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Josselyn Asiduo
Registrado: 27 Abr 2006 Mensajes: 239 Ubicación: Panamá
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Publicado:
Vie May 05, 2006 9:14 pm Asunto:
El Purgatorio... existe??
Tema: El Purgatorio... existe?? |
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Bueno, lo que pasa es que siempre he tenido esa duda en mi cabeza.. y considero de que no existe... eso no aparece en la biblia.. soy católica y bueno, quiero saber de parte de ustedes las razones por las cuales se piensa que existe el purgatorio.
Les agradezco de antemano sus opiniones... y aun más les agradezco que me resuelvan esta duda.. besitos y chao.  _________________ Los quiero mucho, Josselyn.
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llazcano13 Moderador

Registrado: 03 Oct 2005 Mensajes: 2541
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FRANCISCO GARCIA Asiduo
Registrado: 04 Oct 2005 Mensajes: 421
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Vie May 05, 2006 10:22 pm Asunto:
Tema: El Purgatorio... existe?? |
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Estoy leyendo el libro de Sor Maria Natalia Magdolna de Hungria, “La victoriosa reina del mundo”, es un libro donde describe las experiencias misticas que tuvo con Jesus y Maria, te dejo un capitulo que habla sobre el juicio particular.
En varias ocasiones Jesus me llevo al lugar del juicio individual. La ultima vez que fui, ore por un alma pecadora. Mi confesor me dijo que le preguntara si se habia salvado. Entonces Jesus me permitio ver como habia sido juzgada ésta.
Yo pensaba que iba a ver algo aparatoso, pero no vi nada de eso. Puedo describir esta experiencia solo con imágenes. Vi esta alma mientras me acercaba al lugar del juicio. A un lado estaba su Angel de la Guarda y al otro Satanas. Jesús en su divina majestad los estaba esperando porque El es el juez. El juicio fue rapido y en silencio. El alma pudo ver en un instante toda su vida, no con sus propios ojos, sino con los ojos de Jesús. Vio las manchas negras, grandes y pequeñas. Si el alma va a la eterna condenación, no siente ningun remordimiento por lo que ha hecho. Jesús permanece callado y el alma se aparta de El y entonces Satanas la arrebata y la arrastra al infierno.
Sin embargo, durante la mayor parte del tiempo, Jesús, con un amor indescriptible, extiende su mano e indica el lugar a donde el alma debe ir. Jesús le dice: “¡Entra!”, y el alma se pone un velo, similar al que he visto en el purgatorio, blanco o negro, y se dirige al purgatorio. La acompañan nuestra Señora y su Angel de la Guarda tratando de consolarla. Estas almas son muy felices porque ya vieron su lugar en el cielo donde les espera la felicidad eterna.
Nuestra Señora no esta presente en todas las fases del juicio, pero antes de que se pronuncie la santencia, Ella le suplica a su hijo, como abogada defensora, exactamente como lo hace el abogado con su cliente, defendiendo especialmente a las almas que en su vida fueron devotas. Pero cuando el juicio empieza, Ella se retira y solo su gracia sigue irradiando sobre el alma. A la hora del veredicto, el alma esta completamente sola frente a Jesús. Después cuando el alma esta cubierta con el velo del color que le corresponde, entonces la Virgen se aparece otra vez, se pone al lado del alma y la acompaña al purgatorio.
Parece que la Virgen se la pasa todo el tiempo en el purgatorio, irradiando sus gracias consoladoras y salvadoras.
El purgatorio es un lugar de purificación, pero tambien de felicidad. Las almas que esperan alli estan aguardando el momento de entrar a la felicidad eterna. El énfasis es en la felicidad y no en el sufrimiento: Olvidaba decir que el pecador que mencione al principio, si se salvo.
Le pregunte un dia a Jesús:
¿de que depende nuestra salvación?
Me contesto:
La salvación no depende de hoy, de mañana o de ayer, sino del ultimo momento. Por eso ustedes deben arrepentirse constantemente. Ustedes se salvaran porque Yo los he salvado y no por sus meritos. Solamente el grado de la gloria que ustedes reciban en la eternidad depende de sus meritos. Por lo tanto, tienen que practicar constantemente dos cosas: El arrepentimiento de sus pecados y decir con frecuencia: “oh Jesús mio, en tus manos encomiendo mi alma”
Uno no debe tener miedo al juicio. Jesús, como humilde cordero, rodea las almas con un amor indescriptible. El alma que ansia estar limpía llega al juicio para encontrarse con el amor. En cambio, el alma orgullosa, detesta este amor, ella misma se distancia de El y esto en si mismo es el infierno.
Una vez apoyada en el hombro de Jesús, llore preguntándole: ¿por qué creaste el infierno?
Para contestarme, Jesús me llevo al juicio de un alma muy pecadora, a quien le perdono sus pecados. Satanas estaba furioso:
¡tu no eres justo!-gritaba-. ¡esta alma fue mia toda su vida! Cometio muchos pecados, mientra que yo cometi sólo uno y Tú creaste el infierna para mi.
¡Lucifer!- le contesto Jesús con amor infinito- ¿tu alguna vez, me pediste perdon?
¡eso nunca! ¡eso nunca lo hare!
Entonces Jesús se volvio a mi, diciéndome:
YA lo ves, si él me pidiera perdon tan solo una vez, el infierno dejaria de existir.
Es por esto que Jesús nos pide que vivamos en continua conversión. Debemos meditar todo lo que El sufrio por nuestros pecados para que podamos alcanzar la salvación. Hemos de amarle por su amor profundo. “cada alma es un mundo unico”, me dijo. “una no puede remplazar a otra”. Jesús ama a cada alma con un amor especial, y ese amor no es el mismo amor que tiene para otras. |
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Javi Becerra Asiduo
Registrado: 01 Mar 2006 Mensajes: 210
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Publicado:
Vie May 05, 2006 11:17 pm Asunto:
Tema: El Purgatorio... existe?? |
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Francisco, en esas "revelaciones" se dice que "La salvación no depende de hoy, de mañana o de ayer, sino del último momento".
Realmente creo que a veces nosotros mismos echamos por tierra el enorme esfuerzo redentor de Cristo haciéndolo depender más de nosotros que de Él y, además, con tanto escrúpulo hacemos del Padre un juez tan terrible que no tiene en cuenta toda una vida entregada si, en el último instante, zas, se te pilla en un renuncio. _________________ Si doy pan a un pobre me llaman santo. Si pregunto por qué no tiene pan me llaman comunista (P. Casaldáliga). |
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Fabrem Veterano
Registrado: 05 Oct 2005 Mensajes: 1226
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Publicado:
Sab May 06, 2006 3:22 am Asunto:
Tema: El Purgatorio... existe?? |
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Estimado Francisco, muchas gracias por transcribir esa revelación privada excelente, perfectamente en línea con la espiritualidad cristiana católica de 2 mil años de tradición.
1. Jesús salvó a Dimas, el buen ladrón, en el último momento.
2. San Pablo, el gran apóstol, dijo "no sea que habiendo yo predicado, resulte yo condenado"
3. Y en muchas oraciones de retiros y ejercicios espirituales le oramos a Dios pidiéndole la más importante de todas las gracias, que es: una muerte santa.
Esta es la espiritualidad cristiana católica pura y auténtica. Nadie se puede confiar que puede presionar o chantajear a Dios y presumir de forma alguna que por haber vivido una buena vida tiene "derecho" al cielo al llegar al los últimos momentos de su vida, como si el cielo se pudiera ganar con una vida de trabajo.
Y la misericordia de Dios es tan grande -como lo dejó bien claro Jesús en la parábola de los obreros que contrató el señor hasta el final del día, y que a todos les pagó lo mismo- que recibe en la gloria a quien sólo en el último segundo de su vida acudió a su misericordia.
Así es Jesús, nuestro Dios y Señor, y así lo dejó claro en el Evangelio. Nadie puede comprar el cielo con una vida de dedicación. Ni siquiera San Pablo. Y cualquiera que se acoja a su misericordia aunque sea en el último segundo de su vida será recibido en su gloria.
Y más vale que entendamos todo esto más con el corazón que con la cabeza, tratando de hacer propios los pensamientos de Dios, que no son como los de los hombres, llenos de cállculos y lógicas humanas.
En resumen, muchas gracias, Francisco por ese texto impregnado al cien por ciento de la más pura y auténtica espiritualidad católica bimilenaria. |
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Luis Arturo Huerta Asiduo
Registrado: 04 May 2006 Mensajes: 183 Ubicación: Jalisco, México
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Publicado:
Sab May 06, 2006 3:43 am Asunto:
Tema: El Purgatorio... existe?? |
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Amén. Fabrem _________________ -Siempre dispuesto a compartir con ustedes mi bastísima ignorancia-
"No importa tanto donde estás, sino hacia donde te diriges" |
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Fabrem Veterano
Registrado: 05 Oct 2005 Mensajes: 1226
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Publicado:
Sab May 06, 2006 4:37 am Asunto:
Tema: El Purgatorio... existe?? |
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Mi estimadísimo y muy fiel Stephanos, primero que todo, muchas gracias por tu celo.
Y sin menoscabo de ese amor por la verdad que muestras, quisiera hacerte una reflexión.
Dices que es irrelevante que el Purgatorio no esté en la Biblia, pero esto no sería correcto, porque la Biblia es "norma normans non normata", o sea, "la norma de las normas no normada". Por lo tanto, la Biblia es la norma de todas las normas, y si algo no está en la Biblia ciertamente es relevante.
Todo debe estar explícitamente o implícitamente en la Biblia, y la Iglesia que es la autora sagrada de la Biblia por inspiración del Espíritu, sabe, por inspiraciones de ese mismo Espíritu todo lo que está y cómo está en la Biblia.
La Tradición no agrega contenidos o textos a los textos sagrados, sino que hace plenamente inteligible y aplicable su significado más profundo.
Las enseñanzas de los Padres de la Iglesia que ellos bebieron directamente de los apóstoles no agregan nada a la Biblia, sino que la hacen más comprensible.
Toda la revelación está contenida en la Biblia, y la Tradición no agrega nada a esa Revelación, sino que nos ayuda a penetrar en su significado, la ramifica en incontables desgloses de esas verrdades reveladas.
El purgatorio sí está en la Sagrada Escritura, y, de modo casi explícito en Macabeos. No es por gusto que los "reformadores" le cercenaron esos libros a la Biblia. |
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Fabrem Veterano
Registrado: 05 Oct 2005 Mensajes: 1226
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Publicado:
Sab May 06, 2006 4:56 am Asunto:
Fe de error
Tema: El Purgatorio... existe?? |
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Arriba dije
Fabrem escribió: |
Toda la revelación está contenida en la Biblia, y la Tradición no agrega nada a esa Revelación, sino que nos ayuda a penetrar en su significado, la ramifica en incontables desgloses de esas verrdades reveladas.
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Y no es correcto. Debe decir:
Fabrem escribió: |
Todo el testimonio escrito de la revelación está contenida en la Biblia, y la Tradición no agrega nada a esa Revelación, sino que nos ayuda a penetrar en su significado, la ramifica en incontables desgloses de esas verrdades reveladas.
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Porque la revelación está también y muy críticamente en la Tradición, que es la imitación directa del modelo personal de Jesús y de los apóstoles para comprender, vivir y explicar la verdad revelada.
Perdón, Stephanos. |
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Jose Fernando Ortiz Constante
Registrado: 16 Ene 2006 Mensajes: 696 Ubicación: Bogotá, Colombia
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Publicado:
Sab May 06, 2006 10:01 pm Asunto:
Re: El Purgatorio... existe??
Tema: El Purgatorio... existe?? |
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Josselyn escribió: | Bueno, lo que pasa es que siempre he tenido esa duda en mi cabeza.. y considero de que no existe... eso no aparece en la biblia.. soy católica y bueno, quiero saber de parte de ustedes las razones por las cuales se piensa que existe el purgatorio.
Les agradezco de antemano sus opiniones... y aun más les agradezco que me resuelvan esta duda.. besitos y chao.  |
HOLA, JOSSLEYN.....
Y yo me adhiero a tu pregunta, haciendo a la vez otra pregunta a la que me gustaría escuchar respuestas:
Pueden las llamas del purgatorio afectar el cuerpo material del ser humano? Cómo?
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Josselyn Asiduo
Registrado: 27 Abr 2006 Mensajes: 239 Ubicación: Panamá
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Publicado:
Dom May 07, 2006 2:37 am Asunto:
Tema: El Purgatorio... existe?? |
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Hola...
Pensé que nadie respondería a mi tema... pero bueno, se les agradece.
La verdad es que yo cuando era pequeña si creía en el purgatorio como dogma de fe al igual que lo de la santísima trinidad y otras cosas más... pero una vez un amigo mío que es evangélico me dijo "josselyn, no hay término medio, es el cielo o el infierno"... chuleta, eso me espantó bastante, porque entonces tenía que hacer un esfuerzon máximo para servir bien a Dios... pero luego pensé que no era correcto tener esa actitudo con Dios por solamente ganar el cielo... pero igual tenía en mente lo del purgatorio....
De verdad me gustó mucho la revelación de Sor María, y mientras leía iba meditando.. gracias francisco.
Stephanos... seguiré tu consejo... el no aceptar un dogma de fe es un pecado... muchas gracias... (por cierto, eres tu el que escribe en el foro de los tj, sácame de la duda )
Y gracias a todos los demás... ahora seré una defensora de ese dogma, jejeje.
José... no creo que existan llamas en el purgatorio.
Mientras tanto, les puedo decir que lleven una vida en el Señor, sigan su modelo de vida acá en la tierra... él nos implantó la semilla, nos bañó con su espíritu santo, para que podamos seguir con su labor acá en la tierra.... bye y gracias. _________________ Los quiero mucho, Josselyn.
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Alejandra V Esporádico
Registrado: 13 Mar 2006 Mensajes: 45
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Publicado:
Dom May 07, 2006 3:34 am Asunto:
Tema: El Purgatorio... existe?? |
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Hola a todos!
Respecto a lo de la existencia del purgatorio, yo nunca he dudado de su existencia, pero la lectura de un libro de Maria Simma me hizo confirmarlo.
Maria Simma era una mujer austriaca, con un carisma muy especial, venian a ella las almas del purgatorio a pedirle favores, misas y oraciones para que pudieran ascender al cielo. Esto ha sido autorizado por la Iglesia.
Ella explica que no es que Dios haya creado el purgatorio, o que con el se den los puntos medios, sino que uno mismo al ver la magnifica gloria de Dios se siente impuro para estar con El, es un "castigo" por asi decirlo autoinfligido, para poder estar a la altura de Dios.
Explica tambien que hay tres grados de purgatorio, y en el mas inferior si existen las llamas, a ella frecuentemente la visitaban almas en los niveles mas superiores.
Nos pide orar frecuentemente por las almas del purgatorio, puesto que en el dia de nuestra muerte, las almas que hayan entrado al cielo por nuestras oraciones o actos tambien intercederan de alguna manera por nosotros. La mejor ofrenda que podemos hacer a las almas del purgatorio para su liberacion, es la eucaristia misma. Aunque tambien podriamos ganar indulgencias parciales o plenarias por las almas. _________________ Con Dios todo, sin Dios nada  |
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Jose Fernando Ortiz Constante
Registrado: 16 Ene 2006 Mensajes: 696 Ubicación: Bogotá, Colombia
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Publicado:
Dom May 07, 2006 5:39 pm Asunto:
Re: El Purgatorio... existe??
Tema: El Purgatorio... existe?? |
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Maru Courtney escribió: | Jose Fernando Ortiz escribió: | Josselyn escribió: | Bueno, lo que pasa es que siempre he tenido esa duda en mi cabeza.. y considero de que no existe... eso no aparece en la biblia.. soy católica y bueno, quiero saber de parte de ustedes las razones por las cuales se piensa que existe el purgatorio.
Les agradezco de antemano sus opiniones... y aun más les agradezco que me resuelvan esta duda.. besitos y chao.  |
HOLA, JOSSLEYN.....
Y yo me adhiero a tu pregunta, haciendo a la vez otra pregunta a la que me gustaría escuchar respuestas:
Pueden las llamas del purgatorio afectar el cuerpo material del ser humano? Cómo?
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JOSSLEYN:Estado transitorio de purificación necesaria para aquellos que, habiendo muerto en gracia de Dios y teniendo segura su salvación, necesitan mayor purificación para llegar a la santidad necesaria para entrar en el cielo. Esta purificación es totalmente distinta al castigo del infierno. El purgatorio es doctrina de fe formulada en los Concilios de Florencia (cf. DS 1304) y de Trento (cf. DS 1820; 1580).
Jose Fernando Ortiz: NO, recuerda que solo "se va" nuestra alma, el cuerpo material se lo comen los gusanos o se incinera.
Las almas de los justos son aquellas que en el momento de separarse del cuerpo, por la muerte, se hallan en estado de gracia santificante y por eso pueden entrar en la Gloria. El juicio particular les fue favorable pero necesitan quedar plenamente limpias para poder ver a Dios "cara a cara". |
HOLA, MARÚ....
Entonces, podrías decirme, al no tener el cuerpo material, cómo se sufre en el purgatorio?
Bueno es escucharte, gracias.... |
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Mariano Valiente soldado de Nuestro Rey
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 4383 Ubicación: San Rafael Mendoza Argentina
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Publicado:
Dom May 07, 2006 6:46 pm Asunto:
Tema: El Purgatorio... existe?? |
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El purgatorio existe, y para mi es un lugar en el mismo Cielo, donde está Dios. Y las almas sufren la espera de acercarse a Su corazon.
Dichas almas del purgatorio han de pagar (y hemos de pagar) el no haber amado a Dios lo suficiente y esperan la ayuda de nosotros los vivos, por eso es tan importante que recemos por ellos, quienes deben suplicar nuestra ayuda...
El sufrimiento que padecen no creo que ni se parezca al del infierno, ya que es un sufrimiento esperanzador, sabiendo que en algún momento se terminará para así gozar de la felicidad y el amor eterno...
Y ni hablar de la dicha que han de sentir esas almas cuando pasan al Cielo!!!!!
Dios los bendiga!!!!! los quiero.  _________________
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marina Veterano
Registrado: 13 Oct 2005 Mensajes: 3909
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Publicado:
Lun May 08, 2006 6:09 pm Asunto:
g
Tema: El Purgatorio... existe?? |
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podrian poner los textos de la biblia donde habla del tema?
y tengo una pregunta, mi abue siempre le reza a las animas del purgatorio, me dice que yo tambien me encomiende" para queme cuiden... eso es correcto?? |
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marina Veterano
Registrado: 13 Oct 2005 Mensajes: 3909
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Publicado:
Mar May 09, 2006 2:37 am Asunto:
Maru Courtney
Tema: El Purgatorio... existe?? |
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Maru Courtney gracias gracias gracias siempre tan amable! otra duda! si digo la oracion que posteaste. las animas me van a cuidar a mi??
la cosa es que mi abue cree que cuando este en peligro y anden por ai unos maleantes. si me encomiendo ellas, siempre me van a ver acompañada . es decir que un anima se aparece y asi no se animan a nada...
es decir que me cuidan si hay peligros |
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Mariano Valiente soldado de Nuestro Rey
Registrado: 02 Oct 2005 Mensajes: 4383 Ubicación: San Rafael Mendoza Argentina
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Publicado:
Mie May 10, 2006 3:14 am Asunto:
Tema: El Purgatorio... existe?? |
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Con respecto a este tema,
¿Dios nos envia al purgatorio, o es el alma misma la que decide antes pasar a purificarse?
Bendiciones!  _________________
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Carlos Juarez Constante
Registrado: 14 Nov 2005 Mensajes: 613
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Publicado:
Mie May 10, 2006 4:56 pm Asunto:
Tema: El Purgatorio... existe?? |
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He estado debatiendo con hermanos separados, y con algunos católicos sobre este tema.
En un tema abierto en la sección de apologética pude ver dos posiciones protestantes sobre la salvación y la existencia del purgatorio.
(1) Los que dicen que al aceptar a Cristo todos nuestros pecados (pasados, presentes y futuros) son perdonados automáticamente, y que no pecar es una recomendación del Señor, no es obligatorio, y que el arrepentimiento también es opcional, es decir que aunque no te arrepientas de todos tus pecados, y sin importar la gravedad de los mismos, de todas formas la sangre de Cristo que es el abogado de los pecadores, te limpia de todos (incluyendo la apostasía), y se entra al Cielo aunque estes orgulloso del pecado (es decir conociéndolo y no arrepintiendote de él).
Por lo tanto para ellos el purgatorio no tiene sentido.
(2) Los que dicen que sólamente los que tienen una vida de perfecta santidad, es decir sin un sólo pecado, o que mueren con todos y cada uno de sus pecados confesados y arrepentidos,irán al cielo, aunque sean Cristianos, y sin importar la gravedad del pecado todos los que mueran con un solo pecado del cual no se arrepintieron irán al infierno.
Por lo tanto para ellos el purgatorio tampoco tiene sentido.
Después de ver estas posiciones tan encontradas y sin sentido a la luz bíblica y del magisterio, me convenzo cada vez más de que el purgatorio es una muestra más del amor de Cristo, que nos salva por gracia, y nos da la fe que nos justifica, y nos hace dignos de entrar al reino del padre y verlo cara a cara, pidiendo de nosotros sólo un sicero arrepentimiento de cada uno de nuestros pecados.
Saludos |
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Jose Fernando Ortiz Constante
Registrado: 16 Ene 2006 Mensajes: 696 Ubicación: Bogotá, Colombia
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Publicado:
Mie May 10, 2006 6:38 pm Asunto:
Re: El Purgatorio... existe??
Tema: El Purgatorio... existe?? |
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Cita: |
HOLA, MARÚ....
Entonces, podrías decirme, al no tener el cuerpo material, cómo se sufre en el purgatorio?
Bueno es escucharte, gracias.... |
Precioso, no me he muerto para platicarte, pero ya me conoces que me gusta la logica y los ejemplos humanos.
A veces sufrimos por una enfermedad del cuerpo o algun dolor fisico......pero cuantas veces sufre nuestro espiritu? nuestra alma? que aunque estemos gozando de salud corporal, sentimos "el corazon apachurrado"?
Me imagino yo que en el purgatorio sera ese tipo de sufrimiento, nada mas imaginate...saberte muerto ya y NO poder gozar de la presencia de Dios, no te parece suficiente?[/quote]
PERFECTO.....la muerte del espìritu para Dios. No es así?
Gracias, mujer precisamente viva![/quote] |
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Fierrin Asiduo
Registrado: 08 May 2006 Mensajes: 214
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Publicado:
Mie May 10, 2006 11:11 pm Asunto:
Tema: El Purgatorio... existe?? |
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El Purgatorio está entre el Cielo y el Infierno, pero es parte del Infierno. Allí se expían las culpas o deudas que no fueron expiadas en el mundo. Cuando una persona muere, su alma se presenta ante el tribunal formidable de Dios, teniendo como abogados a Jesús y a María. Cuando se rezan por las almas del purgatorio se reducen sus condenas, ya que María intercede ante el Padre Eterno por ellas con nuestras oraciones. Por esa razón nuestra Madre insiste tanto en rezar, ya que Ella presenta nuestras oraciones ante el Padre para obtener Misericordia. Las almas del purgatorio liberadas a su vez interceden por quienes intercedieron por ellas.
Viva Cristo Rey |
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REBELDE Asiduo
Registrado: 07 Abr 2006 Mensajes: 345 Ubicación: peru
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Publicado:
Mie May 10, 2006 11:48 pm Asunto:
claro
Tema: El Purgatorio... existe?? |
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Claro que el purgatorio existe, la iglesia manda orar mucho por las animas q habitan alli, la virgen de fatima dijo lo mismo a sor lucia, que se ore mucho por ellos, porq noi hay nadie q le dedique un padre nuestro por eso esas almitas se condenaban, bye. _________________ HOLA, SOY JORGE Y VIVO EN LIMA PERU, ESTOY MUY AGRADECIDO CON DIOS POR SER TAN BUENO CONMIGO |
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IvAn_nAvI Asiduo
Registrado: 15 Oct 2005 Mensajes: 367 Ubicación: Toluca, México
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Publicado:
Jue May 11, 2006 3:57 am Asunto:
Tema: El Purgatorio... existe?? |
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hola,
Les recomiendo qe lean el Tratado del Purgatorio por Santa Catalina, aqui despejas todas las dudas sobre el tema, el por que de este, si las almas elijen, por que Dios lo hizo, en fin, muy muy buen texto.
Saludos.
Puedo poner el Link? _________________
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IvAn_nAvI Asiduo
Registrado: 15 Oct 2005 Mensajes: 367 Ubicación: Toluca, México
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Publicado:
Jue May 11, 2006 4:09 am Asunto:
Tema: El Purgatorio... existe?? |
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Mejor se los pego, en Word son 10 hojas (Arial, tamaño 12).
CAPÍTULO I
El estado de las almas que están en el Purgatorio; cómo están, exentas de todo amor propio.
Esta alma consagrada se encontró a sí misma, estando aún encarnada, colocada por el ardiente amor de Dios, en el Purgatorio, que la quemaba, limpiando en ella todo lo que necesitaba ser limpiado, hasta que al dejar esta vida pudiera ella presentarse a la vista de Dios, su amado Amor.
Por medio de este fuego amoroso, ella comprendió en su propia alma el estado de las almas de los fieles que van al Purgatorio al purgar su suciedad y manchas de pecado, que no pudieron expiar durante sus vidas.
Y desde esta Alma, colocada por el ardiente fuego divino en este amoroso Purgatorio, se unió a ese amor divino con todos, y comprendió el estado de las almas que están en el Purgatorio. Y ella dijo:
Las almas que están en el Purgatorio no pueden, comprendo, elegir sino estar ahí, esto es por orden divina para hacer justicia. Ellos no pueden cambiar sus pensamientos sobre sí mismos ni decir: "Por haber cometido tales pecados merezco estar aquí", ni "no los he cometido, y entonces tengo que estar en el Paraíso", ni "ese se irá más pronto que yo", ni "yo me iré antes que él". Ellos no tienen memoria ni sobre sí mismos ni sobre otros, ni lo bueno o lo malo, de ahí que ellos sufran un dolor mayor del que ordinariamente sufrirían. Tan felices están de encontrarse dentro de la voluntad divina, y de que Él pueda hacer todo lo que le place, como le place que sufran este dolor sin pensar en sí mismas, ven solamente la obra de la bondad divina, que conduce al hombre a su misericordia, para no tener que recaer. No pueden ver que están penando por causa de sus pecados, esa visión no puede mantenerse en sus mentes, debido a que estarían en una imperfección activa, en donde ningún pecado actual puede haber.
Solo una vez, al dejar el mundo, pueden ver la causa del Purgatorio, pero no la volverán a tener. Ellos ya no pueden tener voluntad ni deseos salvo la voluntad de la caridad. Estando en el fuego del Purgatorio ellos están dentro de la ordenanza divina, que es pura compasión y nadie puede apartarse de ello porque ha sido privado del poder del pecado, del mérito y del demérito.
CAPÍTULO II.
En qué consiste el disfrute de las almas del Purgatorio. Una comparación podría mostrar cómo ellas ven cada vez más a Dios. Es difícil verbalizar ese estado.
Creo que ninguna felicidad puede hallarse valiosa al ser comparada con ese estado de las almas del Purgatorio, exceptuando el de los santos en el Paraíso; y es una felicidad que crece día tras día al fluir Dios dentro de esas almas, más y más, a medida que se consumen los obstáculos puestos a Su entrada. Las manchas de pecado van siendo consumidas, y el fuego elimina la suciedad más y más hasta que las almas se abren al influjo de la Divinidad. Un objeto que estuviese cubierto, no podría recibir los rayos del sol, pero no por un defecto del sol, el cual brilla siempre, sino por causa de que la cobertura pone un obstáculo; se quita éste y, entonces, se abre al sol; cada vez más el obstáculo es consumido, y entonces, más y más recibe los rayos del sol.
Esta es la forma en que las manchas del pecado cubren a las almas, y en el Purgatorio esas manchas son quemadas. Cuanto más sean consumidas, mayor es el acercamiento de las almas a Dios, su verdadero sol. La suciedad del pecado decrece y el alma se abre al rayo divino, crece así la felicidad, hasta que se cumple el plazo necesario para ello.
El dolor no disminuye hasta entonces. Y en cuanto a la voluntad, nunca pueden decir las almas que el dolor es dolor, pues están contenidas en la ordenanza divina, con la cual, en pura caridad, su voluntad está unida.
Pero, por otro lado, ellas soportan un dolor tan extremo, que ninguna lengua lo podría describir, ni mente comprender si Dios por medio de su gracia especial no nos lo mostrara. Eso tampoco puede verbalizarse. La visión que tuve, la revelación que Dios me hizo nunca abandonó mi mente, y yo contaré lo que pueda sobre ello. Comprenderán aquellos cuya mente Dios se ha dignado abrir.
CAPÍTULO III.
La separación de Dios es el principal castigo del Purgatorio. Pero éste es diferente del Infierno.
Todas las penas del Purgatorio se relacionan con el pecado original y el actual. Dios creó al alma pura, simple y limpia de toda mancha de pecado, con un cierto instinto beatífico hacia Él desde el pecado original, que el alma encuentra en sí misma, quita de sí, y cuando agrega otros pecados a ese original se aleja más y más de Dios.
No puede haber ningún bien salvo por la participación de Dios, que va al encuentro de las necesidades de sus criaturas irracionales como quiere y ha ordenado, no fallándoles nunca, y responde al alma racional en la medida en que la encuentra limpia y sin el obstáculo de pecados. Por consiguiente, cuando un alma se acerca al estado puro y claro en que fue creada, su instinto beatífico se descubre a sí mismo y crece sin cesar, tan impetuosamente hasta el final que cualquier obstáculo le parece a esta alma algo del pasado. Y cuanto más ve, más extremo es su dolor.
Debido a que las almas en el Purgatorio no sienten culpa de pecado, no hay obstáculo entre ellas y Dios, excepto su dolor, que las lleva hacia atrás y así no pueden alcanzar la perfección. Ven claramente la gravedad de cada obstáculo en su camino, y ven también que su instinto es obstaculizado por una necesidad de justicia: de ahí nace un rugiente fuego, como el del infierno, pero carente de culpabilidad. La culpa es lo que las hace condenadas en el infierno, en donde Dios no concede Su Bondad, y por eso permanecen allí, en desesperada mala voluntad, opuesta a la voluntad de Dios.
CAPÍTULO IV.
Acerca del estado de las almas en el Infierno y su diferencia con las que se hallan en el Purgatorio. Reflexiones de la santa sobre aquellos que descuidan su salvación.
Es manifiesto que hay perversidad en la voluntad contraria a la voluntad de Dios, donde la culpa es conocida y la mala voluntad persiste; y es que la culpa de aquellos que han pasado de esta vida al Infierno, no es remitida. No puede serlo, dado que ya no hay cambio de voluntad; en el pasaje al otro mundo el bien o el mal se estabilizó en concordancia con su deliberada voluntad. Como se ha escrito: "Ubi te invenero", es en la hora de la muerte que prevalece la voluntad de pecar, o el arrepentimiento, "Ibi te judicabo". Según se incline la balanza hacia un lado u otro, después no hay remisión, según se me ha mostrado.
Después de la muerte el libre albedrío ya no puede retornar, pues la voluntad ha quedado fijada en el momento de la muerte. Y, dado que las almas en el Infierno han tenido en el momento de la muerte la voluntad hacia el pecado, deben soportar la culpa a través de la eternidad, sin mérito por sus penas, solo soportarlas, sin final.
En cambio, las almas del Purgatorio solo soportan el dolor, no ya la culpa, por haberse arrepentido de los pecados en el momento de la muerte, y de sus ofensas a la bondad divina.
Por lo tanto, su dolor es finito, y su tiempo se va acortando, como ha sido dicho.
¡Oh, miseria más allá de toda miseria, tan grande que la ceguera humana no puede verla!
El dolor del condenado no es infinito en cantidad debido a que la bondad de Dios arroja su rayo de misericordia aún en el Infierno. Porque el hombre que muere en pecado merecería pena infinita por un tiempo infinito, mas la misericordia de Dios le ha puesto infinitud solo al tiempo. En justicia, Dios podría haber dado al hombre más pena.
¡Oh! Cuán peligroso es el pecado cometido con malicia. Sin arrepentimiento, el hombre soportará la culpa mientras persevere y desee pecar nuevamente.
CAPÍTULO V.
De la paz y disfrute que hay en el Purgatorio.
Las almas en el Purgatorio tienen la voluntad, los deseos, en concordancia con la Voluntad de Dios, Quien arroja sobre ellos Su bondad, y ellos, hasta donde pueden, son felices y se limpian de todos sus pecados. En cuanto a la culpa, estas almas llegan a estar limpias como lo estaban cuando Dios las creó. Dios perdona sus culpas inmediatamente al dejar este mundo si ha habido confesión de los pecados y arrepentimiento o voluntad de no cometerlos más. Solo las manchas que han dejado los pecados es lo que deberá limpiarse mediante el fuego. Y una vez limpias de toda culpa y unidas ala voluntad de Dios, ellas ven con claridad el grado en el cual Él se les revela y ven cuán importante es disfrutarlo a Él, y que estas almas han sido creadas para este fin.
Además, son llevadas a unirse con Dios y movidas hacia Él en tal sabiduría, con Su natural instinto hacia las almas funcionando en ellas, que ni argumentos ni figuras ni ejemplos podrían hacerlo claro cuando la mente conoce esto por medio de su sentimiento interno y lo comprende.
Deseo, no obstante, hacer una comparación que viene a mi mente.
CAPÍTULO VI.
Una comparación para mostrar con qué empuje y qué amor las almas en el Purgatorio desean disfrutar a Dios.
Si en todo el mundo no hubiera más que un pedazo de pan para saciar el hambre de todas las criaturas, y si ellas se vieran satisfechas sólo por verlo; entonces el hombre, si fuera saludable con instinto para comer, si ni comiera ni enfermara ni muriera, su hambre crecería incesantemente porque su instinto de comer no disminuiría.
Sabiendo que sólo había ese pedazo de pan para satisfacerlo, y que aún estará hambriento, él caerá en un insoportable dolor. Tanto más si se acercara al pan y no pudiera verlo, su anhelo se reforzaría, su instinto se fijaría en ese deseo completamente. Si él estuviera seguro de no volver a verlo, estaría en el Infierno. Así pasa con las almas de los condenados que no tienen esperanza de ver su pan, que es Dios, el verdadero Salvador, que les ha sido quitado. Pero las almas en el Purgatorio tienen la esperanza de ver ese pan y se sienten satisfechas con ello. Por eso, sufren hambre, y soportan la pena que hará posible satisfacerlas con el pan que es Jesucristo, verdadero Dios, Salvador y nuestro Amor.
CAPÍTULO VII.
Sobre la admirable Sabiduría de Dios al hacer el Purgatorio y el Infierno.
Como el espíritu purificado y limpio solo puede encontrar descanso en Dios, pues con ese fin ha sido creado, no hay otro lugar para un alma en pecado que el Infierno, y así fue ordenado por Dios. Cuando el alma deja el cuerpo en pecado mortal, en el instante en que cuerpo y espíritu se separan, el alma busca el lugar que le corresponde, sin ninguna guía excepto sus propios pecados. Y si en este momento el alma no estuviera atada por ninguna ordenanza procedencia de la justicia de Dios, iría aún a un infierno mayor que aquel donde Dios le ha dado menor pena de la que realmente merece. El alma, que no encuentra lugar donde ir, manteniendo el mal en ella, termina encontrando por ordenanza divina en el Infierno su propio lugar.
Pero retornando a nuestra cuestión, el Purgatorio, allí va el alma al separarse del cuerpo, cuando ya no está limpia como ha sido creada. Viendo por sí misma este impedimento, sólo por medio del Purgatorio puede limpiarse, y ella se ubica allí voluntariamente. No hay una orden que así haga que suceda, y lo haría, aunque en ese momento hubiera para ella un Infierno peor que el Purgatorio, porque ve que a causa de tal impedimento, no puede acercarse a Dios, que es su objetivo. Y tanto le importa ello, que en comparación el Purgatorio no cuenta en absoluto, aunque sea como el Infierno, comparado con conseguir a Dios, ello aparece como casi nada.
CAPÍTULO VIII.
Sobre la necesidad del Purgatorio, y cuán terrible es.
Cuando veo a Dios, no veo ninguna puerta que impida entrar al Paraíso y, como él es todo misericordioso, desea que entremos allí. Él está ante nosotros con los brazos abiertos para recibirnos en Su Gloria. Pero, bien veo, la esencia divina es de tal pureza, mucho mayor de lo que pudiera imaginarse, que un alma con la más mínima imperfección, mejor sería que ella misma se arrojara a mil infiernos, antes que verse manchada en presencia de la Majestad Divina. Así pues, el alma, comprendiendo que el Purgatorio ha sido hecho con el fin de eliminar tales manchas, ella misma va allí y encuentra que ha sido tratada con misericordia al permitírsele eliminar el impedimento constituido por las manchas del pecado.
No hay lenguaje que pueda explicar, ni mente que pueda comprender la seriedad de esta cuestión acerca del Purgatorio.
Mas yo, aunque veo que hay un Purgatorio tan penoso como el Infierno, veo también que el alma con la menor mancha de pecado acepta el Purgatorio, como he dicho, como una merced y aún le parece poco comparado con el impedimento que implica.
Me parece que el dolor de las almas en el Purgatorio por haber disgustado a Dios, esto es, lo que ellas voluntariamente hicieron contra Su gran bondad, es mayor que cualquier pena que puedan sentir en el Purgatorio, y por ello que ven, por su gracia, la verdad y la gravedad de los obstáculos que les impide acercarse más a Dios.
CAPÍTULO IX.
De cómo Dios y las almas en el Purgatorio se miran mutuamente. La santa entiende que su descripción no expresa cabalmente este asunto.
Todas las cosas que tengo en mente, hasta donde en esta vida me ha sido posible comprenderlas, cuando las comparo con lo que he dicho, se extreman en grandeza. Aparte de ellas, todas las visiones, sonidos, justicia y verdades de este mundo me parecen mentiras o parecen nada. Me he sentido confundida por no poder encontrar palabras que expresen suficientemente todas estas cosas.
Percibo que debe haber conformidad entre Dios y las almas cuando Él las ve en la pureza con que su Divina Majestad las ha creado. El les da un ardiente amor que las acerca a Él mismo, el cual es lo suficientemente fuerte como para destruirlas, aunque inmortales, y las transforma hasta que Él las ve como si no fueran nada más que Él mismo. Incesantemente las va acercando con el fuego, nunca se aparta hasta que llegan al estado óptimo de total pureza con la cual las creó.
Cuando con su visión interna las almas se ven así, llevadas por Dios con ese fuego amoroso, fundidas en ese centelleante amor por Dios, su más querido Señor, se sienten inundadas por ese amor; y ven que esa luz divina no cesa de llevarlos amorosamente hacia Él, con gran cuidado y previsión a ser plena perfección de Su puro Amor.
Pero el alma, obstruida por el pecado, no puede ir más que hasta donde Dios la lleva hacia Sí Mismo. Nuevamente, el alma se da cuenta de que no puede trasponer, o avanzar hacia esa luz unitiva todo lo que quisiera, y clama por ser destrabada.
Yo digo que es la visión de estas cosas lo que logra en las almas el dolor que sienten en el Purgatorio, y es imposible describirlo, es el más grande, y ya no pueden volver a verse a sí mismas yendo contra la voluntad de Dios, cuyo amor por ellas ven tan claramente dentro de este fuego.
Intensa e incesantemente este amor lleva a las almas a esta unidad como si ninguna otra cosa pudiera hacerse. Si pudiera el alma que comprendió, encontrar un peor Purgatorio donde librarse más pronto de los obstáculos de su camino, rápidamente se arrojaría allí, guiada por el amor entre ella y Dios.
CAPÍTULO X.
De cómo Dios utiliza el Purgatorio para hacer al alma íntegramente pura. El alma adquiere ahí una pureza tan grande que estaría bien para ella permanecer allí aún después de purgada de pecado, y ya no tuviera que sufrir.
Veo, además, ciertos rayos de luz emanando del amor divino hacia las almas y penetrándolas tan fuertemente que parecería destruir no solo el cuerpo sino el alma; esos rayos pueden cumplir dos funciones. La primera, purificación; la segunda, destrucción.
Miren el oro, cuanto más se lo funde, mejor se vuelve. Ustedes podrían fundirlo hasta que desaparezca toda imperfección. Así actúa el fuego sobre las cosas materiales. El alma no puede ser destruida en tanto está en Dios, pero en sí misma, como tal, sí puede ser destruida; cuanto más purificada, más se destruye en sí misma hasta que al final es pura en Dios.
Cuando el oro ha sido purificado hasta 24 quilates, ya no puede ser consumido por el fuego, porque no es el oro sino las impurezas lo que el fuego consume. Así funciona el fuego divino con las almas. Dios mantiene a las almas en el fuego hasta llegar a la perfección, igual que el ejemplo de los 24 quilates; cada alma según el grado de imperfección que trae. Y, cuando el alma ya está por completo con Dios y nada de egoísmo queda en ella, pues Él la ha limpiado para llevarla hacia Sí Mismo, ya el alma no sufre, no hay más pena. El fuego de amor divino es como la vida eterna, y en ningún caso, contrario a ella.
CAPÍTULO XI.
Sobre el deseo de las almas en el Purgatorio de ser completamente lavadas de sus pecados. La sabiduría de Dios en ocultar, de pronto, sus faltas a estas almas.
El alma fue creada en total capacidad de alcanzar la perfección, siempre y cuando viva como Dios ha ordenado hacerlo, sin cometer pecados. Mas, habiendo ya fallado en el pecado original, pierde sus dones, sus gracias, y muere no pudiendo resurgir salvo por intermedio de Dios mismo.
Cuando Dios, por medio del bautismo, la rescata dela muerte y del mal, se conduce al pecado actual solamente, a menos que se resista, y entonces cae en la muerte otra vez. Entonces Dios, por otra gracia especial, la levanta nuevamente, aún cuando permanezca tan hostil y auto-centrada que todas las tareas divinas a las que me he referido se necesitan para llevarla al estado prístino en que Dios la creó; sin ellos, difícilmente retorne a ese estado.
Cuando el alma se encuentra a sí misma en el camino a ese estado primario, se necesita para la transformación un fuego como el Purgatorio. En realidad, es ese instinto o tendencia irrefrenable hacia Dios, lo que hace al Purgatorio.
Un último acto de amor hace Dios por el hombre sin su ayuda. Hay tantas imperfecciones escondidas en el alma que, si pudiéramos verlas, viviríamos en la desesperación. Pero en el estado al que me he referido, todas esas imperfecciones son eliminadas, y sólo entonces Dios se muestra, y les enseña el funcionamiento de esto para que vean cómo el fuego del amor, por bondad divina, está quemando, eliminando todas las imperfecciones.
CAPÍTULO XII.
De cómo el sufrimiento en el Purgatorio va acoplado a la alegría.
Sé que lo que el hombre considera perfección en él, a la vida de Dios no lo es, porque todas las cosas que un hombre hace, lo que ve, lo que siente, o desea, o recuerda, no puede tener un perfecto parecido porque el hombre hace sus cosas para él, cuando deberían ser hechas para Dios y con Él, y no principalmente por el hombre.
Nos referimos al trabajo divino que funciona en nosotros, como un amor limpiador, que solo a Dios pertenece y no es mérito nuestro, y tan penetrante en el alma que el fuego parece envolver al cuerpo en una hoguera...
Es cierto que el amor por Dios llena el alma hasta rebasar y le da, así lo veo, una felicidad indescriptible, felicidad que va junto con el dolor en el Purgatorio. Es el amor en estas almas que se encuentran obstruidas lo que causa en ellas el dolor, y así, cuando mayor es el alma que tienen, más grande es su dolor.
Para que las almas en el Purgatorio disfruten la mayor felicidad en el Purgatorio debe haber también un gran dolor, uno no va sin el otro.
CAPÍTULO XIII.
Las almas en el purgatorio ya no están en condiciones de hacer méritos. Cómo ven estas almas la caridad hacia ellas en el mundo.
Si las almas en el Purgatorio pudieran purgarse a sí mismas por medio de la contrición, pagarían toda su deuda en un instante de tal vehemencia que quemarían todo lo que las separa de Dios. Pero nada les será ahorrado ni abreviado, en lo que hace a ellas mismas, pues eso ha sido determinado por la justicia de Dios. Tanto en lo que hace a ellas mismas cuanto a lo que Dios hace, ellas no pueden elegir, sólo prevalece la voluntad de Dios; porque así se ha decidido para ellas.
Y si alguna caridad es hecha por aquellos que están en el mundo, para disminuir su tiempo de dolor, las almas no pueden cambiar las cosas, pues está la balanza de la justicia divina; dejan todo en manos de Dios y su infinita Bondad. Si pudieran volverse para contemplar las caridades como si estuvieran dentro de la voluntad divina, habría egoísmo en ello, y perderían de vista la voluntad de Dios, lo cual les acreditaría el Infierno. Por lo tanto, ellas aguardan imperturbablemente lo que Dios quiera darles, sea placer, felicidad o dolor, y nunca ya vuelven la mirada hacia atrás.
CAPÍTULO XIV.
Sobre la sumisión de las almas del Purgatorio a la voluntad de Dios.
Tal es la intimidad con Dios en el Purgatorio, y tan cambiadas están las almas, tornadas hacia Su Voluntad, que en todas las cosas hay sumisión a la orden divina. Aún cuando un alma fuera traída ante Dios cuando todavía algo aunque sea nimio le falta purgar, se le haría un gran daño; venir manchada a la presencia de Dios sería un sufrimiento mayor que diez Purgatorios. Ver a Dios cuando el tiempo aún no ha llegado, aunque sea por un período tan corto como un pestañeo, sería intolerable para esa alma. Se echaría ella misma a miles de infiernos, para quitar esa pequeña suciedad que no ha sido eliminada, antes que permanecer así en la presencia divina.
CAPÍTULO XV.
Reproches que las almas del Purgatorio hacen a la gente del mundo.
Y entonces la bendita alma, viendo las cosas mencionadas por la luz divina, dijo: "Querría lanzar un lamento tan fuerte que diera miedo a todos los hombres en la tierra. Yo les diría: 'Desgraciados, ¿por qué ustedes se permiten deslumbrarse así por el mundo, ustedes cuyas necesidades son tan grandes y dolorosas, como sabrán en el momento de su muerte, y que no hacen ninguna previsión en absoluto para ésta?'
"Ustedes tienen todo el resguardo tomado bajo la esperanza en la misericordia de Dios que es, como ustedes dicen, muy grande, pero ustedes no ven que esta gran bondad de Dios los juzgará por haber ido contra la voluntad de tan buen Señor. Su bondad debe llevarlos a hacer toda Su Voluntad, no darles esperanzas en hacer mal las cosas, porque Su justicia no puede fallar y de una manera u otra deben satisfacerse las necesidades.
"Dejen de abrazarse, diciendo: 'Yo confesaré mis pecados y entonces recibiré la indulgencia plenaria, y en ese momento me purgaré de todos mis pecados y así me salvaré'. Piensen en la confesión y la contrición necesarias para esa indulgencia plenaria, que vienen aparejadas. Si ustedes supieran, temblaría de gran miedo, más seguros de que nunca la ganaron que de que alguna vez lo hicieron".
CAPÍTULO XVI.
Las almas mostraron nuevamente cómo los sufrimientos de las almas en el Purgatorio no son obstáculo en absoluto para su paz y alegría.
Veo a las almas que sufren los dolores del Purgatorio tener ante sus ojos dos trabajos de Dios:
Primero, ellas se ven sufriendo dolor de buena gana, y cuando consideran sus propios desiertos y reconocen cómo han afligido a Dios, les parece que Él les ha tenido una gran misericordia, porque si Su bondad no hubiera templado la justicia con la misericordia, satisfaciendo la misma con la preciosa sangre de Jesucristo, un pecado merecería mil infiernos perpetuos. Y por consiguiente las almas sufren el dolor de buena gana, y no lo dejarían por nada, sabiendo que ellas lo merecen totalmente y que esto ha sido bien ordenado, y no se quejan de Dios, sino aceptan su voluntad.
El segundo trabajo que ven es la felicidad que sienten cuando contemplan la ordenanza de Dios y el amor y misericordia con que Él trabaja en el alma.
En un instante Dios imprime estas dos visiones en sus mentes, y porque ellas están en la gracia son conscientes de estas visiones y las entienden como son, en la medida de su capacidad. Así una gran felicidad se les concede qué nunca les falta; más bien crece cuando tienen a Dios más cerca. Estas almas no ven estas imágenes en sí mismas sino en Dios, en Quien están mucho más interesadas que en los dolores que sufren, y de Quien tienen mucho tan gran beneficio que pierde toda comparación con sus dolores. Cada destello que pueden tenerse de Dios cualquier dolor o alegría que un hombre puede sentir es excedido. Sin embargo, aunque excede el dolor y la alegría de estas almas, no los disminuye en absoluto.
CAPÍTULO XVII.
Ella concluye aplicando todo lo que ha dicho de las almas en el Purgatorio a lo que ella siente, y ha probado en su propia alma.
Esta forma de purgación que yo veo en las almas en el Purgatorio, las siento en mi propia mente. En los últimos dos años he sentido la mayoría; todos los días las veo y siento más claramente. Veo mi alma dentro de este cuerpo como en un purgatorio, formada como es el verdadero Purgatorio, pero tan medido que el cuerpo puede soportarlo y no puede morirse.
Veo a mi espíritu extrañado de todas las cosas, incluso de las cosas espirituales, que pueden alimentarlo como la alegría, deleite y consuelo, y sin poder para disfrutar algo, espiritual o temporal, por voluntad o mente o memoria, que me permita decir que una cosa me contenta más que otra.
Interiormente me encuentro como si estuviera sitiada. Todas las cosas por las cuales la vida espiritual o corporal es refrescada han sido, poco a poco, tomadas de mi interior, que sabe que se han ido. Pero tan odiosas y detestables son estas cosas, como son conocidas por el espíritu, que se han ido para nunca más volver. Esto es debido al instinto del espíritu a librarse de cualquier cosa que impida su perfección; así de duro es él para cumplir su propósito de guiarse a cualquier lugar menos ser lanzado al Infierno. Por consiguiente alguna vez priva al hombre interno de todo aquello en lo que puede alimentarse, sitiándolo tan hábilmente que no permite el menor átomo de paso de imperfección inadvertido.
En cuanto a mi exterior, éste también, desde que el espíritu no responde a él, está tan sitiado que no encuentra nada que lo refresque en la tierra si sigue su instinto humano. Ningún consuelo le queda excepto Dios que hace todo esto por amor y muy misericordiosamente en la satisfacción de Su justicia. Percibir esto da a mi naturaleza exterior gran paz y felicidad, pero felicidad que nada disminuye mi dolor ni debilita el sitio. Ya ningún dolor podría infligirse en mi vida tan grande que yo deseara escapar de la ordenanza divina. No dejo mi prisión ni la busco: ¡permito a Dios hacer lo necesario! Mi felicidad es que Dios se satisfaga, ni yo podría sufrir un peor dolor que el de huir fuera de la ordenanza de Dios, así de justo lo veo y así de misericordioso.
Todas estas cosas de las que he hablado son lo que yo veo, pero no puedo encontrar las palabras para decir tanto cuanto podría del tema. Ni yo puedo decir exactamente lo que he contado del trabajo hecho en mí debidamente, qué he sentido espiritualmente. Sin embargo lo he contado.
La prisión en que parezco estar es este mundo, mis cadenas el cuerpo, y es mi alma iluminada por la gracia que sabe la gravedad de sujetarse o mantenerse lejos impedida de seguir su fin. Esto da gran dolor a mi alma pero por su bien. Por la gracia de Dios recibe una cierta dignidad que la hace ir hacia Dios; no, más bien Él le permite compartir Su bondad para que se vuelva uno con Él. Y como que es imposible que Dios sufra dolor, esta inmunidad ocurre a las almas que se acercan a Él también; cuanto más se acercan a Él, más comparten de lo que es Suyo.
Por consiguiente estar en este camino, como es, causa el alma un dolor insufrible. El dolor y las trabas la arrebatan de su primer estado natural que por la gracia se revela a ella, y encontrándose privada de lo que puede recibir, sufre un dolor más grande según la medida de su estima por Dios. Cuanto más el alma conoce Dios, más lo estima y más pura se vuelve, y así los estorbos hacia Él le parecen más terribles que nunca, sobre todo porque el alma que está desembarazada y totalmente recogida en Dios lo conoce como Él es de verdad.
Como el hombre que permitiría que le maten antes de ofender a Dios siente la muerte y su dolor, pero se da por la luz de Dios un celo que le hace valorar el honor divino antes que la muerte corporal, para el alma que sabe la ordenanza de Dios la valora sobre todos los posibles tormentos internos y exteriores, aunque puedan ser terribles, porque esto es un trabajo de Dios que supera todo lo que pueda ser sentido o imaginado. Es más, cuando Dios ocupa un alma, aunque sea en un grado pequeño, la mantiene totalmente ocupada en Su Majestad para que nada más cuente para ella. Así pierde todo lo que le es propio, y no puede por sí misma ver ni hablar sin conocer pérdida o dolor. Pero, como ya he dicho claramente, sabe todo en un instante cuando deja esta vida.
Finalmente y como conclusión, debemos entender que Dios es mejor y más grande causa que todo lo que el hombre ha de perder, y que el Purgatorio lo que hace es limpiarnos.
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Qiuvo?  _________________
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Bernardito Nuevo
Registrado: 18 May 2006 Mensajes: 4
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Publicado:
Dom May 21, 2006 1:12 am Asunto:
Tema: El Purgatorio... existe?? |
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Bendiciones para todos los presentes. Me interesó el tema y entré a leer sin la intención de participar, pero al leer lo siguiente me espanté
Stephanos escribió: | Cita: | Bueno, lo que pasa es que siempre he tenido esa duda en mi cabeza.. y considero de que no existe... |
Negar la existencia del Purgatorio es herejía, luego de la explicación dada, te recomiendo que con tu confesor, confieses ese pecado
Cita: | eso no aparece en la biblia.. |
1. Si aparece en la Sagrada Escritura
2. Aunque no apareciera, es irrelevante, los católicos no nos regimos con Solo Escritura, y el que los primeros cristianos orasen por los muertos, como demuestran los documentos históricos es suficiente prueba
3. Te recomiendo comprar el libro de "El Nacimiento del Purgatorio" de Jacque Le Goff |
Stephanos, no me metas miedo porque yo tambien he tenido dudas y pienso que no existe, si esto es herejía ya me cargó la muerte derechito al infierno. Oye, ¿es verdad que si confieso mi pecado con mi párroco ya no tendré problemas? Necesito saber esto. Me entró mucho miedo. _________________ Paciencia, es una difícil virtud. |
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vonkleist Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 1024 Ubicación: México
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Publicado:
Dom May 21, 2006 1:24 am Asunto:
Tema: El Purgatorio... existe?? |
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Bernardito escribió: | Bendiciones para todos los presentes. Me interesó el tema y entré a leer sin la intención de participar, pero al leer lo siguiente me espanté
Stephanos escribió: | Cita: | Bueno, lo que pasa es que siempre he tenido esa duda en mi cabeza.. y considero de que no existe... |
Negar la existencia del Purgatorio es herejía, luego de la explicación dada, te recomiendo que con tu confesor, confieses ese pecado
Cita: | eso no aparece en la biblia.. |
1. Si aparece en la Sagrada Escritura
2. Aunque no apareciera, es irrelevante, los católicos no nos regimos con Solo Escritura, y el que los primeros cristianos orasen por los muertos, como demuestran los documentos históricos es suficiente prueba
3. Te recomiendo comprar el libro de "El Nacimiento del Purgatorio" de Jacque Le Goff |
Stephanos, no me metas miedo porque yo tambien he tenido dudas y pienso que no existe, si esto es herejía ya me cargó la muerte derechito al infierno. Oye, ¿es verdad que si confieso mi pecado con mi párroco ya no tendré problemas? Necesito saber esto. Me entró mucho miedo. |
Hola Bernardito.
Te dejo lo siguiente:
http://www.corazones.org/diccionario/herejia.htm
Saludos. _________________ vonkleist
Filipenses 2, 6-11 |
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FLECHAS AZULES Asiduo
Registrado: 12 Nov 2005 Mensajes: 132
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Publicado:
Dom May 21, 2006 8:39 pm Asunto:
Tema: El Purgatorio... existe?? |
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El purgatorio
Estado transitorio de purificación necesaria para aquellos que, habiendo muerto en gracia de Dios y teniendo segura su salvación, necesitan mayor purificación para llegar a la santidad necesaria para entrar en el cielo. Esta purificación es totalmente distinta al castigo del infierno. El purgatorio es doctrina de fe formulada en los Concilios de Florencia (cf. DS 1304) y de Trento (cf. DS 1820; 1580).
Dios creó los seres humanos para que disfruten de su Creador viéndole en la Gloria. Sin embargo todos hemos pecado y en esa condición no se puede entrar en el cielo, pues nada manchado puede entrar en el Cielo; por lo cual, todos necesitamos la redención de Jesucristo para poder ir al cielo. Jesús nos purifica con el poder de su Sangre para poder ser admitidos al cielo. La salvacion es posible solo por medio de Jesucristo. Si morimos en gracia de Dios es porque hemos recibido esa gracia por los meritos de Jesucristo que murio por nosotros en la cruz. La purificacion del purgatorio tambien es gracias a Jesuscristo.
El purgatorio es necesario porque pocas personas se abren tan perfectamente a la gracia de Dios aquí en la tierra como para morir limpios y poder ir directamente al cielo. Por eso muchos van al purgatorio donde los mismos méritos de Jesús completan la purificación.
Dios ha querido que nos ayudemos unos a otros en el camino al cielo. Las almas en el purgatorio pueden ser asistidas con nuestras oraciones.
Fundamento Bíblico
La doctrina de la Iglesia sobre el Purgatorio encuentra fundamento en la Biblia, cuando esta se sabe interpretar correctamente:
El texto del 2 Macabeos 12, 43-46 da por supuesto que existe una purificación después de la muerte.
(Judas Macabeo) efectuó entre sus soldados una colecta... a fin de que allí se ofreciera un sacrificio por el pecado... Pues... creían firmemente en una valiosa recompensa para los que mueren en gracia de Dios... Ofreció este sacrificio por los muertos; para que fuesen perdonados de su pecado.
Asimismo las palabras de nuestro Señor:
El que insulte al Hijo del Hombre podrá ser perdonado; en cambio, el que insulte al Espíritu Santo no será perdonado, ni en este mundo, ni en el otro. Mt 12,32.
Cuando vayas con tu adversario al magistrado, procura en el camino arreglarte con él, no sea que te arrastre ante el juez, y el juez te entregue al alguacil y el alguacil te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no hayas pagado el último céntimo. Lucas 12,58-59
En estos pasajes Jesús hace referencia a un castigo temporal que no puede ser el infierno ni tampoco el cielo.
Se llega a semejante conclusión en la carta de San Pablo, 1 Corintios 3, 12-13:
Pues la base nadie la puede cambiar; ya está puesta y es Cristo Jesús. Pero, con estos cimientos, si uno construye con oro, otro con plata o piedras preciosas, o con madera, caña o paja, la obra de cada uno vendrá a descubrirse. El día del Juicio la dará a conocer porque en el fuego todo se descubrirá. El fuego probará la obra de cada cual: si su obra resiste el fuego, será premiado; pero, si es obra que se convierte en cenizas, él mismo tendrá que pagar. El se salvará, pero como quien pasa por el fuego".
De manera que hay un fuego después de la muerte que, diferente al del infierno, es temporal. El alma que por allí pasa se salvará. A ese estado de purgación le llamamos el "purgatorio".
1 Cor 15,29: "De otro modo, ¿qué harán los que se bautizan por los muertos, si en ninguna manera los muertos resucitan? ¿Por qué pues se bautizan por los muertos?"
La palabra "bautismo" es utilizada aquí como una metáfora para expresar sufrimiento o penitencia (Mc 10,38-39; Lc 3,16; 12,50). Pablo escribe sobre una práctica entre los cristianos de "bautizarse" por los difuntos. El no la condena, si no que la exalta como válida porque demuestra fe en la resurreción.
Compare 1 Cor 15,29 con 2 Macabeos 12,44 y verá la similitud.
Muchas almas a la hora de la muerte tienen manchas de pecado, es decir merecen castigo temporal por pecados mortales o veniales, ya perdonados en cuanto a la culpa. La Iglesia entiende por purgatorio el estado o condición en que los fieles difuntos están sometidos a purificación.
Las almas de los justos son aquellas que en el momento de separarse del cuerpo, por la muerte, se hallan en estado de gracia santificante y por eso pueden entrar en la Gloria. El juicio particular les fue favorable pero necesitan quedar plenamente limpias para poder ver a Dios "cara a cara".
El tiempo que un alma dure en el purgatorio será hasta que esté libre de toda culpa y castigo. Inmediatamente terminada esta purificación el alma va al cielo. El purgatorio no continuará después del juicio final.
Las penas del purgatorio
Aunque no sea doctrina-definida, se mantiene como doctrina común que el sufrimiento mayor del purgatorio consiste en la "pena de ausencia", porque las almas están temporalmente privadas de la visión beatífica. Sin embargo, no hay comparación entre este sufrimiento y las penas del infierno. El purgatorio es temporal y por eso lleva consigo la esperanza de ver a Dios algún día cara a cara. Las almas lo llevan con paciencia, pues comprenden que la purificación es necesaria. Lo aceptan generosamente por amor de Dios y con perfecta sumisión a su voluntad.
Las penas del purgatorio son proporcionales al grado de pecado de cada persona. Es probable que las penas del purgatorio van disminuyendo gradualmente y aumente en ellas la alegría de la cercana entrada en el cielo. Estas almas tienen total certeza de la salvación y poseen fe, esperanza y caridad. Saben que ellas mismas están en amistad con Dios, confirmadas en gracia.
La Comunión de los Santos>>>
Los miembros del Cuerpo Místico pueden ayudarse unos a otros, mientras estén en la tierra y después de la muerte. Toda persona en estado de gracia puede orar con provecho por las benditas almas; probablemente es necesario, al menos, hallarse en estado de gracia santificante para ganar las indulgencias por los difuntos.
Nuestra oración por las almas de los difuntos solo puede ayudar a los que están en el purgatorio ya que la condición del infierno es irreversible y los que están en el cielo no necesitan oración, pero, como no tenemos la certeza si un alma está en el purgatorio o no (excepto en el caso de los que han sido llevado a los altares), es recomendable orar por todos los difuntos. Nuestras oraciones por las almas del purgatorio pueden reducir sus penas en intensidad y duración. Cuando estas almas lleguen al cielo (antes no pueden) sin duda rezarán por sus benefactores.
En las oraciones litúrgicas de la Iglesia, se invoca con frecuencia a los ángeles y a los santos en favor de la Iglesia sufriente, es decir, por las almas del purgatorio.
El Concilio Vaticano II
El Concilio Vaticano Segundo hizo profesión de fe en la Iglesia Sufriente diciendo: "Este Sagrado Concilio recibe con gran piedad la venerable fe de nuestros hermanos que se hallan en la gloria celeste o que aun están purificándose después de la muerte".
-Padre Jordi Rivero
siervas@corazones.org
PURGATORIO EN EL CATECISMO DE LA IGLESIA CATÓLICA
LA PURIFICACION FINAL O PURGATORIO >>
1030 Los que mueren en la gracia y en la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de su muerte una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo.
1031 La Iglesia llama Purgatorio a esta purificación final de los elegidos que es completamente distinta del castigo de los condenados. La Iglesia ha formulado la doctrina de la fe relativa al Purgatorio sobre todo en los Concilios de Florencia (cf. DS 1304) y de Trento (cf. DS 1820; 1580). La tradición de la Iglesia, haciendo referencia a ciertos textos de la Escritura, (por ejemplo, 1 Co 3,15; 1P1,7) habla de un fuego purificador:
Respecto a ciertas faltas ligeras, es necesario creer que, antes del juicio, existe un fuego purificador, según lo que afirma Aquel que es la Verdad, al decir que si alguno ha pronunciado una blasfemia contra el Espíritu Santo, esto no le será perdonado ni en este siglo, ni en el futuro (Mt 12,31). En esta frase podemos entender que algunas faltas pueden ser perdonadas en este siglo, pero otras en el siglo futuro.
1032 Esta enseñanza se apoya también en la práctica de la oración por los difuntos, de la que ya habla la Escritura: "Por eso mandó [Judas Macabeo] hacer este sacrificio expiatorio en favor de los muertos, para que quedaran liberados del pecado" (2 M 12, 46). Desde los primeros tiempos, la Iglesia ha honrado la memoria de los difuntos y ha ofrecido sufragios en su favor, en particular el sacrificio eucarístico, (cf DS 856) para que, una vez purificados, puedan llegar a la visión beatífica de Dios. La Iglesia también recomienda las limosnas, las indulgencias y las obras de penitencia en favor de los difuntos:
Llevémosles socorros y hagamos su conmemoración. Si los hijos de Job fueron purificados por el sacrificio de su padre, (cf. Jb 1,5) ¿por qué habríamos de dudar de que nuestras ofrendas por los muertos les lleven un cierto consuelo? No dudemos, pues, en socorrer a los que han partido y en ofrecer nuestras plegarias por ellos (San Juan Crisóstomo, hom. in 1 Cor 41,5).
El Purgatorio: Purificación necesaria para el encuentro con Dios
Catequesis de Juan Pablo II
Miércoles 4 de agosto 99
1. Como hemos visto en las dos catequesis anteriores, a partir de la opción definitiva por Dios o contra Dios, el hombre se encuentra ante una alternativa: o vive con el Señor en la bienaventuranza eterna, o permanece alejado de su presencia.
Para cuantos se encuentran en la condición de apertura a Dios, pero de un modo imperfecto, el camino hacia la bienaventuranza plena requiere una purificación, que la fe de la Iglesia ilustra mediante la doctrina del «purgatorio» (cf. Catecismo de la Iglesia católica, nn. 1030-1032).
2. En la sagrada Escritura se pueden captar algunos elementos que ayudan a comprender el sentido de esta doctrina, aunque no esté enunciada de modo explícito. Expresan la convicción de que no se puede acceder a Dios sin pasar a través de algún tipo de purificación.
Según la legislación religiosa del Antiguo Testamento, lo que está destinado a Dios debe ser perfecto. En consecuencia, también la integridad física es particularmente exigida para las realidades que entran en contacto con Dios en el plano sacrificial, como, por ejemplo, los animales para inmolar (cf. Lv 22, 22), o en el institucional, como en el caso de los sacerdotes, ministros del culto (cf. Lv 21, 17-23). A esta integridad física debe corresponder una entrega total, tanto de las personas como de la colectividad (cf. 1R 8, 61), al Dios de la alianza de acuerdo con las grandes enseñanzas del Deuteronomio (cf. Dt 6, 5). Se trata de amar a Dios con todo el ser, con pureza de corazón y con el testimonio de las obras (cf . Dt 10, 12 s).
La exigencia de integridad se impone evidentemente después de la muerte, para entrar en la comunión perfecta y definitiva con Dios. Quien no tiene esta integridad debe pasar por la purificación. Un texto de san Pablo lo sugiere.
El Apóstol habla del valor de la obra de cada uno, que se revelará el día del juicio, v dice: «Aquel, cuya obra, construida sobre el cimiento (Cristo), resista, recibirá la recompensa. Mas aquel, cuya obra quede abrasada, sufrirá el daño. Él, no obstante, quedará a salvo, pero como quien pasa a través del fuego» (1Co 3, 14-15).
3. Para alcanzar un estado de integridad perfecta es necesaria, a veces, la intercesión o la mediación de una persona. Por ejemplo, Moisés obtiene el perdón del pueblo con una súplica, en la que evoca la obra salvífica realizada por Dios en el pasado e invoca si fidelidad al juramento hecho a los padres (cf. Ex 32, 30 y vv. 11-13). La figura del Siervo del Señor, delineada por el libro de Isaías, se caracteriza también por su función de interceder y expiar en favor de muchos; al término de sus sufrimientos, él «verá la luz» y «justificará a muchos», cargando con sus culpas (cf. Is 52, 13-53, 12, especialmente, 53, 11).
El Salmo 51 puede considerarse, desde la visión del Antiguo Testamento, una síntesis del proceso de reintegración: el pecador confiesa y reconoce la propia culpa (v. 6), y pide insistentemente ser purificado o «lavado» (vv. 4. 9. 12 y 16), para poder proclamar la alabanza divina (v. 17).
4. El Nuevo Testamento presenta a Cristo como el intercesor, que desempeña las funciones del sumo sacerdote el día de la expiación (cf. Hb 5, 7; 7, 25). Pero en él el sacerdocio presenta una configuración nueva y definitiva. Él entra una sola vez en el santuario celestial para interceder ante Dios en favor nuestro (cf. Hb 9, 23-26, especialmente el v. 24). Es Sacerdote y, al mismo tiempo, «víctima de propiciación» por los pecados de todo el mundo (cf. 1 Jn 2, 2).
Jesús, como el gran intercesor que expía por nosotros, se revelará plenamente al final de nuestra vida, cuando se manifieste con el ofrecimiento de misericordia, pero también con el juicio inevitable para quien rechaza el amor y el perdón del Padre.
El ofrecimiento de misericordia no excluye el deber de presentarnos puros o íntegros ante Dios, ricos de esa caridad que Pablo llama «vínculo de la perfección» (Col 3, 14).
5. Durante nuestra vida terrena, siguiendo la exhortación evangélica a ser perfectos como el Padre celestial (cf. Mt 5, 4 , estamos llamados a crecer en el amor, para hallarnos firmes e irreprensibles en presencia de Dios Padre, en el momento de «la venida de nuestro Señor Jesucristo, con todos sus santos» (1Ts 3, 12 s). Por otra parte, estamos invitados a «purificamos de toda mancha de la carne y del espíritu» (2Co 7, 1; cf. 1 Jn 3, 3), porque el encuentro con Dios requiere una pureza absoluta.
Hay que eliminar todo vestigio de apego al mal y corregir toda imperfección del alma. La purificación debe ser completa, y precisamente esto es lo que enseña la doctrina de la Iglesia sobre el purgatorio. Este término no indica un lugar, sino una condición de vida. Quienes después de la muerte viven en un estado de purificación ya están en el amor de Cristo, que los libera de los residuos de la imperfección (cf. concilio ecuménico de Florencia, Decretum pro Graecis: Denzinger-Schönmetzer, 1304; concilio ecuménico de Trento, Decretum de justificatione y Decretum de purgatorio: ib., 1580 y 1820).
Hay que precisar que el estado de purificación no es una prolongación de la situación terrena, como si después de la muerte se diera una ulterior posibilidad de cambiar el propio destino. La enseñanza de la Iglesia a este propósito es inequívoca, y ha sido reafirmada por el concilio Vaticano 11, que enseña: «Como no sabemos ni el día ni la hora, es necesario, según el consejo del Señor, estar continuamente en vela. Así, terminada la única carrera que es nuestra vida en tierra (cf. Hb 9, 27), mereceremos entrar con él en la boda y ser contados entre los santos y no nos mandarán ir, como siervos malos y perezosos al fuego eterno, a las tinieblas exteriores, donde "habrá llanto y rechinar de dientes" (Mt 22, 13 y 25, 30)» (Lumen gentium, 4 .
6. Hay que proponer hoy de nuevo un último aspecto importante, que la tradición de la Iglesia siempre ha puesto de relieve: la dimensión comunitaria. En efecto, quienes se encuentran en la condición de purificación están unidos tanto a los bienaventurados, que ya gozan plenamente de la vida eterna, como a nosotros, que caminamos en este mundo hacia la casa del Padre (cf. Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1032).
Así como en la vida terrena los creyentes están unidos entre sí en el único Cuerpo Místico, así también después de la muerte los que viven en estado de purificación experimentan la misma solidaridad eclesial que actúa en la oración, en los sufragios y en la caridad de los demás hermanos en la fe. La purificación se realiza en el vínculo esencial que se crea entre quienes viven la vida del tiempo presente y quienes ya gozan de la bienaventuranza eterna. _________________
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Bernardito Nuevo
Registrado: 18 May 2006 Mensajes: 4
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Publicado:
Sab Jun 10, 2006 5:09 am Asunto:
Tema: El Purgatorio... existe?? |
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Gracias vonkleist
vonkleist escribió: | Bernardito escribió: | Bendiciones para todos los presentes. Me interesó el tema y entré a leer sin la intención de participar, pero al leer lo siguiente me espanté
Stephanos escribió: | Cita: | Bueno, lo que pasa es que siempre he tenido esa duda en mi cabeza.. y considero de que no existe... |
Negar la existencia del Purgatorio es herejía, luego de la explicación dada, te recomiendo que con tu confesor, confieses ese pecado
Cita: | eso no aparece en la biblia.. |
1. Si aparece en la Sagrada Escritura
2. Aunque no apareciera, es irrelevante, los católicos no nos regimos con Solo Escritura, y el que los primeros cristianos orasen por los muertos, como demuestran los documentos históricos es suficiente prueba
3. Te recomiendo comprar el libro de "El Nacimiento del Purgatorio" de Jacque Le Goff |
Stephanos, no me metas miedo porque yo tambien he tenido dudas y pienso que no existe, si esto es herejía ya me cargó la muerte derechito al infierno. Oye, ¿es verdad que si confieso mi pecado con mi párroco ya no tendré problemas? Necesito saber esto. Me entró mucho miedo. |
Hola Bernardito.
Te dejo lo siguiente:
http://www.corazones.org/diccionario/herejia.htm
Saludos. |
Ya me di una vuelta por otro foro que habla de lo mismo y por allá esta grueso el asunto.
Hay dos participantes que se ponen bien, se tiran con todo, pero lo malo es que nos dejan pensando. Ahora ya no se que pensar pero de todos modos gracias.
Ya se me está quitando el miedo. _________________ Paciencia, es una difícil virtud. |
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Simón Alemán Veterano
Registrado: 15 Jun 2006 Mensajes: 1742 Ubicación: Panama
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Publicado:
Dom Jun 18, 2006 1:04 am Asunto:
Referencia sobre el purgatorio
Tema: El Purgatorio... existe?? |
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El Documento de la CONGREGACIÓN PARA EL CULTO DIVINO
Y LA DISCIPLINA DE LOS SACRAMENTOS denominado DIRECTORIO SOBRE LA PIEDAD POPULAR Y LA LITURGIA nos presenta estas consideraciones sobre el purgatorio.
Cita: | 251. En la muerte, el justo se encuentra con Dios, que lo llama a sí para hacerle partícipe de la vida divina. Pero nadie puede ser recibido en la amistad e intimidad de Dios si antes no se ha purificado de las consecuencias personales de todas sus culpas. "La Iglesia llama Purgatorio a esta purificación final de los elegidos, que es completamente distinta del castigo de los condenados. La Iglesia ha formulado la doctrina de la fe relativa al Purgatorio sobre todo en los Concilios de Florencia y de Trento".
De aquí viene la piadosa costumbre de ofrecer sufragios por las almas del Purgatorio, que son una súplica insistente a Dios para que tenga misericordia de los fieles difuntos, los purifique con el fuego de su caridad y los introduzca en el Reino de la luz y de la vida.
Los sufragios son una expresión cultual de la fe en la Comunión de los Santos. Así, "la Iglesia que peregrina, desde los primeros tiempos del cristianismo tuvo perfecto conocimiento de esta comunión de todo el Cuerpo Místico de Jesucristo, y así conservó con gran piedad el recuerdo de los difuntos, y ofreció sufragios por ellos, "porque santo y saludable es el pensamiento de orar por los difuntos para que queden libres de sus pecados" (2 Mac 12,46)". Estos sufragios son, en primer lugar, la celebración del sacrificio eucarístico, y después, otras expresiones de piedad como oraciones, limosnas, obras de misericordia e indulgencias aplicadas en favor de las almas de los difuntos. |
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