El lenguaje del corazón

[Orpam Saretnoc Laverz]

Amigos foreros, me llamó poderosamente la atención un párrafo que nuestro buen "evangelizador" por la red, Fco. Baena envía en un mensaje sobre este tema. Permitidme que no me lo quede sólo para mí:
"El lenguaje del corazón es el único que redime a la persona de la carga de la sospecha y la huella de la caducidad. Solamente la mirada interior puede hacernos ver en el otro al hermano que necesita de afecto, la sonrisa que requiere un receptor, el pobre que reclama un ramillete de cariño. Este lenguaje es el único capaz de romper la monotonía de una vida y la sospecha más ciega.
Muchas personas deambulan día y noche sin que nadie les hable al corazón y solamente descubren unos labios que les hablan de dinero, de la cotización de la bolsa, del final de una novela, de la ropa y los muebles, de los problemas de los hijos... pero jamás encuentran un ser humano que les haga emocionarse por entero consigo mismo y los lance hacia el futuro caldeando su espíritu.
Y este lenguaje del corazón es el único capaz de ver con los ojos del amor, que son invisibles en ocasiones, y piden a la persona una pizca de compasión y un ramillete de ilusiones.
Si hallas en tu vida este lenguaje del corazón da gracias a la vida en tu interior, sin mucho ruído, y desde esa gratitud encontrarás que de vez en cuando lo mejor se da en dosis pequeñas, e incluso pasajeras, pero que su eco parmanecerá tanto como dure tu vida entera".
De veras, quisiera ser esta noche esa gotita que endulza el paladar, esa caricia humana que dice ¡ánimo!, etc., para que hablando con el corazón la mente se ensanche en horizontes amorosos hacia todas las personas que tratamos cada uno de nosotros. Orpam Saretnoc Laverz

[Manolo Cotero]

Bendiciones para ti Orpam y a todos los hermanos del foro.

Como digo, me uno a tu deseo de utilizar el lenguaje del corazón, amar a todos. Si que es difícil hacerlo en todas las circunstancias, pero de eso se trata, de estar concientes de hacerlo como hizo nuestro Señor y Maestro Jesús. Y est estar concientes nos llevará a morir a nuestro yo, para entregarnos así, de corazón, por amor, a los demás.

Si nos empeñamos en hacerlo y perseveramos en ello, brotará algún día naturalmente desde nuestro intrior y entonces, con ese testimonio podremos dar a conocer a aquel a quien imitamos. Mostremos pues así al Cristo que conocemos y atraigamos a su reino a quienes nos conozcan.