¿Cuándo rezaba Don Bosco?

[Orpam Saretnoc Laverz]

Amigos míos foreros todos, moderadores, alguno se preguntará si el tema no iría bien en el foro dedicado a la Oración, pues sí, pero he pensado que aunque tratemos (de alguna mnaera) cómo, cuándo, porqué orar, antes de dedicarnos a ello hemos de pensarlo ¿sí o no?
Pues por eso con la alegría de que Luis ja nombró a Don Bosco con un ¡viva!, y de que midka me explica sobre los Salesianos, y de que aquí hay varios de todos los lugares de nuestro mundo que conocen ese espíritu jovial, alegre, abierto, de dedicación, y a lo mejor hasta han visto películas o vídeos de nuestro querido Padre de la Juventud, por eso, os quiero transcribir esta carta:

"El Perelló (Sueca)
Querida Hajer M(ojadi):
Tunecina recordada por tu 'pan' especial, recién hecho bueno y gustoso, calentito. Amigos de este lugar tan especial, preguntaron en la causa eclesial para llevar a Juan Bosco a los altares: ¿Cuándo rezaba Don Bosco? Y la respuesta explicativa fue “¿cuándo no rezaba?” porque el santo en medio de los trabajos continuos a los que se dedicaba con todas sus fuerzas, a favor de los jóvenes abandonados, no cesaba de estar unido a Dios en su interior.
Orar, rezar, hacer oración, digámoslo como sea, no es pronunciar maquinalmente palabras “de otros” muchas veces, sino elevar nuestra alma, enfervorizar nuestro corazón dirigiéndonos al Señor, a la Virgen Santísima, a los santos, para que nos ayuden a seguir el camino que ellos siguieron antes que nosotros, y que les ha llevado a estar siempre con Dios y a gozar de su Presencia Infinita y de su amor inagotable.
Como somos personas, somos limitados, todos, aún el que se cree en pleno vigor, porque llega el momento en que por años, enfermedad u otras causas uno está “desvalido” y quizás incluso llega a morir.
Amigos, nuestra alma puede estar unida a Dios en medio del trabajo incesante, de lo que cada cual lleva a cabo en su jornada y así estar “en oración” en medio de los “pucheros” como decía Teresa de Jesús, la gran santa de Ávila.
Todo esto seguro que lo sabemos y muchos aún mejor que yo, seguramente, lo intentan vivir y lo viven. De manera que, como leí en un tema: oír de Dios “venid” es lo que produce felicidad".

Os la deseo a todos vosotros, como yo la deseo.

Unidos en la oración, el afecto, la confianza, el conocimiento mutuo, para ser cada vez más amigos con las manos entrelazadas, mirando hacia el Cielo. ¿Será estupendo todo esto, no?

Orpam Saretnoc Laverz