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Simplemente no puedo creer en la Eucaristía

 
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Autor Mensaje
Luis Manuel
Constante


Registrado: 07 Sep 2006
Mensajes: 500

MensajePublicado: Lun Mar 10, 2008 4:52 pm    Asunto:
Tema: Simplemente no puedo creer en la Eucaristía
Responder citando

Estimada hermana:


No es tan grave, simplemente no te angusties, y ya verás como no es para tanto. En la Eucaristía lo que se produce no es un cambio de "forma", sino de "sustancia". Es decir, el pan y el vino no se transforman en el Cuerpo y Sangre de Cristo, sino que se transustancian, aunque en efecto, en estos "Milagros Eucarísticos" se haya producido la tranformación completa y visible en carne y sangre; pero no es lo normal tal cual lo quiso instituir Jesucristo.

Jesús dijo: "esto ES mi cuerpo"; no "esto simboliza mi cuerpo", ni "vosotros imagináos que esto es mi cuerpo". Dijo que esto ES su cuerpo, y ser SER es la sustancia, aunque la forma permanezca intacta.

Así que tranquila, no es una cuestíón de poder o no poder, sino de voluntad. Sólo tienes que poner voluntad y creer en Jesucristo, que te dice, "esto ES mi cuerpo", independientemente de todo lo demás.

Bendiciones.
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brightem14
Veterano


Registrado: 16 Sep 2007
Mensajes: 1881

MensajePublicado: Lun Mar 10, 2008 5:31 pm    Asunto: Re: Simplemente no puedo creer en la Eucaristía
Tema: Simplemente no puedo creer en la Eucaristía
Responder citando

Laurita_corazón escribió:
No puedo, no creo en ello, es imposible para mí creer.
Sinceramente para que crea, tendría que ver uno de los susodichos "milagros eucarísticos" en persona.
No creo en eso, no puedo creer, es imposible de creer para mí.
No se ofendan si lo tomo como algo que para mí no es importante, no puedo creer.
Me llevan a misa y no puedo creer, nunca comulgo porque no puedo creer, estoy en la iglesia y estoy como un pez en la rama de un árbol.


Laurita, yo te he leido en otro tema aqui... y tienes buen fondo - no estas todavia para quizas lo que esperas ser o tener.... pero lo tendras y lo seras.... de ello estoy segura.
Como dijo el hermano y la hermana.... no te afliges, todo vendra.
Rezare por ti...y tu dale tiempo al tiempo....
En Cristo
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enrique_ellena
Asiduo


Registrado: 13 Dic 2007
Mensajes: 395
Ubicación: Argentina

MensajePublicado: Lun Mar 10, 2008 5:47 pm    Asunto:
Tema: Simplemente no puedo creer en la Eucaristía
Responder citando

Dar razones para creer
13/09/2005
Entrevista a Mons. André Léonard, Obispo de Namur (Bélgica)

Más de 250 personas han participado el 11 de diciembre en el Coloquio 2000 años de cristianismo, organizado por el Centro de Encuentros de Dongelberg, en Bélgica. El Coloquio ha reunido a tres oradores: Michel Rouche, profesor de la Universidad de París-Sorbonne; Monseñor André-Mutien Léonard, Obispo de Namur, y Herman Van Rompuy, diputado federal y antiguo vice-Primer Ministro de Bélgica.
Durante esa intensa jornada de trabajo y de perspectivas para el nuevo Milenio, entrevistamos a Mons. Léonard, teólogo y filósofo, especialista en Hegel y el pensamiento moderno, que predicó los últimos ejercicios espirituales a Su Santidad Juan Pablo II. Autor de numerosos libros, en los años previos al Jubileo ha publicado sendos volúmenes dedicados a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo y, recientemente, Trinidad de amor. Eucaristía para nuestro camino. En castellano tiene editados Pensamiento contemporáneo y fe en Jesucristo (Ed. Encuentro) y La moral sexual explicada a los jóvenes (Ed. Palabra)
Por Xavier L. Ruys

-Mons. Léonard. Acaba de publicarse su nuevo libro: ¡Ven, Señor Jesús!, que recoge las veinte meditaciones que predicó en el Vaticano la pasada Cuaresma para el Papa Juan Pablo II y la Curia romana. ¿Guarda algún recuerdo singular de los momentos pasados junto al Santo Padre?

-En 1900 aparecía una pequeña obra de un gran pensador ruso, Vladimir Soloviev, filósofo y teólogo ortodoxo, muy abierto al ecumenismo, con simpatías evidentes hacia el catolicismo. Se titula Corto relato sobre el Anticristo y en ella imagina la situación de Europa al final del siglo XX; es decir, ahora. Es uno de los escritos más proféticos que conozco y me permití leerlo ante el Santo Padre en los ejercicios espirituales predicados en el Vaticano. Al acabar, en un breve encuentro con los participantes, Juan Pablo II comentó a propósito de la lectura de Soloviev: "È stato un momento forte!": ha sido un momento muy intenso de los ejercicios espirituales.


SECULARISMO
-Vivimos en una sociedad secularizada. De cara al nuevo Milenio, ¿no representa el secularismo el mayor desafío de la fe cristiana?

-Precisamente el texto de Soloviev a que acabo de referirme evoca que es frente a la exaltación del secularismo cuando se produce la confesión de Cristo, de la persona única de Cristo, la sola capaz de realizar la unidad de los cristianos.

El Concilio Vaticano II, cuando habla del fenómeno de la secularización, distingue diversos sentidos de esta palabra. Hay una secularidad del todo positiva, integrada realmente en el espíritu del catolicismo, que subraya la consistencia propia de los diferentes órdenes de la realidad y de las diferentes disciplinas del conocimiento humano. Existe además un secularismo excesivo, que afirma también la autonomía de cada dominio de la realidad o de cada disciplina del conocimiento humano, pero cerrándola a cualquier inspiración exterior, especialmente si proviene de la Revelación.
Hay todavía una tercera forma de secularismo, vivida intensamente hoy día, que traslada la realidad cristiana a categorías racionales o filosóficas, pero absorbiéndola, suprimiéndole la transcendencia; esto es, sustituyendo a Cristo por el cristianismo o, como a veces se dice, por los valores cristianos.
Evidentemente, esos valores existen. Lo malo es que actualmente sirven muy a menudo de coartada para olvidar a Cristo. Así, cuando se pregunta a una institución cristiana que explique su identidad y describa los valores que promueve, se obtiene como respuesta la enumeración de una serie de ellos, sin duda importantes, pero igualmente compartidos por los librepensadores, por el laicismo y por quienquiera, ya que forman parte del acervo de la razón humana.
Es decir, hoy corremos el riesgo de disolver a Cristo en el cristianismo de valores; valores que realmente promueve la fe cristiana, pero que no agotan el corazón del cristianismo, que es la persona de Cristo, lo más querido que tenemos, de quien proceden todas las cosas y en quien habita corporalmente la plenitud de la divinidad.


LOS NUEVOS "MÁRTIRES"
-La esperanza, desde luego, impide ser derrotistas. Pero, ¿cómo dar la vuelta a esa situación?

-La actual situación de secularización a ultranza es una suerte, una "chance". Estamos invitados a ver lo positivo.

Vivimos un momento de santos y de testigos. De la raíz griega de testigo procede la palabra mártir. La antigüedad tuvo muchos mártires, pero Juan Pablo II, con ocasión del Jubileo, invita a poner al día el martirologio, porque el siglo XX es el siglo de los mártires.

Hay muchos. Quienes en nuestro país desean santificarse hoy a través de las responsabilidades profesionales, son testigos. Los que osan contraer matrimonio cristiano; es decir, no sólo tener una ceremonia en una iglesia, sino -en palabras de San Pablo- contraer un matrimonio en el Señor, son testigos. Los que osan -y los hay- entregar por completo su vida al Señor, o responder a la llamada al sacerdocio, en el desierto que nos circunda son llamados a ser santos, testigos y mártires.

La situación actual nos brinda la oportunidad de promover experiencias vivas de Cristo. Salta a la vista que, en el desierto espiritual en que vivimos, hay también, y más que en épocas anteriores, lugares de experiencia espiritual muy intensa. Es una de las razones que impulsa a Juan Pablo II a realizar las Jornadas mundiales de la Juventud.

-La esperanza está, por tanto, como siempre en los jóvenes.

-Especialmente en los países occidentales, es una época en que los jóvenes -así se dice y es verdad, según ciertas apariencias- desertan masivamente de las iglesias. Pero es también la época en que más jóvenes se reúnen para hacer un descubrimiento de Cristo, y le descubren. Es una paradoja, pero es una paradoja comprensible. Lo más importante para el futuro del cristianismo es que haya testigos de Cristo. En palabras de Kierkegaard: Tenemos más necesidad de santos que de profesores; esto es, tenemos más necesidad de santos que testimonien a Cristo, que de gente que haga carrera en el cristianismo hablando de Él.

ECUMENISMO
-Ha aludido antes fugazmente a la unión de los cristianos. La reciente Declaración conjunta católico-luterana sobre la Justificación es un fruto granado y esperanzador del diálogo con otras confesiones cristianas. ¿Cómo vislumbra el futuro del ecumenismo?

-Evoquemos de nuevo a Soloviev: sólo frente a la oposición radical a la fe será posible realizar la unidad de los cristianos. Ciertamente, hay que llevar a cabo coloquios ecuménicos, encuentros, publicar textos y declaraciones comunes de católicos y luteranos, etcétera. Hace falta y es importante todo esto. Pero no es eso lo que realizará la unidad definitiva de los cristianos que Juan Pablo II espera para el Tercer Milenio. Es el desafío del secularismo, del ateísmo, de la vuelta al paganismo y quizá la proximidad escatológica de la venida de Jesucristo glorioso, lo que provocará la unidad de los cristianos.

RELIGIOSIDAD Y VERDADES ETERNAS
-El subjetivismo impera hoy, afectando a no pocos católicos. ¿Se ponen los medios para superar la pretensión de una "religión a la carta"?

-Vivimos una época de religiosidad profundamente ambigua: la fe vivida sólo en apariencia, la multiplicidad de creencias, el recurso al esoterismo, al ocultismo, el new age con su visión casi religiosa del futuro de la humanidad, la proliferación de las sectas... Toda esta realidad masivamente presente en nuestra cultura representa un gran peligro. Pero es a la vez una oportunidad, una encrucijada donde el cristiano puede dar testimonio, un lugar para la esperanza, si promovemos en la Iglesia comunidades vivas, parroquiales o no, donde se preste una atención en sentido global -holístico, como se dice en el ámbito del new age- a la existencia humana.

Es muy importante que confesemos la fe cristiana en el sentido global y holístico que la fe confiere a la existencia humana. Las comunidades, parroquiales o no, tienen un gran papel que representar, si mantienen la atención hacia el fin último del hombre y de la humanidad.

Una de las encrucijadas en que están más presentes las sectas y los movimientos esotéricos actuales es en las cuestiones relativas al fin de la vida humana sobre esta tierra, a la muerte y al destino eterno del hombre. Son temas esenciales sobre los que se calla demasiado -quizá después de haber hablado mucho en el pasado-, dejándolas en manos de religiosidades ambiguas. Lo que llegaremos a ser nosotros más allá de la muerte, el fin último personal y también el fin último de la historia humana, el fin de los tiempos, la Parusía, la Vida eterna, el Reino de Dios... En el plano de la cultura religiosa, hay hoy una gran oportunidad para volver a ocupar este terreno y no dejarlo a merced de otros.

CIENCIA Y FE
-Desde los albores del mundo moderno, la ciencia insiste en su radical separación de la fe e incluso en menospreciarla. ¿Considera que éste es un fenómeno generalizado e irreversible?

-La relación entre la ciencia y la fe hoy en día es bastante más positiva -me parece- que hace algunos decenios. Me ha impresionado encontrar un buen número de científicos muy sensibles al llamado Principio de incompletitud, por el que ninguna ciencia es capaz de acabarse enteramente por sí misma. Es la extensión a las diversas disciplinas científicas de la intuición del Teorema de Gödel, según el cual ningún sistema lógico es enteramente capaz de fundarse a sí mismo, sino que contendrá siempre un axioma que no puede estar fundado por el sistema mismo; no es posible una autofundación desde el interior de un sistema lógico.

Muchos científicos son sensibles a este principio. Por ejemplo, un físico de la Mecánica cuántica, Bernard d"Espagnat, explicaba cómo a partir del descubrimiento de la mecánica de las partículas elementales se llega a un principio de incompletitud: la realidad del conocimiento científico es sólo una realidad aparente, que deja entrever más allá una realidad velada, oculta. A la vez, cierto número de neurólogos se esfuerza por demostrar que jamás se podrá reducir el ser humano a un hombre neuronal, expresión que alude a un libro que trataba de cambiar el principio de incompletitud.

Es grande el número de físicos que se muestran abiertos al llamado Principio antrópico, que va más allá de todo mecanicismo y reintroduce una idea de finalidad: los parámetros del Universo parecen haber sido calculados para que pudiese aparecer la vida y también el mismo hombre. Si se variaran un poco las principales constantes del Universo físico, la vida no sería posible. El Universo parece calculado, pues, para ser la cuna de la vida y del hombre. Esto parece una refutación del mecanicismo puro del siglo pasado.

-Se están tendiendo puentes, entonces, entre la ciencia y la fe.

-Respecto a épocas pasadas, el contexto actual es mucho más favorable. Brilla una nueva apologética, y no se trata de una apologética de recuperación, ni mucho menos de una apologética concordataria que busque establecer pasarelas prematuras entre la ciencia y la fe. Se trata más bien de una apologética iluminada que, paciente y respetuosamente, muestra cómo en la autonomía de cada registro del pensamiento humano hay cuestiones metafísicas, que se insinúan en el interior mismo de la práctica científica.

Me parece impresionante el número de físicos, cosmólogos y biólogos que hoy día se plantean preguntas de orden metafísico. Hay un vuelco hacia preguntas de orden metafísico y religioso. Y ésta es una oportunidad, otra "chance", para la fe cristiana.

RELIGAR CONOCIMIENTOS
-Hoy en día se acumulan conocimientos, pero la gente no remonta un cierto escepticismo, quizá porque no sobrepasa el nivel de barullo mental. ¿En qué medida es cierta esa impresión?

-Se necesita una nueva apologética, una nueva percepción de las razones para creer, en relación fecunda con la filosofía, especialmente con la preocupación de religar los conocimientos, cada vez más numerosos, pero cada vez menos fáciles de integrar en la cultura de hoy.

Estoy leyendo un libro de Edgar Morin, El desafío del siglo XXI: religar los conocimientos. La tesis que desarrolla es que el cometido esencial del siglo XXI será el de religar los conocimientos. ¿No es ésta un cometido, una vocación de la Religión? Religar. ¿No es una gran suerte, una oportunidad, para una teología ambiciosa e inteligente, contribuir a religar los conocimientos del tiempo presente?

MEDIOS DE COMUNICACIÓN
-"El futuro está en Internet", es la frase de moda en el mundo empresarial. A lo largo de la historia, la Iglesia se ha servido de los nuevos instrumentos para su actividad pastoral. ¿Qué cabe esperar de las nuevas comunicaciones y de la cultura de los media?

-Ciertamente, hemos entrado en la cultura de los medios de comunicación, para bien o para mal. Si nos ausentamos de ese mundo, se construirá simplemente sin nosotros o contra nosotros. Es oportuno estar presentes en los media públicos, y también que la Iglesia cuente con sus propios medios de comunicación, lo que todavía desarrollamos tímidamente.

Me da alegría saber que en Francia se va a lanzar una televisión católica. En Bélgica sólo contamos con alguna radio cristiana, porque la petición se ha hecho demasiado tarde. En Francia hay radios cristianas aquí y allá, casi en cada diócesis. En Bélgica hemos tenido que sortear todo un recorrido de obstáculos para obtener una radio en Bruselas y otra, incipiente, en Bastogne. Las demás solicitudes siguen en espera de obtener una frecuencia de emisión. Ahora, Internet, DVD, CD-ROM..., son campos de presencia de los que no podemos desertar y a los que no debemos llegar demasiado tarde.

CULTURA Y FE
-Cierta opinión pública deslinda frecuentemente cultura e Iglesia, presentándolas como dos mundos irreconciliables. ¿Cómo hacer para que la fe impregne el entero quehacer humano?

-La cultura es una de las grandes preocupaciones de Juan Pablo II. La oportunidad que representa para la fe cristiana el hecho de estar presentes en la cultura es grande. Hay que estar presentes en los lugares donde se produce la cultura de hoy. Desde este punto de vista, yo insisto en que la Iglesia debe promover mucho más obras de arte.

Actualmente nos falta arquitectura, escultura, pintura, música, literatura o poesía inspiradas por la fe cristiana. Necesitamos nuevos Green, Mauriac, Bernanos. Se les echa en falta. Por tanto, es preciso crear premios, por ejemplo, para promover una producción de cultura inspirada por la fe cristiana, por Cristo, y no sólo por un valor cristiano vago y descolorido.

EL COMPROMISO POLÍTICO
-Hablar de cultura trae a la mente la "cultura de la muerte", que campea hoy a sus anchas en muchas legislaciones. ¿No le parece que la política es un campo particularmente oportuno para dar una respuesta adecuada a tantas cuestiones?

-La política, la calidad de la vida política, es un campo de acción extremamente importante, del que depende en gran parte la felicidad de la humanidad y en el que los cristianos han de estar presentes. Tiene importancia capital el compromiso político. Me parece que hay varios niveles de compromiso, a partir de la promoción de valores reales y de la doctrina social de la Iglesia. La doctrina social de la Iglesia es una mina, a menudo más visitada por no cristianos que por los mismos católicos.

Un nivel de compromiso es la firmeza testimonial, "confesante", por emplear una expresión utilizada por protestantes y católicos durante el nazismo. Hay dominios -concretamente, los dominios éticos- que son capitales, donde los consensos o componendas no son una actitud confesante. Hace falta saber decir sí y decir no, conscientes de que otra alternativa no es más que mera astucia.

Otro nivel del hombre político con raíces cristianas mira a atraer la atención sobre ciertos aspectos que pasan desapercibidos al conjunto de la clase política. Pienso en un ejemplo que me ha impresionado mucho en estos últimos años y que describe muy bien Michel Schooyans en su libro El crash demográfico. Me quedo consternado por el silencio de los políticos sobre la situación demográfica real de Europa y de la humanidad. Se continúa hablando y escribiendo por todas partes que nos amenaza la explosión demográfica. Pero demógrafos serios demuestran que, al contrario, en verdad a Europa le amenaza una implosión demográfica, una quiebra, y que a un plazo algo más amplio está amenazada la humanidad en su conjunto, incluidos los países del Tercer Mundo, donde la pirámide demográfica está ya a punto de flexionar.

¿Quién habla de eso? De cuando en cuando, algún Ministro de Pensiones evoca esta dificultad y eso es todo. Los políticos cristianos deberían atraer la atención sobre problemas como éste y otros similares de los que no se habla habitualmente.

ESPERANZA Y ACCIÓN
-Han salido citados numerosos desafíos de cara al Tercer Milenio. Hay que afrontarlos, sin duda. Pero, para terminar, ¿cómo hacerlo?

-Tenemos desafíos enormes que afrontar en la cultura de hoy, que piden una gran inversión por nuestra parte. Cada uno de nosotros está llamado a cumplir aquí su propia misión, para hacer frente a esos desafíos. Al mismo tiempo, si confesamos al Unigénito, poseemos ese desprendimiento y libertad interiores para saber que Dios ya ha realizado la salvación del mundo y que será Él quien manifestará las consecuencias definitivas de esta salvación. Por tanto, conjugando a la vez la esperanza y el dinamismo de la acción -el abandono en la Providencia y el compromiso frente a las dificultades del presente-, nos encontraremos bien preparados para entrar en el nuevo Milenio. _

PALABRA, 426 (enero, 2000), pág. 30 ss.
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enrique_ellena
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MensajePublicado: Lun Mar 10, 2008 5:48 pm    Asunto:
Tema: Simplemente no puedo creer en la Eucaristía
Responder citando

Dar razones para creer
13/09/2005
Entrevista a Mons. André Léonard, Obispo de Namur (Bélgica)

Más de 250 personas han participado el 11 de diciembre en el Coloquio 2000 años de cristianismo, organizado por el Centro de Encuentros de Dongelberg, en Bélgica. El Coloquio ha reunido a tres oradores: Michel Rouche, profesor de la Universidad de París-Sorbonne; Monseñor André-Mutien Léonard, Obispo de Namur, y Herman Van Rompuy, diputado federal y antiguo vice-Primer Ministro de Bélgica.
Durante esa intensa jornada de trabajo y de perspectivas para el nuevo Milenio, entrevistamos a Mons. Léonard, teólogo y filósofo, especialista en Hegel y el pensamiento moderno, que predicó los últimos ejercicios espirituales a Su Santidad Juan Pablo II. Autor de numerosos libros, en los años previos al Jubileo ha publicado sendos volúmenes dedicados a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo y, recientemente, Trinidad de amor. Eucaristía para nuestro camino. En castellano tiene editados Pensamiento contemporáneo y fe en Jesucristo (Ed. Encuentro) y La moral sexual explicada a los jóvenes (Ed. Palabra)
Por Xavier L. Ruys

-Mons. Léonard. Acaba de publicarse su nuevo libro: ¡Ven, Señor Jesús!, que recoge las veinte meditaciones que predicó en el Vaticano la pasada Cuaresma para el Papa Juan Pablo II y la Curia romana. ¿Guarda algún recuerdo singular de los momentos pasados junto al Santo Padre?

-En 1900 aparecía una pequeña obra de un gran pensador ruso, Vladimir Soloviev, filósofo y teólogo ortodoxo, muy abierto al ecumenismo, con simpatías evidentes hacia el catolicismo. Se titula Corto relato sobre el Anticristo y en ella imagina la situación de Europa al final del siglo XX; es decir, ahora. Es uno de los escritos más proféticos que conozco y me permití leerlo ante el Santo Padre en los ejercicios espirituales predicados en el Vaticano. Al acabar, en un breve encuentro con los participantes, Juan Pablo II comentó a propósito de la lectura de Soloviev: "È stato un momento forte!": ha sido un momento muy intenso de los ejercicios espirituales.


SECULARISMO
-Vivimos en una sociedad secularizada. De cara al nuevo Milenio, ¿no representa el secularismo el mayor desafío de la fe cristiana?

-Precisamente el texto de Soloviev a que acabo de referirme evoca que es frente a la exaltación del secularismo cuando se produce la confesión de Cristo, de la persona única de Cristo, la sola capaz de realizar la unidad de los cristianos.

El Concilio Vaticano II, cuando habla del fenómeno de la secularización, distingue diversos sentidos de esta palabra. Hay una secularidad del todo positiva, integrada realmente en el espíritu del catolicismo, que subraya la consistencia propia de los diferentes órdenes de la realidad y de las diferentes disciplinas del conocimiento humano. Existe además un secularismo excesivo, que afirma también la autonomía de cada dominio de la realidad o de cada disciplina del conocimiento humano, pero cerrándola a cualquier inspiración exterior, especialmente si proviene de la Revelación.
Hay todavía una tercera forma de secularismo, vivida intensamente hoy día, que traslada la realidad cristiana a categorías racionales o filosóficas, pero absorbiéndola, suprimiéndole la transcendencia; esto es, sustituyendo a Cristo por el cristianismo o, como a veces se dice, por los valores cristianos.
Evidentemente, esos valores existen. Lo malo es que actualmente sirven muy a menudo de coartada para olvidar a Cristo. Así, cuando se pregunta a una institución cristiana que explique su identidad y describa los valores que promueve, se obtiene como respuesta la enumeración de una serie de ellos, sin duda importantes, pero igualmente compartidos por los librepensadores, por el laicismo y por quienquiera, ya que forman parte del acervo de la razón humana.
Es decir, hoy corremos el riesgo de disolver a Cristo en el cristianismo de valores; valores que realmente promueve la fe cristiana, pero que no agotan el corazón del cristianismo, que es la persona de Cristo, lo más querido que tenemos, de quien proceden todas las cosas y en quien habita corporalmente la plenitud de la divinidad.


LOS NUEVOS "MÁRTIRES"
-La esperanza, desde luego, impide ser derrotistas. Pero, ¿cómo dar la vuelta a esa situación?

-La actual situación de secularización a ultranza es una suerte, una "chance". Estamos invitados a ver lo positivo.

Vivimos un momento de santos y de testigos. De la raíz griega de testigo procede la palabra mártir. La antigüedad tuvo muchos mártires, pero Juan Pablo II, con ocasión del Jubileo, invita a poner al día el martirologio, porque el siglo XX es el siglo de los mártires.

Hay muchos. Quienes en nuestro país desean santificarse hoy a través de las responsabilidades profesionales, son testigos. Los que osan contraer matrimonio cristiano; es decir, no sólo tener una ceremonia en una iglesia, sino -en palabras de San Pablo- contraer un matrimonio en el Señor, son testigos. Los que osan -y los hay- entregar por completo su vida al Señor, o responder a la llamada al sacerdocio, en el desierto que nos circunda son llamados a ser santos, testigos y mártires.

La situación actual nos brinda la oportunidad de promover experiencias vivas de Cristo. Salta a la vista que, en el desierto espiritual en que vivimos, hay también, y más que en épocas anteriores, lugares de experiencia espiritual muy intensa. Es una de las razones que impulsa a Juan Pablo II a realizar las Jornadas mundiales de la Juventud.

-La esperanza está, por tanto, como siempre en los jóvenes.

-Especialmente en los países occidentales, es una época en que los jóvenes -así se dice y es verdad, según ciertas apariencias- desertan masivamente de las iglesias. Pero es también la época en que más jóvenes se reúnen para hacer un descubrimiento de Cristo, y le descubren. Es una paradoja, pero es una paradoja comprensible. Lo más importante para el futuro del cristianismo es que haya testigos de Cristo. En palabras de Kierkegaard: Tenemos más necesidad de santos que de profesores; esto es, tenemos más necesidad de santos que testimonien a Cristo, que de gente que haga carrera en el cristianismo hablando de Él.

ECUMENISMO
-Ha aludido antes fugazmente a la unión de los cristianos. La reciente Declaración conjunta católico-luterana sobre la Justificación es un fruto granado y esperanzador del diálogo con otras confesiones cristianas. ¿Cómo vislumbra el futuro del ecumenismo?

-Evoquemos de nuevo a Soloviev: sólo frente a la oposición radical a la fe será posible realizar la unidad de los cristianos. Ciertamente, hay que llevar a cabo coloquios ecuménicos, encuentros, publicar textos y declaraciones comunes de católicos y luteranos, etcétera. Hace falta y es importante todo esto. Pero no es eso lo que realizará la unidad definitiva de los cristianos que Juan Pablo II espera para el Tercer Milenio. Es el desafío del secularismo, del ateísmo, de la vuelta al paganismo y quizá la proximidad escatológica de la venida de Jesucristo glorioso, lo que provocará la unidad de los cristianos.

RELIGIOSIDAD Y VERDADES ETERNAS
-El subjetivismo impera hoy, afectando a no pocos católicos. ¿Se ponen los medios para superar la pretensión de una "religión a la carta"?

-Vivimos una época de religiosidad profundamente ambigua: la fe vivida sólo en apariencia, la multiplicidad de creencias, el recurso al esoterismo, al ocultismo, el new age con su visión casi religiosa del futuro de la humanidad, la proliferación de las sectas... Toda esta realidad masivamente presente en nuestra cultura representa un gran peligro. Pero es a la vez una oportunidad, una encrucijada donde el cristiano puede dar testimonio, un lugar para la esperanza, si promovemos en la Iglesia comunidades vivas, parroquiales o no, donde se preste una atención en sentido global -holístico, como se dice en el ámbito del new age- a la existencia humana.

Es muy importante que confesemos la fe cristiana en el sentido global y holístico que la fe confiere a la existencia humana. Las comunidades, parroquiales o no, tienen un gran papel que representar, si mantienen la atención hacia el fin último del hombre y de la humanidad.

Una de las encrucijadas en que están más presentes las sectas y los movimientos esotéricos actuales es en las cuestiones relativas al fin de la vida humana sobre esta tierra, a la muerte y al destino eterno del hombre. Son temas esenciales sobre los que se calla demasiado -quizá después de haber hablado mucho en el pasado-, dejándolas en manos de religiosidades ambiguas. Lo que llegaremos a ser nosotros más allá de la muerte, el fin último personal y también el fin último de la historia humana, el fin de los tiempos, la Parusía, la Vida eterna, el Reino de Dios... En el plano de la cultura religiosa, hay hoy una gran oportunidad para volver a ocupar este terreno y no dejarlo a merced de otros.

CIENCIA Y FE
-Desde los albores del mundo moderno, la ciencia insiste en su radical separación de la fe e incluso en menospreciarla. ¿Considera que éste es un fenómeno generalizado e irreversible?

-La relación entre la ciencia y la fe hoy en día es bastante más positiva -me parece- que hace algunos decenios. Me ha impresionado encontrar un buen número de científicos muy sensibles al llamado Principio de incompletitud, por el que ninguna ciencia es capaz de acabarse enteramente por sí misma. Es la extensión a las diversas disciplinas científicas de la intuición del Teorema de Gödel, según el cual ningún sistema lógico es enteramente capaz de fundarse a sí mismo, sino que contendrá siempre un axioma que no puede estar fundado por el sistema mismo; no es posible una autofundación desde el interior de un sistema lógico.

Muchos científicos son sensibles a este principio. Por ejemplo, un físico de la Mecánica cuántica, Bernard d"Espagnat, explicaba cómo a partir del descubrimiento de la mecánica de las partículas elementales se llega a un principio de incompletitud: la realidad del conocimiento científico es sólo una realidad aparente, que deja entrever más allá una realidad velada, oculta. A la vez, cierto número de neurólogos se esfuerza por demostrar que jamás se podrá reducir el ser humano a un hombre neuronal, expresión que alude a un libro que trataba de cambiar el principio de incompletitud.

Es grande el número de físicos que se muestran abiertos al llamado Principio antrópico, que va más allá de todo mecanicismo y reintroduce una idea de finalidad: los parámetros del Universo parecen haber sido calculados para que pudiese aparecer la vida y también el mismo hombre. Si se variaran un poco las principales constantes del Universo físico, la vida no sería posible. El Universo parece calculado, pues, para ser la cuna de la vida y del hombre. Esto parece una refutación del mecanicismo puro del siglo pasado.

-Se están tendiendo puentes, entonces, entre la ciencia y la fe.

-Respecto a épocas pasadas, el contexto actual es mucho más favorable. Brilla una nueva apologética, y no se trata de una apologética de recuperación, ni mucho menos de una apologética concordataria que busque establecer pasarelas prematuras entre la ciencia y la fe. Se trata más bien de una apologética iluminada que, paciente y respetuosamente, muestra cómo en la autonomía de cada registro del pensamiento humano hay cuestiones metafísicas, que se insinúan en el interior mismo de la práctica científica.

Me parece impresionante el número de físicos, cosmólogos y biólogos que hoy día se plantean preguntas de orden metafísico. Hay un vuelco hacia preguntas de orden metafísico y religioso. Y ésta es una oportunidad, otra "chance", para la fe cristiana.

RELIGAR CONOCIMIENTOS
-Hoy en día se acumulan conocimientos, pero la gente no remonta un cierto escepticismo, quizá porque no sobrepasa el nivel de barullo mental. ¿En qué medida es cierta esa impresión?

-Se necesita una nueva apologética, una nueva percepción de las razones para creer, en relación fecunda con la filosofía, especialmente con la preocupación de religar los conocimientos, cada vez más numerosos, pero cada vez menos fáciles de integrar en la cultura de hoy.

Estoy leyendo un libro de Edgar Morin, El desafío del siglo XXI: religar los conocimientos. La tesis que desarrolla es que el cometido esencial del siglo XXI será el de religar los conocimientos. ¿No es ésta un cometido, una vocación de la Religión? Religar. ¿No es una gran suerte, una oportunidad, para una teología ambiciosa e inteligente, contribuir a religar los conocimientos del tiempo presente?

MEDIOS DE COMUNICACIÓN
-"El futuro está en Internet", es la frase de moda en el mundo empresarial. A lo largo de la historia, la Iglesia se ha servido de los nuevos instrumentos para su actividad pastoral. ¿Qué cabe esperar de las nuevas comunicaciones y de la cultura de los media?

-Ciertamente, hemos entrado en la cultura de los medios de comunicación, para bien o para mal. Si nos ausentamos de ese mundo, se construirá simplemente sin nosotros o contra nosotros. Es oportuno estar presentes en los media públicos, y también que la Iglesia cuente con sus propios medios de comunicación, lo que todavía desarrollamos tímidamente.

Me da alegría saber que en Francia se va a lanzar una televisión católica. En Bélgica sólo contamos con alguna radio cristiana, porque la petición se ha hecho demasiado tarde. En Francia hay radios cristianas aquí y allá, casi en cada diócesis. En Bélgica hemos tenido que sortear todo un recorrido de obstáculos para obtener una radio en Bruselas y otra, incipiente, en Bastogne. Las demás solicitudes siguen en espera de obtener una frecuencia de emisión. Ahora, Internet, DVD, CD-ROM..., son campos de presencia de los que no podemos desertar y a los que no debemos llegar demasiado tarde.

CULTURA Y FE
-Cierta opinión pública deslinda frecuentemente cultura e Iglesia, presentándolas como dos mundos irreconciliables. ¿Cómo hacer para que la fe impregne el entero quehacer humano?

-La cultura es una de las grandes preocupaciones de Juan Pablo II. La oportunidad que representa para la fe cristiana el hecho de estar presentes en la cultura es grande. Hay que estar presentes en los lugares donde se produce la cultura de hoy. Desde este punto de vista, yo insisto en que la Iglesia debe promover mucho más obras de arte.

Actualmente nos falta arquitectura, escultura, pintura, música, literatura o poesía inspiradas por la fe cristiana. Necesitamos nuevos Green, Mauriac, Bernanos. Se les echa en falta. Por tanto, es preciso crear premios, por ejemplo, para promover una producción de cultura inspirada por la fe cristiana, por Cristo, y no sólo por un valor cristiano vago y descolorido.

EL COMPROMISO POLÍTICO
-Hablar de cultura trae a la mente la "cultura de la muerte", que campea hoy a sus anchas en muchas legislaciones. ¿No le parece que la política es un campo particularmente oportuno para dar una respuesta adecuada a tantas cuestiones?

-La política, la calidad de la vida política, es un campo de acción extremamente importante, del que depende en gran parte la felicidad de la humanidad y en el que los cristianos han de estar presentes. Tiene importancia capital el compromiso político. Me parece que hay varios niveles de compromiso, a partir de la promoción de valores reales y de la doctrina social de la Iglesia. La doctrina social de la Iglesia es una mina, a menudo más visitada por no cristianos que por los mismos católicos.

Un nivel de compromiso es la firmeza testimonial, "confesante", por emplear una expresión utilizada por protestantes y católicos durante el nazismo. Hay dominios -concretamente, los dominios éticos- que son capitales, donde los consensos o componendas no son una actitud confesante. Hace falta saber decir sí y decir no, conscientes de que otra alternativa no es más que mera astucia.

Otro nivel del hombre político con raíces cristianas mira a atraer la atención sobre ciertos aspectos que pasan desapercibidos al conjunto de la clase política. Pienso en un ejemplo que me ha impresionado mucho en estos últimos años y que describe muy bien Michel Schooyans en su libro El crash demográfico. Me quedo consternado por el silencio de los políticos sobre la situación demográfica real de Europa y de la humanidad. Se continúa hablando y escribiendo por todas partes que nos amenaza la explosión demográfica. Pero demógrafos serios demuestran que, al contrario, en verdad a Europa le amenaza una implosión demográfica, una quiebra, y que a un plazo algo más amplio está amenazada la humanidad en su conjunto, incluidos los países del Tercer Mundo, donde la pirámide demográfica está ya a punto de flexionar.

¿Quién habla de eso? De cuando en cuando, algún Ministro de Pensiones evoca esta dificultad y eso es todo. Los políticos cristianos deberían atraer la atención sobre problemas como éste y otros similares de los que no se habla habitualmente.

ESPERANZA Y ACCIÓN
-Han salido citados numerosos desafíos de cara al Tercer Milenio. Hay que afrontarlos, sin duda. Pero, para terminar, ¿cómo hacerlo?

-Tenemos desafíos enormes que afrontar en la cultura de hoy, que piden una gran inversión por nuestra parte. Cada uno de nosotros está llamado a cumplir aquí su propia misión, para hacer frente a esos desafíos. Al mismo tiempo, si confesamos al Unigénito, poseemos ese desprendimiento y libertad interiores para saber que Dios ya ha realizado la salvación del mundo y que será Él quien manifestará las consecuencias definitivas de esta salvación. Por tanto, conjugando a la vez la esperanza y el dinamismo de la acción -el abandono en la Providencia y el compromiso frente a las dificultades del presente-, nos encontraremos bien preparados para entrar en el nuevo Milenio. _

PALABRA, 426 (enero, 2000), pág. 30 ss.
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enrique_ellena
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MensajePublicado: Lun Mar 10, 2008 5:51 pm    Asunto:
Tema: Simplemente no puedo creer en la Eucaristía
Responder citando

Dar razones para creer
13/09/2005
Entrevista a Mons. André Léonard, Obispo de Namur (Bélgica)

Más de 250 personas han participado el 11 de diciembre en el Coloquio 2000 años de cristianismo, organizado por el Centro de Encuentros de Dongelberg, en Bélgica. El Coloquio ha reunido a tres oradores: Michel Rouche, profesor de la Universidad de París-Sorbonne; Monseñor André-Mutien Léonard, Obispo de Namur, y Herman Van Rompuy, diputado federal y antiguo vice-Primer Ministro de Bélgica.
Durante esa intensa jornada de trabajo y de perspectivas para el nuevo Milenio, entrevistamos a Mons. Léonard, teólogo y filósofo, especialista en Hegel y el pensamiento moderno, que predicó los últimos ejercicios espirituales a Su Santidad Juan Pablo II. Autor de numerosos libros, en los años previos al Jubileo ha publicado sendos volúmenes dedicados a Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo y, recientemente, Trinidad de amor. Eucaristía para nuestro camino. En castellano tiene editados Pensamiento contemporáneo y fe en Jesucristo (Ed. Encuentro) y La moral sexual explicada a los jóvenes (Ed. Palabra)
Por Xavier L. Ruys

-Mons. Léonard. Acaba de publicarse su nuevo libro: ¡Ven, Señor Jesús!, que recoge las veinte meditaciones que predicó en el Vaticano la pasada Cuaresma para el Papa Juan Pablo II y la Curia romana. ¿Guarda algún recuerdo singular de los momentos pasados junto al Santo Padre?

-En 1900 aparecía una pequeña obra de un gran pensador ruso, Vladimir Soloviev, filósofo y teólogo ortodoxo, muy abierto al ecumenismo, con simpatías evidentes hacia el catolicismo. Se titula Corto relato sobre el Anticristo y en ella imagina la situación de Europa al final del siglo XX; es decir, ahora. Es uno de los escritos más proféticos que conozco y me permití leerlo ante el Santo Padre en los ejercicios espirituales predicados en el Vaticano. Al acabar, en un breve encuentro con los participantes, Juan Pablo II comentó a propósito de la lectura de Soloviev: "È stato un momento forte!": ha sido un momento muy intenso de los ejercicios espirituales.


SECULARISMO
-Vivimos en una sociedad secularizada. De cara al nuevo Milenio, ¿no representa el secularismo el mayor desafío de la fe cristiana?

-Precisamente el texto de Soloviev a que acabo de referirme evoca que es frente a la exaltación del secularismo cuando se produce la confesión de Cristo, de la persona única de Cristo, la sola capaz de realizar la unidad de los cristianos.

El Concilio Vaticano II, cuando habla del fenómeno de la secularización, distingue diversos sentidos de esta palabra. Hay una secularidad del todo positiva, integrada realmente en el espíritu del catolicismo, que subraya la consistencia propia de los diferentes órdenes de la realidad y de las diferentes disciplinas del conocimiento humano. Existe además un secularismo excesivo, que afirma también la autonomía de cada dominio de la realidad o de cada disciplina del conocimiento humano, pero cerrándola a cualquier inspiración exterior, especialmente si proviene de la Revelación.
Hay todavía una tercera forma de secularismo, vivida intensamente hoy día, que traslada la realidad cristiana a categorías racionales o filosóficas, pero absorbiéndola, suprimiéndole la transcendencia; esto es, sustituyendo a Cristo por el cristianismo o, como a veces se dice, por los valores cristianos.
Evidentemente, esos valores existen. Lo malo es que actualmente sirven muy a menudo de coartada para olvidar a Cristo. Así, cuando se pregunta a una institución cristiana que explique su identidad y describa los valores que promueve, se obtiene como respuesta la enumeración de una serie de ellos, sin duda importantes, pero igualmente compartidos por los librepensadores, por el laicismo y por quienquiera, ya que forman parte del acervo de la razón humana.
Es decir, hoy corremos el riesgo de disolver a Cristo en el cristianismo de valores; valores que realmente promueve la fe cristiana, pero que no agotan el corazón del cristianismo, que es la persona de Cristo, lo más querido que tenemos, de quien proceden todas las cosas y en quien habita corporalmente la plenitud de la divinidad.


LOS NUEVOS "MÁRTIRES"
-La esperanza, desde luego, impide ser derrotistas. Pero, ¿cómo dar la vuelta a esa situación?

-La actual situación de secularización a ultranza es una suerte, una "chance". Estamos invitados a ver lo positivo.

Vivimos un momento de santos y de testigos. De la raíz griega de testigo procede la palabra mártir. La antigüedad tuvo muchos mártires, pero Juan Pablo II, con ocasión del Jubileo, invita a poner al día el martirologio, porque el siglo XX es el siglo de los mártires.

Hay muchos. Quienes en nuestro país desean santificarse hoy a través de las responsabilidades profesionales, son testigos. Los que osan contraer matrimonio cristiano; es decir, no sólo tener una ceremonia en una iglesia, sino -en palabras de San Pablo- contraer un matrimonio en el Señor, son testigos. Los que osan -y los hay- entregar por completo su vida al Señor, o responder a la llamada al sacerdocio, en el desierto que nos circunda son llamados a ser santos, testigos y mártires.

La situación actual nos brinda la oportunidad de promover experiencias vivas de Cristo. Salta a la vista que, en el desierto espiritual en que vivimos, hay también, y más que en épocas anteriores, lugares de experiencia espiritual muy intensa. Es una de las razones que impulsa a Juan Pablo II a realizar las Jornadas mundiales de la Juventud.

-La esperanza está, por tanto, como siempre en los jóvenes.

-Especialmente en los países occidentales, es una época en que los jóvenes -así se dice y es verdad, según ciertas apariencias- desertan masivamente de las iglesias. Pero es también la época en que más jóvenes se reúnen para hacer un descubrimiento de Cristo, y le descubren. Es una paradoja, pero es una paradoja comprensible. Lo más importante para el futuro del cristianismo es que haya testigos de Cristo. En palabras de Kierkegaard: Tenemos más necesidad de santos que de profesores; esto es, tenemos más necesidad de santos que testimonien a Cristo, que de gente que haga carrera en el cristianismo hablando de Él.

ECUMENISMO
-Ha aludido antes fugazmente a la unión de los cristianos. La reciente Declaración conjunta católico-luterana sobre la Justificación es un fruto granado y esperanzador del diálogo con otras confesiones cristianas. ¿Cómo vislumbra el futuro del ecumenismo?

-Evoquemos de nuevo a Soloviev: sólo frente a la oposición radical a la fe será posible realizar la unidad de los cristianos. Ciertamente, hay que llevar a cabo coloquios ecuménicos, encuentros, publicar textos y declaraciones comunes de católicos y luteranos, etcétera. Hace falta y es importante todo esto. Pero no es eso lo que realizará la unidad definitiva de los cristianos que Juan Pablo II espera para el Tercer Milenio. Es el desafío del secularismo, del ateísmo, de la vuelta al paganismo y quizá la proximidad escatológica de la venida de Jesucristo glorioso, lo que provocará la unidad de los cristianos.

RELIGIOSIDAD Y VERDADES ETERNAS
-El subjetivismo impera hoy, afectando a no pocos católicos. ¿Se ponen los medios para superar la pretensión de una "religión a la carta"?

-Vivimos una época de religiosidad profundamente ambigua: la fe vivida sólo en apariencia, la multiplicidad de creencias, el recurso al esoterismo, al ocultismo, el new age con su visión casi religiosa del futuro de la humanidad, la proliferación de las sectas... Toda esta realidad masivamente presente en nuestra cultura representa un gran peligro. Pero es a la vez una oportunidad, una encrucijada donde el cristiano puede dar testimonio, un lugar para la esperanza, si promovemos en la Iglesia comunidades vivas, parroquiales o no, donde se preste una atención en sentido global -holístico, como se dice en el ámbito del new age- a la existencia humana.

Es muy importante que confesemos la fe cristiana en el sentido global y holístico que la fe confiere a la existencia humana. Las comunidades, parroquiales o no, tienen un gran papel que representar, si mantienen la atención hacia el fin último del hombre y de la humanidad.

Una de las encrucijadas en que están más presentes las sectas y los movimientos esotéricos actuales es en las cuestiones relativas al fin de la vida humana sobre esta tierra, a la muerte y al destino eterno del hombre. Son temas esenciales sobre los que se calla demasiado -quizá después de haber hablado mucho en el pasado-, dejándolas en manos de religiosidades ambiguas. Lo que llegaremos a ser nosotros más allá de la muerte, el fin último personal y también el fin último de la historia humana, el fin de los tiempos, la Parusía, la Vida eterna, el Reino de Dios... En el plano de la cultura religiosa, hay hoy una gran oportunidad para volver a ocupar este terreno y no dejarlo a merced de otros.

CIENCIA Y FE
-Desde los albores del mundo moderno, la ciencia insiste en su radical separación de la fe e incluso en menospreciarla. ¿Considera que éste es un fenómeno generalizado e irreversible?

-La relación entre la ciencia y la fe hoy en día es bastante más positiva -me parece- que hace algunos decenios. Me ha impresionado encontrar un buen número de científicos muy sensibles al llamado Principio de incompletitud, por el que ninguna ciencia es capaz de acabarse enteramente por sí misma. Es la extensión a las diversas disciplinas científicas de la intuición del Teorema de Gödel, según el cual ningún sistema lógico es enteramente capaz de fundarse a sí mismo, sino que contendrá siempre un axioma que no puede estar fundado por el sistema mismo; no es posible una autofundación desde el interior de un sistema lógico.

Muchos científicos son sensibles a este principio. Por ejemplo, un físico de la Mecánica cuántica, Bernard d"Espagnat, explicaba cómo a partir del descubrimiento de la mecánica de las partículas elementales se llega a un principio de incompletitud: la realidad del conocimiento científico es sólo una realidad aparente, que deja entrever más allá una realidad velada, oculta. A la vez, cierto número de neurólogos se esfuerza por demostrar que jamás se podrá reducir el ser humano a un hombre neuronal, expresión que alude a un libro que trataba de cambiar el principio de incompletitud.

Es grande el número de físicos que se muestran abiertos al llamado Principio antrópico, que va más allá de todo mecanicismo y reintroduce una idea de finalidad: los parámetros del Universo parecen haber sido calculados para que pudiese aparecer la vida y también el mismo hombre. Si se variaran un poco las principales constantes del Universo físico, la vida no sería posible. El Universo parece calculado, pues, para ser la cuna de la vida y del hombre. Esto parece una refutación del mecanicismo puro del siglo pasado.

-Se están tendiendo puentes, entonces, entre la ciencia y la fe.

-Respecto a épocas pasadas, el contexto actual es mucho más favorable. Brilla una nueva apologética, y no se trata de una apologética de recuperación, ni mucho menos de una apologética concordataria que busque establecer pasarelas prematuras entre la ciencia y la fe. Se trata más bien de una apologética iluminada que, paciente y respetuosamente, muestra cómo en la autonomía de cada registro del pensamiento humano hay cuestiones metafísicas, que se insinúan en el interior mismo de la práctica científica.

Me parece impresionante el número de físicos, cosmólogos y biólogos que hoy día se plantean preguntas de orden metafísico. Hay un vuelco hacia preguntas de orden metafísico y religioso. Y ésta es una oportunidad, otra "chance", para la fe cristiana.

RELIGAR CONOCIMIENTOS
-Hoy en día se acumulan conocimientos, pero la gente no remonta un cierto escepticismo, quizá porque no sobrepasa el nivel de barullo mental. ¿En qué medida es cierta esa impresión?

-Se necesita una nueva apologética, una nueva percepción de las razones para creer, en relación fecunda con la filosofía, especialmente con la preocupación de religar los conocimientos, cada vez más numerosos, pero cada vez menos fáciles de integrar en la cultura de hoy.

Estoy leyendo un libro de Edgar Morin, El desafío del siglo XXI: religar los conocimientos. La tesis que desarrolla es que el cometido esencial del siglo XXI será el de religar los conocimientos. ¿No es ésta un cometido, una vocación de la Religión? Religar. ¿No es una gran suerte, una oportunidad, para una teología ambiciosa e inteligente, contribuir a religar los conocimientos del tiempo presente?

MEDIOS DE COMUNICACIÓN
-"El futuro está en Internet", es la frase de moda en el mundo empresarial. A lo largo de la historia, la Iglesia se ha servido de los nuevos instrumentos para su actividad pastoral. ¿Qué cabe esperar de las nuevas comunicaciones y de la cultura de los media?

-Ciertamente, hemos entrado en la cultura de los medios de comunicación, para bien o para mal. Si nos ausentamos de ese mundo, se construirá simplemente sin nosotros o contra nosotros. Es oportuno estar presentes en los media públicos, y también que la Iglesia cuente con sus propios medios de comunicación, lo que todavía desarrollamos tímidamente.

Me da alegría saber que en Francia se va a lanzar una televisión católica. En Bélgica sólo contamos con alguna radio cristiana, porque la petición se ha hecho demasiado tarde. En Francia hay radios cristianas aquí y allá, casi en cada diócesis. En Bélgica hemos tenido que sortear todo un recorrido de obstáculos para obtener una radio en Bruselas y otra, incipiente, en Bastogne. Las demás solicitudes siguen en espera de obtener una frecuencia de emisión. Ahora, Internet, DVD, CD-ROM..., son campos de presencia de los que no podemos desertar y a los que no debemos llegar demasiado tarde.

CULTURA Y FE
-Cierta opinión pública deslinda frecuentemente cultura e Iglesia, presentándolas como dos mundos irreconciliables. ¿Cómo hacer para que la fe impregne el entero quehacer humano?

-La cultura es una de las grandes preocupaciones de Juan Pablo II. La oportunidad que representa para la fe cristiana el hecho de estar presentes en la cultura es grande. Hay que estar presentes en los lugares donde se produce la cultura de hoy. Desde este punto de vista, yo insisto en que la Iglesia debe promover mucho más obras de arte.

Actualmente nos falta arquitectura, escultura, pintura, música, literatura o poesía inspiradas por la fe cristiana. Necesitamos nuevos Green, Mauriac, Bernanos. Se les echa en falta. Por tanto, es preciso crear premios, por ejemplo, para promover una producción de cultura inspirada por la fe cristiana, por Cristo, y no sólo por un valor cristiano vago y descolorido.

EL COMPROMISO POLÍTICO
-Hablar de cultura trae a la mente la "cultura de la muerte", que campea hoy a sus anchas en muchas legislaciones. ¿No le parece que la política es un campo particularmente oportuno para dar una respuesta adecuada a tantas cuestiones?

-La política, la calidad de la vida política, es un campo de acción extremamente importante, del que depende en gran parte la felicidad de la humanidad y en el que los cristianos han de estar presentes. Tiene importancia capital el compromiso político. Me parece que hay varios niveles de compromiso, a partir de la promoción de valores reales y de la doctrina social de la Iglesia. La doctrina social de la Iglesia es una mina, a menudo más visitada por no cristianos que por los mismos católicos.

Un nivel de compromiso es la firmeza testimonial, "confesante", por emplear una expresión utilizada por protestantes y católicos durante el nazismo. Hay dominios -concretamente, los dominios éticos- que son capitales, donde los consensos o componendas no son una actitud confesante. Hace falta saber decir sí y decir no, conscientes de que otra alternativa no es más que mera astucia.

Otro nivel del hombre político con raíces cristianas mira a atraer la atención sobre ciertos aspectos que pasan desapercibidos al conjunto de la clase política. Pienso en un ejemplo que me ha impresionado mucho en estos últimos años y que describe muy bien Michel Schooyans en su libro El crash demográfico. Me quedo consternado por el silencio de los políticos sobre la situación demográfica real de Europa y de la humanidad. Se continúa hablando y escribiendo por todas partes que nos amenaza la explosión demográfica. Pero demógrafos serios demuestran que, al contrario, en verdad a Europa le amenaza una implosión demográfica, una quiebra, y que a un plazo algo más amplio está amenazada la humanidad en su conjunto, incluidos los países del Tercer Mundo, donde la pirámide demográfica está ya a punto de flexionar.

¿Quién habla de eso? De cuando en cuando, algún Ministro de Pensiones evoca esta dificultad y eso es todo. Los políticos cristianos deberían atraer la atención sobre problemas como éste y otros similares de los que no se habla habitualmente.

ESPERANZA Y ACCIÓN
-Han salido citados numerosos desafíos de cara al Tercer Milenio. Hay que afrontarlos, sin duda. Pero, para terminar, ¿cómo hacerlo?

-Tenemos desafíos enormes que afrontar en la cultura de hoy, que piden una gran inversión por nuestra parte. Cada uno de nosotros está llamado a cumplir aquí su propia misión, para hacer frente a esos desafíos. Al mismo tiempo, si confesamos al Unigénito, poseemos ese desprendimiento y libertad interiores para saber que Dios ya ha realizado la salvación del mundo y que será Él quien manifestará las consecuencias definitivas de esta salvación. Por tanto, conjugando a la vez la esperanza y el dinamismo de la acción -el abandono en la Providencia y el compromiso frente a las dificultades del presente-, nos encontraremos bien preparados para entrar en el nuevo Milenio. _

PALABRA, 426 (enero, 2000), pág. 30 ss.
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María Esther
Veterano


Registrado: 03 Oct 2005
Mensajes: 2105

MensajePublicado: Lun Mar 10, 2008 7:59 pm    Asunto:
Tema: Simplemente no puedo creer en la Eucaristía
Responder citando

Laurita:

¿Ves el aire que respiras? ¿Ves el amor? ¿Ves la alegría?

¿Ves la forma como, todo lo que ocurre a tu alrededor se convierte en pensamiento, en recuerdo, en sensación?

¿Ves lo que se dicen los ojos de una madre y los ojos de un bebito cuando se encuentran? ¿Ves esa alegr+ia que experimentas al sentirte amada?

Y, sin embargo, no dudas del amor, del aire, de la calidez de un abrazo, esos abrazos que nos damos sin tocarnos...

Es más, no me ves... no sabes cómo soy ni estás presente mientras mis dedos teclean el compu--- pero no dudas que que, en realidad, soy yo, esta distante desconocida quien te escribe...

No viste ni recuerdas el momento en que fuiste creada y, sin embargo, es un hecho: existes...

Cuando amamos ya no necesitamos comprobar el amor para creer en Él. Y tu Dios, Aquel que dio Su Vida por Ti (con nombre propio) decidió, en la Última Cena, quedarse contigo hasta el final para alimentarte.

Le gusta esconderse (acaso así evita que muramos de emoción en cada Misa), le gusta alimentarnos haciéndose Humilde o ¿qué es más humilde que el Pan?

Un abrazo y créelo, aunque no lo puedes ver ni sentir, te lo he dado.
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Christifer
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Registrado: 13 Oct 2006
Mensajes: 3082
Ubicación: Regnum Granatense

MensajePublicado: Lun Mar 10, 2008 9:08 pm    Asunto:
Tema: Simplemente no puedo creer en la Eucaristía
Responder citando

No digas no puedes creer o es imposible de creer. Dios nunca te propondría algo que fuera imposible de creer. Déjame contarte una historia de lo que le pasó a un sacerdote hace mucho tiempo.

Un monje de la Orden de San. Basilio, sabio en las cosas del mundo, pero no en las cosas de la fe, pasaba un tiempo de prueba contra la fe. Dudaba de la presencia real de Nuestro Señor Jesús en la Eucaristía. Oraba constantemente para librarse de esas dudas por miedo de perder su vocación. Sufría día tras día la duda. ¿Está Jesús realmente y, substancialmente presente en la Eucaristía?. Dudaba sobre el misterio de la transubstanciación.

Su sacerdocio se convirtió en una rutina y se destruía poco a poco. Especialmente la celebración de la Santa Misa se convirtió en una rutina mas, un trabajo mas.

La situación en el mundo no le ayudó a fortalecer su fe. Había muchas herejías surgiendo durante esta época. Sacerdotes y obispos eran víctimas de esas herejías, las cuales estaban infestando a la Iglesia por todas partes. Algunas de estas herejías negaban la presencia real de nuestro Señor en la Eucaristía.

El sacerdote no podía levantarse de esta oscuridad que envolvía su corazón. Cada vez estaba mas convencido, por la lógica humana, de esas herejías.

Una mañana del año 700, mientras celebraba la Santa Misa, el sacerdote estaba siendo atacado fuertemente por la duda y después de haber pronunciado las solemnes palabras de la consagración, vio como la Santa Hostia se convirtió en un círculo de carne y el vino en sangre visible. Estaba ante un fenómeno sobrenatural visible, que lo hizo temblar y comenzó a llorar incontrolablemente de gozo y agradecimiento. .

Estuvo parado por un largo rato, de espaldas a los fieles, como era la misa en ese tiempo. Después se volteo despacio hacia ellas, diciéndoles: ¡Oh afortunados testigos a quién el Santísimo Dios, para destruir mi falta de fe, ha querido revelárseles El mismo en este Bendito Sacramento y hacerse visible ante nuestros ojos. Vengan, hermanos y maravíllense ante nuestro Dios tan cerca de nosotros. Contemplen la Carne y la Sangre de Nuestro Amado Cristo!.

Las personas se apresuraron para ir al altar y, al presenciar el milagro, empezaron a clamar, pidiendo perdón y misericordia. Otras empezaron a darse golpes de pecho, confesando sus pecados, declarándose indignos de presenciar tal milagro.

Otros se arrodillaban en señal de respeto y gratitud por el regalo que el Señor les había concedido. Todos contaban la historia por toda la ciudad y por todos los pueblos circunvecinos.

La carne se mantuvo intacta, pero la sangre se dividió en el cáliz, en 5 partículas de diferentes tamaños y formas irregulares. Los monjes decidieron pesar las partículas y descubren fenómenos particulares sobre el peso de cada una de ellas.

Inmediatamente la Hostia y las cinco partículas fueron colocadas en un relicario de marfil.


No pienses que esto es una mera leyenda piadosa como otras tantas porque el eco llega hasta hoy en día, desafiando la incredulidad y la increencia:
Milagro de Lanciano

Imita el ejemplo de ese sacerdote y reza porque Dios está deseando que abrás tu corazón a Él y le digas tus dudas. Y no reces solo hoy y manaña, reza todos los días y el Señor te responderá.
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Todo lo que quiso saber sobre la Tumba Apostólica de Santiago el Mayor AQUÍ
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raulalonso
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Registrado: 08 Ene 2008
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MensajePublicado: Lun Mar 10, 2008 9:55 pm    Asunto:
Tema: Simplemente no puedo creer en la Eucaristía
Responder citando

Ya habia escuchado de este milagro, y no sabia el link, Gracias!
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“Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman”
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Francisco de Santoyo
Constante


Registrado: 05 Nov 2005
Mensajes: 969
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MensajePublicado: Lun Mar 10, 2008 9:58 pm    Asunto:
Tema: Simplemente no puedo creer en la Eucaristía
Responder citando

Laurita.. ¿por qué no le pides a Dios que te conceda ese don?
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Haz de mí Señor un instrumento de tu paz
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David Quiroa
Veterano


Registrado: 26 Oct 2006
Mensajes: 2901

MensajePublicado: Lun Mar 10, 2008 11:34 pm    Asunto:
Tema: Simplemente no puedo creer en la Eucaristía
Responder citando

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María Esther escribió:

¿Ves el aire que respiras?


Acá en mi pueblo y en la Ciudad de México sí se mira. Laughing Laughing Laughing
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David Quiroa
Veterano


Registrado: 26 Oct 2006
Mensajes: 2901

MensajePublicado: Lun Mar 10, 2008 11:41 pm    Asunto:
Tema: Simplemente no puedo creer en la Eucaristía
Responder citando

Ya hablando en serio, es triste que alguien no pueda creer,
pero esperanzador que eso le moleste de alguna manera.

Porque cuando a uno no le importa algo, lo deja pasar y ya.
Pero cuando a uno le preocupa algo, es porque hay algo más
de fondo que vale la pena revisar.

Yo pienso que a nadie le resulta fácil creer. Bueno, habrá alguien
que viva en tal comunión con el Espíritu Santo que no le cueste
creer en los misterios de la fe, pero a la mayoría, me parece, nos cuesta
rendirnos ante la (falta de) evidencia que nos propone la fe.

Sin duda es un don gozar de esos instantes en que todo se nos hace diáfano.
Sin duda requiere fortaleza soportar las horas y días en que todo nos parece oscuro.

Pero en esa lucha vive el cristiano toda su vida. Lo que sufre hoy Laurita
lo hemos sufrido todos, en mayor o menor medida. Y lo que algunos
hemos gozado alguna vez, Laurita lo gozará algún día.
¿Cuándo? No sabemos. Pero si Dios da su gracia, no cabe duda
que lo hará.
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Dalmiant
Veterano


Registrado: 08 Oct 2007
Mensajes: 2400
Ubicación: Argentina

MensajePublicado: Mar Mar 11, 2008 12:02 am    Asunto:
Tema: Simplemente no puedo creer en la Eucaristía
Responder citando

David Quiroa escribió:
Arrow OFF TOPIC:

María Esther escribió:

¿Ves el aire que respiras?


Acá en mi pueblo y en la Ciudad de México sí se mira. Laughing Laughing Laughing


o.O ¿cómo?
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AQUITANO
Constante


Registrado: 20 Feb 2008
Mensajes: 747
Ubicación: Rep. Argentina

MensajePublicado: Mar Mar 11, 2008 12:34 am    Asunto:
Tema: Simplemente no puedo creer en la Eucaristía
Responder citando

Laurita: El hombre está enfermo de incredulidad y desesperanza. solo cree en lo que vé. Pero Jesús conoce el corazón de cada uno de nosotros, y conoce el tuyo. Recuerda que la puerta del corazón es la única que se abre solamente desde adentroY solamente tú puedes abrirte a Dios en el misterio de la Eucaristía. EL prometió desde los profetas "cambiaré tu corazón de piedra y pondré allí un corazón de carne". Y cumplió dejando su Espíritu Santo en Pentecostés. Recuerda que uno de sus apóstoles solo creyó cuando metió su mano en sus heridas. Todos deseamos creer y no dudar. Te propongo un ejercicio: cuando vayas a misa, en el momento de la consagración, dí mentalmente "ven Señor Jesús" con mucha sinceridad y calor en el pedido. y abrete al Espíritu Santo que en tí algún día obrará la Fe y sabrás que si Dios transforma el vino y el pan en su sangre y su carne, QUE NO PODRA HACER CON TU CORAZON SI TU LO PERMITES
Un abrazo en Cristo
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otsuguA_raséC
Constante


Registrado: 26 Jun 2006
Mensajes: 733
Ubicación: Medellín, Colombia.

MensajePublicado: Mar Mar 11, 2008 12:48 am    Asunto:
Tema: Simplemente no puedo creer en la Eucaristía
Responder citando

[quote="Alfi"]
Luis Manuel escribió:
Estimada hermana:


No es tan grave,
Luis Manuel, no aceptar la eucarístía o no creer lo que realmente significa y que lo que es, es gravísimo. La eucaristía es enseñanza obligatoria para un católico. Es un dogma y no aceptar un dogma como una verdad absoluta es un pecado mortal

La enseñanza de la iglesia católica es bien clara en este aspecto. Debe aceptarse que la hostia, al ser consagrado por un sacerdote, se transforma en la verdadera carne humana y el vino en la verdadera sangre humana de Jesús.

Al parecer no conoces, como muchos católicoas las enseñanzas de su propia iglesia

No es una crítica, si no una aclaración. Los dogmas de la iglesia católica son intocables


No entiendo tu obseción con el Catolicismo, la verdad, no se a que vienes a estos temas Alfi a decir esas cosas, cuando en los subforos de apologética no haces sino atacar al Catolicismo y el Cristianismo
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David Quiroa
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Registrado: 26 Oct 2006
Mensajes: 2901

MensajePublicado: Mar Mar 11, 2008 2:57 am    Asunto:
Tema: Simplemente no puedo creer en la Eucaristía
Responder citando

Dalmiant escribió:
David Quiroa escribió:
Arrow OFF TOPIC:

María Esther escribió:

¿Ves el aire que respiras?


Acá en mi pueblo y en la Ciudad de México sí se mira. Laughing Laughing Laughing


o.O ¿cómo?


Arrow TOTALMENTE OFF TOPIC: Es una broma. El aire de nuestras ciudades está tan contaminado
que prácticamente es visible. No así a la distancia de la nariz, pero sí, al ver hacia arriba, ya no vemos azul sino café. Crying or Very sad
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María Esther
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MensajePublicado: Mar Mar 11, 2008 4:01 am    Asunto:
Tema: Simplemente no puedo creer en la Eucaristía
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Creer en lo que no vemos puede resultar todo un reto. Y de tanto querer ver y palpar corremos el riesgo de volvernos escépticos.

Pero ¿Qué es la Fe sino un don de Dios? Por eso debemos pedirle que aumente nuestra Fe. No hay otra forma.

Hemos corrido a convencer a Laurita de Algo que para nosotros, simplemente ES.

Pero podemos hacer algo más provechoso: pedirle al Señor que aumente su Fe.

Creo que ese es el complemento que, realmente, ayudaría a Laurita y a todos cuantos dudan de ese maravilloso Misterio: la Presencia Real de Cristo en la Eucaristía.

Propongo, entonces, unos minutos de oración. No solo por ella sino por nosotros mismos. ¿Cuántas dudas pretendemos solventar mediante palabras cuando hay Uno que ES Palabra, que Vive y Ama?

Un abrazo
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Luis Manuel
Constante


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MensajePublicado: Mar Mar 11, 2008 12:28 pm    Asunto:
Tema: Simplemente no puedo creer en la Eucaristía
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Como ya he dicho, es una simple cuestión de voluntad y razón. Simplemente, cree a Jesucristo, elige creerle. Muchas veces queremos pedirle a Dios que aumente nuestros dones y talentos, cuando ni siquiera ponemos en práctica lo que ya tenemos. ¿Tú quieres creer en Jesucristo Eucaristía? Sólo cuando pongas esa voluntad, podras pedirle a Dios con sinceridad que aumente tu fe.

Bendiciones.

PD. Alfi no tiene ni idea de catolicismo. No sé qué hace posteando en un foro católico. Sólo busca confundir y engañar.
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tessi
Asiduo


Registrado: 25 Sep 2007
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MensajePublicado: Mar Mar 11, 2008 3:10 pm    Asunto: Re: Simplemente no puedo creer en la Eucaristía
Tema: Simplemente no puedo creer en la Eucaristía
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Laurita_corazón escribió:


No se ofendan si lo tomo como algo que para mí no es importante, no puedo creer.
Me llevan a misa y no puedo creer, nunca comulgo porque no puedo creer, estoy en la iglesia y estoy como un pez en la rama de un árbol.


Sin la Eucaristía no existiría la Iglesia Católica y, en mi opinión, ni siquiera, la humanidad.
Está bien que no comulgues porque es un pecado grave hacerlo si no crees.
Burlarte de las cosas que no entendés no es buen camino para llegar a Dios. El que pueda entender que entienda...
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Beatriz
Veterano


Registrado: 01 Oct 2005
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MensajePublicado: Mar Mar 11, 2008 4:44 pm    Asunto:
Tema: Simplemente no puedo creer en la Eucaristía
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Laurita

Sinceramente, no te entiendo. En el otro tema aplaudiste a una persona que calificò de "droga" a la Eucaristìa y le dijiste que mejor no lo podìa haber dicho.
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Beatriz
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MensajePublicado: Mar Mar 11, 2008 5:22 pm    Asunto:
Tema: Simplemente no puedo creer en la Eucaristía
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Servus_Dei escribió:
Señora Beatriz, creo que usted es moderadora, porque permite a Alfi participar, en este foro si es Ateo, y nunca fue católico


No veo la respuesta de Alfi ¿dònde està?

Y si, èl sabe que no puede particpar aqui.
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patricia dalli
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Ubicación: san antonio tx

MensajePublicado: Mar Mar 11, 2008 5:40 pm    Asunto:
Tema: Simplemente no puedo creer en la Eucaristía
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Laurita contesta una sola pregunta en tu corazon CREES QUE JESUCRISTO ES EL HIJO DE DIOS PADRE, SI TU RESPUESTA ESPERO QUE SEA SI
Continuamos, CREES QUE JESUCRISTO QUE ES DIOS HECHO HOMBRE PUEDA MENTIR espero que tu respuesta sea NO
Entonces seguimos con la tercera SI JESUCRISTO DIJO ESTO ES MI CUERPO Y MI SANGRE seguimos la logica.
SI DIOS NUNCA MIENTE ENTONCES EL SACRAMENTO DE LA EUCARISTIA ES EL CUERPO Y A SANGRE DE CRISTO, es comprensible el dudar ante eventos que en nuestra mente limitada no podemos entender pero so no deja de ser UNA VERDAD DIVINA, Inicia creeyendo que Dios no miente y por anadidura iniciaras a creer el la EUCARISTIA
_________________
Solo necesitas conocer la fe catolica para comprender que es la verdadera religion que Nuestro Padre fundo
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Luis Fernando
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Registrado: 04 Dic 2005
Mensajes: 1072

MensajePublicado: Mie Mar 12, 2008 3:44 am    Asunto: Re: Simplemente no puedo creer en la Eucaristía
Tema: Simplemente no puedo creer en la Eucaristía
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Laurita_corazón escribió:
No puedo, no creo en ello, es imposible para mí creer.
Sinceramente para que crea, tendría que ver uno de los susodichos "milagros eucarísticos" en persona.
No creo en eso, no puedo creer, es imposible de creer para mí.
No se ofendan si lo tomo como algo que para mí no es importante, no puedo creer.
Me llevan a misa y no puedo creer, nunca comulgo porque no puedo creer, estoy en la iglesia y estoy como un pez en la rama de un árbol.


¿Qué es exactamente lo que no crees? ¿no crees que Cristo está realmente presente en las especies consagradas?
¿Pides ver un milagro para creer? Los milagros son para confirmar la fe, no para concederla. Y de hecho, el milagro que tú pides va más allá del dogma eucarístico, porque dicho dogma mantiene que la transubstanciación no cambia la apariencia externa de lo que antes era pan y vino.

Pide fe y se te dará. Pero no pidas a Dios que te dé la fe poniendo tú las condiciones. Dios no está para eso.
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Sólo la Iglesia Católica puede salvar al hombre ante la destructora y humillante esclavitud de ser hijo de su tiempo.
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