Comunicación con Dios

[Vicky]

Hola, tengo dudas respecto al tema la comunión. La pregunta, para ser exacta és: ¿Qué sucede cuando dejamos de comulgar durante mucho tiempo?, porque estoy segura que la fé, y todo lo que lleva consigo misma sigue en la persona, pero ¿hay algo que nos impida comunicarnos bien?, ¿como si estuvieramos hablando por teléfono y se nos cortara la comunicación?
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El amor de Dios es infinito...

[Sitibundo]

Querida Vicky: Te pierdes la oportunidad de tener en tu casa, en tu morada propia e íntima la visita de tu mejor amigo, del más fiel, amoroso e inteligente de todos, el más compasivo y acertado y poderoso, por lo tanto es un gran extravío de tu lado y una pérdida cierta y dolorosa para todos aquellos, que contigo, formamos parte del Cuerpo Místico de Nuestro Señor Jesucristo.
Con afecto y muchas bendiciones para ti.
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Quieren abnegar su Gracia

[Dani-m98]

Notaras que te falta alegria en tu interior, porque el pan y el vino es fuente de vida y salvacion, es la luz, porque el pan esta lleno de luz.
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Saludos

[María Esther]

Apreciada en Cristo Vicky:

Existen dos motivos por los cuales una persona se aleja de la Comunión:

1. Por decisión personal, es decir, el no desear conscientemente recibir a Cristo en la Eucaristía.

2. Por motivos de orden legal como sería, por ejemplo, el vivir en unión libre, lo cual impediría la recepción del Perdón Sacramental y, por lo tanto, la Comunión.

En el primer caso quien se rehusa a recibir a Cristo, Pan Vivo bajado del Cielo, Alimento de Vida eterna, estaría negándose a la gracia santificante. Puede decir "yo creo en Dios y tengo una relación personal con Él", lo cual sería falso pues ¿qué más personal y sincero que acepar que el mismo Dios, Uno y Trino, habite en la propia alma? Jesús lo dijo claramente: "Quien come mi Carne y bebe mi Sangre vivirá para siempre".

Muchas personas se alejan de la Comunión porque no desean recibir el Perdón Sacramental solo obtenido mediante la Confesión, Sacramento admirable que nos devuelve la amistad con Dios y limpia nuestras almas haciéndolas dignas moradas del Creador.

En el segundo caso, aún deseando recibir a Cristo Sacramentalmente y reconociendo Su Presencia Viva en el Pan Eucarístico, se debe ver sustraido a tan altos beneficios por tener una vida irregular. Las soluciones son dos posibles: acpgerse a la Misericordia Divina normalizando su propia situación o bien acceder a la unión con Dios mediante la sincera Comunión Espiritual. Ésta, sin duda, traerá grandes beneficios al alma que a ella se acoge pero infinitamente inferiores a la verdadera y profunda unión con el Señor en la Eucaristía.