Argento Moderador

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Publicado:
Vie May 29, 2009 4:04 am Asunto:
La Iglesia no puede renunciar a evangelizar
Tema: La Iglesia no puede renunciar a evangelizar |
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Esto ya decía el Santo Padre Juan Pablo II, en el año 2003:
Cita: | La Iglesia no puede renunciar a evangelizar, dice el Papa
Al recibir a los prelados de la Conferencia de los Obispos de Burkina Faso y de Níger, el Papa Juan Pablo II recordó que la evangelización es una misión esencial de la Iglesia, a la cual, por tanto, no puede renunciar. Al inicio de su discurso en francés, el Pontífice se refirió a la preocupación “por el desarrollo estable e íntegro de las poblaciones” y a las dificultades para sobrevivir. “Las condiciones climáticas difíciles de la región del Sahel y la desertificación”, agregó, condenan a las poblaciones “a la pobreza endémica, que engendra precariedad y desesperanza”.
En este sentido, el Santo Padre lanzó un llamamiento a la comunidad internacional para que apoye a estos pueblos y logren tener “un futuro con mayor serenidad”.
“A pesar de las dificultades relacionadas con la precariedad de la vida de las poblaciones locales -señaló-, la vitalidad misionera de vuestras iglesias diocesanas se expresa de múltiples maneras. Doy gracias con vosotros por las celebraciones que han marcado el centenario de la evangelización de Burkina Faso”.
El Papa subrayó luego que “evangelizar es una misión esencial de la Iglesia. El anuncio evangélico no puede realizarse plenamente sin la contribución de todos los creyentes”.
Laicos y familia
Hablando de los laicos, el Pontífice exhortó a los obispos africanos a ayudarles a “tomar una conciencia cada vez más viva de su papel en la Iglesia y a honrar su misión de bautizados y de confirmados”.
Juan Pablo II recordó luego que “la familia cristiana está llamada a ser una célula poderosa de testimonio cristiano”, y destacó “el ejemplo de numerosas familias que viven de manera heroica la fidelidad al sacramento del matrimonio cristiano, en el contexto de una legislación civil o de costumbres tradicionales poco favorables al matrimonio monógamo. Dado los peligros que pesan hoy sobre la familia africana y sobre sus fundamentos, os exhorto a promover la dignidad del matrimonio cristiano”.
Juan Pablo II habló después de la dificultad que encuentran los sacerdotes a la hora de seguir y formar a las comunidades cristianas y citó “la distancia de las parroquias, la red de carreteras en mal estado y el número reducido de trabajadores apostólicos”.
“Les doy las gracias -dijo- por su generosidad en servir a Cristo y a su Iglesia y sé cuanto os preocupáis, con los medios a vuestra disposición, para darles todo lo necesario para su salud espiritual y sus necesidades materiales” e invitó a los Prelados a manifestar siempre “la solidaridad de vuestras iglesias locales con los países vecinos que carecen a menudo de pastores, enviándoles sacerdotes y laicos misioneros”.
Los sacerdotes y el Islam
Refiriéndose más adelante a la formación de los candidatos al sacerdocio, el Papa subrayó la importancia de una “seria formación espiritual, intelectual y pastoral, indispensable para el ejercicio del ministerio presbiteral que deberá asociarse con una sólida formación humana y cultural. Es muy importante insistir sobre la madurez afectiva de los candidatos, necesaria para los llamados al celibato”.
El Santo Padre recordó después que en los países de origen de los obispos “las comunidades cristianas viven en el seno de sociedades caracterizadas por el predominio del Islam y de los valores que le son propios. Me alegro de que, como habéis dicho, las relaciones de los católicos con los creyentes del Islam se caractericen generalmente por el respeto, la estima y la convivencia”.
El Papa invitó a los obispos a cultivar el diálogo con los musulmanes “para que desaparezca el miedo a los otros, que nace a menudo de la ignorancia profunda de los valores religiosos que los animan”.
Juan Pablo II se despidió de los prelados manifestando el deseo de que frente “al escándalo de la pobreza y la injusticia” la Iglesia “siga desempeñando su papel profético y sea la voz de aquellos que no la tienen, para que se reconozca la dignidad humana de todas las personas y se promuevan todas las iniciativas encaminadas a desarrollar y ennoblecer al ser humano en su existencia espiritual y material”.
Fuente: Aciprensa.com |
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