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María Esther Veterano
Registrado: 03 Oct 2005 Mensajes: 2105
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Jue Abr 27, 2006 1:44 pm Asunto:
Se puede llamar "católico" quien niega el Primado
Tema: Se puede llamar "católico" quien niega el Primado |
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Apreciados hermanos en Cristo:
He leido varias participaciones en las que personas muy católicas hablan despectivamente del Papa, niegan la Enseñanza de la Iglesia y acusan una indomable ignorancia en materia de Fe.
Y no solo en este Foro sino en la vida de muchas parroquias y comunidades católicas existen aquellos que haciendo caso a sus propias interpretaciones y hasta a manifestaciones supuestamente místicas, despotrican del Papa e incitan a la desobediencia y a la separación.
¿Esto es posible? ¿Cómo defender la Fe de la Iglesia poniéndose en contra de la misma Iglesia? Un evidente contrasentido que siembra confusión y malestar.
´¿Cuantas veces escuchamos y leemos cosas como "soy católico pero ni me nombren al Papa"...?
Por favor, seamos coherentes. O somos católicos y aceptamos el Magisterio y la Jerarquía o no lo somos y lo declaramos sin tapujos. |
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LucasGabriel Constante
Registrado: 07 Dic 2005 Mensajes: 723 Ubicación: Argentina - Córdoba
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Publicado:
Jue Abr 27, 2006 1:51 pm Asunto:
Tema: Se puede llamar "católico" quien niega el Primado |
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Asi es mi estimadisima María Esther.
¿Es que no nos damos cuenta que estamos donde estamos por la desobediencia de nuestros padres?
Debemos comprendernos a nosotros mismos antes de intentar comprender a la Iglesia. SOMOS DESOBEDIENTES!. Con todo. Rebeldes por naturaleza!!. Así que antes de decir "no lo hago" hay que decir "lo hago".
Por que si no podemos obedecer a una Iglesia que peregrina por la tierra y es visible; ¿cómo obedeceremos a Dios que no podemos ver?
Dios te bendiga! _________________
Carmelitas Descalzos Seglares |
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Salomon Asiduo
Registrado: 26 Feb 2006 Mensajes: 296 Ubicación: Lisboa
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Publicado:
Jue Abr 27, 2006 2:07 pm Asunto:
Tema: Se puede llamar "católico" quien niega el Primado |
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Hermana Maria Esther,
a mi modo de ver es una falta de cultura religiosa, tanto de lo que es el Catolicismo como de lo que no lo es.
Al menos la mayoria de las personas que he conocido (no todas), interpreta que si se es religioso se es Catolico y si no gusta la Iglesia Catolica entonces no queda mas remedio que hacerse ateo. Hay un tercer grupo que se niegan a no ser religiosos (no se consideran ateos) y lo que intentan es forzar el Catolicismo (unica concepcion religiosa que entienden y/o conocen de alguna manera) en una religion a su medida perjudicando la estructura existente y ademas siendo unos frustrados porque la Iglesia nunca llegara a ser lo que ellos desean.
Por esta razon yo abogo por la enseñanza obligatoria de todas las escuelas de la asignatura de "historia de las religiones", para que cada cual conozca la trayectoria de las mismas y tambien cuales son sus preceptos y limitaciones, evitando situaciones como las que vivimos, perjudiciales tanto para las confesiones como para los individuos que no consiguen adaptarse a ellas.
Me cuesta trabajo recordar que casos de ateismo he conocido en mi vida, porque aquellos que he conocido que se declaraban ateos, profundizando un poco mas, lo que realmente declaraban era su oposicion al Magisterio entendiendo con ello una oposicion a la religion. Una lastima que quien puede ser un buen cristiano (aunque no sea catolico), por desconocimiento y por no aceptar el Catolicismo, se declare ateo o se ponga a luchar contra un Magisterio que no puede variar porque es la esencia distintiva de nuestra religion.
En fin, los tiempos no son ni mejores ni peores, tan solo distintos.
Un abrazo. |
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María Esther Veterano
Registrado: 03 Oct 2005 Mensajes: 2105
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Publicado:
Vie Abr 28, 2006 2:46 am Asunto:
Tema: Se puede llamar "católico" quien niega el Primado |
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Gracias Stephanos. El que tenga oidos... ¡que oiga! |
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María Esther Veterano
Registrado: 03 Oct 2005 Mensajes: 2105
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Publicado:
Vie Abr 28, 2006 5:44 pm Asunto:
Tema: Se puede llamar "católico" quien niega el Primado |
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Apreciado en Cristo, Frank Luis:
¿Ya leiste los documentos del Concilio Ecuménico Vaticano II? Si no lo has hecho entiendo tu recelo frente al ecumenismo porque, como tu lo describes y como, desafortunadamente se ha vivido en muchos ámbitos eclesiales, no es como fue propuesto por los Padres Conciliares. |
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Fabrem Veterano
Registrado: 05 Oct 2005 Mensajes: 1226
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Publicado:
Vie Abr 28, 2006 6:01 pm Asunto:
Tema: Se puede llamar "católico" quien niega el Primado |
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frank luis escribió: | Yo también te encuentro toda la razón stephano, pero el ecumenismo que tu tanto defiendes ha deteriorado la imagen de la religión católica como única verdadera y ha introducido en no pocos la idea de que las religiones son todos caminos de salvación. |
Y si esto ha pasado, se ha debido -para variar- a una más de tantas deformaciones groseras e imperdonables que se hacen a los mensajes de la Iglesia constantemente, y en este caso, el ecumenismo. Y todos los católicos, en lugar de ponernos del lado de quienes no dejan pasar oportunidad para deteriorar la imagen de la religión católica -y deteriorarla nosotros TODAVÍA MÁS- debemos aclararle a estas personas el verdadero espíritu del ecumenismo impulsado por la Iglesia católica de modo oficial mediante mandatos legítimos del Magisterio Ordinario papal, al cual le debemos "adherirnos...con espíritu de obediencia religiosa".
La imagen de la religión católica como la única y verdadera queda afectada sólo ante aquellos que, dando prioridad a su propia interpretación de las Escrituras en lugar de seguir al Colegio Apostólico, lo 'quieren' creer así, en abierta desobediencia a clarísimas indicaciones del Magisterio ordinario universal de la Iglesia, al que le deben, si es que de verdad son católicos, "adherencia con espíritu de obediencia religiosa". No hay vuelta de hoja... y el que le da vuelta a la hoja es un desobediente que ha puesto en el altar de adoración a su propio yo un trozo o la totalidad de la comunión con la Iglesia verdadera. El criterio es nítido.
Solo desde adentro se puede "reformar" la Iglesia, y nada más que desde adentro: quien se sale para presionar y hacer pública su desobediencia, está tomando a la Iglesia como una democracia, con una mentalidad de progresismo puro que quiere que la Iglesia sea gobernada "oyendo a las bases" y con métodos de presión politica. Y no lo es. |
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Fabrem Veterano
Registrado: 05 Oct 2005 Mensajes: 1226
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Publicado:
Vie Abr 28, 2006 9:57 pm Asunto:
Tema: Se puede llamar "católico" quien niega el Primado |
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Stephanos escribió: |
El Magisterio no es otra cosa que la Enseñanza Infalible de la Iglesia.
Y es mediante el Magisterio, por el cual se nos dan esos Dogmas de Fe, además de que es Dogma de Fe que el Magisterio es Infalible
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Stephanos, por favor revisa esto, porque no es cierto así como lo dices.
Sólo el Magisterio Extraordinario o Solemne o ex cathedra es infalible, según el significado de esa palabra dentro de la terminología del Magisterio.
Ahora bien, hay expresiones dentro de un documento del Magisterio Ordinario que deben tomarse como Infalibles según la intención expresada en la formulación, como por ejemplo, en la Carta Apostólica 'Ordinatio Sacerdotalis" cuando el Papa expresa su intención de que tal enseñanza debe tenerse "por definitiva".
Ahora bien, todo el Magisterio Universal Ordinario sin excepción debe ser obedecido, ajeno cualquier tipificacion técnica eclesiástica sobre se solemnidad. El hecho de que algún contenido del Magisterio no sea presentado como infalible no exime al fiel, de ningún modo, de adherirse a él con espíritu de obediencia religiosa.
En síntesis, TODO el Magisterio de la Iglesia sin excepción debe suscitar en todo católico la adhesión con Espíritu de obediencia religiosa aunque no todo el Magisterio es presentado de modo solemne o infalible.
Beatriz copió una vez un documento sobre esto y también hay una explicación en corazones.org. Lamentablemtente yo me encuentro fuera de mi casa y ando corriendo de reunión en reunión.
En ciertas instancias, es mejor ser muy precisos para decir las cosas, porque las diferencias son importantes.
Para mí, todo el Magisterio es infalible, pero la Iglesia no lo quiere presentar así, aunque, eso sí, exige la obediencia reliosa a su totalidad.
Bueno, ya se aclarará en los siguientes aportes. |
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Fabrem Veterano
Registrado: 05 Oct 2005 Mensajes: 1226
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Publicado:
Dom Abr 30, 2006 5:49 am Asunto:
Tema: Se puede llamar "católico" quien niega el Primado |
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Stephanos, esto es lo que dice el Catecismo
Cita: | 891 "El Romano Pontífice, Cabeza del Colegio episcopal, goza de esta infalibilidad en virtud de su ministerio cuando, como Pastor y Maestro supremo de todos los fieles que confirma en la fe a sus hermanos, proclama por un acto definitivo la doctrina en cuestiones de fe y moral... La infalibilidad prometida a la Iglesia reside también en el Cuerpo episcopal cuando ejerce el magisterio supremo con el sucesor de Pedro", sobre todo en un Concilio ecuménico (LG 25; cf. Vaticano I: DS 3074). Cuando la Iglesia propone por medio de su Magisterio supremo que algo se debe aceptar "como revelado por Dios para ser creído" (DV 10) y como enseñanza de Cristo, "hay que aceptar sus definiciones con la obediencia de la fe" (LG 25). Esta infalibilidad abarca todo el depósito de la Revelación divina (cf. LG 25).
892 La asistencia divina es también concedida a los sucesores de los apóstoles, cuando enseñan en comunión con el sucesor de Pedro (y, de una manera particular, al obispo de Roma, Pastor de toda la Iglesia), aunque, sin llegar a una definición infalible y sin pronunciarse de una "manera definitiva", proponen, en el ejercicio del magisterio ordinario, una enseñanza que conduce a una mejor inteligencia de la Revelación en materia de fe y de costumbres. A esta enseñanza ordinaria, los fieles deben "adherirse...con espíritu de obediencia religiosa" (LG 25) que, aunque distinto del asentimiento de la fe, es una prolongación de él. |
La infalibilidad en el sentido tècnico eclesiàstico es una propiedad de una declaraciòn del Magisterio que se invoca explìcitamente por quien cuenta con la autoridad para ello. No aplica siempre a todo el contenido del Magisterio Ordinario.
No todo lo que enseña el Magisterio lo propone intencionalmente con caràcter dogmàtico e infalible, aunque para los fieles debe dar igual, porque debemos acatarlo y obedecerlo como verdadero.
Nada en el Magisterio dice que el laico està legitimado para cuestionar o desobedecer al Magisterio Ordinario por razòn alguna.
Debemos obedecer al Magisterio Ordinario aunque no sea presentado como infalible o dogmàtico, o sea, no hace falta decir que todo el Magisterio es infalible para sustentar la necesidad de obedecerlo. |
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Fabrem Veterano
Registrado: 05 Oct 2005 Mensajes: 1226
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Publicado:
Lun May 01, 2006 2:14 am Asunto:
Tema: Se puede llamar "católico" quien niega el Primado |
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Perdón que estoy con el tiempo limitado para poder participar como quisiera. Les copio este artículo que aparece publicado hoy en el New York Times sobre ordenaciones episcopales sin mandato apostólico y obedeciendo a las razones el Gobierno de China Comunistta.
Pensemos ¿cómo podrían las tradicionalistas seguidores de Msgr. Lefebvre señalar algo erróneo en la actitud del gobierno chino que ha dispuesto estas consagraciones? Tan válidas, legítimas y argumentables racionalmente son las razones humanas del gobierno chino como de Msgr. Lefebvre. La única diferencia es el motivo de la desobediencia.
Cita: | April 30, 2006
China Installs Bishop as Vatican Objects
By KEITH BRADSHER
HONG KONG, April 30 — Despite objections from the Vatican, the state-controlled Catholic church in China installed as a bishop today a senior official who has been involved in the government's political control of the church.
The official, Father Ma Yinglin, was consecrated as bishop of Kunming in southwestern China despite a strong warning on Saturday from Joseph Cardinal Zen Zi-kiun of Hong Kong. Cardinal Zen said in a statement then that, "to conduct the ordination without the Holy See's approval is to sabotage intentionally Sino-Vatican relations."
Cardinal Zen, who grew up in Shanghai and is now playing a role as an intermediary in trying to restore diplomatic relations between Beijing and the Vatican, said today that the Vatican had wanted at least a delay before any consecration of Father Ma.
One issue dividing Beijing and the Vatican lies in how to combine the two separate hierarchies of bishops in China, one selected by the underground church loyal to Rome and the other selected by the Chinese Catholic Patriotic Association, which Mao Zedong started to control the church in China.
In the last few years, the Vatican has sometimes endorsed candidates put forward by the Chinese Catholic Patriotic Association to become bishops. But Bishop Ma, 40, poses a particularly difficult dilemma for the Holy See, as he is a top official of the patriotic association and the secretary general of its Council of Chinese Bishops.
Liu Bainian, the secretary general of the Chinese Catholic Patriotic Association, said in a telephone interview this evening that the consecration of Bishop Ma could improve relations with the Vatican, because the diocese of Kunming had been vacant for 11 years.
"Without a bishop, there is no church," Mr. Liu said.
Mr. Liu also asserted that it was inappropriate for Cardinal Zen, as the bishop of Hong Kong, to make statements regarding activities in another diocese.
"Father Ma was chosen by 100 percent of the votes by local fathers, church representatives and members," Mr. Liu said. "The government did not participate in the whole election process."
Communist countries often describe winners of rigged elections as having received all or nearly all of the votes.
The consecration comes as Pope Benedict XVI has placed a priority on reaching an understanding with mainland China that would allow greater religious freedom for the country's Catholics. But China has objected to giving the Vatican a say in the selection of bishops for diocese.
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El artículo completo pueden leerlo aqui: http://www.nytimes.com/2006/04/30/world/asia/30cnd-china.html?ei=5094&en=dcb1a3035d57a9c3&hp=&ex=1146456000&partner=homepage&pagewanted=print |
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EduaRod Veterano
Registrado: 21 Ene 2006 Mensajes: 3275
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Publicado:
Lun May 01, 2006 3:48 am Asunto:
Tema: Se puede llamar "católico" quien niega el Primado |
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Alejandro Berganza escribió: | Stephanos, esto es lo que dice el Catecismo
Cita: | 891 "El Romano Pontífice, Cabeza del Colegio episcopal, goza de esta infalibilidad en virtud de su ministerio cuando, como Pastor y Maestro supremo de todos los fieles que confirma en la fe a sus hermanos, proclama por un acto definitivo la doctrina en cuestiones de fe y moral... La infalibilidad prometida a la Iglesia reside también en el Cuerpo episcopal cuando ejerce el magisterio supremo con el sucesor de Pedro", sobre todo en un Concilio ecuménico (LG 25; cf. Vaticano I: DS 3074). Cuando la Iglesia propone por medio de su Magisterio supremo que algo se debe aceptar "como revelado por Dios para ser creído" (DV 10) y como enseñanza de Cristo, "hay que aceptar sus definiciones con la obediencia de la fe" (LG 25). Esta infalibilidad abarca todo el depósito de la Revelación divina (cf. LG 25).
892 La asistencia divina es también concedida a los sucesores de los apóstoles, cuando enseñan en comunión con el sucesor de Pedro (y, de una manera particular, al obispo de Roma, Pastor de toda la Iglesia), aunque, sin llegar a una definición infalible y sin pronunciarse de una "manera definitiva", proponen, en el ejercicio del magisterio ordinario, una enseñanza que conduce a una mejor inteligencia de la Revelación en materia de fe y de costumbres. A esta enseñanza ordinaria, los fieles deben "adherirse...con espíritu de obediencia religiosa" (LG 25) que, aunque distinto del asentimiento de la fe, es una prolongación de él. |
La infalibilidad en el sentido tècnico eclesiàstico es una propiedad de una declaraciòn del Magisterio que se invoca explìcitamente por quien cuenta con la autoridad para ello. No aplica siempre a todo el contenido del Magisterio Ordinario.
No todo lo que enseña el Magisterio lo propone intencionalmente con caràcter dogmàtico e infalible, aunque para los fieles debe dar igual, porque debemos acatarlo y obedecerlo como verdadero.
Nada en el Magisterio dice que el laico està legitimado para cuestionar o desobedecer al Magisterio Ordinario por razòn alguna.
Debemos obedecer al Magisterio Ordinario aunque no sea presentado como infalible o dogmàtico, o sea, no hace falta decir que todo el Magisterio es infalible para sustentar la necesidad de obedecerlo. |
Estimados en Cristo Stephanos y Alejandro:
Existe, sin embargo, una cuestión que es importantísimo comprender y atender debidamente que es la siguiente.
Dice también el Catecismo:
Cita: | 1782
El hombre tiene el derecho de actuar en conciencia y en liberta a fin de tomar personalmente las decisiones morales. "No debe ser obligado a actuar contra su conciencia. Ni se le debe impedir que actúe según su conciencia, sobre todo en materia religiosa". |
¿Cómo debe esto interpretarse en el contexto de la obediencia al Magisterio?
Como antecedente diremos que la obediencia es una de las mayores virtudes cristianas, al grado de que constituye uno de los tres consejos evangélicos fundamentales que buscan seguir los Institutos de Vida Consgarada. Toda obediencia cristiana busca antes que cualquier otra cosa, ser una participación en esa obediencia filial con la que Cristo obedeció con total plenitud y fidelidad la Voluntad de su Padre hasta la muerte; obediencia y fidelidad que constituyen el fundamento de la Redención.
Dicho esto, cuando existan diferencias que son con toda claridad meramente de opinión o parecer, se impone de manera definitiva la obediencia a la legítima autoridad, y esta puede ser, dependiendo de las circunstancias, el Papa en su Magisterio Ordinario, el superior correspondiente para los miembros de un Instituto de Vida Consagrada, el Obispo de la diócesis para los que se encuentran en la Iglesia local a su cargo, e incluso para un fiel laico la opinión de su propio párroco. Ejemplos de cuestiones de este tipo podrían ser tales como el momento más propicio para iniciar una campaña de predicación. En este caso, la obediencia se impone como un medio de lograr un mejor fruto por la unidad de la comunidad que por lo que podría ser una opinión objetivamente mejor, pero que vivida en división dará más frutos de escándalo que de santidad.
Desde luego que la obediencia no excluye la posibilidad de exponer el propio parecer para que sea considerado. Pero si la legítima autoridad mantiene su decisión tras nuestra exposición, se impone la obediencia.
La situación, sin embargo, cambia sustancialmente cuando la persona siente que lo que se le ordena está contra su conciencia en materia moral grave.
En este caso no hay motivo alguno, aún en el Magisterio ordinario de la Iglesia, que pueda obligar a la persona a actuar contra lo que es su legítima conciencia.
Es deber de la persona, sin embargo, no rechazar sin más lo que se le propone; sino en verdad revisar con toda profundidad los motivos de su conciencia y la posibilidad de que estos estuviesen equivocados. Tal obligación, evidentemente, es tanto más grave como autorizada sea la fuente que le exige la obediencia. Así por ejemplo, si es el Magisterio ordinario del Santo Padre lo que está en cuestión; es esencial que la persona revise completamente sus fundamentos y que, ante la más mínima duda, se incline por la obediencia al Santo Padre.
Si pese a tal análisis la conciencia contraria a la norma u orden permanece, entonces es deber de la persona actuar conforme a su conciencia. Lo contrario sería pecar, pues al actuar conforme a lo que se cree malo (aunque objetivamente no lo sea), se estaría eligiendo voluntariamente el mal, lo que por definición es un pecado. Y nadie puede obligar a una persona a pecar. Por consiguiente, NADIE puede obligar a la persona a actuar en contra de su conciencia, aún ante el Magisterio Ordinario.
Pero la situación cambia radicalmente una vez más cuando el católico se enfrenta a lo que es propiamente Magisterio Extraordinario de caracter infalible.
No es que con ello se vuelva legítimo obligar a la persona a actuar en contra de su conciencia. Eso nunca será legítimo como ya hemos visto.
La gran diferencia está en la persona misma: puesto que las verdades infalibles deben ser entendidas como recibidas directamente de Dios, a nadie es legítimo mantener una opinión, por fundamentada que le parezca, en contra de una verdad revelada por Dios. En otras palabras, la persona libre y voluntariamente debe someter su inteligencia a la inteligencia Divina, por lo que queda obligada en conciencia a desechar su opinión anterior y tomar como absolutamente verdadera la que le propone el Magisterio infalible, aún cuando no la comprenda. Por eso, la persona en este caso no actúa contra su conciencia, sino que adapta su conciencia a lo que ahora conoce que es la Verdad.
Por eso es que, en el supuesto de sentir sincera oposición a una enseñanza del Magisterio, y esto pese a haber realizado un análisis personal (NO fundamentarse ciegamente en la opinión de terceros), honesto (reconocer los límites del propio conocimiento y el valor de cada argumento a favor y en contra) y profundo de la cuestión; es tan crucialmente determinante el discernir si la enseñanza pertenece o no al Magisterio infalible. Puesto que si NO pertenece, entonces realmente existe la posibilidad, por remota que parezca, que la propia postura fuese la verdadera y que en un futuro el Magisterio rectifique; por lo que la persona, como dijimos antes, puede con toda legitimidad optar por su conciencia. En cambio, si la enseñanza SI es infalible, tal posibilidad de rectificación queda intrínsecamente anulada, por lo que la persona sabe que la sentencia es verdadera y no cambiará; de modo que ya no existe duda alguna de que su opinión contraria estaba equivocada y debe entonces desecharla sin dudar, buscando ahora más bien las causas de su previo error para mejor adherirse a la verdad que ahora le es conocida.
Por último, si bien esta sumisión de la propia inteligencia al Magisterio infalible es obligatoria; también es posible a una persona realizarla en casos no tan extremos. Es decir, pese a sinceramente creer que su opinión contraria al Magisterio Ordinario está bien fundamentada y parece verdadera; puede legítimamente una persona someter su inteligencia al Magisterio Ordinario como lo hace ante el Magisterio infalible. Dadas las condiciones apropiadas, esto no sería malo, ni una renuncia a la propia conciencia, sino más bien un ejerecicio heróico de la virtud de la obediencia. Ejercicio fundamentado en la confianza de que el Espíritu Santo protege y gobierna a la Iglesia; de modo que se reconoce esa acción del Espíritu en la opinión sostenida y sistemática del Magisterio, acción que califica dicha opinión como más confiable que el propio entendimiento. Pero es necesario subrayar que este ejercicio heroico no es en modo alguno obligatorio, y ni siquiera bueno si aún con todo la propia conciencia insiste en que lo que se hace es un pecado. En cambio, la desobediencia al Magisterio infalible es SIEMPRE un pecado muy grave de soberbia, pues se antepone el propio entendimiento a la inteligencia de Dios.
Saludos y bendiciones. |
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Fabrem Veterano
Registrado: 05 Oct 2005 Mensajes: 1226
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Publicado:
Lun May 01, 2006 2:16 pm Asunto:
Tema: Se puede llamar "católico" quien niega el Primado |
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Estimado EduaRod, se te han cruzado algunos conceptos y te exhorto a que revises urgentemente.
Con eso que dices no estamos de acuerdo ni estaremos de acuerdo jamás. Y estoy seguro que estarás de acuerdo conmigo en cuanto leas la explicación que sigue.
Cita: | La situación, sin embargo, cambia sustancialmente cuando la persona siente que lo que se le ordena está contra su conciencia en materia moral grave. En este caso no hay motivo alguno, aún en el Magisterio ordinario de la Iglesia, que pueda obligar a la persona a actuar contra lo que es su legítima conciencia. Es deber de la persona, sin embargo, no rechazar sin más lo que se le propone; sino en verdad revisar con toda profundidad los motivos de su conciencia y la posibilidad de que estos estuviesen equivocados. Tal obligación, evidentemente, es tanto más grave como autorizada sea la fuente que le exige la obediencia. Así por ejemplo, si es el Magisterio ordinario del Santo Padre lo que está en cuestión; es esencial que la persona revise completamente sus fundamentos y que, ante la más mínima duda, se incline por la obediencia al Santo Padre. Si pese a tal análisis la conciencia contraria a la norma u orden permanece, entonces es deber de la persona actuar conforme a su conciencia. Lo contrario sería pecar, pues al actuar conforme a lo que se cree malo (aunque objetivamente no lo sea), se estaría eligiendo voluntariamente el mal, lo que por definición es un pecado. Y nadie puede obligar a una persona a pecar. Por consiguiente, NADIE puede obligar a la persona a actuar en contra de su conciencia, aún ante el Magisterio Ordinario. |
El no. 1782 del CIC se refiere de modo explícito e intencional a la libertad religiosa y cita concretamente el punto 3 de la Dignitatis Humanae del CVII que literlmante dice así:
Cita: |
La libertad religiosa y la vinculación del hombre con Dios
3. Todo esto se hace más claro aún a quien considera que la norma suprema de la vida humana es la misma ley divina, eterna, objetiva y universal, por la que Dios ordena, dirige y gobierna el mundo y los caminos de la comunidad humana según el designio de su sabiduría y de su amor. Dios hace partícipe al hombre de esta su ley, de manera que el hombre, por suave disposición de la divina Providencia, puede conocer más y más la verdad inmutable. Por lo tanto, cada cual tiene la obligación y por consiguiente también el derecho de buscar la verdad en materia religiosa, a fin de que, utilizando los medios adecuados, se forme, con prudencia, rectos y verdaderos juicios de conciencia.
Ahora bien, la verdad debe buscarse de modo apropiado a la dignidad de la persona humana y a su naturaleza social, es decir, mediante una libre investigación, sirviéndose del magisterio o de la educación, de la comunicación y del diálogo, por medio de los cuales unos exponen a otros la verdad que han encontrado o creen haber encontrado, para ayudarse mutuamente en la búsqueda de la verdad; y una vez conocida ésta, hay que aceptarla firmemente con asentimiento personal.
El hombre percibe y reconoce por medio de su conciencia los dictámenes de la ley divina; conciencia que tiene obligación de seguir fielmente, en toda su actividad, para llegar a Dios, que es su fin. Por tanto, no se le puede forzar a obrar contra su conciencia. Ni tampoco se le puede impedir que obre según su conciencia, principalmente en materia religiosa. Porque el ejercicio de la religión, por su propia índole, consiste, sobre todo, en los actos internos voluntarios y libres, por los que el hombre se relaciona directamente a Dios: actos de este género no pueden ser mandados ni prohibidos por una potestad meramente humana . Y la misma naturaleza social del hombre exige que éste manifieste externamente los actos internos de religión, que se comunique con otros en materia religiosa, que profese su religión de forma comunitaria.
Se hace, pues, injuria a la persona humana y al orden que Dios ha establecido para los hombres, si, quedando a salvo el justo orden público, se niega al hombre el libre ejercicio de la religión en la sociedad.
Además, los actos religiosos con que los hombres, partiendo de su íntima convicción, se relacionan privada y públicamente con Dios, trascienden por su naturaleza el orden terrestre y temporal. Por consiguiente, la autoridad civil, cuyo fin propio es velar por el bien común temporal, debe reconocer y favorecer la vida religiosa de los ciudadanos; pero excede su competencia si pretende dirigir o impedir los actos religiosos | .
Estimado EduaRod, la confusión creo que viene de haber aplicado unas artículos del Magisterio orientados a la objeción de conciencia frente a autoridades civiles en materia religiosa al Magisterio mismo. El Magisterio no admite posibilidades de desviación o error fundamental en sus enseñanzas sobre la fe y la moral, ni le reconoce a sus fieles facultad para objetar alguna de ellas, por ningún motivo, aunque, sí, reconoce la libertad de dejar de ser católico, sin que esto llegue jamás a ser delito, como lo fue durante un tiempo en la edad media.
Nota que si YA hemos decidido utilizar nuestra libertad religiosa para ser católicos, entonces a nuestra fe debemos aceptarla firmemente con asentimiento personal y debemos amar y obedecer siempre -¿por qué no hasta la muerte?- también al Magisterio Ordinario Universal, incondicionalmente y en toda circunstancia.
Jamás será el caso que el Magisterio Ordinario Universal prescriba algo en materia moral grave que pueda violentar en ningún grado la conciencia moral católica rectamente formada de ningún católico. Siempre le será posible y necesario a todo católico obedecer todo lo que enseña y manda el Magisterio Ordinario Universal y siempre en provecho de su santificación. Siempre.
Cuento con que al revisar ambos textos, el del Catecismo y el de la Dignitais Huamanae http://www.vatican.va/archive/hist_councils/ii_vatican_council/documents/vat-ii_decl_19651207_dignitatis-humanae_sp.html tú mismo notarás esto, y hasta lo podrás explicar mejor que nosotros.
Y si alquien quiere entrar al ruedo a argumentar que la objeción de conciencia da derecho al católico de cuestionar algún contenido del Magisterio Ordinario Universal, sugiero que revisemos si se ha dado un solo caso en estos pasados 2 mil años de historia en los cuales algún contenido del Magisterio Ordinario Universal haya violentado la conciencia de los católicos en algún sentido o el asentimiento a alguno sólo de estos contenidos -uno solo!, en dos mil! años- haya obrado en detrimento de su santificación personal. Tan sólo uno!
Es que para prevenir esto es que Jesús dio sus garantías al fundar su Iglesia. Y al revisar la historia y buscar algún caso de estos, confirmamos que Jesús no ha faltado a sus promesas, y podemos estar confiados en que no lo hará jamás.
Estimado EduaRod, no dudo de tu intención ni de tu fidelidad. Y estoy confiado en que todo lo que responderás será no opinión personal tuya únicamente, sino que opinión derivada de modo lineal -no dinámico- de contenidos explícitos del Magisterio. |
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Beatriz Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 6434
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Publicado:
Lun May 01, 2006 2:57 pm Asunto:
Tema: Se puede llamar "católico" quien niega el Primado |
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Paz de Dios EduaRod
Antes que nada quiero decirte que considero todos tus aportes muy equilibrados y me gustan mucho. En este coincido en varios puntos pero con todo respeto quiero darte mi opinión sobre algunos.
Cita: | 1782
El hombre tiene el derecho de actuar en conciencia y en liberta a fin de tomar personalmente las decisiones morales. "No debe ser obligado a actuar contra su conciencia. Ni se le debe impedir que actúe según su conciencia, sobre todo en materia religiosa". |
La conciencia que menciona este numeral se trata de una conciencia bien formada, recta y veraz.
II La formación de la conciencia
1783 Hay que formar la conciencia, y esclarecer el juicio moral. Una conciencia bien formada es recta y veraz. Formula sus juicios según la razón, conforme al bien verdadero querido por la sabiduría del Creador. La educación de la conciencia es indispensable a seres humanos sometidos a influencias negativas y tentados por el pecado a preferir su propio juicio y a rechazar las enseñanzas autorizadas.
1784 La educación de la conciencia es una tarea de toda la vida. Desde los primeros años despierta al niño al conocimiento y la práctica de la ley interior reconocida por la conciencia moral. Una educación prudente enseña la virtud; preserva o sana del miedo, del egoísmo y del orgullo, de los insanos sentimientos de culpabilidad y de los movimientos de complacencia, nacidos de la debilidad y de las faltas humanas. La educación de la conciencia garantiza la libertad y engendra la paz del corazón.
1785 En la formación de la conciencia, la Palabra de Dios es la luz de nuestro caminar; es preciso que la asimilemos en la fe y la oración, y la pongamos en práctica. Es necesario también examinar nuestra conciencia en relación con la Cruz del Señor. Estamos asistidos por los dones del Espíritu Santo, ayudados por el testimonio o los consejos de otros y guiados por la enseñanza autorizada de la Iglesia (cf DH 14).[/quote]
Cita: | ¿Cómo debe esto interpretarse en el contexto de la obediencia al Magisterio?
Como antecedente diremos que la obediencia es una de las mayores virtudes cristianas, al grado de que constituye uno de los tres consejos evangélicos fundamentales que buscan seguir los Institutos de Vida Consgarada. Toda obediencia cristiana busca antes que cualquier otra cosa, ser una participación en esa obediencia filial con la que Cristo obedeció con total plenitud y fidelidad la Voluntad de su Padre hasta la muerte; obediencia y fidelidad que constituyen el fundamento de la Redención. |
Totalmente de acuerdo.
Cita: | Dicho esto, cuando existan diferencias que son con toda claridad meramente de opinión o parecer, se impone de manera definitiva la obediencia a la legítima autoridad, y esta puede ser, dependiendo de las circunstancias, el Papa en su Magisterio Ordinario, el superior correspondiente para los miembros de un Instituto de Vida Consagrada, el Obispo de la diócesis para los que se encuentran en la Iglesia local a su cargo, e incluso para un fiel laico la opinión de su propio párroco. Ejemplos de cuestiones de este tipo podrían ser tales como el momento más propicio para iniciar una campaña de predicación. En este caso, la obediencia se impone como un medio de lograr un mejor fruto por la unidad de la comunidad que por lo que podría ser una opinión objetivamente mejor, pero que vivida en división dará más frutos de escándalo que de santidad.
Desde luego que la obediencia no excluye la posibilidad de exponer el propio parecer para que sea considerado. Pero si la legítima autoridad mantiene su decisión tras nuestra exposición, se impone la obediencia. |
De acuerdo.
Cita: | La situación, sin embargo, cambia sustancialmente cuando la persona siente que lo que se le ordena está contra su conciencia en materia moral grave.
En este caso no hay motivo alguno, aún en el Magisterio ordinario de la Iglesia, que pueda obligar a la persona a actuar contra lo que es su legítima conciencia. |
Este punto me no lo entiendo bien. Si tomamos en cuenta por ejemplo que la clonación y la manipulación genética pertenecen al Magisterio Ordinario, alguno también podrá decir que lo que la Iglesia le ordena en esta materia está en contra de su conciencia en materia de moral grave, y por lo tanto, no hay motivo alguno que pueda obligarla a actuar en contra de lo que es su legítima conciencia. ¿Qué opinas?
Cita: | Es deber de la persona, sin embargo, no rechazar sin más lo que se le propone; sino en verdad revisar con toda profundidad los motivos de su conciencia y la posibilidad de que estos estuviesen equivocados. |
De acuerdo.
Cita: | Tal obligación, evidentemente, es tanto más grave como autorizada sea la fuente que le exige la obediencia. Así por ejemplo, si es el Magisterio ordinario del Santo Padre lo que está en cuestión; es esencial que la persona revise completamente sus fundamentos y que, ante la más mínima duda, se incline por la obediencia al Santo Padre. |
De acuerdo.
Cita: | Si pese a tal análisis la conciencia contraria a la norma u orden permanece, entonces es deber de la persona actuar conforme a su conciencia. |
De acuerdo.
Cita: | Lo contrario sería pecar, pues al actuar conforme a lo que se cree malo (aunque objetivamente no lo sea), se estaría eligiendo voluntariamente el mal, lo que por definición es un pecado. Y nadie puede obligar a una persona a pecar. Por consiguiente, NADIE puede obligar a la persona a actuar en contra de su conciencia, aún ante el Magisterio Ordinario. |
Este punto no lo entiendo bien. Estamos hablando de la conciencia de una persona (que no sabemos si está bien formada) contra la enseñanza o norma del Magisterio de la Iglesia, Maestra de la Verdad autorizada por Cristo y asistida por el Espíritu Santo. Si una persona no actúa de acuerdo a lo que su conciencia le dicta, en este caso específico desobedecer una enseñanza o norma del Magisterio Ordinario, no lo considero un pecado, por lo menos no un pecado mortal. Que yo sepa se considera pecado mortal la transgresión de cualquiera de los 10 mandamientos-
Si una persona no obra de acuerdo a su conciencia, y no es uno de los mandamientos de Dios, se hace a si misma un daño moral y psicológico pero no lo considero pecado. ¿Tú que opinas?
Cita: | Pero la situación cambia radicalmente una vez más cuando el católico se enfrenta a lo que es propiamente Magisterio Extraordinario de caracter infalible.
No es que con ello se vuelva legítimo obligar a la persona a actuar en contra de su conciencia. Eso nunca será legítimo como ya hemos visto.
La gran diferencia está en la persona misma: puesto que las verdades infalibles deben ser entendidas como recibidas directamente de Dios, a nadie es legítimo mantener una opinión, por fundamentada que le parezca, en contra de una verdad revelada por Dios. En otras palabras, la persona libre y voluntariamente debe someter su inteligencia a la inteligencia Divina, por lo que queda obligada en conciencia a desechar su opinión anterior y tomar como absolutamente verdadera la que le propone el Magisterio infalible, aún cuando no la comprenda. Por eso, la persona en este caso no actúa contra su conciencia, sino que adapta su conciencia a lo que ahora conoce que es la Verdad. |
De acuerdo.
Cita: | Por eso es que, en el supuesto de sentir sincera oposición a una enseñanza del Magisterio, y esto pese a haber realizado un análisis personal (NO fundamentarse ciegamente en la opinión de terceros), honesto (reconocer los límites del propio conocimiento y el valor de cada argumento a favor y en contra) y profundo de la cuestión; es tan crucialmente determinante el discernir si la enseñanza pertenece o no al Magisterio infalible. Puesto que si NO pertenece, entonces realmente existe la posibilidad, por remota que parezca, que la propia postura fuese la verdadera y que en un futuro el Magisterio rectifique; por lo que la persona, como dijimos antes, puede con toda legitimidad optar por su conciencia. En cambio, si la enseñanza SI es infalible, tal posibilidad de rectificación queda intrínsecamente anulada, por lo que la persona sabe que la sentencia es verdadera y no cambiará; de modo que ya no existe duda alguna de que su opinión contraria estaba equivocada y debe entonces desecharla sin dudar, buscando ahora más bien las causas de su previo error para mejor adherirse a la verdad que ahora le es conocida. |
De acuerdo.
Cita: | Por último, si bien esta sumisión de la propia inteligencia al Magisterio infalible es obligatoria; también es posible a una persona realizarla en casos no tan extremos. Es decir, pese a sinceramente creer que su opinión contraria al Magisterio Ordinario está bien fundamentada y parece verdadera; puede legítimamente una persona someter su inteligencia al Magisterio Ordinario como lo hace ante el Magisterio infalible. Dadas las condiciones apropiadas, esto no sería malo, ni una renuncia a la propia conciencia, sino más bien un ejerecicio heróico de la virtud de la obediencia. Ejercicio fundamentado en la confianza de que el Espíritu Santo protege y gobierna a la Iglesia; de modo que se reconoce esa acción del Espíritu en la opinión sostenida y sistemática del Magisterio, acción que califica dicha opinión como más confiable que el propio entendimiento. Pero es necesario subrayar que este ejercicio heroico no es en modo alguno obligatorio, y ni siquiera bueno si aún con todo la propia conciencia insiste en que lo que se hace es un pecado. En cambio, la desobediencia al Magisterio infalible es SIEMPRE un pecado muy grave de soberbia, pues se antepone el propio entendimiento a la inteligencia de Dios. |
De acuerdo.
He subrayado los numerales que me parecen importantes del capítulo 6 sobre la conciencia moral del Catecismo de la Iglesia Católica:
Cita: |
TERCERA PARTE
LA VIDA EN CRISTO
PRIMERA SECCIÓN
LA VOCACIÓN DEL HOMBRE:
LA VIDA EN EL ESPÍRITU
CAPÍTULO PRIMERO
LA DIGNIDAD DE LA PERSONA HUMANA
ARTÍCULO 6
LA CONCIENCIA MORAL
1776 “En lo más profundo de su conciencia el hombre descubre una ley que él no se da a sí mismo, sino a la que debe obedecer y cuya voz resuena, cuando es necesario, en los oídos de su corazón, llamándole siempre a amar y a hacer el bien y a evitar el mal... El hombre tiene una ley inscrita por Dios en su corazón... La conciencia es el núcleo más secreto y el sagrario del hombre, en el que está solo con Dios, cuya voz resuena en lo más íntimo de ella” (GS 16).
I El dictamen de la conciencia
1777 Presente en el corazón de la persona, la conciencia moral (cf Rm 2, 14-16) le ordena, en el momento oportuno, practicar el bien y evitar el mal. Juzga también las opciones concretas aprobando las que son buenas y denunciando las que son malas (cf Rm 1, 32). Atestigua la autoridad de la verdad con referencia al Bien supremo por el cual la persona humana se siente atraída y cuyos mandamientos acoge. El hombre prudente, cuando escucha la conciencia moral, puede oír a Dios que le habla.
1778 La conciencia moral es un juicio de la razón por el que la persona humana reconoce la cualidad moral de un acto concreto que piensa hacer, está haciendo o ha hecho. En todo lo que dice y hace, el hombre está obligado a seguir fielmente lo que sabe que es justo y recto. Mediante el dictamen de su conciencia el hombre percibe y reconoce las prescripciones de la ley divina:
La conciencia es una ley de nuestro espíritu, pero que va más allá de él, nos da órdenes, significa responsabilidad y deber, temor y esperanza... La conciencia es la mensajera del que, tanto en el mundo de la naturaleza como en el de la gracia, a través de un velo nos habla, nos instruye y nos gobierna. La conciencia es el primero de todos los vicarios de Cristo (Newman, carta al duque de Norfolk 5).
1779 Es preciso que cada uno preste mucha atención a sí mismo para oír y seguir la voz de su conciencia. Esta exigencia de interioridad es tanto más necesaria cuanto que la vida nos impulsa con frecuencia a prescindir de toda reflexión, examen o interiorización:
Retorna a tu conciencia, interrógala... retornad, hermanos, al interior, y en todo lo que hagáis mirad al Testigo, Dios (S. Agustín, ep. Jo. 8, 9).
1780 La dignidad de la persona humana implica y exige la rectitud de la conciencia moral. La conciencia moral comprende la percepción de los principios de la moralidad (‘sindéresis’), su aplicación a las circunstancias concretas mediante un discernimiento práctico de las razones y de los bienes, y en definitiva el juicio formado sobre los actos concretos que se van a realizar o se han realizado. La verdad sobre el bien moral, declarada en la ley de la razón, es reconocida práctica y concretamente por el dictamen prudente de la conciencia. Se llama prudente al hombre que elige conforme a este dictamen o juicio.
1781 La conciencia hace posible asumir la responsabilidad de los actos realizados. Si el hombre comete el mal, el justo juicio de la conciencia puede ser en él el testigo de la verdad universal del bien, al mismo tiempo que de la malicia de su elección concreta. El veredicto del dictamen de conciencia constituye una garantía de esperanza y de misericordia. Al hacer patente la falta cometida recuerda el perdón que se ha de pedir, el bien que se ha de practicar todavía y la virtud que se ha de cultivar sin cesar con la gracia de Dios:
Tranquilizaremos nuestra conciencia ante él, en caso de que nos condene nuestra conciencia, pues Dios es mayor que nuestra conciencia y conoce todo (1 Jn 3, 19-20).
1782 “El hombre tiene el derecho de actuar en conciencia y en libertad a fin de tomar personalmente las decisiones morales. ‘No debe ser obligado a actuar contra su conciencia. Ni se le debe impedir que actúe según su conciencia, sobre todo en materia religiosa’ (DH 3)
II La formación de la conciencia
1783 Hay que formar la conciencia, y esclarecer el juicio moral. Una conciencia bien formada es recta y veraz. Formula sus juicios según la razón, conforme al bien verdadero querido por la sabiduría del Creador. La educación de la conciencia es indispensable a seres humanos sometidos a influencias negativas y tentados por el pecado a preferir su propio juicio y a rechazar las enseñanzas autorizadas.
1784 La educación de la conciencia es una tarea de toda la vida. Desde los primeros años despierta al niño al conocimiento y la práctica de la ley interior reconocida por la conciencia moral. Una educación prudente enseña la virtud; preserva o sana del miedo, del egoísmo y del orgullo, de los insanos sentimientos de culpabilidad y de los movimientos de complacencia, nacidos de la debilidad y de las faltas humanas. La educación de la conciencia garantiza la libertad y engendra la paz del corazón.
1785 En la formación de la conciencia, la Palabra de Dios es la luz de nuestro caminar; es preciso que la asimilemos en la fe y la oración, y la pongamos en práctica. Es necesario también examinar nuestra conciencia en relación con la Cruz del Señor. Estamos asistidos por los dones del Espíritu Santo, ayudados por el testimonio o los consejos de otros y guiados por la enseñanza autorizada de la Iglesia (cf DH 14).
III Decidir en conciencia
1786 Ante la necesidad de decidir moralmente, la conciencia puede formular un juicio recto de acuerdo con la razón y con la ley divina, o al contrario un juicio erróneo que se aleja de ellas.
1787 El hombre se ve a veces enfrentado con situaciones que hacen el juicio moral menos seguro, y la decisión difícil. Pero debe buscar siempre lo que es justo y bueno y discernir la voluntad de Dios expresada en la ley divina.
1788 Para esto, el hombre se esfuerza por interpretar los datos de la experiencia y los signos de los tiempos gracias a la virtud de la prudencia, los consejos de las personas entendidas y la ayuda del Espíritu Santo y de sus dones.
1789 En todos los casos son aplicables algunas reglas:
— Nunca está permitido hacer el mal para obtener un bien.
— La ‘regla de oro’: ‘Todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros’ (Mt 7,12; cf Lc 6, 31; Tb 4, 15).
— La caridad debe actuar siempre con respeto hacia el prójimo y hacia su conciencia: ‘Pecando así contra vuestros hermanos, hiriendo su conciencia..., pecáis contra Cristo’ (1 Co 8,12). ‘Lo bueno es... no hacer cosa que sea para tu hermano ocasión de caída, tropiezo o debilidad’ (Rm 14, 21).
IV El juicio erróneo
1790 La persona humana debe obedecer siempre el juicio cierto de su conciencia. Si obrase deliberadamente contra este último, se condenaría a sí mismo. Pero sucede que la conciencia moral puede estar afectada por la ignorancia y puede formar juicios erróneos sobre actos proyectados o ya cometidos.
1791 Esta ignorancia puede con frecuencia ser imputada a la responsabilidad personal. Así sucede ‘cuando el hombre no se preocupa de buscar la verdad y el bien y, poco a poco, por el hábito del pecado, la conciencia se queda casi ciega’ (GS 16). En estos casos, la persona es culpable del mal que comete.
1792 El desconocimiento de Cristo y de su Evangelio, los malos ejemplos recibidos de otros, la servidumbre de las pasiones, la pretensión de una mal entendida autonomía de la conciencia, el rechazo de la autoridad de la Iglesia y de su enseñanza, la falta de conversión y de caridad pueden conducir a desviaciones del juicio en la conducta moral.
1793 Si por el contrario, la ignorancia es invencible, o el juicio erróneo sin responsabilidad del sujeto moral, el mal cometido por la persona no puede serle imputado. Pero no deja de ser un mal, una privación, un desorden. Por tanto, es preciso trabajar por corregir la conciencia moral de sus errores.
1794 La conciencia buena y pura es iluminada por la fe verdadera. Porque la caridad procede al mismo tiempo ‘de un corazón limpio, de una conciencia recta y de una fe sincera’ (1 Tm 1,5; 3, 9; 2 Tm 1, 3; 1 P 3, 21; Hch 24, 16).
Cuanto mayor es el predominio de la conciencia recta, tanto más las personas y los grupos se apartan del arbitrio ciego y se esfuerzan por adaptarse a las normas objetivas de moralidad (GS 16). |
No debemos olvidar la regla de oro: la caridad
Yo no comprendo a esas personas que dicen amar a la Iglesia de Cristo y sin embargo le hacen daño con comentarios irreverentes porque no están de acuerdo con tal enseñanza.
Cita: | 1789 En todos los casos son aplicables algunas reglas:
— Nunca está permitido hacer el mal para obtener un bien.
— La ‘regla de oro’: ‘Todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros’ (Mt 7,12; cf Lc 6, 31; Tb 4, 15).
— La caridad debe actuar siempre con respeto hacia el prójimo y hacia su conciencia: ‘Pecando así contra vuestros hermanos, hiriendo su conciencia..., pecáis contra Cristo’ (1 Co 8,12). ‘Lo bueno es... no hacer cosa que sea para tu hermano ocasión de caída, tropiezo o debilidad’ (Rm 14, 21). |
Como tu bien dices es lícito hacer lo que nuestra conciencia nos dicta pero no es lícito "hacer el mal para obtener un bien" o "hacer cosa que sea para tu hermano ocasión de caída, tropiezo o debilidad". Ni en nombre de nuestra conciencia ni amparados en el numeral 1782 tenemos derecho a hacer tropezar a nuestros hermanos en la Fe y en la moral. Por lo tanto, considero que si nuestra conciencia nos dice que no debemos obedecer a tal norma o enseñanza del Magisterio Ordinario pues hagámoslo con prudencia y con caridad, y hasta diría yo en privado, porque si estamos equivocados hacemos tropezar a otros: "la conciencia moral puede estar afectada por la ignorancia y puede formar juicios erróneos" (1790) porque "los malos ejemplos recibidos de otros, la pretensión de una mal entendida autonomía de la conciencia, el rechazo de la autoridad de la Iglesia y de su enseñanza, la falta de conversión y de caridad pueden conducir a desviaciones del juicio en la conducta moral".
Considero que así como tu conciencia te puede decir que tal enseñanza del Magisterio Ordinario está equivocada, si posees una conciencia bien formada, recta y veraz, también te dirá que no debes hacerle daño a la Iglesia que tanto dices amar. Una conciencia bien formada, recta y veraz, ante el cuestionamiento de una norma o enseñanza del Magisterio Ordinario debe meditar profundamente sobre la remota posibilidad de estar en un error y preguntarse: "¿no estaré yo equivocado?" y orar mucho y pedir con sinceridad a Dios las luces necesarias.
Me gustaría conocer tu opinión sobre esto.
Dios te bendiga _________________ "Quien no ama, no conoce"
San Agustín |
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Beatriz Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 6434
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Publicado:
Mar May 02, 2006 5:31 am Asunto:
Tema: Se puede llamar "católico" quien niega el Primado |
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Cita: | 1782
El hombre tiene el derecho de actuar en conciencia y en liberta a fin de tomar personalmente las decisiones morales. "No debe ser obligado a actuar contra su conciencia. Ni se le debe impedir que actúe según su conciencia, sobre todo en materia religiosa" (DH 3) |
Gracias Alejandro. No me había dado cuenta que el numeral 1782 cita a la Dignitatis Humanae y sobre ese contexto se debe entender, como tú bien dices sobre el contexto de la libertad religiosa y no debe ser utilizado contra el propio Magisterio.
Dios te bendiga _________________ "Quien no ama, no conoce"
San Agustín |
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Fabrem Veterano
Registrado: 05 Oct 2005 Mensajes: 1226
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Publicado:
Mar May 02, 2006 5:51 am Asunto:
Tema: Se puede llamar "católico" quien niega el Primado |
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Beatriz escribió: | Cita: | 1782
El hombre tiene el derecho de actuar en conciencia y en liberta a fin de tomar personalmente las decisiones morales. "No debe ser obligado a actuar contra su conciencia. Ni se le debe impedir que actúe según su conciencia, sobre todo en materia religiosa" (DH 3) |
Gracias Alejandro. No me había dado cuenta que el numeral 1782 cita a la Dignitatis Humanae y sobre ese contexto se debe entender, como tú bien dices sobre el contexto de la libertad religiosa y no debe ser utilizado contra el propio Magisterio.
Dios te bendiga |
Ciertamente, Beatriz, el Catecismo no quiere dejar ninguna duda del contexto de esas enseñananzas, y remite puntualmente a la fuente, que es la sección 3 de la Dignitatis Humanae, referida al ejercicio de la libertad religiosa frente a autoridades humanas.
Conociendo a EduarRod, no me queda duda que él hará las aclaraciones correspodientes y no dejará lugar a dudas.
Aprovecho para comentar que he cambiado mi nombre de forista a 'Fabrem' que es un acrónimo de: "Felipe Alejandro Berganza Rodríguez Esclavo de María.
Alejandro |
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Beatriz Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 6434
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Publicado:
Mar May 02, 2006 7:08 am Asunto:
Tema: Se puede llamar "católico" quien niega el Primado |
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Fabrem escribió: | Beatriz escribió: | Cita: | 1782
El hombre tiene el derecho de actuar en conciencia y en liberta a fin de tomar personalmente las decisiones morales. "No debe ser obligado a actuar contra su conciencia. Ni se le debe impedir que actúe según su conciencia, sobre todo en materia religiosa" (DH 3) |
Gracias Alejandro. No me había dado cuenta que el numeral 1782 cita a la Dignitatis Humanae y sobre ese contexto se debe entender, como tú bien dices sobre el contexto de la libertad religiosa y no debe ser utilizado contra el propio Magisterio.
Dios te bendiga |
Ciertamente, Beatriz, el Catecismo no quiere dejar ninguna duda del contexto de esas enseñananzas, y remite puntualmente a la fuente, que es la sección 3 de la Dignitatis Humanae, referida al ejercicio de la libertad religiosa frente a autoridades humanas.
Conociendo a EduarRod, no me queda duda que él hará las aclaraciones correspodientes y no dejará lugar a dudas.
Aprovecho para comentar que he cambiado mi nombre de forista a 'Fabrem' que es un acrónimo de: "Felipe Alejandro Berganza Rodríguez Esclavo de María.
Alejandro |
Felipe, como mi papá
Ok. anotado el cambio de nick _________________ "Quien no ama, no conoce"
San Agustín |
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EduaRod Veterano
Registrado: 21 Ene 2006 Mensajes: 3275
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Publicado:
Mar May 02, 2006 8:24 am Asunto:
Tema: Se puede llamar "católico" quien niega el Primado |
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Beatriz escribió: | Fabrem escribió: | Beatriz escribió: | Cita: | 1782
El hombre tiene el derecho de actuar en conciencia y en liberta a fin de tomar personalmente las decisiones morales. "No debe ser obligado a actuar contra su conciencia. Ni se le debe impedir que actúe según su conciencia, sobre todo en materia religiosa" (DH 3) |
Gracias Alejandro. No me había dado cuenta que el numeral 1782 cita a la Dignitatis Humanae y sobre ese contexto se debe entender, como tú bien dices sobre el contexto de la libertad religiosa y no debe ser utilizado contra el propio Magisterio.
Dios te bendiga |
Ciertamente, Beatriz, el Catecismo no quiere dejar ninguna duda del contexto de esas enseñananzas, y remite puntualmente a la fuente, que es la sección 3 de la Dignitatis Humanae, referida al ejercicio de la libertad religiosa frente a autoridades humanas.
Conociendo a EduarRod, no me queda duda que él hará las aclaraciones correspodientes y no dejará lugar a dudas.
Aprovecho para comentar que he cambiado mi nombre de forista a 'Fabrem' que es un acrónimo de: "Felipe Alejandro Berganza Rodríguez Esclavo de María.
Alejandro |
Felipe, como mi papá
Ok. anotado el cambio de nick |
Estimada en Cristo Beatriz:
Desafortunadamente en este momento "Justino Morales" (Secretaría de Hacienda, el fisco) tiene acaparada toda mi atención, así que tendré que esperar a mañana por la tarde para aclarar convenientemente; pero por el momento, quizá leyendo mi argumento a la luz y bajo el espíritu del punto:
IV El juicio erróneo (números 1790 y siguientes)
pueda ayudar a que quede más claro a qué es a lo que me refiero.
Sin embargo, me parece necesario de todas formas aclarar los detalles, desafortunadamente ahora no puedo.
Que Dios te bendiga. |
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Beatriz Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 6434
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Publicado:
Mar May 02, 2006 1:42 pm Asunto:
Tema: Se puede llamar "católico" quien niega el Primado |
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EduaRod escribió: |
Estimada en Cristo Beatriz:
Desafortunadamente en este momento "Justino Morales" (Secretaría de Hacienda, el fisco) tiene acaparada toda mi atención, así que tendré que esperar a mañana por la tarde para aclarar convenientemente; pero por el momento, quizá leyendo mi argumento a la luz y bajo el espíritu del punto:
IV El juicio erróneo (números 1790 y siguientes)
pueda ayudar a que quede más claro a qué es a lo que me refiero.
Sin embargo, me parece necesario de todas formas aclarar los detalles, desafortunadamente ahora no puedo.
Que Dios te bendiga. |
No te preocupes Eduarod. No hay apuro. Con gusto te esperamos.
Dios te bendiga _________________ "Quien no ama, no conoce"
San Agustín |
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EduaRod Veterano
Registrado: 21 Ene 2006 Mensajes: 3275
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Publicado:
Vie May 05, 2006 9:26 am Asunto:
Tema: Se puede llamar "católico" quien niega el Primado |
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Estimados en Cristo Alejandro y Beatriz:
En efecto, a raíz de sus comentarios he vuelto a leer detenidamente todo el tema, en particular mi propia aporte y sus comentarios al respecto, y me doy cuenta de que quise abarcar tantos temas tan complejos en tan poco espacio, que acabé escribiendo un mensaje ambiguo que se presta a múltiples interpretaciones; en el cual, de hecho, hasta a mi mismo me costó un poco en la re-lectura determinar exactamente a que me refería con cada frase, pues no está del todo bien delimitado.
Ciertamente la interpretación equívoca más grave a la que se presta el texto es la que señala Alejandro en la que pudiera parecer que a través de los principios enunciados se pretendiera justificar que es legítimo a un católico de conciencia bien formada expresar o sostener "objeción de conciencia" en contra de las disposiciones que el Santo Padre en su Magisterio Ordinario emite en virtud de su oficio de Pastor Supremo. Algo similar, como ha sugerido también Alejandro, a esas leyes que algunos países legítimamente han dispuesto como una herramienta para evitar obligar a sus propios ciudadanos a la obediencia en cuestiones controvertidas que potencialmente podrían atentar contra sus propios principios más sagrados. Leyes que son justas y que incluso la Iglesia sanciona mediante textos como los que se han mostrado al respecto del Catecismo y de la Dignitatis Humanae.
No fue, ciertamente, mi intención expresar tal cosa. Y para borrar de tajo cualquier interpretación en este sentido, quisiera citar la enseñanza infalible del Magisterio al respecto, a la cual evidentemente siempre me he adherido sin la menor reserva:
Cita: | Sobre la naturaleza y carácter del primado del Romano Pontífice
Y así, apoyados por el claro testimonio de la Sagrada Escritura, y adhiriéndonos a los manifiestos y explícitos decretos tanto de nuestros predecesores los Romanos Pontífices como de los concilios generales, nosotros promulgamos nuevamente la definición del Concilio Ecuménico de Florencia, que debe ser creída por todos los fieles de Cristo, a saber, que «la Santa Sede Apostólica y el Romano Pontífice mantienen un primado sobre todo el orbe, y que el mismo Romano Pontífice es sucesor del bienaventurado Pedro, príncipe de los apóstoles, y que es verdadero vicario de Cristo, cabeza de toda la Iglesia, y padre y maestro de todos los cristianos; y que a él, en el bienaventurado Pedro, le ha sido dada, por nuestro Señor Jesucristo, plena potestad para apacentar, regir y gobernar la Iglesia universal; tal como está contenido en las actas de los concilios ecuménicos y en los sagrados cánones»[15].
Por ello enseñamos y declaramos que la Iglesia Romana, por disposición del Señor, posee el principado de potestad ordinaria sobre todas las otras, y que esta potestad de jurisdicción del Romano Pontífice, que es verdaderamente episcopal, es inmediata. A ella están obligados, los pastores y los fieles, de cualquier rito y dignidad, tanto singular como colectivamente, por deber de subordinación jerárquica y verdadera obediencia, y esto no sólo en materia de fe y costumbres, sino también en lo que concierne a la disciplina y régimen de la Iglesia difundida por todo el orbe; de modo que, guardada la unidad con el Romano Pontífice, tanto de comunión como de profesión de la misma fe, la Iglesia de Cristo sea un sólo rebaño bajo un único Supremo Pastor[16]. Esta es la doctrina de la verdad católica, de la cual nadie puede apartarse de ella sin menoscabo de su fe y su salvación.
Esta potestad del Sumo Pontífice de ninguna manera desacredita aquella potestad ordinaria e inmediata de la jurisdicción episcopal, por la cual los obispos, quienes han sido puestos por el Espíritu Santo[17] como sucesores en el lugar de los Apóstoles, cuidan y gobiernan individualmente, como verdaderos pastores, los rebaños particulares que les han sido asignados. De modo que esta potestad sea es afirmada, apoyada y defendida por el Supremo y Universal Pastor; como ya San Gregorio Magno dice: "Mi honor es el honor de toda la Iglesia. Mi honor es la fuerza inconmovible de mis hermanos. Entonces yo recibo verdadero honor cuando éste no es negado a ninguno de aquellos a quienes se debe"[18].
Además, se sigue de aquella potestad suprema del Romano Pontífice de gobernar la Iglesia universal, que él tiene el derecho, en la realización de este oficio suyo, de comunicarse libremente con los pastores y rebaños de toda la Iglesia, de manera que puedan ser enseñados y guiados por él en el camino de la salvación. Por lo tanto condenamos y rechazamos las opiniones de aquellos que sostienen que esta comunicación de la Cabeza Suprema con los pastores y rebaños puede ser lícitamente impedida o que debería depender del poder secular, lo cual los lleva a sostener que lo que es determinado por la Sede Apostólica o por su autoridad acerca del gobierno de la Iglesia, no tiene fuerza o efecto a menos que sea confirmado por la aprobación del poder secular.
Ya que el Romano Pontífice, por el derecho divino del primado apostólico, presida toda la Iglesia, de la misma manera enseñamos y declaramos que él es el juez supremo de los fieles[19], y que en todos las causas que caen bajo la jurisdicción eclesiástica se puede recurrir a su juicio[20]. El juicio de la Sede Apostólica (de la cual no hay autoridad más elevada) no está sujeto a revisión de nadie, ni a nadie le es lícito juzgar acerca de su juicio[21]. Y por lo tanto se desvían del camino genuino a la verdad quienes mantienen que es lícito apelar sobre los juicios de los Romanos Pontífices a un concilio ecuménico, como si éste fuese una autoridad superior al Romano Pontífice.
Canon: Así, pues, si alguno dijere que el Romano Pontífice tiene tan sólo un oficio de supervisión o dirección, y no la plena y suprema potestad de jurisdicción sobre toda la Iglesia, y esto no sólo en materia de fe y costumbres, sino también en lo concerniente a la disciplina y gobierno de la Iglesia dispersa por todo el mundo; o que tiene sólo las principales partes, pero no toda la plenitud de esta suprema potestad; o que esta potestad suya no es ordinaria e inmediata tanto sobre todas y cada una de las Iglesias como sobre todos y cada uno de los pastores y fieles: sea anatema.
Constitución Dogmática Pastor Aeternus. Capítulo 3
Concilio Vaticano I |
Vemos entonces que a ningún verdadero católico le es legítimo sostener una postura de desobediencia o de cuestionamiento sobre el Romano Pontífice, so pena de dejar de serlo (católico). Por tanto NO existe para el verdadero católico tal cosa como la mencionada "objeción de conciencia". Y creo que la Pastor Aeternus no habrá dejado la menor duda al respecto.
Estando claro lo anterior, quisiera volver, pero ahora de manera más clara y definida, sobre la intención verdadera que llevaba mi aporte original, no en sus mismas palabras y alacance, pues ya vimos que "el que mucho abarca poco aprieta", de modo que perseguir un alcance tan amplio nos llevó a caer en ambigüedades inaceptables. El punto central que perseguía mediante ese aporte era, en atención a la pregunta original del tema:
Cita: | ¿Esto es posible? ¿Cómo defender la Fe de la Iglesia poniéndose en contra de la misma Iglesia? Un evidente contrasentido que siembra confusión y malestar.
´¿Cuantas veces escuchamos y leemos cosas como "soy católico pero ni me nombren al Papa"...?
Por favor, seamos coherentes. O somos católicos y aceptamos el Magisterio y la Jerarquía o no lo somos y lo declaramos sin tapujos |
el hacer un ejercicio por el cual "tratáramos de entrar" a la mente del hermano que se dice y sinceramente quiere ser católico; pero que, a causa de la enorme ignorancia en materia de Fé que nos rodea, sumada a la falsa autosuficiencia que por todos lados nos predica el mundo; NO ha logrado purificar de su alma ese hombre viejo que mueve a su conciencia a un verdadero error, del cual, como testifica el catecismo:
Cita: | IV El juicio erróneo
1790 La persona humana debe obedecer siempre el juicio cierto de su conciencia. Si obrase deliberadamente contra este último, se condenaría a sí mismo. Pero sucede que la conciencia moral puede estar afectada por la ignorancia y puede formar juicios erróneos sobre actos proyectados o ya cometidos.
1791 Esta ignorancia puede con frecuencia ser imputada a la responsabilidad personal. Así sucede ‘cuando el hombre no se preocupa de buscar la verdad y el bien y, poco a poco, por el hábito del pecado, la conciencia se queda casi ciega’ (GS 16). En estos casos, la persona es culpable del mal que comete.
1792 El desconocimiento de Cristo y de su Evangelio, los malos ejemplos recibidos de otros, la servidumbre de las pasiones, la pretensión de una mal entendida autonomía de la conciencia, el rechazo de la autoridad de la Iglesia y de su enseñanza, la falta de conversión y de caridad pueden conducir a desviaciones del juicio en la conducta moral.
1793 Si por el contrario, la ignorancia es invencible, o el juicio erróneo sin responsabilidad del sujeto moral, el mal cometido por la persona no puede serle imputado. Pero no deja de ser un mal, una privación, un desorden. Por tanto, es preciso trabajar por corregir la conciencia moral de sus errores.
1794 La conciencia buena y pura es iluminada por la fe verdadera. Porque la caridad procede al mismo tiempo ‘de un corazón limpio, de una conciencia recta y de una fe sincera’ (1 Tm 1,5; 3, 9; 2 Tm 1, 3; 1 P 3, 21; Hch 24, 16). |
el hermano en cuestión puede ser personalmente inocente. No es entonces y que quede esto muy claro, que la Fé y la moral católica se vuelvan relativas. ¡Bien sabemos que no hay nada que sea más ABSOLUTO sobre la faz de este planeta! (o de este Universo, para el caso ). Sino que es la propia ignorancia del hermano en cuestión la que le impide actuar rectamente, ignorancia de la cual en muchos casos él mismo es inocente, puesto que no se puede dar a sí mismo la Fé que nadie le ha presentado ni enseñado pese a un diligente esfuerzo:
Cita: | Pero, ¿cómo invocarlo sin creer en él? ¿Y cómo creer, sin haber oído hablar de él? ¿Y cómo oír hablar de él, si nadie lo predica? ¿Y quiénes predicarán, si no se los envía? Como dice la Escritura: ¡Qué hermosos son los pasos de los que anuncian buenas noticias! Pero no todos aceptan la Buena Noticia. Así lo dice Isaías: Señor, ¿quién creyó en nuestra predicación? La fe, por lo tanto, nace de la predicación y la predicación se realiza en virtud de la Palabra de Cristo.
Romanos 10, 14-17 |
Así pues, hermanos, mi preocupación era la de hacer ver que, si bien en efecto, quien niegue el primado de Pedro y sus sucesores, por ese simple y sólo hecho se aparta de la Iglesia Católica tal y como se aparta quien niegue la Resurrección de Cristo o cualquier otra verdad de Fé; el hecho de entender esto no nos debe mover ni a descalificar a los hermanos que quieren dialogar con nosotros con sinceridad, pero también con la ignorancia y a veces incluso con la prepotencia que la falsa y soberbia cultura de hedonismo y autosuficiencia que nos rodea puede sucitar -aún entre los que se creen y se dicen católicos-; ni tampoco a ser observadores pasivos que simplemente "reconozcan" que el hermano es inocente porque actúa de acuerdo a su conciencia; pues en esa misma pasividad nos haríamos cómplices y verdaderos culpables de su ignorancia.
Antes bien, hermanos, quise realizar ese ejercicio de "entrar a la mente" del hermano que se rebela contra Pedro, y ese análisis de su culpa personal, con el fin de que con la firmeza y dulzura que la caridad nos impone, lejos de tomar ante estos hermanos esas erroneas actitudes de "tú no eres católico, vete" o, peor aún, la de "enriquecenos con tu diversidad". Tomemos ante estos hermanos la actitud del Apóstol San Pablo, quien exhortaba a los efesios a superar ese dominio del hombre viejo mediante estas palabras:
Cita: | Les digo y les recomiendo en nombre del Señor: no procedan como los paganos, que se dejan llevar por la frivolidad de sus pensamientos 18 y tienen la mente oscurecida. Ellos están apartados de la Vida de Dios por su ignorancia y su obstinación, 19 y habiendo perdido el sentido moral, se han entregado al vicio, cometiendo desenfrenadamente toda clase de impurezas. 20 Pero no es eso lo que ustedes aprendieron de Cristo, 21 si es que de veras oyeron predicar de él y fueron enseñados según la verdad que reside en Jesús. 22 De él aprendieron que es preciso renunciar a la vida que llevaban, despojándose del hombre viejo, que se va corrompiendo dejándose arrastras por los deseos engañosos, 23 para renovarse en lo más íntimo de su espíritu 24 y revestirse del hombre nuevo, creado a imagen de Dios en la justicia y en la verdadera santidad.
Efesios 4, 17-24 |
En otro aporte Beatriz, responderé mi opinión a tus preguntas puntuales que correspondían a elementos del alcance más amplio del aporte original, y no a los puntos centrales y medulares que son los que he tratado aquí.
Saludos y bendiciones |
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Beatriz Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 6434
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Publicado:
Vie May 05, 2006 7:26 pm Asunto:
Tema: Se puede llamar "católico" quien niega el Primado |
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EduaRod escribió: | Estimados en Cristo Alejandro y Beatriz:
En efecto, a raíz de sus comentarios he vuelto a leer detenidamente todo el tema, en particular mi propia aporte y sus comentarios al respecto, y me doy cuenta de que quise abarcar tantos temas tan complejos en tan poco espacio, que acabé escribiendo un mensaje ambiguo que se presta a múltiples interpretaciones; en el cual, de hecho, hasta a mi mismo me costó un poco en la re-lectura determinar exactamente a que me refería con cada frase, pues no está del todo bien delimitado.
Ciertamente la interpretación equívoca más grave a la que se presta el texto es la que señala Alejandro en la que pudiera parecer que a través de los principios enunciados se pretendiera justificar que es legítimo a un católico de conciencia bien formada expresar o sostener "objeción de conciencia" en contra de las disposiciones que el Santo Padre en su Magisterio Ordinario emite en virtud de su oficio de Pastor Supremo. Algo similar, como ha sugerido también Alejandro, a esas leyes que algunos países legítimamente han dispuesto como una herramienta para evitar obligar a sus propios ciudadanos a la obediencia en cuestiones controvertidas que potencialmente podrían atentar contra sus propios principios más sagrados. Leyes que son justas y que incluso la Iglesia sanciona mediante textos como los que se han mostrado al respecto del Catecismo y de la Dignitatis Humanae.
No fue, ciertamente, mi intención expresar tal cosa. Y para borrar de tajo cualquier interpretación en este sentido, quisiera citar la enseñanza infalible del Magisterio al respecto, a la cual evidentemente siempre me he adherido sin la menor reserva:
Cita: | Sobre la naturaleza y carácter del primado del Romano Pontífice
Y así, apoyados por el claro testimonio de la Sagrada Escritura, y adhiriéndonos a los manifiestos y explícitos decretos tanto de nuestros predecesores los Romanos Pontífices como de los concilios generales, nosotros promulgamos nuevamente la definición del Concilio Ecuménico de Florencia, que debe ser creída por todos los fieles de Cristo, a saber, que «la Santa Sede Apostólica y el Romano Pontífice mantienen un primado sobre todo el orbe, y que el mismo Romano Pontífice es sucesor del bienaventurado Pedro, príncipe de los apóstoles, y que es verdadero vicario de Cristo, cabeza de toda la Iglesia, y padre y maestro de todos los cristianos; y que a él, en el bienaventurado Pedro, le ha sido dada, por nuestro Señor Jesucristo, plena potestad para apacentar, regir y gobernar la Iglesia universal; tal como está contenido en las actas de los concilios ecuménicos y en los sagrados cánones»[15].
Por ello enseñamos y declaramos que la Iglesia Romana, por disposición del Señor, posee el principado de potestad ordinaria sobre todas las otras, y que esta potestad de jurisdicción del Romano Pontífice, que es verdaderamente episcopal, es inmediata. A ella están obligados, los pastores y los fieles, de cualquier rito y dignidad, tanto singular como colectivamente, por deber de subordinación jerárquica y verdadera obediencia, y esto no sólo en materia de fe y costumbres, sino también en lo que concierne a la disciplina y régimen de la Iglesia difundida por todo el orbe; de modo que, guardada la unidad con el Romano Pontífice, tanto de comunión como de profesión de la misma fe, la Iglesia de Cristo sea un sólo rebaño bajo un único Supremo Pastor[16]. Esta es la doctrina de la verdad católica, de la cual nadie puede apartarse de ella sin menoscabo de su fe y su salvación.
Esta potestad del Sumo Pontífice de ninguna manera desacredita aquella potestad ordinaria e inmediata de la jurisdicción episcopal, por la cual los obispos, quienes han sido puestos por el Espíritu Santo[17] como sucesores en el lugar de los Apóstoles, cuidan y gobiernan individualmente, como verdaderos pastores, los rebaños particulares que les han sido asignados. De modo que esta potestad sea es afirmada, apoyada y defendida por el Supremo y Universal Pastor; como ya San Gregorio Magno dice: "Mi honor es el honor de toda la Iglesia. Mi honor es la fuerza inconmovible de mis hermanos. Entonces yo recibo verdadero honor cuando éste no es negado a ninguno de aquellos a quienes se debe"[18].
Además, se sigue de aquella potestad suprema del Romano Pontífice de gobernar la Iglesia universal, que él tiene el derecho, en la realización de este oficio suyo, de comunicarse libremente con los pastores y rebaños de toda la Iglesia, de manera que puedan ser enseñados y guiados por él en el camino de la salvación. Por lo tanto condenamos y rechazamos las opiniones de aquellos que sostienen que esta comunicación de la Cabeza Suprema con los pastores y rebaños puede ser lícitamente impedida o que debería depender del poder secular, lo cual los lleva a sostener que lo que es determinado por la Sede Apostólica o por su autoridad acerca del gobierno de la Iglesia, no tiene fuerza o efecto a menos que sea confirmado por la aprobación del poder secular.
Ya que el Romano Pontífice, por el derecho divino del primado apostólico, presida toda la Iglesia, de la misma manera enseñamos y declaramos que él es el juez supremo de los fieles[19], y que en todos las causas que caen bajo la jurisdicción eclesiástica se puede recurrir a su juicio[20]. El juicio de la Sede Apostólica (de la cual no hay autoridad más elevada) no está sujeto a revisión de nadie, ni a nadie le es lícito juzgar acerca de su juicio[21]. Y por lo tanto se desvían del camino genuino a la verdad quienes mantienen que es lícito apelar sobre los juicios de los Romanos Pontífices a un concilio ecuménico, como si éste fuese una autoridad superior al Romano Pontífice.
Canon: Así, pues, si alguno dijere que el Romano Pontífice tiene tan sólo un oficio de supervisión o dirección, y no la plena y suprema potestad de jurisdicción sobre toda la Iglesia, y esto no sólo en materia de fe y costumbres, sino también en lo concerniente a la disciplina y gobierno de la Iglesia dispersa por todo el mundo; o que tiene sólo las principales partes, pero no toda la plenitud de esta suprema potestad; o que esta potestad suya no es ordinaria e inmediata tanto sobre todas y cada una de las Iglesias como sobre todos y cada uno de los pastores y fieles: sea anatema.
Constitución Dogmática Pastor Aeternus. Capítulo 3
Concilio Vaticano I |
Vemos entonces que a ningún verdadero católico le es legítimo sostener una postura de desobediencia o de cuestionamiento sobre el Romano Pontífice, so pena de dejar de serlo (católico). Por tanto NO existe para el verdadero católico tal cosa como la mencionada "objeción de conciencia". Y creo que la Pastor Aeternus no habrá dejado la menor duda al respecto.
Estando claro lo anterior, quisiera volver, pero ahora de manera más clara y definida, sobre la intención verdadera que llevaba mi aporte original, no en sus mismas palabras y alacance, pues ya vimos que "el que mucho abarca poco aprieta", de modo que perseguir un alcance tan amplio nos llevó a caer en ambigüedades inaceptables. El punto central que perseguía mediante ese aporte era, en atención a la pregunta original del tema:
Cita: | ¿Esto es posible? ¿Cómo defender la Fe de la Iglesia poniéndose en contra de la misma Iglesia? Un evidente contrasentido que siembra confusión y malestar.
´¿Cuantas veces escuchamos y leemos cosas como "soy católico pero ni me nombren al Papa"...?
Por favor, seamos coherentes. O somos católicos y aceptamos el Magisterio y la Jerarquía o no lo somos y lo declaramos sin tapujos |
el hacer un ejercicio por el cual "tratáramos de entrar" a la mente del hermano que se dice y sinceramente quiere ser católico; pero que, a causa de la enorme ignorancia en materia de Fé que nos rodea, sumada a la falsa autosuficiencia que por todos lados nos predica el mundo; NO ha logrado purificar de su alma ese hombre viejo que mueve a su conciencia a un verdadero error, del cual, como testifica el catecismo:
Cita: | IV El juicio erróneo
1790 La persona humana debe obedecer siempre el juicio cierto de su conciencia. Si obrase deliberadamente contra este último, se condenaría a sí mismo. Pero sucede que la conciencia moral puede estar afectada por la ignorancia y puede formar juicios erróneos sobre actos proyectados o ya cometidos.
1791 Esta ignorancia puede con frecuencia ser imputada a la responsabilidad personal. Así sucede ‘cuando el hombre no se preocupa de buscar la verdad y el bien y, poco a poco, por el hábito del pecado, la conciencia se queda casi ciega’ (GS 16). En estos casos, la persona es culpable del mal que comete.
1792 El desconocimiento de Cristo y de su Evangelio, los malos ejemplos recibidos de otros, la servidumbre de las pasiones, la pretensión de una mal entendida autonomía de la conciencia, el rechazo de la autoridad de la Iglesia y de su enseñanza, la falta de conversión y de caridad pueden conducir a desviaciones del juicio en la conducta moral.
1793 Si por el contrario, la ignorancia es invencible, o el juicio erróneo sin responsabilidad del sujeto moral, el mal cometido por la persona no puede serle imputado. Pero no deja de ser un mal, una privación, un desorden. Por tanto, es preciso trabajar por corregir la conciencia moral de sus errores.
1794 La conciencia buena y pura es iluminada por la fe verdadera. Porque la caridad procede al mismo tiempo ‘de un corazón limpio, de una conciencia recta y de una fe sincera’ (1 Tm 1,5; 3, 9; 2 Tm 1, 3; 1 P 3, 21; Hch 24, 16). |
el hermano en cuestión puede ser personalmente inocente. No es entonces y que quede esto muy claro, que la Fé y la moral católica se vuelvan relativas. ¡Bien sabemos que no hay nada que sea más ABSOLUTO sobre la faz de este planeta! (o de este Universo, para el caso ). Sino que es la propia ignorancia del hermano en cuestión la que le impide actuar rectamente, ignorancia de la cual en muchos casos él mismo es inocente, puesto que no se puede dar a sí mismo la Fé que nadie le ha presentado ni enseñado pese a un diligente esfuerzo:
Cita: | Pero, ¿cómo invocarlo sin creer en él? ¿Y cómo creer, sin haber oído hablar de él? ¿Y cómo oír hablar de él, si nadie lo predica? ¿Y quiénes predicarán, si no se los envía? Como dice la Escritura: ¡Qué hermosos son los pasos de los que anuncian buenas noticias! Pero no todos aceptan la Buena Noticia. Así lo dice Isaías: Señor, ¿quién creyó en nuestra predicación? La fe, por lo tanto, nace de la predicación y la predicación se realiza en virtud de la Palabra de Cristo.
Romanos 10, 14-17 |
Así pues, hermanos, mi preocupación era la de hacer ver que, si bien en efecto, quien niegue el primado de Pedro y sus sucesores, por ese simple y sólo hecho se aparta de la Iglesia Católica tal y como se aparta quien niegue la Resurrección de Cristo o cualquier otra verdad de Fé; el hecho de entender esto no nos debe mover ni a descalificar a los hermanos que quieren dialogar con nosotros con sinceridad, pero también con la ignorancia y a veces incluso con la prepotencia que la falsa y soberbia cultura de hedonismo y autosuficiencia que nos rodea puede sucitar -aún entre los que se creen y se dicen católicos-; ni tampoco a ser observadores pasivos que simplemente "reconozcan" que el hermano es inocente porque actúa de acuerdo a su conciencia; pues en esa misma pasividad nos haríamos cómplices y verdaderos culpables de su ignorancia.
Antes bien, hermanos, quise realizar ese ejercicio de "entrar a la mente" del hermano que se rebela contra Pedro, y ese análisis de su culpa personal, con el fin de que con la firmeza y dulzura que la caridad nos impone, lejos de tomar ante estos hermanos esas erroneas actitudes de "tú no eres católico, vete" o, peor aún, la de "enriquecenos con tu diversidad". Tomemos ante estos hermanos la actitud del Apóstol San Pablo, quien exhortaba a los efesios a superar ese dominio del hombre viejo mediante estas palabras:
Cita: | Les digo y les recomiendo en nombre del Señor: no procedan como los paganos, que se dejan llevar por la frivolidad de sus pensamientos 18 y tienen la mente oscurecida. Ellos están apartados de la Vida de Dios por su ignorancia y su obstinación, 19 y habiendo perdido el sentido moral, se han entregado al vicio, cometiendo desenfrenadamente toda clase de impurezas. 20 Pero no es eso lo que ustedes aprendieron de Cristo, 21 si es que de veras oyeron predicar de él y fueron enseñados según la verdad que reside en Jesús. 22 De él aprendieron que es preciso renunciar a la vida que llevaban, despojándose del hombre viejo, que se va corrompiendo dejándose arrastras por los deseos engañosos, 23 para renovarse en lo más íntimo de su espíritu 24 y revestirse del hombre nuevo, creado a imagen de Dios en la justicia y en la verdadera santidad.
Efesios 4, 17-24 |
En otro aporte Beatriz, responderé mi opinión a tus preguntas puntuales que correspondían a elementos del alcance más amplio del aporte original, y no a los puntos centrales y medulares que son los que he tratado aquí.
Saludos y bendiciones |
Gracias Eduarod. Como dije al principio de mi mensaje, me gustan mucho tus aportes, muy equilibrados.
Dios te bendiga _________________ "Quien no ama, no conoce"
San Agustín |
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