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Leonardo López Esporádico
Registrado: 25 Jul 2006 Mensajes: 61
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Dom Feb 18, 2007 6:05 am Asunto:
AMANECER ESPIRITUAL (reflexiones varias)
Tema: AMANECER ESPIRITUAL (reflexiones varias) |
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Los pensamientos
Hoy en la actualidad la humanidad se destruye en una y mil formas; esa destrucción tiene un principio, un origen a la cual pocos llegamos a percibir o a darnos cuenta, y este origen es nuestro pensamiento.
El pensamiento es una fuerza que bien encaminado es de gran trascendencia para el mejoramiento de nuestra vida en todos los ámbitos de nuestra existencia; pero mal encaminado solo la destrucción puede llegarnos a suceder.
El pensamiento es principio de toda bienaventuranza, así como de toda desolación.
Cuando la luz es en él solo luz puede dar; pero cuando la oscuridad se apodera de la mente solo tinieblas entregará al que los ha concebido como hacia los demás.
Dejemos que en nuestra familia brillen los pensamientos luminosos, aquellos que dan bienestar a nuestro convivir cotidiano. ¿Qué sería de nosotros si en nuestra familia los pensamientos oscuros nos hacen sucumbir? Sin lugar a dudas el distanciamiento será su consecuencia. No importa que tan pobre sea un pensamiento en oscuridad, porque siempre llegará a quien se dirige. No podemos ocultarlos, puesto que el más mínimo pensamiento es vibración que inunda todo nuestro entorno.
Hoy el mundo se conmueve en su dolor y desesperación por sus pensamientos negativos. Por una mente turbada pueden pasar infinidad de ideas oscuras para subyugar pueblos, naciones, personas, corazones y espíritus. Una mente turbada con el deseo del poder y de vanagloria hará todo lo posible para hacerse sentir rey y señor en los demás, incluso hasta derramar sangre y luto por doquier.
La ironía de esto, es que nosotros también contribuimos a la destrucción sin darnos cuenta. No damos cabida a la luz porque nos hemos acostumbrado a las tinieblas. Y, ¿qué podemos hacer para alcanzar la paz en este mundo? Empezar por nosotros mismos.
Imaginad un mundo donde todas las mentes fueran en la luz, ¿podría haber zozobra en este plano terrenal? Sería inconcebible. Sanemos a nuestro mundo, a nuestra familia, a nosotros mismos, dejando las tinieblas y volviendo a la luz. La luz es sabiduría, es amor, es paz, es perdón, fraternidad, regeneración, enmienda, es entregar nuestro espíritu al Creador. No es el Creador el culpable de nuestra orfandad, es que nosotros queremos ser huérfanos aún teniendo un Padre todo amor.
Con nuestros pensamientos negativos somos los que nos vamos formando enemigos por doquier, siendo que convivimos en un mismo mundo. ¿Por qué somos enemigos cuando la luz del Sol alumbra para todos? ¿Por qué nos odiamos y nos desconocemos si la madre Tierra no ha dejado de darnos albergue y alimento? Si la Tierra se conmueve no es que ella quiera deshacernos de nosotros, más bien somos nosotros los que no hemos hecho el bien para con ella. ¿Acaso el ensuciar nuestro hogar que es la Tierra, no es ser ingratos? Pues en verdad, hemos sido ingratos con ella, tan solo con tirar una pequeña basura en nuestras calles.
Este planeta es escuela para nuestro espíritu, es casa temporal que nos sirve para crecer espiritualmente, pues imaginad como llegaremos después de esta vida con todo lo negativo de nuestro ser: Odios, avaricias, engaños, menosprecios, vanidades, orgullo, soberbia, pasiones insanas, etc… ¿Podría haber luz en nuestro espíritu cuando solo hemos sembrado las tinieblas? No, para ser luz hay que sembrar la luz.
El amor todo lo abraza, por el amor se unen los hombres y se perdonan las ofensas; ese es el secreto: La fuerza divina del amor. El amor es divino, y todos nosotros hemos llegado a sentirlo. No hay un ser humano que no haya querido ser amado y por lo menos haber deseado entregar amor en alguna parte de su existencia. Algunos se preguntan, ¿por qué muere el amor en nosotros? No es que haya muerto, es que hemos sido egoístas los unos a los otros. Si el dolor ha sido muy acerbo, y por eso sentimos morir el amor para con los demás, en verdad, no ha muerto porque hay instantes en que nuestro corazón late en compasión por las desgracias de los demás.
Vivamos es paz en nuestros hogares, con nuestros padres y hermanos; esta paz es luz y la luz despeja toda tiniebla de nuestra mente y corazón. Que nuestro pensamiento y corazón se conserven en la luz para no descender a la oscuridad nosotros mismos y a los que tenemos tan cercas de nosotros. Hagamos la paz en nuestros hogares, el secreto es la luz, y como se ha dicho antes, la luz es fraternidad, reconciliación, paciencia, perdón, abrazos, caricias, palabras de ánimo y de consuelo, todo esto es luz que es ante todo amor por los nuestros.
Si queremos realmente la paz en este mundo, comencemos por nosotros mismos: Siendo luz y no oscuridad.
Si no hemos llegado a encontrar la luz, hay que instruirnos en la sabiduría espiritual.
La paz se adueñe en tu ser.
“Amaos los unos a los otros” |
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Leonardo López Esporádico
Registrado: 25 Jul 2006 Mensajes: 61
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Publicado:
Dom Feb 18, 2007 6:22 am Asunto:
Existe Dios?
Tema: AMANECER ESPIRITUAL (reflexiones varias) |
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Existe Dios?
Mirad el Universo como todo se rige por leyes: ¿Puede ser que los planetas y los astros hayan formado sus propias leyes?
Mirad tu alimento día con día: ¿Puede ser que la Tierra y la Naturaleza a pesar de tener vida, tenga inteligencia para saber lo que tú debes de alimentar?
Mirad las diferentes criaturas: ¿Quién pudo darles forma y vida? De la nada, nada puede surgir.
Mirad dentro de ti: Conciencia, sentimientos, inteligencia, vida, perfección en tus organos y huesos para todas tus actividades cotidianas. ¿Acaso todo lo que hay dentro de ti pudo hacerse sin inteligencia y sin amor?
Te preguntarás: ¿entonces por qué tanto dolor y sufrimiento en el mundo? No le preguntes a Dios, ya que de Él solo ha brotado perfección y amor.
Mejor ve al ser humano que es lo que ha hecho con el LIBRE ALBEDRÍO que también por Amor divino le fue concedido a cada uno de nosotros.
Mirad tu mundo: ¿Quién pudo haber dado tanta belleza en ella misma? El mar, la flor, el monte, las criaturas diversas, el cielo, el anochecer, el amanecer, los sonidos diversos de la Naturaleza, etc...
Hay quienes dicen que seres extraterrestres nos dieron vida, y a ellos, ¿quién les dio la vida y todo cuanto pudieran ver y concebir en el Universo y dentro de ellos mismos?
La vida existe para no acabar. Todo tiene un principio en amor y perfección: Dios
"Amaos los unos a los otros" |
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Leonardo López Esporádico
Registrado: 25 Jul 2006 Mensajes: 61
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Dom Feb 18, 2007 6:49 am Asunto:
Dar la vida por otros:
Tema: AMANECER ESPIRITUAL (reflexiones varias) |
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Dar la vida por otros:
Muchos hermanos nuestros han dado su vida por causas nobles y bellas a través de los siglos. Hermanos nuestros que mas ver por sí mismos, decidieron en un momento de su existencia el servir amorosamente a su prójimo.
Ahí tenemos a un Gandhi, a Pablo el apóstol, a un Lincoln, a la venerable Teresa de Calcuta, a nuestro amado Jesús; algunos de ellos han dado hasta la misma vida por ver un mundo en justicia, en libertad, en la verdad, en el bien y la paz; y hay quienes han dado su existir por proclamar el Reino de los Cielos. Muchos han dado gran parte de su existencia o hasta su propia vida por ver realizado materialmente algo que guardaban dentro de su corazón.
Dar la vida por otros no es necesariamente ofrecer la misma vida, ya que muchas de las veces el dar la vida por uno o por muchos, es entregarla a través de una larga existencia de sacrificios y de luchas, por ejemplo: Una madre o un padre con sus hijos. Otras veces como Gandhi, por ver realizado sus ideales, tuvo que dar su propia vida a través de muchos años de sufrimientos y angustias, pero al final todo su esfuerzo se tradujo en algo real y material que guardaba interiormente dentro de sí: La independencia de su patria.
Y que podemos decir de nuestro amado Jesús, todo lo que guardaba dentro de Sí lo dio, para que su anhelo se volviera una realidad a través de los tiempos, y en verdad os digo: Que su anhelo de "Amarnos los unos a los otros" se cumplirá en este mundo y en todos los mundos. Su Ejemplo divino nos hace recapacitar a muchos a cada instante de todo lo que tuvo que sufrir por cada uno de nosotros; sus enseñanzas llenas de vida, luz y caridad están descritas con una sola palabra: AMOR
Así es, cuando nosotros damos la vida por alguien más, siempre será por un sentimiento elevado llena de AMOR para nuestra hermana humanidad o de los mismos nuestros. Ese SENTIR elevado nos dicen, nos expresan: Nobleza, grandeza, humildad, sacrificio, espíritu de lucha por AMOR por los demás.
En contadas ocasiones nos hemos enterado que una mujer o un hombre a dado la vida por otro; que un niño salvo a otra inocencia a pesar de su corta edad; que alguien sacrifico su propia vida para que se salvarán muchos de un accidente, de un peligro, de una catástrofe o calamidad. Y cuando nos enteramos de esos acontecimientos, nuestro corazón palpita y se llena de asombro y ternura por aquellos que han dado todo por los demás.
Y, ¿acaso nuestro corazón no siente tristeza y congoja cuando nos enteramos que hermanos nuestros han perdido la vida por apagar un incendio ya sea en un bosque o en la ciudad? Ellos han sentido la más noble caridad y el más sincero y grande valor por hacer de su existencia una noble y bella verdad: El SENTIMIENTO de VELAR, ya sea por la Naturaleza o por sus hermanos en peligro. Cuanta belleza hay en aquellos corazones.
¿Qué si está bien el dar la vida por alguien más? Solo cada corazón lo sabe sin importar si sea inocencia, juventud, adulto o ancianidad. Solo cada uno de nosotros sabremos hasta donde podremos llegar a dar y a conceder a un hermano nuestro. Pero siempre habrá algo que distinga a aquellos corazones que dan su vida por otros: Su AMOR excelso, grande, humilde y desinteresado.
Nuestros padres también son seres admirables, que muchas de las veces pasan por momentos angustiosos para ver a sus hijos bien, sanos y fuertes. Cuantos padres no hay en el mundo prefiriendo pasar hambre, fatigosas horas de trabajo, o las inclemencias de tiempo, tan solo por llevar un mendrugo de pan a los labios de sus hijos. ¿Acaso eso no es dar la existencia y toda una vida por otros? Sí, si lo es, y eso es AMOR por ellos.
Hay veces que hemos despreciado a nuestras hermanas que están en la calle, ganándose la vida ofreciendo sus propios cuerpos. Y, ¿qué los motiva a hacer eso? Muchas respuestas podrían venir a nuestra mente, pero así como hay quienes las motiva el solo vivir decorosamente, también hay quienes viven de esa manera por alimentar y dar cobijo a sus hijos. Y acaso, ¿esto no es dar la existencia y aún hasta la misma vida por alguien más? Sí, si lo es y aunque caminan erróneamente, no podemos ni debemos de juzgarlas de ninguna forma, ya que muchas de ellas lo hacen por ver a sus pequeños que no les falte nada, y eso es AMOR.
Hermanos nuestros en diferentes campos de actividades, unos como médicos, otros siendo representantes de la ley o juristas, otros como religiosos, otros perteneciendo a la ciencia, ¿cuántos de ellos NO persiguen un fin lucrativo, sino solo hacer el bien a su Semejante? Podrían decir que pocos, pero esos pocos son dignos de agradecimiento nuestro, porque por ellos que pasan horas, semanas, meses o años investigando, protegiendo y sirviendo, nosotros vivimos mejor, gracias a su existencia llena de sacrificios, desvelos y luchas para darnos un bien en todas las formas posibles y, ¿qué los motiva? Sino el AMOR de sentir dentro de sí, un mundo mejor donde muchos puedan encontrar la satisfacción y la caricia dentro de su ser.
En verdad hay cantidad de hermanos nuestros que no dan la vida en sí, pero dan toda una existencia de sacrificio y de lucha por AMOR a uno solo o a muchos.
El AMOR VERDADERO nos hace dar la vida por otros, y en este dar la vida por otros, puede ser en un instante porque se apaga la existencia de la vida material, o puede ser por toda una existencia llena de luchas, trabajos, sacrificios y pesares, pero uno como el otro esta lleno de un sentimiento sublime y elevado.
Y, ¿quién podrá compararse a Jesús? No hay en la Tierra, ni en Cielo ni en el espacio quién pueda igualar su Obra de Redención y Amor. No hay nadie con más bellos ejemplos en su vida, que Aquél que vino al mundo a mostrarnos con Su vida el camino a la Vida Eterna. Por Su sangre encontrará algún día la humanidad Obra tan sublime y divina, que no fue tan solo para una nación o para un pueblo, no, fue para todo el mundo y el Universo mismo. Y por ese Amor divino que tuvo Él hacia nosotros los mundos se reconocerán y se amarán al unísono voz de nuestro Padre Celestial.
Por la Obra de nuestro Jesús las fronteras materiales llegarán a acabarse, las razas y los credos llegarán a unificarse en uno solo ideal: En el AMOR de los UNOS a los OTROS. Cuanta dicha habrá entonces para todos, no existirán para los ojos materiales colores y diferencias de razas, sino solamente espíritus iguales ante Dios. Será el día en que todos entonarán: "Gloria a Dios en las alturas y paz a los hombres de buena voluntad".
"Amaos los unos a los otros" |
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Leonardo López Esporádico
Registrado: 25 Jul 2006 Mensajes: 61
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Publicado:
Dom Feb 18, 2007 6:02 pm Asunto:
Amar a un ser humano
Tema: AMANECER ESPIRITUAL (reflexiones varias) |
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Amar a un ser humano
( Andrea Weitzner )
Amar a un ser humano es aceptar la oportunidad de conocerlo verdaderamente y disfrutar de la aventura de explorar y descubrir lo que guarda más allá de sus máscaras y sus defensas; contemplar con ternura sus más profundos sentimientos, sus temores, sus carencias, sus esperanzas y alegrías, su dolor y sus anhelos; es comprender que detrás de su careta y su coraza, se encuentra un corazón sensible y solitario, hambriento de una mano amiga, sediento de una sonrisa sincera en la que pueda sentirse en casa; es reconocer, con respetuosa compasión, que la desarmonía y el caos en los que a veces vive son el producto de su ignorancia y su inconsciencia, y darte cuenta de que si genera desdichas es porque aún no ha aprendido a sembrar alegrías, y en ocasiones se siente tan vacío y carente de sentido, que no puede confiar ni en si mismo; es descubrir y honrar, por encima de cualquier apariencia, su verdadera identidad, y apreciar honestamente su infinita grandeza como una expresión única e irrepetible de la Vida.
Amar a un ser humano es ser suficientemente humilde como para recibir su ternura y su cariño sin representar el papel del que nada necesita; es aceptar con gusto lo que te brinda sin exigir que te dé lo que no puede o no desea; es agradecerle a la Vida el prodigio de su existencia y sentir en su presencia una auténtica bendición en tu sendero; es disfrutar de la experiencia sabiendo que cada día es una aventura incierta y el mañana, una incógnita perenne; es vivir cada instante como si fuese el último que puedes compartir con el otro, de tal manera que cada reencuentro sea tan intenso y tan profundo como si fuese la primera vez que lo tomas de la mano, haciendo que lo cotidiano sea siempre una creación distinta y milagrosa.
Amar a un ser humano es también atreverte a establecer tus propios limites y mantenerlos firmemente; es respetarte a ti mismo y no permitir que el otro transgreda aquello que consideras tus derechos personales; es tener tanta confianza en ti mismo y en el otro, que sin temor a que la relación se perjudique, te sientas en libertad de expresar tu enojo sin ofender al ser querido, y puedas manifestar lo que te molesta e incomoda sin intentar herirlo o lastimarlo. Es reconocer y respetar sus limitaciones y verlo con aprecio sin idealizarlo; es compartir y disfrutar de los acuerdos y aceptar los desacuerdos, y si llegase un día en el que evidentemente los caminos divergieran sin remedio, amar es ser capaz de despedirte en paz y en armonía, de tal manera que ambos se recuerden con gratitud por los tesoros compartidos.
Amar a un ser humano es ir más allá de su individualidad como persona; es percibirlo y valorarlo como una muestra de la humanidad entera, como una expresión del Hombre, como una manifestación palpable de esa esencia trascendente e intangible llamada "ser humano", de la cual tu formas parte; es reconocer, a través de él, el milagro indescriptible de la naturaleza humana, que es tu propia naturaleza, con toda su grandeza y sus limitaciones; apreciar tanto las facetas luminosas y radiantes de la humanidad, como sus lados obscuros y sombríos.
Amar a un ser humano, en realidad, es amar al ser humano en su totalidad; es amar la auténtica naturaleza humana, tal como es, y por tanto, amar a un ser humano es amarte a ti mismo y sentirte orgulloso de ser una nota en la sinfonía de este mundo. |
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Leonardo López Esporádico
Registrado: 25 Jul 2006 Mensajes: 61
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Publicado:
Dom Feb 18, 2007 7:19 pm Asunto:
La suma de talentos
Tema: AMANECER ESPIRITUAL (reflexiones varias) |
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La suma de talentos
( Michel Quoist )
Si la nota dijera:
"No es una nota que hace una música".
...no habría sinfonía.
Si la palabra dijera:
"No es una palabra que puede hacer una página".
...no habría libro.
Si la piedra dijera:
"No es una piedra que pueda montar una pared".
...no habría casa.
Si la gota dijera:
"No es una gota que puede hacer un río".
...no habría oceáno.
Si el grano dijera:
"No es un grano de trigo que puede sembrar un campo".
...no habría cosecha.
Si el hombre dijera:
"No es un gesto de amor que puede salvar la humanidad",
jamás habría justicia y paz, dignidad y felicidad en
la tierra de los hombres.
Como la sinfonía necesita cada nota.
Como el libro necesita cada palabra.
Como la casa necesita cada piedra.
Como el oceáno necesita cada gota del agua.
Como la cosecha necesita cada grano de trigo.
La humanidad entera te necesita, pues donde
estés, eres único y, por tanto, insubstituible.
~ TODOS SOMOS NECESARIOS ~
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Leonardo López Esporádico
Registrado: 25 Jul 2006 Mensajes: 61
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Publicado:
Dom Feb 18, 2007 7:33 pm Asunto:
Lo efímero...
Tema: AMANECER ESPIRITUAL (reflexiones varias) |
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Lo efímero....
( Leticia Thompson )
Si pudiésemos darnos cuenta
de lo efímera que es nuestra vida
quizás pensaríamos dos veces
antes de desperdiciar las oportunidades
que tenemos de ser y hacer felices a los demás.
Nos entristecemos por cosas pequeñas,
perdemos minutos y horas preciosas...
Perdemos días, a veces años.
No podemos adivinar
cuánto tiempo estaremos aquí y
descuidamos de nosotros y de los demás.
Callamos cuando deberíamos hablar.
Hablamos demasiado cuando
deberíamos estar en silencio.
No damos el abrazo que nuestra alma tanto pide
porque algo nos impide esa aproximación.
No damos un beso cariñoso
porque no estamos acostumbrados a ellos...
No decimos cuánto amamos,
porque creemos que el otro sabe
automáticamente lo que sentimos.
Y pasa la noche y llega el día...
El sol nace y se adormece...
Y.. continuamos encerrados en nosotros mismos.
Reclamamos que no tenemos tiempo suficiente...
Pedimos a los demás, a la vida...
Nos consumimos.
Y el tiempo pasa.
Pasa la vida sintiendo que no vivimos.
Sobrevivimos,
pues no sabemos hacer otra cosa,
hasta que, inesperadamente,
nos levantamos,
miramos hacia atrás, y nos preguntamos:
¿Y ahora?
Hoy...
Ahora...
Aún es tiempo de reconstruir,
de dar ese abrazo que tanto quisimos,
de pronunciar una palabra cariñosa.
Nunca se es demasiado viejo
o demasiado joven
para amar desde el fondo del corazón...
Sin mirar hacia atrás...
Lo que pasó, pasó...
Lo que se perdió, se perdió...
Miraremos hacia adelante...
Aún es tiempo de apreciar las flores:
- enteras están en torno nuestro -
¡Aún es tiempo de vivir la alegría y el amor intensamente!
Nos volveremos hacia Dios...
Agradeceremos por "LA VIDA"
que, aunque efímera,
aún está en nosotros.
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Leonardo López Esporádico
Registrado: 25 Jul 2006 Mensajes: 61
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Publicado:
Lun Feb 19, 2007 6:38 am Asunto:
El dinero
Tema: AMANECER ESPIRITUAL (reflexiones varias) |
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El dinero
"Dar a Dios lo que le pertenece y al Cesar lo que es de él"
Lo del mundo al mundo, lo del espíritu al espíritu. Las necesidades de nuestra carne son del mundo, las necesidades de nuestro espíritu son de Dios.
Con el dinero obtenemos muchas cosas que nos ayudan a subsistir en este plano terrenal, no siendo el dinero nuestro enemigo sino nuestro aliado para dar al mundo lo que le pertenece. Más si el dinero se vuelve nuestra obsesión es por nuestra culpa, porque dejamos a nuestro espíritu atado al mundo. Por esa obsesión olvidamos a dar a Dios lo que le corresponde, que es el ayudarnos con los medios que Él dispone para nosotros aquí en la Tierra.
Con el dinero o con nuestras posesiones, podemos dar a nuestro Padre lo que le pertenece, que es ayudarnos los unos a los otros con lo que contamos aquí en la Tierra. Un ejemplo muy claro de esto es sobre un mensaje que me mandaron por e-mail titulado: "Las 10 cosas que Dios te preguntará". Puede ser que ya lo hayan visto en alguna otra parte.
Olvidamos dar a Dios cuanto somos egoístas para compartir lo que tenemos aquí en el mundo para con los demás, he aquí lo referente al rico avaro de la parábola. Porque teniendo todo fue egoísta para compartirlo, pero más egoísta fue con él mismo al quitarse a sí mismo el Reino de los Cielos.
Todos tenemos algo que compartir, si no lo entregamos nos volvemos el rico avaro y como consecuencia un pedazo o mucho del Reino de los Cielos se nos ha ocultado, hasta que de nosotros surja la virtud de [size=18]compartir [/size]lo que se nos ha dado para con nuestros Semejantes.
A Dios todo lo que le pertenece, que es el: Amor de los unos a los otros, la caridad de los unos a los otros, el perdón, la fraternidad, la armonía de nosotros para con Él, la Creación y para con nosotros mismos, la humildad, el vernos los unos a los otros como hermanos, no como desconocidos o como enemigos.
Al mundo lo del mundo: Entregarnos al cumplimiento material en todos los ámbitos de nuestra vida, sin olvidar que la Ley divina es la principal sobre la ley material. En una palabra cumplir con nuestros deberes materiales sin olvidar que todos somos creación de un Padre todo amor, y como tal nosotros aquí en la Tierra nos debemos mirar como hermanos y sentirnos con el amor que todo lo abraza para entregarnos la ayuda y la caridad cuanto sea necesario con lo que tenemos dispuesto aquí en la Tierra.
"Amaos los unos a los otros" |
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Leonardo López Esporádico
Registrado: 25 Jul 2006 Mensajes: 61
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Publicado:
Vie Feb 23, 2007 6:38 am Asunto:
El amor y el perdón.
Tema: AMANECER ESPIRITUAL (reflexiones varias) |
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El amor y el perdón
Tengamos la certeza que Cristo es Amor y Perdón; así lo demostró en Su vida. Si las cadenas abrían Su carne, la ternura brotaba de Sus ojos; si la burla hería Su corazón, brotaba Su palabra en forma de caricia; si el clavo hería Su diestra, con Su siniestra bendecía a la humanidad.
Si el Padre nos mostró el ejemplo divino del amor y del perdón, el hijo así ha de seguirle.
Todos nosotros hemos tenido la necesidad del amor y del perdón; todos han llegado a necesitar de nuestro amor y de nuestro perdón.
¿Quién de la humanidad puede arrojar una piedra a su Semejante? Nadie porque todos nosotros hemos llegado a errar. Si creemos que algunos no merecen de nuestro perdón es que no hemos llegado a amar como Cristo amó. Si la deuda de un hermano para con nosotros es grande, sublime y grande ha de ser nuestro amor para recibirle nuevamente.
Muertos por mucho tiempo hemos sido los que estamos en este plano terrenal; pues si fuésemos vivos en Cristo, no habría tenido necesidad de venir a resucitarnos al amor.
Se encontraba Pedro con Jesús, y el apóstol preguntó: “Maestro, ¿cuántas veces he de perdonar al que me ofende?” Cristo le respondió: “Yo te digo en verdad, 70 veces 7”. Y es que en una vida ni si acaso perdonando cada segundo de nuestra existencia completaremos la verdad de Su enseñanza.
Todos nosotros tendemos a caer en errores, unos menos otros más. Si el que comete grandes errores nos hace sufrir, pues éste es el que necesita más de nuestro amor. Pues en verdad, hay más alegría en los Cielos cuando un pecador empedernido se arrepiente, que cien justos entrasen a glorificar a su Señor.
Más el espíritu que ha cometido errores no solamente necesita de nuestro perdón, también necesita perdonarse a sí mismo, encontrar alivio para todo el mal que cometió. En su eternidad encontrará las oportunidades necesarias para enmendar sus errores, unas con amor otras con dolor.
Dios quiere a todos salvos, puesto que es Dios de Salvación. No hay ninguno que se pierda puesto que para Su amor divino no existe la perdición. Si los errores han sido la causa de nuestros infiernos, Dios es el efecto de nuestros Cielos cuando hemos llegado a seguirle en Su camino de amor.
¿Por qué nos acobardamos al perdonar, acaso porque no nos hemos elevado con el amor que santifica? Si el amor santifica, imaginad al espíritu que recibe de nuestro perdón.
El amor es luz, el perdón es entregar luz. Por la luz seremos salvos los unos a los otros.
Ha dicho nuestro Padre: “Ve a reconciliarte con tu hermano y tu ofrenda será grata a mis ojos”. ¿Cómo puede ser grata nuestra ofrenda que le llegamos a ofrecer, cuando la cizaña de la ira o la venganza a un hijo Suyo surge de nuestro corazón? Somos como el ciego queriendo ver sin lograrlo, y tropezando vamos diciendo amar, sin saber con certeza que es el amor.
La salvación surge del amor; para ser salvos hay que amar y perdonar. ¿Hasta que tiempo? Hasta que el Sol deje de alumbrar en este plano terrenal. Si el Sol llegase a morir y por ello la humanidad se acabase, recordad que hay un Sol Divino que siempre en la eternidad alumbrará a nuestros espíritus.
En verdad, en verdad aún en espíritu es necesario seguir amando y perdonando.
Todo el mal que pasamos aquí en la Tierra es por nuestro egoísmo de los unos para con los otros; ¿que sería de nosotros si en lugar de egoísmo fuera el Amor de los unos a los otros?
“Amaos los unos a los otros”: Frase divina y excelsa que solamente de un Dios todo amor pudo surgir. Él nos sigue amando unos en carne y otros en espíritu. Pues así debemos ser en la eternidad ya sea en carne o en espíritu, puesto cuando nos hemos llegado a perdonar nos hemos llegado a amar en Dios.
Si nuestro corazón se aflige por el dolor que nos ha causado un hermano nuestro, pensad que así estamos saldando deudas atrasadas.
Más el hermano que nos llega a afligir no es que este destinado para hacernos sufrir, en verdad que no, es que el Padre se sirve aún del más empedernido pecador para hacernos ver nuestros errores y nuestra falta de amor de los unos para con los otros.
Más aquel que falta al afligir nuestro corazón, tendrá en su momento también que perdonar y reparar hasta el último de sus errores para con los demás, para con su Padre, y más aún para consigo mismo; puesto que la paz de un espíritu solo existe cuando es semejante a su Padre Celestial.
Menos errores en nosotros, menos faltas que reparar en la eternidad; más errores o faltas que hacemos con los demás, para con nosotros mismos o para con nuestro Padre; mas pesares o méritos son necesarios en nuestra eternidad para sentirnos salvos y paz con nosotros mismos.
Por eso el mundo se conmueve, porque ha llegado el momento de ser salvos; porque llego el tiempo de la renovación de nuestro espíritu al comprender las lecciones que nos da la vida y también nuestros demás hermanos. Unos nos dan la lección del amor otros las del dolor; en unos y otros nos acrisolamos hasta comprender el Amor divino que todo lo abraza y lo vivifica.
Este mundo será Valle de amor. Muchos dicen: “El amor a muerto”. No, no es así, solo dejemos nuestro egoísmo y el amor brillará con intensidad en nosotros que llegará a asemejarse al Sol Divino que nos alumbra y nos da vida por la eternidad.
Así debemos ser como el Sol Divino dando calor, vida y luz a todos por igual; perdonando por siempre y amando por siempre, puesto que el Sol Divino desde el principio de la Creación no ha dejado de ser Padre para con todos Sus hijos.
“7777777777777777777777777777777777777777777777777777777777777777777777”
“Amaos los unos a los otros” |
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roberto viera gonzalez Veterano
Registrado: 20 Nov 2005 Mensajes: 1799
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Publicado:
Vie Feb 23, 2007 9:47 am Asunto:
Tema: AMANECER ESPIRITUAL (reflexiones varias) |
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¡Qué interesante tus reflexiones! Veo en ellas un hilo conductor magnífico. No lo pierdas, hermano. La perseverancia es uno de los valores que nos permite crear el hábito. El hábito ya es parte de tu ser. Yo lo veo con el Santo Rosario. Al principio me costaba mucho rezarlo a diario. Hoy lo hago con tanta alegría y de rodillas que le agradezco a Dios la majestad de este valor: la perseverancia.
Cultívalo, hermano Leonardo. Hoy es Primer Viernes de Cuaresma. trata de escuchar Misa. Saludos. _________________ me interesan los temas sobre santidad |
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Leonardo López Esporádico
Registrado: 25 Jul 2006 Mensajes: 61
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Publicado:
Lun Mar 05, 2007 5:24 am Asunto:
Hablar de santidad es:
Tema: AMANECER ESPIRITUAL (reflexiones varias) |
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Hablar de santidad es:
Santidad, es hablar de la perfección de nuestro espíritu que llega a lograr en su largo peregrinaje desde que nació del Seno divino hasta que vuelve a Él.
Santidad es lograr una luz pura en nuestro espíritu sin tener el menor átomo de oscuridad que opaque aquella luz.
Santidad es haber seguido la Voluntad divina, aceptarla y llevarla a la práctica ya sea que estemos en carne o en espíritu.
Santidad es saberse humilde, es reconocer que el único Santo a través de todos los tiempos ha sido nuestro Padre, y que nosotros hemos equivocado nuestros senderos al desobedecerle.
Santidad es asemejarnos a los ángeles que cantan alabanzas al Padre, no siendo cánticos, sino haciendo obras poderosas en amor que glorifiquen la Ley de Dios.
Hablar de santidad es simplemente seguir el ejemplo divino que nos dejó Jesús desde que llegó a la Tierra hasta la culminación de Su transito sobre ella en la cruz.
Santidad es llevar a la práctica los 2 Mandamientos supremos: “Amar a Dios sobre todas las cosas en mente, cuerpo y espíritu, y Amarnos los unos a los otros”.
No se puede llegar a la santidad sin amar lo que Dios ama.
No se puede llegar a la santidad sin seguir el ejemplo de nuestra Madre María, pues Ella es como una escala que nos ayuda a llegar a Dios.
No se puede llegar a la santidad sin el ejemplo de Jesús en nuestras propias vidas.
Tampoco se llega a la santidad olvidando a Dios para solo poseer los bienes de la Tierra.
No se es santo si llegamos a juzgar a nuestros hermanos, solo a Dios toca juzgarnos.
No se es santo si destruimos el Templo de Dios que no es religión o iglesia alguna del mundo; porque el Templo verdadero del Padre es nuestro corazón.
No se es santo al menospreciar lo que se nos ha dado como heredad terrenal para recreo de nuestro espíritu.
No se llega a la santidad si en espíritu aún llevamos las tendencias de la carne.
Un principio de santidad es el perdonar con sinceridad, puesto que el perdón se manifiesta por un autentico amor.
Hablar de santidad es ser virtuosos como lo es Dios.
Hablar de santidad es negarse a uno mismo, para que nuestro espíritu refleje su propia identidad.
Hablar de santidad es haber llegado a la perfección espiritual.
Un principio de santidad es armonizar nuestra parte material con nuestra parte espiritual dando al César lo que le corresponde y a Dios lo que es de Él.
Hablar de santidad es abandonar el camino del pecado.
Hablar de santidad es arrepentirnos verdaderamente de nuestros malos actos, ya sea en palabras, obras o pensamientos, y por ese arrepentimiento, regenerarnos y enmendarnos.
Santidad es poner en práctica la caridad con nuestros hermanos.
Santidad es dejar la ponzoña de nuestra lengua, que hiere y mata, más que a la carne al espíritu de nuestro otro hermano.
“Amaos los unos a los otros” |
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Leonardo López Esporádico
Registrado: 25 Jul 2006 Mensajes: 61
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Publicado:
Vie Mar 09, 2007 7:24 am Asunto:
Certezas
Tema: AMANECER ESPIRITUAL (reflexiones varias) |
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Certezas:
La más noble aspiración que podemos anhelar en nuestra eternidad es la luz de nuestro espíritu.
El camino para llegar a la Luz divina es recto, el camino torcido solo retrasa nuestro regreso a ella.
El anhelo divino de nuestro Padre es que nos Amemos los unos a los otros.
El egoísmo de nuestro ser es la causa de que en este tiempo todo se conmueva.
Todo ser humano tiene en su espíritu un átomo de Dios, pues por ese átomo amémonos como decimos amar a nuestro Padre.
Lo más grande que Dios puede dar a Sus hijos en Su amor infinito por nosotros es Su sabiduría divina.
Cómo no perdonar al que nos ha ofendido o lastimado, si en él existe una partícula divina que jamás se extingue y que es idéntica a la de quien Es.
Cada quien con su piedra sea ligera o sea pesada, cada cual la cargará.
Que ante la ofensa o la ingratitud de un hermano nuestro podamos entregarle aunque sea una gota de amor.
El perdón es una verdadera alabanza a Quién nos ha dado la Vida Eterna.
“Amaos los unos a los otros” |
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roberto viera gonzalez Veterano
Registrado: 20 Nov 2005 Mensajes: 1799
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Publicado:
Vie Mar 09, 2007 8:37 am Asunto:
Tema: AMANECER ESPIRITUAL (reflexiones varias) |
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Gracias, muchas gracias por estos dos últimos aportes. Hermano. _________________ me interesan los temas sobre santidad |
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Leonardo López Esporádico
Registrado: 25 Jul 2006 Mensajes: 61
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Publicado:
Jue Mar 15, 2007 10:12 pm Asunto:
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Tema: AMANECER ESPIRITUAL (reflexiones varias) |
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¡Ay de nosotros los seres humanos!,
hemos enfrascado nuestro amor en la materialidad.
Los abismos nos apresaron,
por no encontrar igualdad en nuestros espíritus.
¿Dónde quedo el día?;
las penumbras son en agobio nuestro.
Somos en la congoja por el mar anchuroso de nuestras pasiones.
Revístanse con nueva luz, ¡oh, corazones! y saldrán victoriosos de la confusión.
El amigo se volvió enemigo,
la oveja se volvió lobo;
más en Ti todo vuelve como al principio,
por Ti el mal ya no encontrará mas refugio en este plano terrenal.
Cantemos al Señor pues, triunfará.
El amo del mundo no podrá con Su amor;
día llega en que de nuestra tumba nos levante,
y cada partícula Suya cante alabanzas sin algún temor.
Pueblos y naciones Él regresa pronto;
ya no habrá cabida para el orgullo.
¡Suyo es el Cielo y la Tierra, alabadle humanidad!
Nuevo maná con igual esencia tiene para nosotros.
Buscad refugio en el Pan de Vida Eterna,
pasajeros somos en este mundo, y la mayoría se presenta ante Él, muertos.
¡Vivid!, puesto que nunca ha faltado la sabiduría del espíritu.
Por Su tercer maná desde el primero al postrero, nuevamente nos llegaremos a glorificar en Él.
“Amaos los unos a los otros” |
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Leonardo López Esporádico
Registrado: 25 Jul 2006 Mensajes: 61
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Publicado:
Mar Mar 20, 2007 5:28 am Asunto:
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Tema: AMANECER ESPIRITUAL (reflexiones varias) |
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¡Ay, ay, ay, por la humanidad!;
pues dónde encontrará sitio alguno para ocultar toda su maldad e inequidad.
De la Luz divina no podrá ocultarse puesto que la lleva en sí misma;
de esa Luz que ha llevado desde el principio de su creación oirá el reclamo de su Dios.
Su turbación será grande como jamás lo fue;
todo llegará por la dureza de su corazón.
Más la piedra volverá a ser carne,
y el Señor nuevamente morará en él.
Gran angustia le espera, puesto que todo se conmoverá más grandemente;
y en verdad, todo lo evitaría si volviese al amor.
Más sorda y ciega es, y no ve el camino a seguir,
porque solo contempla el camino falso que le ha llegado a convenir.
Como el oro en el fuego, así la humanidad se acrisolará;
nuevos destellos dará, más antes el Señor le forjará.
De los escombros de su corazón resurgirá, pero antes maldecirá,
sin haberse dado cuenta de que las deudas eran muy grandes para consigo misma.
¡Oh, corazones!, aunque la luz es con ustedes, no la llegáis a ver.
No veáis con los ojos de la carne, mejor ved con los del espíritu y encontraréis la verdad.
¿Por qué lloras, por qué gimes, cuando has blasfemado contigo misma?
Salid de vuestra confusión volviendo al Señor.
El mundo te envolvió,
en todas partes solo existe y se escucha tu negación.
Si llegases a darte cuenta de que al negar a Cristo te has negado a ti misma,
no serías tan injusta contigo misma como lo has llegado a ser.
¡Ay, humanidad! en lugar de tener el sello del Dios Vivo, tenéis el de la tentación,
por eso el cáliz amargo del dolor hoy lo estás bebiendo hasta la última gota.
Dejad al dragón que quema y devora vuestra luz, y volved al camino certero de vuestro Dios,
y Él en verdad no os defraudará.
“Amaos los unos a los otros” |
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Ceci* + Moderador

Registrado: 10 Sep 2006 Mensajes: 8440 Ubicación: La tierra del Inka, que le sol ilumina por que Dios lo Manda
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Publicado:
Vie Mar 23, 2007 9:40 pm Asunto:
Tema: AMANECER ESPIRITUAL (reflexiones varias) |
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Leonardo
cada vez que te leo y te veo recuerdo al hijo de una amiga muy querida que llevaba tu nombre, un chico maravilloso
te envio un abrazo! _________________ "El Amor es lo único que se multiplica cuando se reparte"
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Leonardo López Esporádico
Registrado: 25 Jul 2006 Mensajes: 61
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Publicado:
Lun Mar 26, 2007 7:39 am Asunto:
La lucha espiritual del hombre
Tema: AMANECER ESPIRITUAL (reflexiones varias) |
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La lucha espiritual del hombre:
En nuestro espíritu está la potestad para salir adelante. No habrá mérito verdadero en él sin haber vencido las tentaciones y debilidades de su carne.
Cuanto más hemos anhelado acercarnos a nuestro Padre, más tentados y probados somos. Es la lucha de nuestro espíritu que refleja la verdadera semejanza con su Dios y la de nuestra carne cual hecha del polvo de este mundo, porque nuestro espíritu siempre buscará lo verdadero, lo que lo eleva a la Luz divina; la carne cuál débil criatura buscará en esta lucha lo del mundo, porque a él pertenece.
En esta lucha, existen los méritos que nos son necesarios para llegar al Cielo verdadero del espíritu. No se puede llegar a la perfección espiritual sin haber vencido lo del mundo.
¿Qué nos ofrece lo del mundo para no elevarnos al Señor? La avaricia, el hacernos señores y reyes de los demás, la lujuria, la vanidad, pasiones insanas. ¿Cuál es nuestra propia debilidad por el cuál no podamos elevarnos espiritualmente? Pues Él lo sabe con perfección, y son las pruebas que nos hemos impuesto en nuestro sendero material, para que al triunfar de ellas, podamos ascender un paso más en el camino de nuestra Espiritualidad.
En verdad, la única lucha o batalla que Dios tiene dispuesto para cada uno Sus hijos es: La lucha del espíritu con la carne. No es que el espíritu deba de humillarla o menospreciarla, no, eso no debe de ser, porque también es criatura hecha con perfección divina; así como tampoco podemos despreciarla, porque ella es también la oportunidad que Dios nos otorga, para que nuestro espíritu pueda habitar en este plano terrenal con un vestido temporal.
Armonizar nuestra parte material con nuestra parte espiritual es y debe ser nuestra meta en este mundo; dando a Dios lo que le pertenece y al mundo lo que le corresponde. A tu espíritu lo de Dios, a tu carne lo del mundo.
Nuestra carne necesita alimentarse, beber, vestirse, crecer, desarrollarse, multiplicarse, etc.,…
Nuestro espíritu necesita la oración, la elevación, la purificación de sus propias faltas, engrandecer todas sus virtudes y potencias, armonizarse con su parte material, poner en práctica todos sus dones, amar, perdonar, asemejarse a la humildad de Cristo y vivir el Ejemplo divino que nos enseñó. De igual forma le es necesario, aprender las lecciones que le da este Valle y sus demás hermanos para forjar su ESPIRITUALIDAD; desprenderse de todas las cadenas que lo atan a este mundo; amar y vivir en paz con sus demás hermanos encarnados para sentirse cercas de su Creador, así como hacerse más sabio en la Sabiduría divina.
Cuando la carne usa de su potestad vence al espíritu, porque siendo fuerte el espíritu, es vencido por la debilidad de la carne. Si el espíritu utiliza a la carne como instrumento, para que otro hermano nuestro en estado espiritual pueda habitar este mundo al unirse la semilla del varón y la tierra fértil de la mujer, y de esta unión se forme una criatura semejante a las carnes que se unieron, es mandato perfecto del Padre; ya nos lo ha dicho: “Henchid la Tierra y multiplicaos”. Pero si nuestro espíritu es vencido por la carne, y el primero solamente quiere sentir el placer y las sensaciones que ella le provoca por caminos inciertos, entonces él es vencido por lo del mundo, porque sólo buscará el placer por el placer por medio de su carne, sin medir las consecuencias que pudiera ocasionarle tanto a su parte material como espiritual.
En cierto, no digo que el placer que sienten nuestras carnes en lo sexual sea pecaminoso, malo o nocivo ya sea que estemos en pareja o individualmente, porque también esas sensaciones que sentimos son obra hecha perfecta del Creador, así lo dispuso para nuestros cuerpos, y Su determinación es perfecta. Sólo debemos preguntarnos, ¿en que forma o manera buscamos ese placer? Pues únicamente que no sea para perjuicio de nuestro espíritu ni para nuestra parte material, ni tampoco para perjuicio o daño en su parte física, emocional y espiritual de un Semejante nuestro.
¿Creen hermanos míos, que nuestro Padre hubiera hecho algo para tentar o perder a Sus hijos? De cierto nunca lo ha hecho. La sabiduría de esto es, ¿qué hemos llegado a hacer con nuestra carne con el libre albedrío que se le ha otorgado a nuestro espíritu? Ya que nuestro espíritu debe ser el guía de la carne y no la carne el guía del espíritu. Eso es sabiduría: Dejar que el espíritu guíe a su carne por el camino certero de la Ley y Enseñanza divinas.
Si a nuestra carne lo enviciamos con sustancias no apropiadas para ella, ¿cuál es la consecuencia de ello? Que ella pierda fuerza para que nuestro espíritu pueda cumplir su misión aquí en este plano terrenal.
¿Qué pasa si abusamos del fruto de la vid? El deterioro es en ella; nuestra mente se pierde, y el espíritu deja ser el guía. Por el abuso del vino, muchas de las veces damos paso a las palabras hirientes en nuestra familia, como también el maltrato emocional, material y espiritual a nuestros hijos, esposa o esposo, o amigos. Es la consecuencia al perdernos por falta de fuerza de voluntad. El abuso que hacemos del vino también hace que nuestra carne se enferme y se deteriore; y no es que el fruto de la vid sea malo, nocivo, en verdad que no. La sabiduría de esto, es que: Lo que hagamos en demasía o en abuso ya no es sano, se vuelve nocivo tanto para nuestra parte material como espiritual, y muchas de las veces no solamente para nosotros mismos, sino también llegamos a perjudicar de una u otra forma a nuestros Semejantes que nos rodean.
Todo abuso trae sus consecuencias; igual pasa con nuestro alimento, si abusamos de él, ocasiona efectos negativos a nuestra parte material, ¿no es así?
Y si me preguntan sobre el cigarro, solo os digo: Dejadlo por amor a vosotros mismos, no hay beneficio alguno. Ese pequeño papel con diversas sustancias, si destruye poco a poco nuestras carnes y al enfermarlas por tan grande envenenamiento, acarrea gran purificación al espíritu en su propia carne por no haber cuidado de su vestimenta material.
Entonces preguntémonos a la luz de nuestra Conciencia, ¿qué hacemos con nuestra carne con el libre albedrío que con Amor divino se nos otorgó a nuestro espíritu? Pues lo que hagamos con ella nos pertenece a cada uno de nosotros y a nadie más. Pues las causas son nuestras así como los efectos; si son para bien dichosos seamos; pero si son para mal, valientes hemos de ser al acercarse nuestra purificación.
Armonicemos nuestra parte material con nuestra parte espiritual; dando oportunidad a que nuestro espíritu sea el guía de nuestra carne, y no que la carne llegue a corromper a nuestro espíritu.
En verdad, NO DEBEMOS ABORRECER A NUESTRA CARNE, NI LLEGARLA A MALDECIR, ESO NO DEBE DE SER JAMÁS, puesto que de esa forma tampoco honramos a nuestro Dios. Dios es Perfecto y con perfección da a Sus hijos. Si Él nos otorgó la carne para nuestro espíritu es sabiduría divina y perfecta lo es, para que él pueda elevarse de este mundo al haber conseguido la armonía con su parte material, amando a sus demás hermanos. Ese es el secreto: El AMOR de los UNOS a los OTROS.
En el amor que profesamos a Dios encontraremos todas las respuestas a nuestras interrogantes. Pues si le amamos tengamos en cuenta que lo que hagamos a un hijo Suyo, también se lo hacemos a Él. Más si somos vacilantes en el amor que le profesamos, pues en verdad, Él nos ha amado con la misma intensidad y limpidez desde que nacimos de su Seno divino. Si le herimos Él nos bendice, o acaso, ¿el Sol ha dejado de alumbrar, de dar calor y vida a alguien? En su Amor divino que tiene para cada uno de nosotros nos seguirá bendiciendo hasta la eternidad, seamos reacios o nobles, porque en verdad, no hay ninguno en la Tierra, en el espacio o en Valle espiritual que Él haya dejado de amar; pues también es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que Su amor divino por nosotros cambiase. Así es Él, no hay átomo de odio, rencor o venganza en su Divino Espíritu. Pues es en nosotros Sus hijos donde debe de nacer el amor verdadero hacia su Divinidad, ¿y cómo surge ese amor verdadero? Siguiendo su Ley divina, y que dice la Ley: “Amar a Dios en Sus propios hijos”. Pues también nos ha dicho con amor: “No hagáis lo que no quisieras que te hicieran a ti”.
Pues también es cierto, por el amor que tiene por cada uno de nosotros, el dejar que cada uno de Sus hijos recoja la cosecha de su siembra, o que es lo mismo, que cada uno saboreé el fruto de sus actos; pues todo lo que hagamos en nuestra vida material o espiritual tiene sus efectos ya sean para alegría o aflicción nuestra. Deuda que hagamos, deuda que tendremos que saldar: Eso es Justicia divina.
En Su Justicia divina cada quien recoge y saborea el fruto amargo o dulce de sus propios actos, ya sean en palabras, obras o pensamientos. En verdad, toda deuda nuestra tiene que ser saldada; pues no se llega a la perfección espiritual sin haber limpiado nuestros diversos caminos. Menos faltas que hagamos, menos amarguras en nuestra eternidad; más faltas a Su Ley divina, más méritos nos son necesarios ya sea por medio del amor o por el dolor, hasta recuperar nuestra luz original, y al recobrarla poder llegar a sentir la paz verdadera en nuestro espíritu.
Tenemos la eternidad, más la pregunta sería, ¿cómo queremos caminar en nuestra eternidad? La elección es nuestra, con luz o con oscuridad. Cada uno de nosotros elige el camino por el que se quiere transitar; pues también es verdad, que nadie carga con las faltas ajenas, sino siempre son las propias.
Dios es Amor, y ese Amor lo tenemos por heredad divina. Él no quitará de algún hijo Suyo el libre albedrío, nunca lo hará. La libertad es nuestro mayor privilegio. Él no quiere maquinas, quiere hijos obedientes que por sí mismos reconozcan que Su Ley divina es el Camino, y por el cumplimiento que hagamos de ella, nos lleve por promesa Suya a la paz y felicidad verdaderas.
El Camino es el AMOR, así lo ha dicho y lo seguirá diciendo por siempre en Su Ley suprema. He aquí la respuesta a la confusión y por esa confusión el vacío que hemos llegado a sentir: “AMA A TU SEMEJANTE, TAL COMO DIOS AMA A TU HERMANO”. Aquí nos es muy útil meditar y preguntarnos: “¿Cómo ama a Su hijo, y cómo obraría Él con Su hijo?” En las respuestas que hallemos a esta interrogante encontraremos el mejoramiento de nuestra existencia con nuestros demás hermanos, puesto que Él siempre obrará con AMOR.
¿Cómo perdonarte a ti mismo? Amando a tu hermano y Semejante. Pensando en todas las formas en que tú puedas entregarles tu amor, y de esa forma el perdón lo llegarás a sentir como una caricia que viene de Aquél que te formó, y así la paz anhelada volverá a tu espíritu.
Esto también es sabiduría: Dejar que el amor nos purifique y no que sea el dolor el causante de nuestra purificación.
Si tu espíritu cae por la debilidad de tu carne, levántate, y usa la potestad que él tiene, ya que tu espíritu es la que refleja la verdadera semejanza con tu Dios. Los caminos de la carne son diversos, y para obrar bien en beneficio de nuestro espíritu, obremos, pensemos y hablemos a nuestros Semejantes tal como lo quisiéramos con nosotros mismos. Nuevamente os digo: En el AMOR hallarás las respuestas.
“AMAOS LOS UNOS A LOS OTROS” |
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Leonardo López Esporádico
Registrado: 25 Jul 2006 Mensajes: 61
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Publicado:
Lun Abr 02, 2007 12:02 am Asunto:
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Tema: AMANECER ESPIRITUAL (reflexiones varias) |
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¡Ven Señor mío,
la hora es señalada en que Tu amor vuelva a florecer en nuestros corazones!
¡Ven Señor mío,
el Tiempo ha llegado en que todo pueblo y nación reconozca a su Salvador!
¡Naciones y pueblos alabadle con vuestro amor;
no hay más lugar para el odio y el tormento!
Con amor vuelve para llevarnos a luz del medio día,
¡oh, Corazón divino, tuyo es la gloria por siempre!
Todos te cantarán, a pesar de que antes el dolor les pulimento.
Tú tienes reservada una gracia para cada uno de Tus hijos,
¡oh, Sello bendito y glorioso en que todos nuevamente nos sentiremos glorificados en Él!;
tiempo llega en que Él lo ha de abrir por Su gran amor a nosotros.
¡Tierra, Cielo, espacio nuevamente Él triunfa!, ¿quién pudo con Su amor?
Todos reconocen Tu potestad, ¿quién te teme Señor mío?
Pues ya no hay temor hacia Ti amado mío, solo alabanza y amor hacia tu Divinidad.
¡Gloria, gloria, gloria al Dios de los vivos!
Tú nos salvaste a pesar de martirizarte por tanto tiempo,
Tú nos glorificaste a pesar de haber vivido en los abismos,
Tú nos llamaste a pesar de no merecerlo,
¡Oh, Padre grande es tu amor!
Por ventura, ¿la aflicción iba a ser por siempre y eterna en nosotros?,
¡Oh corazones, en el dolor nos hemos purificado por no hallar vida en el amor!
He aquí al Maestro Amor resucitándonos de nuestras tumbas,
hoy nos levanta y nos entrega vida nueva y agua nueva.
¡Oh, Padre antes de ser tuyos negamos Tu maná!;
porque en los pasados tiempos rechazamos tu invitación.
Sé que también Tu tercer maná será rechazado; pero al final,
sabes que triunfarás, porque Tú en verdad eres la Victoria sobre nuestros espíritus.
¡Gloria, gloria, gloria, al Señor,
suyo es la Tierra y el Cielo, alabadle humanidad!
Pues Él triunfo sobre el egoísmo de nuestro corazón,
nuevamente la luz del medio día es en nuestros espíritus.
Pasarán los Cielos y la Tierra, pero tu Palabra ¿cuándo pasara de nuestros espíritus?;
eres Eterno y en esa eternidad nos llamarás a ser sabios como Tú lo eres.
¡Oh, Padre que grande es Tu sabiduría!,
porque siempre se baso en el amor que sientes por cada uno de nosotros,
¡gloria, gloria, gloria, por siempre a Ti amado nuestro!
“Amaos los unos a los otros” |
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Leonardo López Esporádico
Registrado: 25 Jul 2006 Mensajes: 61
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Publicado:
Vie Abr 06, 2007 2:52 am Asunto:
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Tema: AMANECER ESPIRITUAL (reflexiones varias) |
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…
El recuerdo llega nuevamente,
el llanto recorre las mejillas como hace tiempo.
Por las tinieblas de nuestro corazón no te llegamos a reconocer;
¡oh, Corazón divino!, ¿hasta cuando bajarás de Tu cruz?
En carne te sumergiste a nuestros abismos,
en Espíritu nos acompañas aún en nuestras penumbras.
Más eres Santo, y por Tu santidad nos libertarás,
¡Oh, Maestro, el Tercer Día ha llegado; resucítanos, nuestro pesar es agobiante!
De Ti nos burlamos cuando hablaste de Tu resurrección al tercer día,
de Ti nos burlamos cuando profetizaste sobre el templo de Salomón.
¡Ciegos y sordos somos, por haberte desconocido y herido cruelmente!
Más los que esperan el Tiempo señalado, declaran con certeza que Tú promesa no será en vano.
De Tu mirada surgen lágrimas de sangre; es el dolor que sientes por cada uno de Tus hijos.
Como la gallina cubre a sus polluelos, así quisieras ser para con nosotros.
Esperad un poco mas Padre mío, ese anhelo está cercano;
pronto seremos en Ti y Tu llanto será un canto eterno.
¿Cómo podemos decir que eres cruel y vengativo?
¿En dónde nos confundimos, Amado nuestro?
Por ventura, ¿el Amor de los Cielos puede albergar el odio y la venganza?
Pobre es nuestro entendimiento, y aún no hemos llegado a comprenderte.
Muchas veces juzgamos a Tu Divinidad como si fueras parte de lo del mundo,
y he aquí que en él, el odio y la venganza es por doquier.
¿Cómo puede ser que el odio y la venganza puedan combatir al odio y la venganza?
Sólo perdición sería; y Tú en verdad eres la Salvación, el Amor de los amores.
Oh, Santo, ¿cómo pedirte perdón si Tú eres el Perdón?
¿Cómo pedirte clemencia cuando Tú en sí eres la Clemencia?
¡Ah, corazones somos los ciegos queriendo ver sin lograrlo!
¡Somos nosotros los que no hemos tenido perdón ni clemencia los unos a los otros!
Abre Tus brazos Amado mío; invítanos nuevamente a morar Contigo;
aquí en este Valle solo el rechinar y el crujir de dientes es con todos, de día y de noche.
Oh, Padre, ¡¡¡tenemos sed!!!
Ven, Amado nuestro, el agobio de nuestros infiernos nos han llegado a despertar.
De nuestra cruz de dolor nos glorificarás.
Nuestra caminata ha sido larga y penosa, y ya queremos entregar nuestro espíritu a Tu verdad.
¡Oh Padre, he aquí a Tus hijos! Madre, sentimos morir, ¿por qué tardas tanto?
Larga parece la espera, más no es que Tú te alejes, es que nosotros no queremos ir hacia Ti.
De la noche al día resurgiremos,
de la Tierra al Cielo nos elevaremos.
Ya toca fin la noche, solo unas horas quedan.
¡Oh, Padre, en Tus manos encomendamos nuestros espíritus!
Todo será consumado para gloria Tuya. Así sea.
“Amaos los unos a los otros” |
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gusjuanpablo Nuevo
Registrado: 06 Abr 2007 Mensajes: 5
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Publicado:
Vie Abr 06, 2007 5:39 am Asunto:
Reflexión sobre la semana santa...
Tema: AMANECER ESPIRITUAL (reflexiones varias) |
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A propósito de la esencia de esta semana santa 2007…
Sólo una manera de mirar…
Para todos los que creemos en Cristo los días santos constituyen la sustancia esencial de nuestra Fe, pero fe en qué: En ese Jesús de Nazareth a quien le hemos adjudicado el título de CRISTO. Título por cierto que nos viene de la tradición histórica de nuestra iglesia. Pero hay que hacer notar que hablar de Jesús de Nazareth es hacer referencia al Jesús hombre rastreado por la historia que pertenece a una cultura y época concreta, y que vive y muere ante los ojos mundanos cualquier hombre. En cambio, El título de “Cristo” es una confesión de Fe posterior que hace la comunidad cristiana al ver en Jesús al Hijo de Dios, quien le ha enviado a nosotros para revelarnos su amor misericordioso y su perdón.
Una forma de comprender el papel que Jesús ha jugado en la historia es CREER y VER que siendo hombre ha logrado abrir un camino hacia la trascendencia divina, un camino mediante el que ha traspasado la oscuridad del sufrimiento de forma absoluta sublimándola al darle sentido y orientación, un camino que ha seguido él como auténtico chamán o maestro que busca encontrar la encrucijada entre las fronteras espacio-temporales para mostrarnos que el camino hacia Dios no es tan lineal y efímero, sino siempre nuevo y distinto, a la vez único y diverso. Un camino que pasa a través de los enigmas más humanos como los son el sufrimiento, la muerte, el dolor y el odio, lo cuales nos atrapan con facilidad en la oscuridad del sinsentido, pero que a través de la libertad y el amor son transformados en un medio necesario para reencontrar la divinidad.
Y es aquí donde Jesús logra abrir una puerta a través de su entrega que le lanza hacia el infinito, es decir, hacia su Padre. Y entonces, este el camino que nos invita a seguir y convertirnos en sus discípulos, para lo cual no necesitamos mas que creer en él y seguir sus enseñanzas.
El Triduo Pascual (Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado Santo) son una especie de guía mística para seguir este camino, pero no un camino lineal sino Vital y espiritual. Estamos invitados a hacer el mismo recorrido que Jesús hizo desde el exterior material, consumista y efímero hacia la propia interioridad personal que debe necesariamente consumirnos con el fuego que devora toda impureza y elementos innecesarios para el viaje que nos trasciende hacia nuestra propia originalidad divina.
El primer momento místico del camino está representado simbólicamente por el jueves santo, que celebra la intensidad y gozo de la entrega amorosa revelado por Dios, y que le da sentido y dirección a la vida lanzándola con inspiración sinigual hacia los demás e iluminando el camino con una luz que transforma todo corazón expandiéndolo más allá de sus límites y miedos. Es el ascenso hacia la divinidad, guiada siempre por los seres de luz.
El segundo momento místico está representado por el Viernes Santo, en el que la intensidad de la entrega es puesta a prueba por la oscuridad antagónica vital (sufrimientos, dolor, muerte) que trasluce la contradicción provocando un terremoto existencial que todo lo destruye y lo vuelve a la “nada”. Y esta se esparce como niebla haciendo opaca la luz dejándola débil. Es el famoso descenso a los infiernos de la mente y de la historia, en donde reinan los demonios a quienes hay admirar y sobre todo aprender a esperar, dejarse guiar por ellos hasta el umbral místico donde todo será consumido, deshecho y depurado. Es aquí donde debiera reinar el silencio absoluto y la contemplación a riesgo de perderse y perderlo todo…. Y de hecho así es… por ello le llamamos muerte.
El tercer momento místico lo constituye el Sábado Santo. Al final cuando todo parecía consumido y vuelto “nada”, cuando se había descendido hacia el culmen de la desesperación y la soledad más sombría, entonces sucede el milagro divino que ha transformado y vuelto a la luz a la vida. Ha resurgido la intensidad amorosa desde el “Sheol” (abismo hueco sin forma y sin fondo). La contradicción no ha desaparecido la vida, tampoco la luz ha triunfado sobre la oscuridad, más bien se han fusionado provocando un dinamicidad original y siempre nueva en la vida. Hemos sido entonces transformados por el AMOR… Jesús ha resucitado, pero no su cadáver. Ha vuelto a la vida con mayúsculas.
El misterio siempre será tal y difícilmente se dejará atrapar por nuestros cálculos y asombros científicos. Para comprender éste MISTERIO VITAL DIVINO necesitamos mucho más que sólo palabras, mucho más que sólo la ciencia, mucho más que solo la mente. Es importante soñar el misterio porque es otra manera de desvelarlo y se sale de los cauces habituales. Es importante intuir el misterio porque sólo así nos dejaremos guiar por esa otra parte de nuestro ser que normalmente ignoramos y que es mucho más grandiosa y sabia. Es importante llenarnos de las ilusiones del misterio porque ellas nos lanzan más allá de nuestros límites y de nuestros miedos…, al AMOR DIVINO. |
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Leonardo López Esporádico
Registrado: 25 Jul 2006 Mensajes: 61
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Publicado:
Vie Abr 20, 2007 5:45 am Asunto:
Certezas:
Tema: AMANECER ESPIRITUAL (reflexiones varias) |
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Certezas:
Todos hemos pecado de una u otra forma; pero lo importante es el arrepentimiento sincero del mismo para volver al camino certero de la Vida Eterna.
¿Quién puede darnos muerte? Nadie, somos eternos.
El amor todo lo vivifica, el odio todo lo destruye.
Para conocerse uno mismo, primero hay que conocer nuestro verdadero origen: Dios.
No solo somos carne, también somos espíritu.
Quién se hace sabio en la Sabiduría espiritual comprende todas las demás ciencias por haber.
Por el amor nos reencontraremos unos a otros como hijos del Altísimo.
“Padre nuestro que estás en los Cielos,…” ¿puede haber en la oración que nos legó nuestro amado Jesús algún sentido que nos invite a odiar o a vengarnos de nuestros hermanos?
Como la luz del medio día, así llegarán a asemejarse nuestros espíritus.
Si no somos los responsables de las guerras, si somos los responsables de la paz.
Nuestro origen es divino; entonces, ¿por qué nos hemos negado a nosotros mismos?
La luz se hace mayor en nosotros al comprender todo lo que posee nuestro espíritu.
Toda la vida es una constante experiencia que vive nuestro espíritu para su perfeccionamiento espiritual.
Lo más grande y bello que puede alcanzar un espíritu encarnado en este plano terrenal, es su Espiritualidad.
“Amaos los unos a los otros” |
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Leonardo López Esporádico
Registrado: 25 Jul 2006 Mensajes: 61
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Publicado:
Vie Abr 20, 2007 5:50 am Asunto:
Certezas:
Tema: AMANECER ESPIRITUAL (reflexiones varias) |
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Certezas:
Todos hemos pecado de una u otra forma; pero lo importante es el arrepentimiento sincero del mismo para volver al camino certero de la Vida Eterna.
¿Quién puede darnos muerte? Nadie, somos eternos.
El amor todo lo vivifica, el odio todo lo destruye.
Para conocerse uno mismo, primero hay que conocer nuestro verdadero origen: Dios.
No solo somos carne, también somos espíritu.
Quién se hace sabio en la Sabiduría espiritual comprende todas las demás ciencias por haber.
Por el amor nos reencontraremos unos a otros como hijos del Altísimo.
“Padre nuestro que estás en los Cielos,…” ¿puede haber en la oración que nos legó nuestro amado Jesús algún sentido que nos invite a odiar o a vengarnos de nuestros hermanos?
Como la luz del medio día, así llegarán a asemejarse nuestros espíritus.
Si no somos los responsables de las guerras, si somos los responsables de la paz.
Nuestro origen es divino; entonces, ¿por qué nos hemos negado a nosotros mismos?
La luz se hace mayor en nosotros al comprender todo lo que posee nuestro espíritu.
Toda la vida es una constante experiencia que vive nuestro espíritu para su perfeccionamiento espiritual.
Lo más grande y bello que puede alcanzar un espíritu encarnado en este plano terrenal, es su Espiritualidad.
“Amaos los unos a los otros” |
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Leonardo López Esporádico
Registrado: 25 Jul 2006 Mensajes: 61
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Publicado:
Lun Abr 30, 2007 4:39 am Asunto:
Nuestros hijos:
Tema: AMANECER ESPIRITUAL (reflexiones varias) |
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Nuestros hijos:
Un hijo es la continuación de nuestro propio ser en cuanto a carnes. Un hijo va más allá de nuestra propia concepción humana. Un hijo no es humano primeramente, porque he aquí que antes de tomar un cuerpo en el vientre de la madre, fue espiritual.
Un hijo nuestro es un ser espiritual que viene a aprender y a enseñar, a cumplir una misión aquí en la Tierra. Todos nacemos de un Padre y Él es, el Creador. A veces nos consideramos los primeros padres de una criatura cuando él llega a nuestros brazos; pero solo vemos con los ojos de la carne y no con los del espíritu. Si viésemos con los ojos del espíritu, sabríamos con certeza el don tan hermoso que tenemos nosotros como seres humanos al formar la vestimenta material para un hijo del Creador, que le servirá ya como espíritu encarnado, en toda una existencia material en este mundo.
La semejanza del hijo para con sus padres es solo en la envoltura, pero la semejanza espiritual y aun mas divina es con la de Dios.
¿Por qué nos creemos totalmente humanos, acaso solo eso somos? No, somos más que eso. No somos los cuerpos que mueren y algún día van a fundirse con los elementos de la Tierra; somos espíritus que algún día dejarán la materia para volver a ser hijos espirituales, y todos los hijos espirituales tienen un principio, un origen, y este origen es el Padre Divino. Siendo el Padre Divino causa de nuestra existencia, ¿acaso el hijo no será divino siendo partícula Del que todo lo Es?
Nosotros como espíritus encarnados tenemos todos los atributos necesarios en nuestras carnes para hacer la envoltura de aquél quien viene a desempeñar una misión aquí en la Tierra. ¿Sería justo que por esos atributos, nosotros menospreciemos a los que el Padre Universal nos da y envía para su cuidado y protección? En el hombre la semilla y en la mujer la tierra fértil, he aquí esos atributos en nuestras carnes.
Doloroso es cuando se nos quita un ser querido aquí en la Tierra, pues imaginad y sentid el dolor de un espíritu cuando es rechazado por su padre o su madre materiales. El dolor es inmenso.
¿Por qué despreciar el fruto? ¿Acaso como espíritus que fuimos primeramente en el Más Allá no pedimos al Creador ser colaboradores de su Creación? Pues su Creación también son Sus hijos que nacen de nuestros atributos corporales. Tengamos la certeza que la dureza de nuestro corazón por no recibir a un hijo Suyo, se convierte en un dolor acerbo en nosotros mismos cuando dejamos la carne, al contemplar que en lugar de ser los colaborares de nuestro Creador, fuimos los destructores de Su magna obra.
Un hijo que nace es dicha para el padre y para la madre cuando conciben en la luz de sus pensamientos y corazones, que se les dio la oportunidad de hacerse cargo de un hijo de Dios. Es tiniebla en esos corazones cuando en lugar de ver con el corazón ven con los ojos de la carne, solo un cuerpo vacío sin sentimientos, sin derecho a vivir y sin derecho para desempeñar su misión.
La Tierra es escuela para nuestros espíritus; Dios no puede quitar la vida, más bien la conserva. Si solo vemos con los ojos de cuerpo, sentimos que la muerte es el fin; pero he aquí, que si vemos con los ojos del espíritu, sentimos que la muerte del cuerpo es nuevamente el principio de nuestro verdadero existir.
Antes que cuerpos somos espíritus encarnados aprendiendo y desempeñando una misión con los demás. No hay una misión negativa que traigamos del Más Allá puesto que nuestro principio, nuestro verdadero origen se encuentra en el Amor divino. Si equivocamos nuestra misión, es que olvidamos o negamos nuestra verdadera esencia, para solo ocuparnos lo que es de las falsas glorias que hay en el mundo, que no son más que nuestras ambiciones mundanas.
Si queremos ser felices después de vivir en este mundo, amemos a los hijos de Dios, aquellos que vienen a acompañarnos en lo largo de nuestro existir. Imaginemos y sintamos el dolor en nosotros mismos, si fuéramos los que vienen a desempeñar una misión en este mundo, y solo observamos y sentimos desde el Más Allá el reproche y el menosprecio de los que van o iban a ser nuestros padres materiales; sin lugar a dudas la gran tristeza sería en nosotros antes de llegar a este plano terrenal. Ahora imaginad y sentid cuando antes de venir a la Tierra, sentimos el amor de los que van a ser nuestros padres materiales, la alegría es suprema.
Mujer: En tu vientre hay un regalo, no humano sino divino, ámalo, quiérelo por ser parte en la colaboración con tu Dios y Señor. En ti varón esta la semilla, esa semilla es semejante a la de cualquier otra en la Tierra; si el fruto de tu semilla la cuidas y la abonas en toda tu vida, tendrás un fruto agradable, que te llenará de gusto y valor cuando por tus cuidados y tu amor lo veas florecer y crecer, ese fruto es tu hijo.
Nosotros no tenemos derecho de menospreciar las criaturas de Dios, porque primeramente antes de ser padres, primero pedimos ser padres desde el Más Allá; ¿será concebible que al pedir ese don en nosotros, ahora nos opongamos a nuestro pedimento y seamos los negadores de la Creación?
Ser padre, ser madre es participar con nuestro Padre Celestial. El querer ser padre o el querer ser madre sin poderlo ser es también participar con nuestro Padre Celestial al cuidar alguno de los pequeños que van en la vida como huérfanos. Si nuestros corazones vibrarán al son de Dios, ¿habría orfandad en el mundo? No, todos seríamos padres y madres, y nadie concebiría el despreciar un hijo del Creador que viene a desempeñar su misión espiritual y terrenal.
Amemos a nuestros niños, a nuestros hijos, porque ellos en verdad son en gran parte la alegría de nuestro existir.
"Amaos los unos a los otros" |
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Leonardo López Esporádico
Registrado: 25 Jul 2006 Mensajes: 61
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Publicado:
Lun Abr 30, 2007 5:29 am Asunto:
Pensamientos de nuestra hermana Teresa de Calcuta:
Tema: AMANECER ESPIRITUAL (reflexiones varias) |
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Las palabras de nuestra hermana Teresa de Calcuta:
(por Patricia Dalli)
"Pienso que hoy el mundo está de cabeza, y está sufriendo tanto porque hay tan poquito amor en el hogar y en la vida de familia. No tenemos tiempo para nuestros niños, no tenemos tiempo para el otro, no hay tiempo para poder gozar uno con el otro."
"El amor comienza en el hogar; el amor no vive en los hogares y esa es la razón por la cual hay tanto sufrimiento y tanta infelicidad en el mundo de hoy…Todo el mundo hoy en día parece estar en tan terrible prisa, ansioso por desarrollos grandiosos y riquezas grandiosas y lo demás; de tal forma que los niños tienen muy poco tiempo para sus padres. Los padres tienen muy poco tiempo para ellos, y en el hogar comienza el rompimiento de la paz del mundo."
"Veo a Dios en cada ser humano. Cuando lavo las heridas de los leprosos, siento que estoy curando al mismo Señor. ¿No es una experiencia hermosa?" -- entrevista en 1974.
Sobre la pobreza
"Cuando veo despojo aquí, siento ira en mi interior. Yo no apruebo el sentir cólera. Pero es algo que no puedes evitar después de ver Etiopía." -- Washington 1984.
"La más terrible pobreza es la soledad y el sentimiento de no ser amado."
"La más grande enfermedad hoy en día no es la lepra ni la tuberculosis, sino el sentimiento de no ser reconocido."
"Hay más hambre en el mundo por amor y por ser apreciado, que por pan."
"Algunas veces pensamos que la pobreza es sólo tener hambre, frío y un lugar donde dormir. La pobreza de no ser reconocido, amado y protegido, es la mayor pobreza. Debemos comenzar en nuestros propios hogares a remediar esta clase de pobreza."
Sobre la guerra
"Nunca antes he estado en una guerra, pero he visto hambre y muerte. Me preguntaba a mí misma, '¿Qué sienten ellos cuando hacen esto?' No lo entiendo. Todos son hijos de Dios. ¿Por qué hacen esto? No lo entiendo."
"Por favor escojan el camino de la paz. En un corto tiempo puede haber vencedores y perdedores en esta guerra que todos tememos. Pero eso nunca puede, ni nunca justificará el sufrimiento, el dolor y la pérdida de vidas que vuestras armas causarán."
-- Carta al Presidente de Estados Unidos George Bush y al Presidente de Irak Saddam Hussein, Enero 1991.
-- Beirut 1982, durante la lucha entre el ejército israelí y las guerrillas Palestinas.
Sobre el aborto
“El Aborto es un asesinato en las entrañas... Un niño es un regalo de Dios. Si tú no lo quieres, dámelo a mí."
"El más grande destructor de la paz es el aborto porque, si una madre puede matar a su propio hijo, ¿qué nos queda a nosotros, matarte a ti y tú matarme a mí? No nos queda más que eso."
"Es algo muy pobre decidir que un niño debe morir para que tú puedas vivir como lo deseas."
"El otro día soñé que estaba a las puertas del cielo. Y San Pedro me dijo: 'Regresa a la Tierra. Aquí no hay barrios de indigentes.'"
-- Registrada como lo dijo al Príncipe Michael de Grecia en 1996.
Sobre el trabajo en su vida
"Nosotros sentimos que lo que estamos haciendo es sólo una gota en el océano. Pero el océano no estaría tan lleno si no existiera esa gota."
"El milagro no es que hagamos este trabajo, sino que nos sintamos felices de hacerlo."
Sobre el amor
"Si tú juzgas a la gente, no tienes tiempo para amarla."
"Trato de dar a los pobres amor, lo que los ricos podrían conseguir por dinero. No, yo no tocaría a un leproso por mil libras esterlinas; sin embargo, voluntariamente lo curaría por el amor de Dios."
"He descubierto la paradoja de que si tú amas hasta que duele, puede no haber más dolor, sólo más amor."
"No estoy completamente segura de cómo será el Cielo, pero sí sé que cuando muramos y llegue la hora de que Dios nos juzgue, él no preguntará, ¿cuántas cosas buenas has hecho en tu vida? Más bien preguntará, ¿cuánto AMOR pusiste en lo que hiciste?"
"Sentirse no reconocido, no amado, no protegido, olvidado por todos, pienso que es un hambre mucho más grande, una pobreza mucho más grande, que la de la persona que no tiene nada para comer."
"No pienses que el amor, para ser genuino, tiene que ser extraordinario. Lo que necesitamos es amar sin cansarnos."
"Cada vez que sonríes a alguien, es un acto de amor, un regalo a esa persona, una cosa hermosa."
"Los trabajos buenos son eslabones que forman una cadena de amor."
"Ten fe en las pequeñas cosas, porque es en ellas que reside tu fuerza."
"Cada uno de ellos es Jesús disfrazado."
"Soy un lapicito en la mano de un Dios que escribe y va a enviar una carta de amor al mundo."
"Yo no rezo para conseguir éxito. Pido fidelidad."
"Sé que Dios no me dará algo que yo no pueda manejar. Sólo deseo que Él no confíe demasiado en mí."
Del servicio a Dios
"En esta vida no podemos hacer grandes cosas. Sólo podemos hacer pequeñas cosas con un gran cariño."
"Mucha gente confunde nuestro trabajo con nuestra vocación. Nuestra vocación es el amor de Jesús."
"Dulcísimo Señor, hazme merecedora de la dignidad de mi alta vocación, y sus muchas responsabilidades. No permitas nunca que la deshonre, propiciando la frialdad, la falta de piedad o la impaciencia."
"Debería haber menos conversación; un lugar para la prédica no es un lugar de encuentro. ¿Qué haces entonces? Agarra una escoba y limpia la casa de alguien más. Con eso será suficiente."
"No nos sintamos satisfechos sólo por dar dinero. El dinero no es suficiente. El dinero se puede conseguir, pero ellos necesitan que vuestros corazones los amen. Por lo tanto, derrama tu amor en todos los lugares por donde camines."
"Necesitamos encontrar a Dios y él no se encuentra entre el ruido y la intranquilidad. Dios es el amigo del silencio. Mira cómo la naturaleza –los árboles, las flores, la grama- crecen en silencio; mira las estrellas, la luna y el sol, cómo se mueven en silencio… Necesitamos silencio para poder tocar las almas."
"Las palabras que no dan la luz de Cristo, agrandan la oscuridad."
"Al final de nuestras vidas, no seremos juzgados por cuántos diplomas hemos recibido, cuánto dinero hemos conseguido o cuántas cosas grandes hemos hecho. Seremos juzgados por 'Yo tuve hambre y me diste de comer. Estuve desnudo y me vestiste. No tenía casa y me diste posada.'"
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Leonardo López Esporádico
Registrado: 25 Jul 2006 Mensajes: 61
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Publicado:
Dom May 13, 2007 3:26 am Asunto:
Me llamo AMOR
Tema: AMANECER ESPIRITUAL (reflexiones varias) |
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Me llamo AMOR
(???)
Cuando las horas de desaliento
te invadan el alma,
y las lágrimas afloren en tus ojos,
búscame: YO SOY AQUEL que sabe consolarte
y pronto se detienen tus lágrimas.
Cuando desaparezca tu ánimo
para luchar en las dificultades de la vida,
o sientas que estas pronto a desfallecer,
llámame: YO SOY LA FUERZA capaz de remover
las piedras de tu camino y sobreponerte
a las adversidades del mundo.
Cuando sin clemencia te encontraras,
de suerte que no hallaras donde reclinar tu cabeza,
corre junto a mí: YO SOY EL REFUGIO, en cuyo seno encontrarás
guarida para tu cuerpo,
y tranquilidad para tu espíritu.
Cuando te falte la calma,
en momentos de gran aflicción,
y te consideres incapaz de conservar
la serenidad de espíritu,
invócame: YO SOY LA PACIENCIA que te ayudará a vencer
las dificultades más dolorosas
y triunfar en las situaciones más difíciles.
Cuando te debatas en los misterios de la vida
y tengas el alma golpeada por los obstáculos del camino,
grita por mí: YO SOY EL BÁLSAMO que cicatrizará tus heridas
y aliviara tus padecimientos.
Cuando el mundo sólo te haga falsas promesas
y creas que ya nadie puede inspirarte confianza,
ven a mí: YO SOY LA SINCERIDAD, que sabe corresponder
a la franqueza de tus actitudes
y a la nobleza de tus ideas.
Cuando la tristeza o la melancolía
intenten albergarse en tu corazón,
clama por mí: YO SOY LA ALEGRÍA que te infunde un aliento nuevo
y te hará conocer los encantos de tu mundo interior.
Cuando uno a uno, se destruyan
tus ideales más bellos y te sientas desesperado,
apela a mí: YO SOY LA ESPERANZA que te robustece la fe.
Cuando la impiedad te revele las faltas
y la dureza del corazón humano,
aclámame: YO SOY EL PERDÓN, que te levanta el ánimo
y promueve la rehabilitación de tu alma.
Cuando dudes de todo,
hasta de tus propias convicciones,
y el escepticismo te aborde el alma,
recurre a mí: YO SOY LA FE que te inunda de luz
y de entendimiento para que alcances la felicidad.
Cuando ya nadie te tienda una mano
tierna y sincera y te desilusiones
de los sentimientos de tus semejantes,
aproximate a mí: YO SOY LA RENUNCIA que te enseñará a entender
la ingratitud de los hombres y la incomprensión del mundo.
Y cuando al fin, quieras saber quién soy,
pregúntale al río que murmura,
al pájaro que canta,
a la estrellas que titilan: YO SOY LA DINÁMICA DE LA VIDA,
Y LA ARMONÍA DE LA NATURALEZA.
Me llamo AMOR: SOY EL REMEDIO PARA TODOS LOS MALES
QUE ATORMENTEN TU ESPÍRITU.
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Leonardo López Esporádico
Registrado: 25 Jul 2006 Mensajes: 61
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Publicado:
Lun May 14, 2007 12:46 am Asunto:
La voz de una vida, que clama ser escuchada
Tema: AMANECER ESPIRITUAL (reflexiones varias) |
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La voz de una vida, que clama ser escuchada:
Desde tu interior te siento,
y tu angustia estremece mi corazón.
Apresurada vas sin saber adónde con tu amarga soledad;
pero aún así, guardo la esperanza de estar aún dentro de ti.
Pensaba ser una alegría para ti; pero empiezo a sentir que ya no lo soy más.
Adoleces mi pequeño corazón, al sentir el tuyo,
quisiera alcanzarlo desde donde estoy para acariciarlo, más aún no puedo;
me preguntó, si algún día lo llegaré a alcanzar.
Sé que el mundo te ha juzgado;
más a mí, ¿cómo pueden juzgarme sin conocerme?
Tiemblo al saber como lloras ante la incomprensión de los demás;
¡ah!, si por lo menos pudiera secar tu llanto interior.
¿Aún me amas? ¿Aún me quieres a tu lado?
Empiezo a latir por la vida y a mis pocos días, sé que es maravilloso.
Como me gustaría latir por muchísimo tiempo más;
pero mis lágrimas corren al saber que talvez no pueda ser.
¡¿Yo qué le hice al mundo?! ¡¿Qué les hice a ustedes para recibir tal incomprensión?!
Aún no veo la luz y empiezo a sentir que será un deseo que se esfumará con cada latido de mi corazón.
¡¿A ustedes quién les negó la vida?! ¡¿Entonces por qué me la han negado a mí?!
Ustedes vieron la luz del día, y saborearon el manjar de la Tierra, ¡¿por qué me
quitan esa dicha que han gozado grandemente por mucho tiempo?!
Cuando oigo de ustedes el decir, ¿quién está a favor de la vida? Yo siempre levantó mi mano;
pero nadie me ve ni me entiende, ¿por qué hombres poderosos?
Y en mis pocos latidos oigo el decir: “Es que no eres deseado”.
Me desconsuelo profundamente al saber que tienen razón, y no se que expresar, ante sus palabras…
Si tan solo me diesen un poco de amor, pues no pido más que eso;
pero siento que el momento de partir está cercano, y sólo quisiera expresar unas palabras,
esperando que la lleguen a guardar dentro de su corazón:
“Tú que eres madre de mi madre, no niegues el fruto de tu hija.
Tú que eres padre de mi madre, no niegues la vida que palpita dentro de tu hija.
Tú que eres hermano o hermana de mi madre, ¿por qué has puesto el puñal en mi corazón?
Ustedes que son familia de mi madre, ¿por qué deciden mi vida? ¡¡¡Ustedes viven!!! Entonces, ¿por qué me quitan ese privilegio del cual han tenido tanto?
Ustedes que son conocidos de mi madre, ¿por qué queréis llevarte mi vida?, ¿qué os hice para merecer tal juicio de sus labios?
Ustedes que dictan leyes, ¿en dónde está la sabiduría de la vida que dicen defender?
A ti padre, si al menos mi madre hubiera sentido tu apoyo; pero solo te alejas y tu indiferencia es un pesado yugo para mi ser, ¿qué puedo decirte?, ¿cómo ennoblecer tu corazón? ¡Ah, padre, padre mío si tan sólo en estos momentos pudiera conmover tu corazón!
Madre, sé que adoleces y sé que tu angustia es grande; no sé que más decirte... sólo que mi angustia y mi adolecer doble es, porque me tienes dentro de ti”.
Las horas pasan angustiosamente.
Sólo desperté para decirles, que tengo vida, igual como tú o ustedes la tienen.
¿Cuándo empezaron ustedes a latir para la vida? Les preguntó.
Y si os quedáis mudos y no sabéis que contestar, entonces, ¿por qué decidís por mí, hombres de ciencia y poderosos de la Tierra?
Madre, ¿qué será de mí?
Padre, ¿qué será de mí? ¡Ah, si me dieses un poco de tu amor, todo sería más fácil!
¿Me preguntó si acariciaré sus rostros y jugaré con sus cabellos?
Madre, padre, tengo sueño… ¡Oh, que calientito es el vientre de mi madre!
Los amó, hasta mañana…
“Amaos los unos a los otros” |
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Leonardo López Esporádico
Registrado: 25 Jul 2006 Mensajes: 61
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Publicado:
Jue May 31, 2007 12:35 am Asunto:
Los padres y los hijos:
Tema: AMANECER ESPIRITUAL (reflexiones varias) |
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Los padres y los hijos:
Si el padre amase al hijo, y el hijo amase al padre, nuevamente la paz llegaría a nuestros corazones. Perdonando, amando, en un camino de reconciliación, porque he aquí que el padre muchas veces a de perdonar al hijo, y el hijo las veces necesarias al padre.
Más si no hay paz en el hogar, buscad la sabiduría espiritual de Cristo y el hogar brillará con nueva luz.
Como padres debemos reconocer nuestra misión, como hijos debemos reconocer la misión de quienes nos han dado la existencia material.
Si hoy en la vida nos miramos distintos los unos a los otros, por nuestros rasgos y nacionalidades, en verdad llegará el tiempo en que sólo nos miraremos por la semejanza de unos y otros con Dios. No hay agonía más dolorosa en este mundo, que la indiferencia y la discordia entre Sus mismos hijos.
Todos somos hermanos desde el principio de los tiempos. No podemos desconocernos unos y otros, puesto que surgimos de un mismo origen, de una misma Luz que tuvo la idea divina de formar espíritus semejantes a Él. He aquí, que la familia primordial y privilegiada del Padre Divino es cada partícula Suya que lleva en sí una parte de Él, y esa parte divina es el espíritu y en él, la Conciencia.
Tened en cuenta de que antes de que se formase la carne de nuestro hijo en el vientre materno, ya era un pensamiento divino hecho espíritu. Entonces podremos ver lo sagrado de lo que hay en aquel vientre.
Nuestras carnes solo forman el vestido del espíritu, para que un hijo Suyo venga a cumplir su misión terrenal y espiritual en este plano terrenal.
Muy profundo es el dolor de un espíritu que va a encarnarse en este mundo, al saberse rechazado por los que van o iban a ser sus padres materiales. Más preguntémonos, ¿cómo rechazar a una parte de Dios? No seamos tan injustos con nosotros mismos.
Como hijos terrenales debemos reconocer que no hay perfección en nuestros padres, puesto que ellos también se encuentran en el camino del perfeccionamiento espiritual, pues con ese reconocimiento honrémosles y perdonemos las equivocaciones que hayan tenido para con nosotros.
En nuestra vida material muchas de las veces hemos tenido inconformidad e insatisfacción por el hogar en que nos ha tocado vivir, así como de los padres que nos dieron la existencia material, pero también puedo decirles con certeza: Cada uno de nosotros en espíritu ha elegido el hogar y los padres con quienes hemos querido habitar. No son los padres los que eligen al hijo, es el hijo quien elige a sus padres desde el Más Allá. Así lo hemos pedido, se nos ha concedido y también así lo hemos llegado a necesitar para nuestro perfeccionamiento espiritual. Cuánta conformidad y avance habrá en nuestros propios espíritus cuando se llegue a comprender esto.
Si nuestro hogar es pobre es prueba para nuestro espíritu; pues también es prueba para el espíritu encarnado y muchas de las veces mayor, el tener todas las comodidades de la Tierra.
La madre es la que enseña la primer oración al hijo, el padre la primer fortaleza. Como hijos llevemos lo bueno de nuestros padres, lo negativo no lo juzguemos para que no seamos juzgados de igual forma.
En nosotros los varones se encuentra la semilla; si desde el Más Allá hemos pedido con ahínco el ser padres, entonces, ¿por qué hemos rechazado el fruto de nuestro pedimento?
En la mujer se halla la tierra fértil; pues también tened en cuenta que pidieron con amor ser el depósito donde un espíritu semejante al Padre habitara hasta que se formase su vestido material; entonces, ¿por qué muchas han llegado a avergonzarse del fruto de quien es semejante al Padre?
Es necesario meditar el ejemplo que entregamos a nuestros hijos, pues nacen con inocencia. Si nuestro ejemplo ha sido erróneo para con ellos, en la meditación encontraremos el por qué han equivocado los senderos del bien y de la virtud. Por ventura, ¿puede equivocar el camino certero un hijo nuestro cuando se siente amado y desde temprana edad se le ha llegado a inculcar los valores primordiales sin fanatizarnos en la enseñanza ya sea material o espiritual, o esclavizarles con una vida rigurosa y falta de comprensión en sus propias vidas?
Los valores son necesarios en el hogar. No hay valores más grandes que aquellos que se enseñan con amor para el hijo. Más no abusemos o nos fanaticemos, porque entonces dejarán de ser valores para solo ser cadenas. Un ejemplo de esto, es el inculcar a nuestros hijos el valor del conocimiento que se ilustra en las escuelas, eso es bueno, pero caemos en fanatismo o abuso cuando a nosotros como padres solo nos interesa que nuestros pequeños estudien, sin que nos llegue a importar otros campos de su infancia como es el juego o las diversiones sanas; he aquí, que el estudio se vuelve cadena que ata al hijo, que no le deja desarrollar sus otras potencias humanas como debería de ser. Pues pensad cómo aquel valor convertido en cadena influirá cuando nuestro hijo llegue a la adolescencia y en su madurez.
Enseñemos a nuestros hijos la virtud, para ello es necesario llevarla primeramente a la práctica. Si como padres de nuestro labio sale la mala palabra o la ofensa, no nos quejemos cuando de nuestros hijos salga la ofensa o la palabra hiriente; si como padres sale el látigo del golpe, no nos quejemos cuando ellos sean usando la violencia para con nosotros mismos o sus Semejantes. Si en nosotros existe el vicio, no lloremos cuando muchos de nuestros hijos sean en igual forma o lleguen a corromperse.
¿Por qué muchos han llegado a abandonar sus frutos en las calles? ¿Qué serán de ellos si se pierden entre piedras y abismos? Pues en verdad, el gran reclamo se hará sentir en nuestro espíritu cuando ya no estemos en este mundo, y los frutos abandonados iremos a buscarlos; entonces nuestro llanto y nuestra pena serán muy grandes al contemplar marchitos los hijos de Dios.
Hoy en la actualidad los vicios son en muchos hogares. Pues también la pena y el llanto se harán sentir en todos los espíritus que encarnados envenenaron y quitaron la moral o la salud del hijo o del padre. ¿Cómo saldaréis vuestras deudas, vosotros que envenenáis a los niños, a los jóvenes, a los padres y a las madres en vuestra eternidad, si también sois eternos por el amor infinito que Dios tiene para con cada uno de vosotros? ¿Cómo reconstruiréis cada hogar, y más aún al padre, la madre, al hijo? No sois para siempre en este mundo, el reinado que hoy poseéis es pasajero; día llegará en que la Conciencia y en ella el Juez divino os reclame todas vuestras faltas, y os dirá: “Reparad todo el daño que habéis causado”. Y, ¿cómo lo repararéis con amor o con dolor? Más si no sabéis dar amor, ¿cómo pensáis reparar con amor? Pues en verdad, aprended desde hoy a amar para que el dolor no sea el causante de vuestra purificación.
No hay dolor más profundo para un espíritu, que el contemplar todo el mal que hizo en su vida terrestre.
¿Por qué traer el vicio a nuestro hogar? ¿Qué bien deja ello en los nuestros? Si el dolor fue acerbo en el pasado no es justificación para también adolecer a los que están en alrededor nuestro. El amor todo lo vivifica. Siempre habrá en nuestro camino alguien que brinde un amor y una caricia desinteresada; pues en esa caricia que con amor se nos da, es Cristo haciéndose presente como Salvador en el abismo de nuestros vicios.
Abramos nuestro corazón al amor que nos ofrecen, a la ayuda que nos llegan a dar, son los medios que el Padre dispone para que nosotros encontremos salvación y vuelva así la felicidad y la paz a nuestro hogar y a los nuestros.
La sabiduría espiritual todo mal aparta, por muy arraigadas que estén nuestros vicios, el Pan de Vida Eterna nos devuelve la salud espiritual. Si somos sabios y nos fundimos en ella no hay tiniebla alguna que pueda resistir a su luz. Porque he aquí que la luz siempre ha estado; pero somos nosotros los que no hemos querido habitar en la luz.
En fin, que el amor guíe nuestros pasos, en esta gran empresa material y espiritual que es, nuestra familia.
“Amaos los unos a los otros” |
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Leonardo López Esporádico
Registrado: 25 Jul 2006 Mensajes: 61
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Publicado:
Lun Jun 11, 2007 5:16 am Asunto:
Certezas:
Tema: AMANECER ESPIRITUAL (reflexiones varias) |
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Certezas:
La luz es sabiduría, la sabiduría es conocimiento de nuestro propio ser.
Si con una sola palabra queremos conocer al Creador, esta palabra es: AMOR.
Donde quiera que esté presente el amor hacia el Semejante, ahí se encuentra nuestro Padre, derramando Su caridad y Su potestad.
Ningún espíritu pertenece por siempre a este plano terrenal; su reino no es de este mundo.
No se llega al Padre sin seguir el Ejemplo divino de nuestro amado Jesús.
Llega el día en que la humanidad tendrá certeza de lo que para ella representa nuestra Madre María.
Ley, Amor y Sabiduría, he ahí lo que el Creador nos ha entregado y entregará para el perfeccionamiento de nuestros espíritus.
Todo en el Creador se vivifica.
La muerte no existe.
Desde que nacimos del Seno divino, no hemos dejado ni un instante de latir para la vida.
El descanso no existe para nuestro espíritu.
El que es malo será bueno; el que ha faltado a la Ley divina, cumplirá fielmente.
Si creemos que alguien no merece Salvación, es que no hemos conocido a Cristo verdaderamente.
No podemos ser en el Reino de los Cielos mientras no lleguemos a amar al que nos ha ofendido o lacerado.
El odio y el rencor no pertenecen en el Reino de los Cielos.
Cada mancha de nuestro espíritu lavada y purificada será en nuestra eternidad, hasta que él refleje la pureza de su Creador.
El hombre es quien ha hecho un infierno, un Valle de lágrimas de este mundo por no respetar en su libre albedrío lo creado por su Señor.
Sin obediencia a la Ley divina no hay ni habrá paz en nuestros espíritus.
Llega el día en que las pruebas que nos han agobiado como una cruz pesada, glorifiquen a nuestro espíritu.
“Amaos los unos a los otros” |
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Leonardo López Esporádico
Registrado: 25 Jul 2006 Mensajes: 61
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Publicado:
Vie Jun 22, 2007 3:39 am Asunto:
...
Tema: AMANECER ESPIRITUAL (reflexiones varias) |
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…
Mi corazón se atribula,
el llanto surge interiormente,
el Juez se ha llegado a sentir en mí,
y cual inexorable es Su afirmación.
¿Dónde quedo Su voluntad en mí?,
¿en dónde podré ocultarme para no oír Su voz?
El espíritu es fuerte, más la carne es débil.
Dame de Tu voluntad para ser nuevamente aquél que vibró con ahínco y alegría en la oración.
Tú eres la Fuerza; más pesa cual cruz la travesía.
No sé que decirte, sólo que mi espíritu se ha quebrantado.
¡Oh, Roca Fuerte de Israel, has atormentado mi corazón en una imagen cual mía!
¿Quién cómo Tú, en Tu juicio Padre mío?
Quisiera que la noche fuera día,
que la tempestad que cubre al mundo entero acabase.
¡Oh, Luz de nuestros espíritus!, ¿hasta cuándo nos llegaremos a reconocer en Ti?
Más pesa Tu pregunta, y haces acallar mi voz.
Qué este pesar que me has hecho sentir sea para renovar mi voluntad,
y que antes de mirar al mundo, mi espíritu este en el Tuyo y para con los que amas.
Padre, ¿seré en Ti y Tú en mí en mis anocheceres y amaneceres como era antes?
Una e infinitas formas de hacerte expresar tienes, pero extraño aquella forma con que me hacías estremecer con gran alegría.
Necio he sido, bien está que no estés ni seas en mi necedad.
¿Necesitaré que quebrantes mi corazón al doble para despertar?
Más si así fuere, sabré con certeza que no fue por Ti sino por mí.
¡Ah!, Padre, dame de Tu voluntad para que mi voluntad sea otra vez, grande y provechosa.
Sé que así será.
De Ti es la victoria sobre nuestros espíritus. |
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Leonardo López Esporádico
Registrado: 25 Jul 2006 Mensajes: 61
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Publicado:
Dom Jul 01, 2007 3:52 am Asunto:
Ayúdate primero:
Tema: AMANECER ESPIRITUAL (reflexiones varias) |
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Ayúdate primero:
(???)
¿Quieres ayudar?...
¡Ayúdate primero!
Sólo los amados aman.
Sólo los libres libertan.
Sólo son fuentes de paz
quienes están en paz consigo mismos.
Los que sufren, hacen sufrir.
Los que tienen conflictos
provocan conflictos a su alrededor.
Los que no aceptan
no pueden aceptar a los demás.
Es tiempo perdido y utopía pura
pretender dar a tus semejantes
lo que tú no tienes.
Debes empezar por ti mismo.
Motivarás a realizarse a tus allegados
en la medida en que tú estés realizado.
Amarás realmente al prójimo
en la medida en que aceptes
serenamente tu persona
y tu pasado.
"Amarás al prójimo como a ti mismo",
pero no perderás de vista
que la medida eres "tu mismo".
Para ser útil a otros,
el importante eres tú mismo.
Sé feliz tú y tus hermanos
se llenarán de alegría.
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Leonardo López Esporádico
Registrado: 25 Jul 2006 Mensajes: 61
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Publicado:
Sab Jul 28, 2007 10:33 pm Asunto:
La fe
Tema: AMANECER ESPIRITUAL (reflexiones varias) |
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La fe:
La fe verdadera se adquiere al tener conocimiento verdadero de nuestro ser.
La fe que se afirma en nuestro espíritu proviene al saber con certeza de dónde provenimos, quiénes somos y la finalidad de nuestra existencia.
Cuando nuestra fe está basada en ritos o ceremonias, en costumbres o tradiciones, no puede ser verdadera, es superficial, porque se necesita ver y palpar con los ojos materiales para llegar a “sentir” lo divino.
El Padre anhela en todos Sus hijos, la fe que está basada en el crecimiento de nuestro saber en lo divino y en lo espiritual, porque ante todo no es material, y porque es necesario ir más allá de lo que se palpa y se ve materialmente, para sentir lo sublime y la esencia misma del Conocimiento divino por medio de la mirada espiritual.
Cuando nuestro espíritu busca la luz, no se detiene; va al encuentro de ella hasta que él da por satisfecho su propia sed. Ved cuántos van por el mundo diciendo tener fe, pero solo lo dicen con los labios, y por dentro sienten ese vacío por la falta de verdad de sí mismos y de su Dios, y solo se conforman de cuanto hacen o practican materialmente en sus distintas religiones sin dar esencia de vida a su espíritu. Ya que las formas materiales que han llegado a practicar no han logrado ni lograrán saciar su hambre y sed espiritual.
Hay otros más que leen las Escrituras pero no las han llegado a meditar y a comprender con su espíritu, y solo basan su creencia, su fe en decir: “Sí creo”. Pero, ¿en qué creen?, ¿en qué basan esa afirmación?
La humanidad no tiene fe, le hace falta la mano salvadora que vaya en busca de ella para encaminarla en el camino verdadero; pero para ello hacen falta quienes expliquen la Doctrina de Cristo de Salvación, basada en Su enseñanza divina del AMOR.
Cuantas veces hemos ido por el mundo enseñando el Amor divino de Cristo, cuando la enseñanza ha sido otra al querer imponer Su verdad divina a través de anatemas, juicios y castigos espirituales. Más que atraer a los espíritus en esta forma, los alejamos del Padre. ¿Por qué? Porque los que nos han escuchado se han llenado de confusión, equivocación y temor, y todo esto proviene por la forma en que hemos enseñado el Pan de Vida Eterna.
La fe no se enseña, ella viene como resultado a nuestro espíritu cuando ha comprendido algo de la verdad eterna que viene de Dios.
Nuestro Padre, amorosamente a cada momento nos instruye en el camino de la luz, del amor y la sabiduría divinas. En cada parte podemos sentirle y hallarle, si no es con los ojos del espíritu, también lo puede ser a través de toda la Creación material que ha hecho para recreo nuestro: El árbol, las estrellas, el mar, las diversas criaturas, lo más pequeño o lo más grande que podamos encontrar en este mundo y más allá de este, nos habla de una Inteligencia divina que existe y que lo abarca todo. Con un poco de meditación y observación, hallaremos la existencia Del que tanto hemos negado y en consecuencia a nosotros mismos.
¿Acaso vemos imperfección en la Creación material, tan majestuosa? El ser humano cómo se ha asombrado con lo que ha llamado, el átomo, en él encuentra lo más pequeño que ha descubierto en la Creación material en que vive, y de igual forma cómo se ha maravillado de la perfección que existe en elemento tan pequeño.
Nosotros somos átomos, moléculas, huesos, carne, líquidos, piel, cabello, energía,… etc. ¿Cómo puede haber sido que el principio en que han basado los hombres de ciencia en la Creación material, el átomo, haya hecho cosa tan maravillosa y perfecta como lo es el cuerpo humano? Dejad un pincel, cualquier tipo de color y un papel en una mesa, y decidme si ellos pueden crear una obra maestra sin la intervención del hombre. Entonces, ¿cómo podemos llegar a pensar que obra tan majestuosa como lo es el mismo Universo y aun el ser humano, hayan surgido sin la intervención de algo o de alguien y sin un sentido de inteligencia y creatividad? Y no hablo de una creatividad semejante a la del hombre, porque esa creatividad va más allá de nuestra propia concepción humana.
¿Quiénes somos, de dónde surgimos, hacia dónde vamos, cuál es la finalidad de nuestra existencia? Si solo nos ocupamos para ver con los ojos de la carne, veríamos un cuerpo que crece, se desarrolla, se reproduce, para luego morir como cualquier otra criatura de la Tierra. ¿Eso es todo? Una voz interior nos dice que no.
Si el Creador dio una parte de Sí a Sus hijos, entonces la verdad también está en nosotros, ¿qué falta? Adentrarnos en nosotros mismos, escuchar atentamente la voz de nuestro propio ser espiritual.
Hoy en día la humanidad no sabe hacia dónde va, cuál es su finalidad ni de por qué está aquí, le hace falta la luz del Conocimiento espiritual que lo eleve de su mezquindad y orfandad. Dicen creer en Cristo, pero se desconocen los unos a los otros, se hacen las guerras y se aniquilan. ¿Eso es fe en la enseñanza de Cristo?
Cristo no vino a enseñar el odio, a tomar venganza o el ultrajarnos los unos a los otros; vino a enseñarnos el camino del espíritu, así como también a decirnos que nuestra verdadera patria no es de este mundo.
El amor, la belleza, el bien, el perdón, la virtud, la rectitud, el ser guardianes del verdadero Templo de Dios y de la Palabra viviente, la supervivencia del espíritu después de la muerte del cuerpo, la comunión espiritual con nuestro Padre en la oración, la fraternidad, el valor, la fortaleza ante las desgracias, la FE en un Dios Omnipotente, Sabio, Perfecto, Amoroso, Justo e Inmutable…, todo esto nos vino a enseñar nuestro amado Jesús. No solamente vino a dar testimonio de Sí mismo como Dios para tener nosotros una FE inquebrantable en Su amor y misericordia, sino también FE verdadera en nosotros mismos... Y si todo esto no es material, entonces, ¿por qué la humanidad se afana por obtener las riquezas materiales y se despreocupa por lo que verdaderamente vale para su espíritu, como son las riquezas espirituales?
A la humanidad le falta riqueza espiritual; ¿a dónde nos ha llevado el ufanarnos por lo de este mundo? Solo a la desolación, a una tristeza muy amarga. ¿Es rica la humanidad? Pues en verdad, ni en riqueza material es rica y mucho menos en lo espiritual. Entonces, ¿qué busca la humanidad?, ¿por qué se afana tanto por vivir en este mundo, por qué gasta sus energías apresuradamente? Es porque no sabe quién es realmente y su fe es ciega, sin fundamento, sin conocimiento, si no lo tiene para con su Padre, menos ella lo tiene para consigo misma.
¿Dónde quedo la belleza verdadera de la humanidad? Hoy no existe, somos los muertos andantes. Caminamos, vemos, palpamos nuestras cosas materiales, y creemos que con “vivir placidamente” en este mundo es suficiente para sentirnos verdaderamente felices. Nuestro vivir es falso, engañoso, porque no vivimos para el espíritu y su eternidad, porque solo vivimos para la carne, para sus necesidades y deseos; pero es efímero y falso ese vivir, porque tarde o temprano su corazón dejará de latir.
Hoy en nuestros días, la fe de la humanidad se ha basado por lo que ve y toca, es el “Tomás de este tiempo”; pero lo espiritual no se ve ni se toca pero se siente, como el amor. ¿Al amor qué volumen le das, cuánto pesa, cuánto mide, cuáles son sus características materiales? Y en cambio sabemos que existe. A todos nuestros sentimientos buenos o malos, ¿qué conformación les otorgamos, cuál es el peso o el volumen de ellos? Sin contestación nos quedamos, pero sabemos con certeza que tanto lo bueno como lo malo habita en nuestro interior.
No solo somos carne, también somos esencia espiritual. No somos como las demás criaturas del reino material que viven por un momento y dejan de existir. Somos espíritus eternos con potencias, virtudes y dones para manifestarnos y manifestarlos, ya sea que nos hallemos en carne o en estado espiritual.
Veamos cualquier criatura del planeta y observaremos que se guían por un instinto para su conservación y su subsistencia, y de ese camino, de esa guía que es el instinto no salen, porque así fueron creados. Pero nuestra parte primordial que es el espíritu, no se guía por el instinto, sino por su Conciencia, esa parte divina del Padre que vive en cada uno de nosotros.
Hay fuerzas espirituales que animan a nuestras carnes y estas provienen y se llegan a manifestar en virtud de todo lo que el Creador Universal concedió a nuestros espíritus. Nosotros si queremos hacer algo lo hacemos sino no. Tenemos la capacidad o la potencia para entender o discernir las cosas. Tenemos el don del libre albedrío para elegir el camino que nos conviene, que nos agrada o nos llega a adolecer. Tenemos la virtud del perdón, para hacerla expresar al que nos ha faltado o deshecho nuestro corazón. Tenemos la potencia de crear en beneficio o perjuicio nuestro. ¿Y todo esto lo vemos en alguna planta, roca o animalito del haz de la Tierra? De cierto no.
Podría preguntar, ¿para qué nuestro Padre se hizo presente en el Monte Sinaí al entregar Su Ley? O, ¿para qué vino a manifestarse en un segundo tiempo por medio de la carne de Jesús? Si fuéramos planta, roca o animalito, de cierto no nos hubiera enseñado nada de Su Ley y Sabiduría divinas ni a mostrarnos nuestro verdadero ser, ¿por qué? Porque a todo lo que hay en la Tierra le falta algo: Espíritu.
¿Acaso cuando nuestro Padre vino a Moisés en el Monte Sinaí o en carne en el tiempo de Jesús, vino a hablarle a la roca, a la planta o al animalito? ¿A quién vino a hablarle entonces? A la magna obra de Su creación, al quién tiene semejanza con Él: A Sus hijos, a cada partícula divina que surgió de Su seno divino.
Ved el océano, inmenso, majestuoso, grandioso, pues en cierto, nosotros somos una gota real, verdadera y vivificante de aquel océano que es Dios, y si el océano material le tomases una gota, sabrán con certeza, que todas las cualidades que guarda el océano lo tiene la gota, ¿no es así? Pues a semejanza es igual nuestro espíritu con la de Dios, somos una partícula de Él, con todas las potencias, virtudes y dones del mismo Espíritu Divino. ¿Acaso el hombre no tiene el anhelo de crear? ¿Y de dónde surge ese anhelo? Pues de su mismo espíritu que es semejante a la de su Dios. El Padre crea sin cesar, a semejanza de Él es Su hijo; ¡cuán maravilloso es todo esto!
A la humanidad le es necesario conocer a su Dios para conocerse a sí misma. Todo habla de Él, todo habla de nosotros. Con conocimiento de nuestro Dios y de nosotros mismos, lograremos una FE inquebrantable que perdurará por siempre.
Que no sea vana nuestra fe, sino una fe verdadera, con Conocimiento espiritual.
Porque he aquí que al comprender la Sabiduría divina sabremos con certeza del por qué somos y la finalidad de nuestra propia existencia en este Valle terrenal, hoy convertida en sangre y luto por doquier; pero que la misma humanidad lo trasformará en un remanso de paz, elevación, alegría y de fraternidad, al saber con fe sentida y verdadera que surgió de un Padre todo Amor, y con esa fe en su Dios y en sí misma, tendrá certeza de su misión espiritual y terrenal, misión que la ha de honrar y valorar, en espíritu y en verdad.
Tiempo llega de resurrección de muertos; pero no como lo han entendido las religiones, sino de espíritus que viven como muertos en sus propias carnes.
La Luz divina está por venir a la humanidad, y es menester que el Padre entregue lo Suyo para que los espíritus tanto encarnados como desencarnados vuelvan a resucitar a la Luz de su Divinidad. ¡Qué glorioso será ese tiempo!
¡Gloria a Ti Amado nuestro!
“Amaos los unos a los otros” |
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