar.
Nosotros amemos a Cristo y sirvámosle en Su Iglesia.
- El mundo aborrece la Iglesia porque es el Depósito de la Verdad Revelada y administradora de los Sacramentos... Una Verdad que no debe ser proclamada y unos sacramentos que, para muchos, son carga...porque exigen algo más que "responsabilidad".
Nosotros amemos a la Iglesia. Reconozcamos que Ella es el Cuerpo de Cristo y comportémonos según la dignidad que nos confiere el ser Miembros de este Cuerpo. Y tengamos vida sacramental, la única vida que nutre nuesta humanidad entera.
- El mundo aborrece la vida porque rechaza la acción de Dios.
Nosotros luchemos a brazo partido porque la vida se mantenga, porque sean perdonadas las vidas de tantos niños no nacidos, de tantas madres confundidas, de tantos infantes que mueren de hambre porque no hay quién los ampare, de tantos ancianos y enfermos que se convierten en carga y rechacemos con firmeza la eliminación que se está convirtiendo en otro "valor" de nuestro tiempo.
- El mundo aborrece la verdad y acoge alegremente la mentira, el engaño, la falsedad en todos los campos.
Nosotros amemos la Verdad y seamos veraces... porque "solo la Verdad nos hará libres"
- En fin, el mundo aborrece todo lo que se relaciona legitimamente con Dios.
Nosotros amemos en la humildad, en el servicio, en la pureza, en la verdad, a nuestro Señor Jesucristo, Camino, Verdad y Vida.
Seamos luz en las tinieblas, fermento en medio de la masa... sal de la tierra.
- El mundo |
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marisolilla Asiduo
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 153
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Publicado:
Vie Abr 28, 2006 5:00 pm Asunto:
Tema: Amar lo que el mundo aborrece |
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Maria Esther.
Que Bonita Reflexión. Un buen recordadorio de que debemos ser Sal de la tierra y Luz del mundo.
Saludos a ti y a tu familia. |
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Fabrem Veterano
Registrado: 05 Oct 2005 Mensajes: 1226
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Publicado:
Vie Abr 28, 2006 5:18 pm Asunto:
Tema: Amar lo que el mundo aborrece |
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VOY A REESCRIBIR EL MENSAJE DE MARIA ESTHER PARA QUE EL FORMATO NOS AYUDE A CAPTAR SU IMPORTANCIA.
Amemos lo que el mundo aborrece.
- El mundo aborrece la pureza: desde hace años es un valor añejo, poco menos que el recuerdo borroso de una época "oscurantista" en oposición con la liberalidad conquistada por nuestra civilización, por esas luces que desnudan las carnes y convierten a hombres, mujeres y hasta niños en objetos, viles trozos de carne...
Nosotros acojamos esta Virtud divina e imitemos a la Purísima, a la Inmaculada Madre de Dios, modelo perfecto de cristiano.
Imitemos al Cordero Puro y sin mancha que sufrió mortalmente cuando su Cuerpo fue expuesto y, seguramente con miradas suplicantes, pidió que fuera al menos parcialmente cubierto.
- El mundo aborrece la humildad, virtud perdida en el mar de soberbia y orgullo que ahoga a los hombres de nuestro tiempo.
Nosotros hagámonos humildes como el Humildísimo Jesús. Hagámonos servidores de nuestros hermanos y aspiremos ser los últimos.
- El mundo aborrece la continenciay propone la vida de desenfreno en todos los ámbitos.
Nosotros ejercitemos la abstinencia y el ayuno. ¡Cuánto bien podremos hacer con nuestras pequeñas renuncias a un mundo que se resiste a renunciar a los placeres más efímeros!
-El mundo aborrece la caridad y la convierte en vacía solidaridad.
Nosotros seamos caritativos y recordemos, a cada instante, que un día seremos juzgados en el amor. Todo lo que hagamos por uno de nuestros hermanos lo estaremos haciendo por el mismo Cristo. Pero abstengámonos de recibir glorias a cambio: la caridad, cuanto más oculta, es más pura y nos eleva al encuentro con el Señor de la Caridad.
- El mundo aborrece la Fe y la ataca por medio de la razón.
Nosotros utilicemos nuestra razón para crecer en la Fe. No olvidemos que Fe y Razón unidas son dos alas que nos elevan, sin peligro alguno, a los brazos de Dios.
- El mundo aborrece la santidad y la suplanta por una vana "responsabilidad" consigo mismo y con los demás.
Nosotros aspiremos a ser santos en correspondencia a los inmensos dones de gracia santificante que el Señor nos entrega en los Sacramentos.
Nadie puede por si mismo ser santo. Podrá ser responsable y hasta llegar a utilizar adecuadamente la libertad. Pero los santos se hacen de la mano de Dios. Él es Quien santifica... no hagamos oídos sordos a su imperioso llamado. La Santidad es la vocación de los hijos de Dios.
- El mundo aborrece la fidelidad porque considera que coarta la "libertad" hedonista que hoy aparece como uno de los tatos valores absolutos de la doctrina relativizada de nuestra sociedad.
Nosotros seamos fieles: fieles a Dios y a sus Mandamientos, fieles a la Iglesia, fieles en nuestra vida privada. La fidelidad es el sello externo del Cristiano.
- El mundo aborrece la obediencia, a la que considera privativa de borregos.
Nosotros seamos Obedientes, santamente Obedientes al Señor, imitando a Aquel que fue "obediente hasta la muerte... una muerte de Cruz".
- El mundo aborrece la Cruz, instrumento ignominioso. La cruz se considera, entonces, como una carga innecesarioa contra la que se debe luchar.
Nosotros abracemos nuestra cruz de cada día, neguémonos a nosotros mismos y caminemos en POs de Cristo. Sin Cruz no hay salvación.
- El mundo aborrece a Cristo, el Hijo único de Dios porque lo confronta, porque ante la vista del Crucificado los pecados del mundo ya nose pueden disimular ni negar.
Nosotros amemos a Cristo y sirvámosle en Su Iglesia.
- El mundo aborrece la Iglesia porque es el Depósito de la Verdad Revelada y administradora de los Sacramentos... Una Verdad que no debe ser proclamada y unos sacramentos que, para muchos, son carga...porque exigen algo más que "responsabilidad".
Nosotros amemos a la Iglesia. Reconozcamos que Ella es el Cuerpo de Cristo y comportémonos según la dignidad que nos confiere el ser Miembros de este Cuerpo. Y tengamos vida sacramental, la única vida que nutre nuesta humanidad entera.
- El mundo aborrece la vida porque rechaza la acción de Dios.
Nosotros luchemos a brazo partido porque la vida se mantenga, porque sean perdonadas las vidas de tantos niños no nacidos, de tantas madres confundidas, de tantos infantes que mueren de hambre porque no hay quién los ampare, de tantos ancianos y enfermos que se convierten en carga y rechacemos con firmeza la eliminación que se está convirtiendo en otro "valor" de nuestro tiempo.
- El mundo aborrece la verdad y acoge alegremente la mentira, el engaño, la falsedad en todos los campos.
Nosotros amemos la Verdad y seamos veraces... porque "solo la Verdad nos hará libres"
- En fin, el mundo aborrece todo lo que se relaciona legitimamente con Dios.
Nosotros amemos en la humildad, en el servicio, en la pureza, en la verdad, a nuestro Señor Jesucristo, Camino, Verdad y Vida.
Seamos luz en las tinieblas, fermento en medio de la masa... sal de la tierra. |
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María Esther Veterano
Registrado: 03 Oct 2005 Mensajes: 2105
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Publicado:
Vie Abr 28, 2006 5:25 pm Asunto:
Tema: Amar lo que el mundo aborrece |
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Apreciado en Cristo, Alejandro:
Muchas gracias. Creo que ese era el sentido estricto del mensaje. Más que una reflexión (aunque si lo es) un llamado a la actuación cristiana a pesar de las luces efímeras del mundo.
Pureza, inocencia, humildad, sencillez, veracidad, misericordia, caridad, candor, firmeza...
Y odiar lo que el mundo ama: la vanidad, la vanagloria, el orgullo, la soberbia, la mentira y falsedad, la incredulidad, la idolatría, la desobediencia, la infidelidad... en una sola expresión: el rechazo pertinaz a un Dios que se Encarnó. Murió y Resucito y se manifiesta en Su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad en Su Iglesia que es Una, Santa, Católica y Apostólica. |
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Fabrem Veterano
Registrado: 05 Oct 2005 Mensajes: 1226
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Publicado:
Vie Abr 28, 2006 9:07 pm Asunto:
Tema: Amar lo que el mundo aborrece |
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María Esther, lo que dices es lo que ya todos sabemos y de tanto saberlo ya no tenemos ni idea de lo que significa. Lamentablemente.
Queremos lo "nuevo" sin haber conocido ni probado lo viejo.
A veces nos parecemos a aquel escritor que quiere revolucionar la literatura sin haber leído a los escritores que han creado los paradigmas y han modelado nuestros gustos.
Si los meditamos, no hay más novedad que en los mandamientos.
La Palabra de Dios viene a ser más bien como una cebolla con capas infinitas, con cada capita que se quita aparece algo novedoso, y esta capa a su vez se puede quitar, y aparecerá siempre algo nuevo y así, infinitamente, a menos que algujen crea poder llegar a conocer a Dios.
Lo malo está en que tiramos la cebolla, porque creemos que sólo tiene una o dos capitas, sin saber que tiramos un tesoro de novedades maravillosas, como es imposible encontrar en otro lado.
Sólo Dios, el inagotablemente bello, puede satisfacer nuestra ansia inagotable de novedades.
Y por supuesto, Maria Esther, al meditar una vez más sobre lo que nos dices, entendemos un poco mejor, y de modo novedoso, lo que quiere decir que nuestros enemigos son: el demonio, el mundo y la carne.
Es muy hermoso lo que has dicho, y cuánto quisiera yo que pudiéramos encontrar novedades en lo viejo, tal como tú lo haces en este mensaje.
Ojalá que ya no tiremos nuestros tesoros, porque supuestamente ya están exprimidos y agotados. Qué desperdicio de novedades y emoción! |
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