Omar_Perú Asiduo
Registrado: 13 Feb 2006 Mensajes: 171 Ubicación: Lima, Perú
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Publicado:
Mie May 17, 2006 7:37 pm Asunto:
Nuevos aires
Tema: Nuevos aires |
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Hoy es mi primer día de clases.
Un curso especializado de mi carrera, y con esto ya tengo agendados todos los días de la semana, solamente me quedan libres los jueves por la tarde y los domingos después de la 10 am y antes de las 5 pm.
Le he cerrado estratégicamente las puertas a todo lo que me pueda conducir al tiempo ocioso de sentir nostalgia. Esos momentos libres me dedico a la lectura, he retomado una bibiografía de San Francisco de Asis escrita por el Padre Larrañaga, director también de los ejercicios espirituales de oración de los sábados por la noche.
Las cosas por casa se calmaron, y todo regresa a su cauce.
Excepto yo.
Desatado como está el furioso lobo, ahora pasea libremente por las calles, vestido de mi propia piel. Adopta mis costumbres y va por mis caminos callado, solamente observando la oportunidad de dar el zarpazo exacto y vaya que da en el blanco.
Se deleita el lobo con la caza, le gustan las presas tiernas, y es extrañamente atractivo para ellas, yo tengo que contenerlo mucho, pero ya parece insultante que las mismas presas se manifiesten tan evidentemente ávidas de ser devoradas.
El lobo se rie, saca las garras, juguetea con ellas, yo estoy al borde del colapso, porque de un zarpazo es capaz de quitarme toda mi gracia y convertirme en todo lo que odio.
Claramente hablando me refiero a las chicas, en mi camino solitario busqué su compañía, prediqué con el ejemplo la castidad, no intenté acercarme a nadie, al contrario, cuando me vi involucrado sentimentalmente preferí apartarme. Es que detesto el adulterio.
Pero ahora una presa ha pasado de ser presa a ser anzuelo, y el lobo es tonto, no se da cuenta que se convertirá en perro. Como un pedazo tierno de carne tibia se presenta esta presa, humeante, y el lobo se retuerce de placer, yo lo contengo, libidinoso perro.
Prefiero elevar mi mente a la pureza de la fe, de las ideas claras, de la filosofía divina, pero la carne se opone a todo esto, de ella devienen todas esas pasiones intensas que no hacen más que apartarme de mi ser superior y hundirme en ese charco poco profundo que es resultado de la fricción mutua entre dos bestias en celo.
Que no cambies tu pureza por un plato de lentejas fue lo último que me dijo el Sacerdote en confesión dominical. Por eso he ideado fortalecer mi pensamiento con esas clases, con lecturas fuertes de altura, con trabajo y evitando las discusiones de casa.
Y de pronto me veo asaltado nuevamente por la melancolía de necesitar una mujer al lado, olfateando entre mis desechos mentales esas imágenes de ella, su cuerpo tan mío, su preciosa piel canela, y me doy cuenta que estoy pensando mal, que debo cambiar de pensamiento lo más rápido posible. Pero la mente me juega sucio, usa el pretexto del amor, de luchar por el amor para seguir pensando ahora en lo que ella estará haciendo, si se sentirá igual que yo...
Que patética escena, que horrible que un ser tan elevado como yo sucumba ante tan bajas pasiones, quizá no sea más que un lobo educado, un absurdo perro.
Pero no es así. Porque de tantas adversidades debería estar muerto hace tiempo, pero sigo vivo, y mi cabeza pisoteada se yergue altiva bajo divino sol del mediodía.
Preciso conquistarme a mi mismo, no soy más que una voluntad en el camino. _________________ Abrazos,
Omar |
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