CarlosR26† Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 3941 Ubicación: MEXICO, Jal.
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Publicado:
Lun May 07, 2007 9:52 pm Asunto:
Tema: Carlos Glrz OBJECIONES A DIOS |
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Hola Carlos, vamos al tema ...!
Cita: | segundo, estoy accediendo a entrar en este intercambio con usted porque me gusta la manera en que entiende los conceptos de los demas, concretamente mios, y estoy seguro que no me va a contestar un " lo ves? el
ateismo es un espejismo y tu realmente crees en Dios" |
Gracias por la consideración... definitivamente acepto que tu no crees en Dios, ni creo que por que creas en el amor, el agradecimiento, etc creas en Dios, lo que si puedo decir es que desde mi creencia, puedo "creer" que Dios actua en tu vida ¿cierto, falso? no tengo la menor idea. Pero no me cabe ni la menor duda de que no crees en Dios... ya que yo mismo he llegado a poder imaginarme al menos un poco viviendo con esa "idea" aun que dado como yo soy, o mi experiencia o mis argumentos o mis convicciones, o mis cuestiones y posiciones frente a la vida me harían pensar a mi que un ateísmo vivido POR MI seria una mentira. Por lo que repito, mi interes con los ateos no es que se conviertan, ni que dude que no creen, si no su misma descreencia me permite acercarme mas al hombre (y bajo mi Fe) a Dios.
Cita: | usted y yo hemos intercambiado conceptos interesantes, y me congratulo de poder por lo menos poner mi contribucion en aras de un mejor entendimiento entre personas de diferentes creencias, que buena falta nos hace.
por lo cual, los conceptos e ideas de Dios como yo lo entiendo y lo he explicado, me reservo el derecho de compartirlas, esto es, el forista que quiera dialogar conmigo en terminos de buen entendedor (como R26) adelante, los foristas empecinados en demostrarme que yo mismo estoy dando los argumentos (de lo cual estoy consciente) no obtendra respuesta, me causa un rechazo profundo el fundamentalismo y la imposicion de ideas, sin embargo, no podemos quedarnos ad-eternum en el...Dios no existe y estas equivocado...Dios si existe y eres tu el equivocado. |
Y eso capto, que a diferencia de otros ateos, tu visión de la vida me parece la mas inteligente ( sin ofender a ningun otro ateo claro esta, YO no soy quien puede definir a nadie ).... pero el hecho de que comprendas que no todo en la vida tiene una explicación via materialista (por ej.) que aceptes poner cada cosa en su lugar, la ciencia donde va, el misterio donde va, y lo explicable y inexplicable en el otro lugar, me parece la mas pura RAZÓN.... ya que para mi la razón correponde poner cada lenguaje humano en su debido lugar. y de la misma manera que descubrimos que es imposible DEFINIR un Cuadro de van gogh... podemos los dos estar de acuerdo que hay trazas de la evolución, o en la teoria cuantica, y depues pasar al tema de que la libertad del hombre y su voluntad requieren otro tipo de lenguaje y dialog, etc... esa honestidad y HUMILDAD ante la REALIDAD que al menos yo creo nos exede, es lo que permite un excelente dialogo. No hay peor dialogo que el creyente que dice "yo tengo todas las respuestas y se reducen en Dios" y el ateo que dice "yo tengo todas las respuestas y se reducen a la materia explicada por la ciencia."
Cita: | empezemos entonces si le parece con el pecado original, esto es lo que yo entiendo...
que el pecado (ir en contra de un mandamiento de Dios) es literal, es decir, se peca literalmente, no es una metafora o una alegoria.
que todos nacemos con el pecado.
que Jesus pago con su vida por el pecado de todos los hombres.
entiendo que Jesus es Dios mismo. |
Vaya! entramos duro y tendido, excelente tema.... creo que va a hacer falta tiempo para abordarlo con la profundidad, espero poder hacer algo aqui, ya que esta pequeña objeción es prácticamente una objeción a TODO el Cristianismo...
Todo lo que mencionas esta “correcto” pero me gustaira puntualizar para precisar mas.
“PECADO” es técnicamente (teológica y filosóficamente) un MAL MORAL. Y para enredar mas veamos que consideramos nosotros los Católicos el MAL MORAL...
[a] El mal moral sólo se encuentra en los seres inteligentes; los priva de algún bien moral. Aquí trataremos solamente con el mal moral. Este puede ser definido como una privación de conformidad con la recta razón a la ley de Dios. Dado que la moralidad de un acto humano consiste en su concordancia o no concordancia a la recta razón y a la ley eterna, un acto es bueno o malo en el orden moral de acuerdo a si involucra esta concordancia o no concordancia. Cuando la creatura inteligente, conociendo a Dios y Su ley, deliberadamente rehúsa obedecerla, resulta el mal moral.
El pecado no es mas que un acto moralmente malo (Santo Tomás, “De Malo”, 8:3) un acto en discordia con la razón informada por la ley Divina. Dios nos ha dotado de razón y libre voluntad, y un sentido de responsabilidad; Nos ha hecho sujetos de Su ley, la cual es dada a conocer a nosotros por los dictados de la conciencia, y nuestros actos deben conformarse a estos dictados, de lo contrario, pecamos (Rom. 14.23).
Cita: | entiendo que Dios mismo fue el que designa lo que es pecado, (ya me ha explicado usted que los 10 mandamientos de la biblia son inspirados...de acuerdo, pero siguen siendo designados por Dios.es decir, nadie se atribuye la autoria de mano propia de los 10 mandamientos) |
mmm no exactamente. Dios no DESIGNA lo que es pecado como si aleatoriamente dijera X es pecado y Z no... Como bien decia, el pecado es un MAL MORAL una “deficiencia” en nosotros, en nuestros actos que va contra nuestra naturaleza, diciéndolo de mejor manera es un ABSURDO de nuestra libertad que atenta directamente contra nuestro bien y nuestra “felicidad”. Dios no podrá jamás decir “bueno ahora voy a considerar algo moralmente correcto que el hombre mas rico pueda exprimir al pobre”.
Cita: | entiendo, a mi libre interpretacion, que los 10 mandamientos son principios morales, digamos que los basicos. aunque hay un montonal de cosas tambien prohibidas. |
Efectivamente, son principios morales propios de nuestra naturaleza... digamos que es LO MÍNIMO que Dios nos pide... y efectivamente la perfección esta mas allá, por eso existen otras tantas cosas mas que hay que tomar en cuenta.
Cita: | ahora bien, yo sinceramente no veo la justificacion del sacrificio de Dios mismo por el pecado del hombre, es decir, no le veo justificacion al sufrimiento consentido de Dios (en la figura de Jesus).para salvar al hombre de un pecado que El mismo ha designado, que El mismo ha inventado, o permitido, o absuelto. |
mmm ya entramos de lleno en teología pura y dura.
Carlos el Sacrificio de Jesucristo en la cruz ha hecho escribir a personas desde mas las humildes y sencillas hasta las mas doctas y preparados cientos y millones de paginas a través de todos los tiempos.
La teología común ha visto en el “sufrimiento” de Jesucristo un sufrimiento redentor... y esto ha llevado a hacer crecer en la mayoría de la gente la imagen de un Dios que exige algo (ese sufrimiento) y que Jesucristo lo efectúa en VEZ de nosotros. Pero eso es una increíble simplificación que se hace demasiado a menudo.
Lo que implica la DES-OBEDIENCIA (no escuchar) a Dios, no es que Dios se enoje por que le llevamos la contra (eso seria coaccionarlos) si no que Dios “nombra” al fuego fuego, al viento, viento, al agua agua y al veneno veneno.
Ni por que Dios haya CREADO pecados... o los haya inventado. La DES-OBECIENCIA es simplemente no escuchar a Dios acerca de QUIENES somos nosotros. Todo lo creado tiene una “naturaleza” un “que ser” (esto obviamente lo explico desde la idea de una creación inteligente, creada por un Dios “creador”) Tu tienes una naturaleza como ser humano, la misma que yo... que Dios creo de alguna manera. Pero al crearnos no ha “roto nada”... al haber sido creados por El, el bien supremo siempre esta en “relación” con la propia bondad del creador.... eso es lo que implica la frase de “a imagen y semejanza” no indica que no podamos pecar, si no que nuestra libertad tiene la misma imagen que la de Dios, la de buscar siempre el BIEN.
Aqui entramos en una de las mas grandes paradojas filosóficas y teológicas que (creo) a pocos se les ocurre y se han planteado ¿que fue antes, Dios o el bien? Claro que ninguno, por que las dos son la misma cosa, pero esa pregunta ayuda a IMAGINARSE (la imaginación es mas importante que el conocimiento)... y lo que se esconde ante esa pregunta es ¿Dios elige que es lo bueno, o Dios esta determinado por lo que es “el bien”? bueno al final el bien es Dios y el ser de Dios es el bien... pero quiero que esta pregunta se la haga cada uno para que comprenda un poco el SER DE DIOS....
Desde la filosofía:
El libre arbitrio, es decir, capacidad del hombre de elegir, es inherente a la voluntad como tendencia natural. El objeto de esta inclinación es el bien total, respecto del cual la voluntad no puede, por tanto, dejar de sentir su necesidad. Pero de ese objeto la voluntad no hace, aquí y ahora, experiencia inmediata. De aquí nace la posibilidad de la libertad. Ésta, por tanto, estriba en la desproporción que se da entre la amplitud trascendental del objeto de la voluntad y la finitud de los bienes particulares, que constituyen los objetos de la presente experiencia del hombre.
El horizonte, en efecto de las posibilidades primordiales del hombre es infinito; pero las posibilidades concretas que la presente situación histórica le ofrece son, de hecho, limitadas y parciales.
Por otra parte, colocada ante estos bienes parciales, la voluntad tiene que romper la indeterminación y determinarse por sí sola. La libertad es precisamente este poder de autodeterminación, que se funda en el dinamismo fundamental que la orienta hacia el sumo bien.
La libertad no es el libre arbitrio, sino que éste es condición para la libertad: Porque la libertad es precisamente la auto-determinación de la “voluntad o libre arbitrio” hacia el Bien. Por eso Dios en su total autodeterminismo, es infinitamente libre. >>
Esa ultima frase (desconocida por muchos ateos Y cristianos desgraciadamente) es una llave trascendental para la filosofía y teología (no solo Católica).... Dios no elige lo que es bueno, DIOS NOMBRA LO QUE ES BUENO ya que esta AUTODETERMINADO por ello...(por la eterna fidelidad a si mismo) y eso es lo que lo hace infinitamente libre.
Como puedes imaginar tocayo, en una frase la mayoría de las “contras” a Dios se replantean (que no eliminan) ya que la libertad (aplicandola ahora al hombre) no consiste ni es igual al libre arbitrio (capacidad de elegir) si no a que ese libre arbitrio se DETERMINE por lo que nos hace libres.
Ejemplo burdo y poco filosófico.... Un joven que utiliza su CAPACIDAD de elegir (libre arbitrio) para tomar y emborracharse hasta mas no poder aun sabiendo que iba tener que conducir el su automóvil, y en aras de su “libertad” (como el la llama) decide conducir su automóvil.... que lo lleva a provocar un accidente que podría mermar su vida y la de los demás.... el conductor uso su libre albedrío para ESCLAVIZARSE del alcohol... entrego SU voluntad al alcohol y el capricho.... no es libre, y sin embargo tuvo toda su capacidad de decidir.
Un drogadicto lo mismo.... es libre de decidir... y libremente decide entregar su voluntad a la droga...
Por eso no se trata de que Dios haya dicho que X es pecado, el hombre hace X, el sufrimiento de Dios borra X, Dios perdona X.... claro que es incoherente.... no es una acusación de secundaria, es una muy sesuda... pero la cuestión no es así (para lo que creemos Dios nos ha revelado) ya que estamos hablando del choque de dos libertades.
Por eso el pecado siempre es pecado y solo era posible desde la libertad de lo que NO ES DIOS. Dios lo único que hace es NOMBRAR ese pecado, decirnos que EXISTE (intrínseco al choque entre todo lo que NO ES YO y lo que YO SOY) y la obediencia no es mas que CREER ELLO, e ir en linea con aquello para lo que Dios nos quiso crear (para nuestra felicidad, para que OTRO que no sea EL, disfrute de muchos de sus atributos divinos, como son la capacidad de belleza, de amor, de libertad, de creación, de disfrute, de trabajo).
Otro ejemplo nada filosófico, si tu eres Fernando Alonso manejando un Mclaren, si tu técnico y jefe en motores te dice que no debes de pasar las 17,000 RPM en este especifico motor, no es de genios saber que probablemente sepa de lo que esta hablando, y no eligió esa cifra a capricho, a lo mejor tu no sabes nada de motores, sabes mucho de como correr tu auto, pero tienes que confiar de que así es... ya hay una EXPLICACIÓN en la “naturaleza del motor” que tu no comprendes, pero que te la hicieron SABER, que la NOMBRARON. Pero tu decides si hacerle caso o no, y en hacerle caso o no esta la diferencia entre ganar el premio de España o no y ser feliz o desdichado que es lo mismo que lograr realizarte para lo único que has sido “hecho” o no....
Una vez alli, nos damos cuenta de que Dios no hace las cosas “aleatoriamente” nos crea para algo, pero Dios mismo esta sujeto A SI MISMO a su propia fidelidad y no puede nombrar a lo bueno malo y a lo malo bueno... ¿Que puede hacer Dios en su absoluto amor por su proyecto y creación “nosotros” y la absoluta necesidad de ser fiel a la capacidad de elección que ha QUERIDO dar a su creación?.... hablarnos, convencernos, nombrarnos... no mas.
Asi el no crea, ni designa, el pecado... lo nombra por que es algo que “existe” en relación obvia a nuestra naturaleza y la de Dios.
“Permitir” el pecado es una frasesita de esas que nos hechamos los católicos para querer resumir unos 10 tratados de teología... no nos hagas mucho caso. Lo que realmente queremos decir es que Dios en su fidelidad a nuestro libre arbitrio DEJA que seamos capaces de pecar, pero a la vez sigue siendo infinitamente creativo en las maneras de como intenta que ese mal nos ayude a comprenderlo y escucharlo mas....
Ahora bien... PERDONAR EL PECADO (absolver)...
Otro pequeño tema
El amor puede tolerar y el amor puede perdonar... pero jamás puede conciliarse con un objeto no amable... Por lo tanto, Dios no puede conciliarse con tu pecado, porque el pecado en sí es incapaz de sufrir alteración; pero Él sí puede conciliarse con tu persona, porque ésta puede ser sanada.
TRAHERNE. Centuria of Meditations, II, 30.
Aquí el punto de “absolver” es comprender bien que significa. No es que Dios sea una diva ofendida a quien hay que pedir perdón... si no que es el sustento mismo del hombre con el que hay que reconciliarse.
En el relato del Génesis (relato teológicamente hermoso, lastima que los creacionistas lo manchen con sus estupideces) “Adan y Eva” se come una manzana.... no tengo tiempo de desprender el desarrollo teológico y exegético que me lleva a afirmar lo siguiente, solo le pido que me crea que es muy razonable... --la manzana era Dios--.
El fondo de la caída humana no es que hayamos DES-obedecido un mandato ARBITRARIO de Dios... si no que nos “comimos” a Dios que en términos actuales significa “expulsamos” a Dios de nuestras vidas, que era el sustento de las mismas.
Concedeme por 15 segundos la convicción de que Dios realmente nos creo para una comunión de mentes y almas con El... por 15 segundos conviertela en tu convicción.... el “pecado” no es que hayamos CONTRADECIDO A DIOS en sus caprichos... si no en una doble acción.... que al querernos “emancipar” de El para ser independientes, perdimos el sustento y a la vez nuestro fin o naturaleza. Pecamos por que desobedecimos, pero no por que desobedecer sea “EL pecado” si no que al ir en CONTRA de lo que Dios nombra como bien (nombra por que EXISTE, repito) ir contra el BIEN.... es intrinseco a esto que estoy diciendo el hecho de que con esto estoy obrando mal, y ese obrar mal no fue romper el inciso B del articulo 34 del derecho Canónico, si no que fue el NO desear a Dios, expulsarlo...
Si nos fijamos de nuevo el relato de génesis es tremendo si se le sabe leer... ¿cual fue el PREREQUISITO, al “pecado”? ¿que es lo que hace esa fuerza “extraña” del “tentador”..? DESCONFIAR de Dios, desconfiar de su gratuidad, de la nobleza de su AMOR hacia nosotros... dudamos y entonces quisimos POSEERLO, poseernos a nosotros mismos.... y en ese acto lo expulsamos.
El acto del “perdonar” el pecado significa RECONCILIARSE CON DIOS...... “regresar” a El, no por que EL lo necesite, si no por que nosotros lo necesitamos a EL... si es que no han pasado los 15 segundos ya de la convicción
Ahora bien, ese primer ACTO de desobediencia fue el requisito para muchos otros actos mas.. que se fueron degenerando de la humanidad y con cada acto dábamos mas y mas pasos fuera de Dios... y como doble partida nos alejábamos del BIEN que es Dios y de nuestra naturaleza que es la felicidad de Co-reinar con Dios. Al RECONOCER NUESTROS PECADOS, (que los reconocemos por que Dios nos los nombra) podemos entones dar marcha atrás y reconciliarnos con El... y el nos perdona, nos acepta de regreso.
Y en todo ese “estar lejos de Dios” “estar lejos de lo que somos” “estar lejos para lo que estamos hechos” percibimos la falta de sentido, el dolor, y en ultima instancia la “muerte” que no hay otra cosa que esperar de quienes están lejos de la fuente de vida, sentido y gozo. En pocas palabras expulsamos a Dios, y desmadramos el mundo de paso.. ya que nosotros somos los que reinamos en el... y puedes ver ya la que armamos.
De hecho no es difícil ver esta actitud del hombre en su diario caminar... el hombre y su tendencia a poseer y asegurarse a si mismo.... y que a pesar de ello se hace mas y mas esclavo... mientras que por el contrario cualquier persona puede experimentar el amor, incluso el amor a "algo" (el buceo por ej.) que se sabe EXIGE la apertura de UNO a eso que se ama y la confianza hacia ello .. e irónicamente en ese anonadamiento y entrega uno se descubre mas y mas libre.... y eso es bastante observable... la "teoría" (jaja) de la Caida hace mucho sentido.
¿Donde entra Jesús en todo esto?
[c] Pero esa pregunta por la fugacidad del sentido es también el inicio de otro movimiento del espíritu: de aquel que no claudica ante el aparente sinsentido del sentido, que busca un fundamento que no puede estar en ningún rincón de nuestra realidad, sino fuera, “más allá”, pero no “más arriba”, ni “más abajo”, sino en la completa otreidad. Del otro lado del “bará” de Dios, diría la Biblia.
La experiencia de la huída del sentido, común al ignorante y al sabio, nos lleva a plantearnos que ese sentido no nos pertenece, y a tomar una decisión en cuanto a si nos conformaremos con apresar el instante de alegría en una desesperada carrera hacia el sinsentido, o por el contrario, a buscar aquello que es la fuente del sentido y que nunca deviene no-sentido, algo al lo que podamos llamar con propiedad “Palabra”, o Dios.
Sólo un movimiento podía ser posible para salir de ese desfiladero, un movimiento que no podíamos realizar nosotros, que no podemos realizar, que no podemos siquiera prever, sólo podemos desear que ocurra… ¡y ocurrió! Es ése el anuncio que hace nuestra fe: que aquello que se nos presentaba como sinsentido y pecado, ha sido nombrado por Dios presencia suya en nuestro mundo.
Es aquello mismo que nos llevaba al sinsentido lo que ha sido nombrado por Dios lugar del sentido; no elige la Cruz por masoquista, sino porque sólo podemos considerar que hemos sido salvados, si en la experiencia del vacío aparece la Palabra de Dios nombrando ese vacío. No la nuestra, la de Dios.>>
El Sufrimiento -Carlos- ...
Vamos hablar del dolor ....
[d] Dios crea el mundo ancho y ajeno, y el paraíso que protege al hombre y lo mantiene fuera del mundo ancho y ajeno. El hombre hace macanas (la Gran Macana). Como la Gran Macana no consiste en violar el Canon 27 inciso 3 del Código de Derecho Canónico, sino en querer Comerse a Dios (el Árbol ES Dios). y encima se lo come, queda afuera del Paraíso, destruye al paraíso. El castigo no es una "consecuencia posible entre otras" de haber comido del árbol, sino que comer el árbol es destruir el sostén del paraíso, su ley interna de existencia, lo que hacía que el paraíso fuera paraíso y no otra cosa.
Quedamos afuera, en el mundo ancho y ajeno, en este valle de lágrimas, donde no hay árbol (nos lo comimos), donde Dios NO ESTÁ... ni puede estar. Porque nos lo comimos. Hasta que venga Uno y diga: coman de nuevo, que el que come una vez muere, pero el que come dos, resucita.
El dolor es INHERENTE al mundo, que es un Valle de lágrimas, porque el dolor es el lugar vacío donde debería haber Dios y ya no es. No está. >>
La cruz -Carlos- no es “una” cosa, ni es la maquinaria de retribución de Dios, es un MOVIMIENTO de Dios hacia el hombre... el cual esta metido en un dilema "existencial" (creo que esta frase nunca tuvo tanto sentido como aquí)
Da sentido al SIN SENTIDO...
Es aquello mismo que nos llevaba al sinsentido lo que ha sido nombrado por Dios lugar del sentido; no elige la Cruz por masoquista, sino porque sólo podemos considerar que hemos sido salvados, si en la experiencia del vacío aparece la Palabra de Dios nombrando ese vacío. No la nuestra, la de Dios.
ACOMPAÑA:
Ninguno de nosotros ha vivido del todo el abandono total de los suyos y la lejanía absoluta de Dios. Uno ha vivido una cosa, otro otra, un poco de esto, más de aquello, una de cal, tres de arena. Pero aunque no hayamos vivido el “mucho” de los sufrimientos del Mesías, podemos entender de qué se trata: son los sufrimientos de un ser humano, los sufrimientos de la carne, que no es lo mismo que los sufrimientos en la carne.
Cualquier torturado político ha sufrido probablemente mucho más que Jesús, desde un punto de vista de la fuente del sufrimiento físico; pero no se puede saber de antemano quién y en qué momento de su vida está sufriendo los dolores de la Cruz de Jesús: el dolor de la soledad, el abandono y el silencio de Dios. Él sufrió mucho para llegar a la gloria, lo que sigue siendo cierto aunque no le hubieran dado ni un latigazo. Y encima se los dieron.
DA VALOR al sufrimiento:
Que ese sufrimiento sea por nosotros no surge de nada que pueda verse exteriormente. No se trata sólo -como si fuera poco- de sufrir a causa nuestra, a que lo hacemos sufrir (con nuestro pecado, por ejemplo). El “por nosotros” es sobre todo: en lugar nuestro: es vicariedad. Sufrió, así que ya mi sufrimiento es innecesario, así que cuando sufro, puesto que ya no es compensación de nada que deba, porque toda deuda está pagada de antemano, entonces mi sufrimiento se vuelve también vicario: el que haya sufrido por mí, en lugar mío, posibilita que mi sufrimiento sea en lugar de otro.
El sufrimiento de Jesús es la alegre noticia de que se inauguró en el mundo una nueva cadena de sentido: la cadena de la vicariedad, del “en lugar de”. La opacidad de la muerte y del dolor, el inexorable tironeo hacia el abismo, “el terco tenso entrenamiento al engusanamiento y al silencio” que tiene el dolor, el sinsentido y sinpalabra del dolor humano no son lo último.
En cada dolor, sin que podamos manejarlo nosotros, por la fuerza misma del dolor de Jesús, no por la debilidad del nuestro, y por voluntad de Dios, no por veleidad nuestra, hay una cadena de sustituciones que se pone en marcha: y del no ser resulta ser. Verdaderamente un procedimiento divino: esto de crear desde la nada. >>
Y mas alla... hace lo que NOSOTROS debimos hacer, OBEDECE... y en esa obediencia ejerce la naturaleza mas propia de Dios... el completo ANONADAMIENTO de si mismo por amor...:
…Tal vez ni fuera necesario cambiar el precepto, sino tan sólo rehacer el gesto de Jesús con la adúltera: unos tienen razón, pero también no la tienen, entonces se pone a hacer dibujitos con el dedo, como indicándole a ella: «no puedo hacer nada por ti ahora, no tengo solución a tu problema, pero estoy perplejo, y eso me pone del lado tuyo… cuando llegue a estar del todo perplejo, del todo fuera de mi mismo, abandonado por mí mismo, abandonado de Dios y humillado, te habré salvado, porque ya no estarás sola.»
Jesús realizó en la cruz el camino completo y total del hombre frente a Dios.
El Cristianismo siempre ha sido fiel a la realidad, compleja... complejisima, nunca ha intentado dar soluciones faciles o aritmeticas.
No es que Dios permita, cree o desea salvarnos CON DOLOR... significa que Dios hace CON LO QUE EXISTE (con lo que nuestra propio libre arbitrio y situación creo -sin sentido, vacio, dolor, sufrimiento).... nos salva. Muestra su todo poder, muestra su divinidad y su infinita fidelidad, sin que haya un ápice de coerción mal entendida, sin quitarnos nuestra propia capacidad de elección... sin contradecir los resultados de nuestras propias decisiones históricas que han creado una madeja de mal, de dolor y de estupidez. Ha comenzado a re-crear la creación que estaba (y sigue estando) destinada a ser el lugar de encuentro con Dios y el hombre y que nosotros de alguna manera desmadramos, pero en ese plan y en ese re-crear... el hombre tiene la oportunidad de conocer a Dios en sus ACTOS (la cruz) y a su vez Dios le da la oportunidad al hombre de hacer de TODO su desman... un acto de anonadamiento de si mismo ... que es para lo que estamos hechos.
Ahora que no me la voy a poner tan facil a mi mismo y todo abrocha con broche de oro y zafiros estrella...
NO COMPRENDO la transmisión del pecado original, ni pretendo saber "como sucedio" ese suceso en cualquier plano existencial... se que de alguna manera el cosmos esta INTEGRADO y que desues de ese PRIMER momento de expulsar a Dios nuestra naturaleza quedo trastocada y ha sido pasada asi por generaciones. Es algo que escapa mi comprensión...
Tampoco quiero dibujar figuritas de flores alrededor de la cruz, todo lo que haya mencionado acerca de ella no quita el punto en que todos se centran (aun que no sea el centro) que es la Justicia de Dios, que se podria decir "la coherencia de las reglas cósmicas con las que fue creado todo" (y no, no es new age) y nuestros actos son reales y tienen consecuencias que de alguna manera la cruz re-crea y les da un SENTIDO de vicariedad (mi sufrimiento que ya existe, Dios NO lo manda como para que te duela mas... ese sufrimiento que todos experimentamos en la madeja de este mundo, puedo darle un sentido PERO YA NO PARA MI, que Jesucristo ya lo hizo.. ahora lo hago por ti... "tu no te perteneces").
[e] Creo más bien que en el orden torcido de este mundo, del cual el hombre tenía por vocación la llave y no Dios, está instalado el dolor como forma de la existencia humana... y Dios hace con eso lo más que se puede hacer desde afuera, desde donde no puede entrar; es decir: Dios nos empuja a que el dolor pueda ser también, además de una experiencia de vacío y sinsentido (que es lo propio del dolor en el valle de lágrimas), una experiencia de ob-ediencia, de escucha hacia él, quien también vive "en dolor" por el extravío de su proyecto.
Del dolor salimos ganando todos (también Dios), pero a lo divino, es decir: por valentía. No salimos ganando porque el dolor sea una experiencia enriquecedora, salimos ganando porque de todas las llaves que Dios entregó se guardó una: la de nuestra existencia personal, en la que entra y sale como pancho por su casa, y en la que hace y deshace con tan sólo abramos la puerta.
Ganamos nosotros: porque en esa experiencia de triunfo del sentido -de Dios- sobre el valle de lágrimas, se realiza en parte (no totalmente, porque falta la totalización, para la que debemos aún esperar) el proyecto de Dios denegado en el mundo.
Gana Dios: porque nos gana para su proyecto. No gana porque él se enriquezca, gana por hacernos ricos a nosotros, que es la gran paradoja del amor: gana cuando se pierde a sí mismo por el amado. Dios se pierde en nosotros. Nos ama.
y mas aun, no encuentro una justificacion practica para creer que pecamos, que el pecado es en realidad ir en contra del designio de Dios.
repito , no una metafora.
sin animo de ofender a nadie y con respeto mi opinion es que el pecado encaja mas en crear una necesidad de creer en Dios, en una necesidad de hacer util a Dios para algo, una forma de interactuar con ese ser.
No te preocupes Carlos que se que tu intención no es ofender y para nada que lo haces. Creo que ya dije algo acerca del pecado, me gustaria que después de que lo leas me replantearas esa pregunta de que no encuentras justificación para creer que pecamos, por que no la comprendo....
para luego ser perdonados a satisfaccion por un Dios que todo lo puede perdonar, incluso lo mas atroz,
esto ultimo me suena a un Dios de esperanza, es decir, una figura que DA esperanza, una necesidad mas.
mmm algo no me cuadra aqui Carlos.... es decir yo se que somos estupidos los hombres, pero crear un Dios que exige algo que sabemos nos cuesta hacer, para luego ser perdonados.... me parece ir muy lejos.
Para comenzar ¿por que el hombre habría de tener una ley moral, o debiera tener un atisbo mínimo de lo que es ATROZ y no? ¿por que el hombre debería de sentirse culpable de seguir sus instintos? Digamos que el pecado no lo invento la Iglesia Católica y mucho menos la culpa.
Los hombres desde que se sabe se han sentido "culpables" y tienen una idea de un código moral. Gandhi no invento nada... hay una lapida en Egipto que data -lo digo sin acordarme con exactitud- de mas allá del año 3000AdC... y decía "Vivi haciendo a mis semejantes el bien que yo mismo quería recibir".
Exactamente de esto habla C.S Lewis en el prologo de su libro "El problema del Dolor"
<<< Cuando era ateo, no hace muchos años, si alguien me hubiese preguntado, ¿por qué no cree en Dios?, mi respuesta habría sido más o menos la siguiente: "Observe el universo en que vivimos. Es en su mayor parte un espacio vacío, completamente oscuro e increíblemente frío. Los cuerpos que se mueven en él son tan pocos y pequeños en comparación con el espacio mismo que, aun si supiéramos que cada uno de ellos está repleto de creaturas perfectamente felices, sería difícil creer que la vida y la felicidad fueran algo más que un mero subproducto para el poder que creó el universo. Sin embargo, tal como se ve, los científicos creen probable que muy pocos soles, quizá ninguno a excepción del nuestro, tengan planetas; y, en nuestro sistema solar, es muy poco factible que exista vida en algún planeta que no sea la Tierra. La Tierra ya existía millones de años antes que hubiese vida en ella, y puede existir millones más, una vez que ésta desaparezca. Y, ¿cómo es la vida mientras dura? Se da de un modo tal, que todas sus formas pueden vivir solamente mediante la depredación. En las formas inferiores este proceso sólo implica muerte; pero, en las formas superiores se manifiesta una cualidad diferente, llamada conciencia, que les permite llevarlo a efecto con dolor. Las creaturas producen dolor al nacer, viven causando dolor y, en su mayoría, mueren con dolor. En la creatura más compleja de todas, el hombre, se manifiesta, aun, otra cualidad, que llamamos razón, que le permite prever su propio dolor -que es precedido por un agudo sufrimiento intelectual-, como también prever su propia muerte, aun cuando ansíe fervientemente seguir viviendo. La razón también permite a los hombres, mediante un centenar de maquinaciones ingeniosas, infligir muchísimo más dolor del que sin ella podrían haberse causado unos a otros y a las creaturas irracionales. El hombre ha ejercido este poder al máximo; su historia es en gran parte un archivo de crímenes, guerras, enfermedades y terror, con suficientes dosis de felicidad como para producirle, mientras dura, un angustioso temor a perderla y, una vez que se ha perdido, la terrible desgracia de recordar. De vez en cuando, el hombre mejora su condición y aparece aquello que llamamos civilización. Sin embargo, todas las civilizaciones desaparecen e, incluso mientras duran, producen suficientes sufrimientos que le son propios y que, probablemente, exceden el alivio que pueda haber traído consigo a los sufrimientos normales del hombre. Que nuestra civilización haya hecho esto, no puede discutirse; que morirá al igual que todas las anteriores, es seguramente probable. Incluso, si no fuera así, ¿qué pasaría? La raza está condenada. Toda raza que nace a la vida, en cualquier lugar del universo, está condenada; ya que, según se dice, el universo se está debilitando y será algún día un infinito uniforme de materia homogénea a baja temperatura. Todo terminará en nada: al final toda vida resultará haber sido una mueca transitoria y sin sentido de la faz necia de la materia infinita. Si me pide que crea que esto es obra de un espíritu benévolo y omnipotente, mi respuesta es que toda evidencia apunta en sentido opuesto: o a éste el bien y el mal le son indiferentes, o se trata de un espíritu maligno".
Hubo un asunto que jamás se me ocurrió plantearme. Nunca me di cuenta que la misma fuerza y facilidad de la postura pesimista nos presenta un problema en forma inmediata. Si el universo es tan malo, o aun medianamente malo, ¿cómo explicarse el que a los seres humanos se les ocurriera atribuirlo a un creador sabio y bueno? Puede que los hombres sean necios, pero no tanto como para llegar a eso. El inferir en forma directa del negro al blanco, de la flor ponzoñosa a la raíz virtuosa, de la obra sin sentido a un artífice infinitamente sabio, desequilibra la fe. El espectáculo del universo, tal como lo revela la experiencia, jamás puede haber sido el fundamento de la religión; siempre debe haber sido algo, a pesar de lo cual la religión, adquirida de una fuente diferente, se conservó.
Sería un error argumentar que nuestros antepasados eran ignorantes y, por ende, abrigaban ilusiones placenteras respecto a la naturaleza, ilusiones que han sido descartadas por el progreso de la ciencia. Durante siglos, en que todos los hombres eran creyentes, el espeluznante tamaño y la vacuidad del universo eran ya conocidos. En algunos libros se encontrará con que el hombre de la Edad Media pensaba que la Tierra era plana y que las estrellas estaban cercanas, pero eso es falso. Tolomeo ya había dicho que la Tierra era un simple punto matemático en relación a la distancia de las estrellas fijas, distancia que un texto popular medieval calcula en 117 millones de millas. Y, en tiempos aún más remotos, incluso desde un comienzo, el hombre debe haber experimentado, frente a algo mucho más evidente, la misma sensación de hostil inmensidad. Para el hombre prehistórico, el bosque vecino debe haber sido infinito, y aquello completamente extraño y hostil que sentimos al pensar en rayos cósmicos y soles en proceso de enfriamiento, husmeaba y aullaba noche a noche a su puerta. Sin lugar a dudas, el dolor y el desperdicio de la vida humana han sido algo obvio en toda época. Nuestra propia religión comienza entre los judíos, un pueblo oprimido por grandes imperios guerreros, continuamente derrotado y sometido a cautiverio, familiarizado como Polonia y Armenia con la trágica historia del conquistado. Incluir el dolor entre los descubrimientos de la ciencia es una simple tontería. Deje este libro por unos minutos y reflexione sobre lo siguiente: todas las religiones fueron predicadas y practicadas durante largo tiempo en un mundo en que no existía el cloroformo.
Por consiguiente, inferir la bondad y sabiduría del Creador a partir de los acontecimientos de este mundo, habría sido, en toda época, igualmente descabellado; por lo demás, esto no se ha hecho jamás[3]. La religión tiene un origen diferente. Debo aclarar que mi objetivo principal, en lo que digo a continuación, no es defender la verdad del cristianismo, sino que describir su origen; una tarea, a mi parecer, necesaria si hemos de poner el problema del dolor en su verdadero contexto.
En toda religión desarrollada encontramos tres aspectos o elementos, y en el cristianismo, uno más. El primero es aquello que el profesor Otto denomina la experiencia de lo numinoso. Quienes no conozcan este término, podrán comprenderlo mediante el siguiente ejemplo. Imagínese que le dijeran que hay un tigre en el cuarto contiguo; usted sabría que está en peligro y, probablemente, sentiría miedo. Pero, si le dijeran, "hay un fantasma en el cuarto contiguo", y lo creyera, sin lugar a dudas sentiría lo que comúnmente llamamos miedo, pero de un tipo diferente. Éste no se basaría en un conocimiento del peligro, ya que nadie teme lo que un fantasma puede hacerle, sino que al hecho de que sea un fantasma. Es más bien "extraño", que peligroso, y la forma especial de miedo que suscita podría llamarse pavor. Mediante lo extraño se llega al umbral de lo numinoso. Ahora, imagínese que le dijeran "hay un espíritu poderoso en el cuarto", y lo creyera. Sus sentimientos se parecerían aun menos al simple miedo al peligro, pero su turbación sería profunda; sentiría asombro y un cierto sobrecogimiento -una sensación de incapacidad para enfrentarse a tal visitante y la necesidad de postrarse ante él-, una emoción que podría expresarse con las siguientes palabras de Shakespeare, "mi genio se intimida ante el suyo"[4]. Este sentimiento puede describirse como temor reverencial, y aquello que lo suscita, como lo numinoso. Ahora bien, nada hay más cierto que, desde épocas muy remotas, el hombre ha creído que el universo está acechado por espíritus. Quizá el profesor Otto supone, con excesiva facilidad, que tales espíritus hayan sido acogidos desde un comienzo con temor numinoso. Esto es imposible de probar, por la sencilla razón que se puede usar un lenguaje idéntico para expresar temor ante lo numinoso y miedo ante el peligro, ya que podemos decir que estamos "asustados" de un fantasma o "asustados" de un alza de precios. Es, por lo tanto, teóricamente posible que existiera una época en que el hombre considerara a estos espíritus simplemente como peligrosos y que sintiera hacia ellos lo mismo que sentía por los tigres. Lo que sí es seguro, es que hoy por hoy la experiencia numinosa existe y que, partiendo de nosotros mismos, podemos remontarnos bastante atrás en busca de su origen.
Podemos encontrar un ejemplo moderno en The Wind in the Willows (siempre que no seamos demasiado orgullosos para buscarlo allí), cuando Rat y Mole[5]se acercan a Pan en la isla:
'Rat', buscó aliento para susurrar, temblando, '¿Tienes miedo?' '¿Miedo?', murmuró Rat, con los ojos relucientes de amor inexpresable. '¿Miedo?, ¿de Él? Oh, jamás, jamás. Y sin embargo -y, sin embargo -Oh, Mole, tengo miedo'.
Retrocediendo alrededor de un siglo, encontramos numerosos ejemplos en Wordsworth, siendo quizá el mejor aquel pasaje en el primer libro de El Preludio, en que describe su experiencia en el lago mientras rema en el bote robado. Retrocediendo aún más, encontramos un ejemplo de gran pureza y vigor en Malory [6], cuando Galahad "comenzó a estremecerse violentamente al empezar su carne mortal a percibir las cosas espirituales". A comienzos de nuestra era, la experiencia numinosa encuentra su expresión en el Apocalipsis, cuando San Juan, refiriéndose a Cristo resucitado, dice: "caí a sus pies como muerto"[7]. En la literatura pagana, encontramos la imagen que entrega Ovidio del bosque oscuro al pie del Aventino, del cual a simple vista se diría numen inest [8]-el lugar está embrujado, o aquí hay una presencia; Virgilio nos muestra el palacio de Latino, que con sus cien columnas "llenaban de religioso terror tradicional la devoción de la que era objeto y las selvas que le rodeaban"[9]. Un fragmento griego atribuido a Esquilo, nos cuenta de la tierra, el mar y la montaña, estremeciéndose ante "la mirada terrible de su Señor"[10]. Aun antes, Ezequiel, al hablar de las "ruedas" en su Teofanía, dice que "tenían tal circunferencia y altura, que causaba espanto el verlas"[11]; y, Jacob, al despertar de su sueño, dice, "¡Cuán terrible es este lugar!"[12].
No sabemos cuán atrás en la historia del hombre se remonta este sentimiento. Se puede afirmar, casi con certeza, que los primeros hombres creían en cosas que, de creerlas nosotros, nos producirían el mismo sentimiento y, por lo tanto, es probable que el temor numinoso sea tan antiguo como la humanidad misma. Las fechas, sin embargo, no son nuestra mayor preocupación; lo que importa es que, de una forma u otra, este sentimiento ha surgido y se ha difundido, y no desaparece con el desarrollo del conocimiento y de la civilización.
Ahora bien, este temor reverencial no se infiere del universo visible. No existe posibilidad alguna de llegar a lo extraño, y menos aún a lo completamente numinoso, a partir de lo meramente peligroso. Podría usted decir que le parece muy normal que el hombre primitivo, al verse rodeado de peligros reales y estar asustado, inventara lo extraño y lo numinoso. En cierto sentido es así, pero entendamos bien lo que se quiere decir con esto. Le parece normal porque, por compartir la naturaleza humana con sus ancestros remotos, bien puede verse a sí mismo reaccionando de la misma manera frente a una soledad peligrosa. Y, en efecto, esta relación es "normal" en el sentido de ser consecuente con la naturaleza humana; pero no es en lo más mínimo "normal" que lo extraño o lo numinoso sea parte de lo peligroso, como tampoco es normal que cualquier percepción de peligro, o cualquier desagrado frente a las heridas y muerte asociadas a éste, pueda dar la más mínima idea de lo que es el pavor fantasmal o el temor numinoso a una inteligencia que no comprendiera estos conceptos de antemano. Cuando el hombre pasa del miedo físico al pavor y al temor reverencial, da un gran paso y percibe algo que jamás podría serle transmitido -como es la idea de peligro-, por los hechos físicos y por las deducciones lógicas que se puedan hacer a partir de éstos. La mayoría de los intentos que se hacen para explicar lo numinoso, dan por sentado aquello que necesita explicación, como cuando los antropólogos lo deducen del miedo a los muertos, sin explicar por qué éstos (sin lugar a dudas los hombres menos peligrosos) producen esta sensación tan peculiar. Se debe insistir, rebatiendo esos intentos, que el pavor y el temor reverencial se encuentran en una dimensión diferente. Son algo así como una interpretación que el hombre hace del universo, o una impresión que recibe de éste; y, así como ninguna enumeración de las cualidades físicas de un objeto hermoso puede incluir su belleza, o proporcionar el más leve indicio de lo que entendemos por belleza a una creatura sin experiencia estética previa, tampoco la descripción objetiva de cualquier medio ambiente que rodee al hombre podría incluir lo extraño y lo numinoso, o tan siquiera insinuarlo. De hecho, parecería haber sólo dos posturas frente al temor reverencial: o se trata de una simple distorsión de la mente, que no tiene relación con algo empírico y tampoco cumple una función biológica, pero que no muestra indicios de desaparecer de aquellas mentes más altamente desarrolladas, como es el caso del poeta, el filósofo, o el santo; o bien es una experiencia directa de lo verdaderamente sobrenatural, que con toda propiedad podría llamarse Revelación.
Lo numinoso no es sinónimo de lo moralmente bueno, y es probable que un hombre sobrecogido de temor reverencial, si se le deja solo, considere que el objeto numinoso está "más allá del bien y el mal". Esto nos lleva al segundo aspecto o elemento de la religión. Todo ser humano de quien la historia tenga memoria, admite alguna forma de moralidad; es decir, frente a la proposición de ciertas acciones, siente aquello que puede expresarse con las palabras "debo" o "no debo". Este sentir se asemeja al temor reverencial en un aspecto; específicamente, en que no puede deducirse en forma lógica del medio ambiente y de las experiencias físicas de quien las sufre. Podrá usted barajar los términos "quiero", "estoy obligado", "sería prudente" y "no me atrevo" cuantas veces quiera, sin obtener de ellos el más mínimo indicio de "debo" y "no debo". Una vez más, los intentos por transformar la experiencia moral en algo diferente presuponen aquello que se intenta explicar -como cuando un psicoanalista famoso la deduce del parricidio primigenio.
Si este parricidio produjo sentimiento de culpa, fue porque los seres humanos sintieron que no debían haberlo cometido; de no ser así, no habría existido tal sentimiento. La moralidad, al igual que el temor reverencial, es un gran paso, porque el hombre va más allá de todo aquello que pueda serle "transmitido" por los hechos empíricos; tiene una característica demasiado extraordinaria como para ser ignorada. La moralidad aceptada entre los seres humanos puede diferir, sin embargo, no tanto como suele afirmarse; toda forma de moralidad recomienda un comportamiento que sus seguidores no logran practicar. Los seres humanos se condenan no por códigos éticos que les son desconocidos, sino por los propios; por lo tanto, todos están conscientes de culpa. El segundo elemento de la religión es la conciencia no solamente de una ley moral, sino de una ley moral que es aceptada y desobedecida al mismo tiempo. Esta conciencia no es una inferencia lógica, ni tampoco ilógica, de los hechos empíricos; si no la trajéramos a nuestra experiencia, no podríamos encontrarla en ella. O es un espejismo inexplicable, o es revelación.
La experiencia moral y la experiencia numinosa distan tanto de ser lo mismo, que pueden existir durante períodos bastante prolongados sin establecer contacto alguno. En muchas formas de paganismo, el culto a los dioses y las discusiones éticas de los filósofos tiene muy poco en común. La tercera etapa en el desarrollo religioso surge cuando los hombres identifican estas experiencias, cuando el poder numinoso por el cual sienten temor reverencial se convierte en guardián de la moral que los rige. Una vez más, esto podría parecerle muy "normal". ¿Qué podría ser más normal que el que un salvaje, obsesionado al mismo tiempo por un temor reverencial y por un sentimiento de culpa, pensara que el poder que lo atemoriza es, también, la autoridad que condena su culpa? En efecto, esto es propio de la naturaleza humana, pero no es, en lo más mínimo, algo obvio. El comportamiento real de ese universo que es frecuentado por lo numinoso, no tiene semejanza alguna con el comportamiento que nos exige la moralidad; el uno parece ruinoso, cruel e injusto; el otro nos ordena las cualidades opuestas. El identificarlas no puede explicarse como la satisfacción de un anhelo, ya que no satisface los de nadie. No existe algo que podamos desear menos, que el ver aquella ley, cuya sola autoridad es ya insoportable, dotada de las exigencias incalculables de lo numinoso. De todos los pasos dados por la humanidad en su historia religiosa, éste es, sin lugar a dudas, el más sorprendente. No es raro que muchos grupos humanos lo hayan rechazado; la religión no moralista y la moral no religiosa han existido y aún existen. Quizá solamente un pueblo, como pueblo, dio el paso con total decisión -me refiero a los judíos; pero en toda época y en todo lugar, también lo han dado grandes individuos, y sólo aquellos que lo hacen están a salvo de las obcenidades y atrocidades de un culto amoral, o del frío y triste fariseísmo del moralismo absoluto. A juzgar por sus frutos, este es un paso hacia un bienestar mayor, y aunque la lógica no nos obliga a darlo, es muy difícil de resistir; la moralidad incluso irrumpe continuamente en el paganismo y panteísmo, y aun, de buen o mal grado, el estoicismo se encuentra postrado ante Dios. Nuevamente podría tratarse de una locura -una locura congénita al hombre, que ha sido curiosamente afortunada en sus resultados- o podría tratarse de revelación. Si se trata de revelación, es real y verdaderamente en Abraham en quien todos los pueblos serán bendecidos, porque fueron los judíos quienes identificaron completa e inequívocamente la pasmosa presencia que visitaba las cumbres oscuras de las montañas y las tormentas con "el Señor [que] es justo y ama la justicia"[13].
El cuarto aspecto o elemento de la religión es un hecho histórico. Hubo un hombre nacido entre los judíos que afirmó ser, o ser hijo de, o ser "uno con" ese algo que es el pasmoso visitante de la naturaleza y, a la vez, el dador de la ley moral. La afirmación es tan impresionante-es una paradoja, incluso un espanto, que fácilmente se nos puede inducir a tomarla con demasiada ligereza-, que hay sólo dos posturas posibles con respecto a este hombre: o era un loco furioso, extraordinariamente abominable, o era y es precisamente lo que dijo ser. No existe una posibilidad intermedia. Si la historia hace que la primera hipótesis sea inaceptable, usted deberá rendirse ante la segunda. Si lo hace, todas las demás afirmaciones sostenidas por los cristianos pasan a ser verosímiles: que este hombre, habiendo sido muerto, estaba vivo y que su muerte, en cierto modo incomprensible para la mente humana, ha producido un cambio real en nuestras relaciones con el Dios "temible" y "justo", y ha sido un cambio a favor nuestro.
Preguntarse si el universo, tal como lo vemos, es más bien obra de un Creador sabio y bueno, o es producto del azar, de la indiferencia, o de la malevolencia, significa prescindir, desde el comienzo, de todos los elementos pertinentes al problema religioso. El cristianismo no es resultado de un debate filosófico acerca de los orígenes del universo; es un acontecimiento histórico con carácter de cataclismo, que sigue a la larga preparación espiritual a que ya me he referido. No es un sistema al cual tengamos que acomodar la inconveniente realidad del dolor; es, de suyo, uno de los hechos inconvenientes al que hay que hacer cabida en cualquier sistema que fabriquemos. En cierto modo, el cristianismo más bien crea el problema del dolor, en lugar de resolverlo; ya que éste no sería problema alguno, a no ser que, junto con nuestra experiencia cotidiana de este mundo doloroso, recibiéramos la certeza de que la realidad esencial es justa y amorosa. Más o menos ya he indicado por qué ésta me parece ser una buena certeza. No es lo mismo que una compulsión lógica. El hombre puede rebelarse en cada fase del desarrollo religioso; pero, si bien no puede hacerlo sin violentar su propia naturaleza, sí puede hacerlo sin irracionalidad. Puede cerrar los ojos del alma a lo numinoso, siempre que esté dispuesto a romper con la mitad de los grandes poetas y profetas, con su propia infancia, con la riqueza y profundidad de la experiencia libre de inhibiciones. Puede considerar la ley moral como un espejismo y, así, aislarse de aquello que la humanidad tiene en común. Puede negarse a identificar lo numinoso con lo justo y permanecer en estado de barbarie, rindiendo culto a la sexualidad, a los muertos, a la fuerza vital, o al futuro, pero el costo es considerable. Cuando llegamos al paso final, la Encarnación, la certeza es mayor que nunca. La historia es curiosamente similar a la de muchos mitos que han acechado la religión desde el principio; sin embargo, no es como éstos. No es transparente a la razón: no podríamos haberla inventado nosotros mismos. No tiene la sospechosa lucidez a priori del panteísmo o de la física newtoniana. Tiene el carácter aparentemente arbitrario e idiosincrásico que la ciencia moderna nos está enseñando lentamente a tolerar, en este universo voluntarioso en que la energía, en cantidades imposibles de predecir, está agrupada en pequeñas partes; en que la velocidad no es ilimitada; en que la entropía irreversible imprime al tiempo una dirección real, y en que el cosmos -ya no estático o cíclico- se comporta como un drama, desde un principio real a un final también real. Si alguna vez recibiéramos un mensaje desde el corazón de la realidad, deberíamos esperar encontrar en él, el mismo imprevisto, la misma sinuosidad voluntariosa y dramática que encontramos en la fe cristiana. Tiene el toque magistral, el rudo sabor viril de la realidad, no hecha por nosotros ni para nosotros, pero que nos golpea el rostro. >>>
resumiendo, "yo te enfermo, yo tengo la cura"
Y es que Carlos... que uno tenga necesidad de Amor, Redención, Sanación, corrección, cura, y esperanza pueden ser por dos razones.
Tenemos esas necesidades provocadas por cuestiones biologico-evolutivas e inventamos a Dios, o Dios nos creo con algunas necesidades y nuestra propia situación nos llevo a otras, y si es asi lo mas natural es que el hombre busque el rostro de ese Dios y Dios busque el rostro de ese hombre que ama.
Las dos son una posibilidad.
me parece una objecion viable, aunque tal vez parezca una objecion de primero de secundaria a mi no me lo parece.
he tratado de explicar mi objecion con claridad y en palabras lisas y llanas, pero sin intencion de menospreciar sus creencias.
un cordialisimo saludo tocayo y gracias por abrir todas estas lineas de comunicacion que espero en el futuro alguien las lea y le sirvan para algo provechoso.
Completamente viable y para nada de secundaria. Admito que es un tema demasiado largo ya que englobasete en una objeción casi todo el Cristianismo .... pero espero en este corto tiempo haber dado luz a uno o dos puntos que te permitan replantearme la objeción, o si fue inutil intentare de nuevo.
Y me uno a tu esperanza, de que realmente alguien encuentre en estos dialogo un punto de fuga hacia el dialogo.
Saludos
[a] Enciclopedia Católica
[b] Jose March
[c,d,e] Abel Della Costa (teólogo) _________________ Amar es decir al otro: "Tu no moriras"
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CarlosR26† Veterano
Registrado: 01 Oct 2005 Mensajes: 3941 Ubicación: MEXICO, Jal.
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Publicado:
Vie May 11, 2007 8:34 pm Asunto:
Tema: Carlos Glrz OBJECIONES A DIOS |
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Cita: | dejeme comentarle tambien una corta anecdota, que de alguna manera encaja en este tema del pecado original.
por supuesto que yo creo que no hay tal pecado original, pero independientemente de lo que yo crea o no, en alguna ocasion otro forista cristiano,en otro foro, me pregunto como es que yo explicaba desde el ateismo "la verguenza que sentimos al estar desnudos"
"y se avergonzaron de su desnudez" dice el genesis (no recuerdo el versiculo).
y esta pregunta me sorprendio en realidad, me sorprendio en el sentido de
que es verdad, y es irrefutable, he conocido tribus en africa que sin tener ni la menor nocion del Dios judeocristiano, se cubren.
el hombre de las cavernas sabemos que se cubria.
el hombre moderno (usted y yo) seguimos teniendo esa sensacion de sumision e vulnerabilidad al estar desnudos.
a los torturados se les desnuda con ese proposito, en fin,hay cientos de pruebas de que es un hecho.
continuo, esta pregunta me hizo en su momento pensar a profundidad, y reconozco abiertamente que por lo menos yo, no tengo una respuesta satisfactoria. |
Bueno, creo que el pecado original es un tema largo incluso dentro de una charla entre católico y católico.
Lo que menciona el amigo Cristiano tiene "algo" de razón, si no nos quedamos solamente en lo externo. Creo que la desnudez externa implica ante todo un movimiento interno... pero no creo que solo la verguenza, que es ya un indicador, si no la "culpa". Vuelvo a repetir que la culpa no la invento la religión... la culpa viene al hombre como se tiene registro de ellos. Una de las civilizaciones mas antiguas como la de egipto tenia claro que existía un bien y un mal y se "pesara el corazón en la balanza contra una pluma"
Ese sentido que todo hombre tiene me parece (a mi en lo personal) no puede ser producto de algo HEREDADO de mi evolución biológica, si no que parece consecuencia de la CONCIENCIA y autoconciencia elevada en el hombre, pero ¿por que cuando el hombre 'aparece' y es consciente, lo primero que se da cuenta es de su desnudez, de su culpabilidad, y de una trascendencia? Puede que el hombre no quiera morir y el miedo a la muerte le produzca las ganas de vivir por siempre, pero no es UN solo dato.. si no que el hombre como explica Lewis, debió haber estado loco de inventarse una moral y un juez tremendo que controle esa "moral" que luego se siente culpable por que sabe que no puede llenar.... e intente ofrecer "sacrificios" expiatorios que mermen su culpa.
Ante todo Carlos, el pecado original NO es un concepto, si no "algo" que intenta explicar lo obvio.
Si es cierto (como evidentemente lo es) que un hombre puede hallar exquisito placer desollando un gato, el filósofo religioso puede llegar a una de dos conclusiones. Debe, o negar la existencia de Dios, que es lo que hacen los ateos; o bien negar la inalterable unión entre Dios y el hombre, que es lo que hacen los cristianos. Parece que los nuevos teólogos piensan llegar a una solución altamente racionalista negando el gato. -- Chesterton
Con el humor agudo caracteriztico de este genio Ingles (Cherterton) nos percatamos de una manifestación de ese "pecado original".
San Pablo lo 'explica' de otra manera diciendo que el vive esa terrible experiencia de "HACER el mal que no quiero ni deseo".... que cualquier hombre puede pasar por ella. Aun el mas Santo, el mas consciente del bien y el mal siente unas fuerzas dentro de el que lo inclinan a hacer lo contrario.
[a] La Iglesia vivió cuatro siglos sin tener el concepto de pecado original: se puede vivir sin él. Pero, me atrevería a decir, es muy difícil que sin ese "concepto" no caigamos primero en el moralismo y luego en el liso y llano fariseísmo.
Y por que llamarle PECADO original? ¿Y no se podría mejor haber hablado de "alienación originaria", "estado de caída", "naturaleza corrompida", en vez de "pecado original"? tal parece que no es lo mismo, aunque a lo largo de la historia, en cada época, este "concepto" ha molestado lo suficiente como para que la teología buscara otros caminos. Sin embargo allí está, y nos sigue molestando; allí está, aunque sea para decirnos al oído: "deja de hacerte ilusiones ficticias sobre lo buenitos que somos, deja un poco Rousseau y mira lo que te rodea: 'No hay un sensato, no hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se corrompieron; no hay quien obre el bien, no hay siquiera uno.'(Rm 3,11-12)".
Cita: | con lo que usted me ha respondido, yo entiendo algo mas o menos asi.
desde su perspectiva catolica(tengo que razonar como lo haria usted, de otra manera el dialogo se acabaria en un parrafo).
Dios nombra que la desnudez no es inherente a la naturaleza del hombre.
es decir, la desnudez (en un amplisimo concepto) separa al hombre de Dios(pecado=mal moral)
la desnudez , al ser moralmente malo por donde se le vea, le crea un conflicto interno al hombre.(naturaleza)
pero no significa que a Dios se le haya ocurrido aleatoriamente designar que estar desnudo es pecado.
creo que entiendo el concepto...creo. |
Bueno si.... solo que el ejemplo de la "desnudez" no es algo que se pueda ser el mejor ejemplo de "pecado". Pero has captado bien la intuición.
El Bien es BIEN aqui y en todo universo (concepto Teista) ya que Dios es el bien, todas sus características y ser son el bien, por eso no puede "inventar" nada ni llamar al bien mal y viceversa .... Pero Dios de nuevo por ser Dios esta siempre DETERMINADO, AUTODETERMINADO a hacer siempre el bien (por que el lo ES) por eso es libre.
Dios crea OTRA LIBERTAD a su IMAGEN, a SU SEMEJANZA.... la pequeña gran y abismal diferencia es que nosotros NO SOMOS DIOS, por lo que no estamos DETERMINADOS, ni nos hemos AUTODETERMINADO, si no que podemos ir del bien al mal y del mal al bien.... y ese primer mal consistió precisamente en dejar de escuchar a Dios acerca de quienes somos, de que es el bien, de que es el mal.... quisimos COMERNOS el conocimiento sin dejar que ESA sabiduría nos hablara en sus tiempos y en sus planes.
El autoproclamarnos independientes de Dios es una MENTIRA a nuestra naturaleza (y la del universo por asi decirlo)... no por que Dios nos haya querido crear niños mimados amamantandonos en su regazo.. si no por que Dios es Dios y esa es una verdad... y dependemos de El, nos guste o no... es como si un niño se enojara contra la gravedad y para escupirle en la cara se avienta de un precipicio... la gravedad no solo le tomara su vida, si no que se reira de su estupidez.
Asi el alejarse de Dios es una mentira y una estupidez, pero es una que Dios TIENE QUE PERMITIR si es fiel a su deseo de darnos libre albedrio.. aun que las dos opciones sean la felicidad y por otro lado la completa desgracia. ¿Y como se aleja uno de Dios? bueno no es dificil de imaginarlo... simplemente rechazandolo... y se rechaza de muchas maneras, una de ellas lo ves todos los dias en la televisión.... se matan personas, se ejecutan otras, se violan otras, se torturan otras, los politicos roban, extorcionan, secuestran, se causan dolor los esposos, las familias, donde DEBIA haber amor y comprensión hay disputa y pelea, donde debia haber fidelidad y respeto, hay adulterios y maltratos, donde habia de haber confianza y libertad, hay enajenamiento y tristeza, donde debia haber arte y gozo, hay muerte y pestilencia, donde debia haber compación y ayuda hay rechazo y muerte.... Y todo esto es causado por nosotros mismos... ¿que puede hacer Dios?
Llamar desde dentro... convencer, convocar, a veces asustar, a veces exhortar de maneras mas presionantes... pero alli esta intentando hacernos ver que, intenando RESCATARNOS,,, no de las manos del politico, no de las manos del tsunami, no de las manos del secuestrador (aun que a veces lo haga) si no de las manos de nosotros mismos...que aun siendo secuestrados clamamos venganza, que igual que el politico que nos roba, yo soy mentiroso con mi propia familia.
¿Que es el mal carlos? ¿En un mundo donde realmente CREAMOS en lo que el Cristianismo dice... que es el mal???? El mal no es lo que nos hace sufrir de afuera... si no aquello donde nosotros mismos estamos atrapados.. en nuestros propios problemas personales.. somos una dificultad para nosotros mismos. Dios no se invento nada.. quien tiene sentimiento de culpa por haber matado a venganza no se o inyecto la Iglesia,,, el sabe que esta mal... somos un problema para nosotros mismos... reconocemos nuestra felicidad y nuestro ser en un lugar, bello, lleno de paz, de creatividad, de trabajo, de amor, de grandeza... y nos dedicamos a hacer lo contrario.. Dios tiene dos soluciones... irrumpir como juez total de una vez por todas (muchos ateos claman esto al cielo, pero no saben lo que piden) lo que terminaria destruyendonos invariablemente, por que para detener ese mal, deberia de destruir nuestra naturaleza, invalidar lo que nos hace hombres,,, o la otra opción es dar prespectivas desde adentro.... convencer, luchar, clamar atraves de los que ya lo escucharon (la Iglesia visible e invisible) y darnos a entender que NOSOTOS somos responsables de esta historia y que SEGUIMOS SIENDO los reyes puestos en el "jardin" para humanizarlo todo... cosa que se continuara cuando se creen cielos y tierra nuevas.
Cita: | el resto del tema me gustaria centrarlo en la crucifixion de jesus, para no hacerlo demasiado extenso.
despues de su explicacion esto es lo que yo he entendido.
otra vez, desde una perspectiva atea, pero dando un valor real a sus creencias.
lo que mas me ha llamado la atencion es su explicacion de vacio y soledad, me gustaria explicarle lo que yo he entendido, es algo mas o menos asi...
Hubo un momento en que el hombre se separo de Dios, ese hombre sufrio un vacio y soledad por no estar cerca de Dios, pero pensemos que el hombre no pudo dimensionar ese alejamiento, no "se dio cuenta de la gravedad de lo que habia hecho"
Dios viene a morir en una cruz para pintarle al hombre un cuadro enfrente de sus narices, un cuadro real, con sangre real, con abandono real, con soledad real, con sufrimiento real.
ese cuadro es la crucifixion.
algo asi como...
mira, para que te des cuenta lo que es estar solo, abandonado y sufriendo sin nadie que te ayude.lejos de Dios.(yo entiendo que en un momento de la crucifixion jesus se sintio abandonado por Dios...es correcto?
entonces, si he entendido bien, tiene bastante mas sentido que antes la muerte de jesus en una cruz y su respuesta me ha ayudado, ya me dira usted si nos estamos entendiendo y estamos aclarando conceptos o no. |
Bueno Carlos, has dado con un punto de la cruz, pero me temo que el menos importante Digamos que la cruz no le dice al hombre "MIRA ESTO ES lo que es estar solo, lo que es estar abandonado.
El hombre se aleja de Dios por que simplemente asi lo hizo... lo hizo por las multiples razónes que pudo haber dado cualquier ser con libertad ¿Se percato de lo grave? Probablemente tuvo cierta conciencia del hecho pero se ofusco a si mismo.
Dios no necesita pintarnos un cuadro del sufrimiento, por que lo vemos a todos los días....lo sentimos, el incansable SIN-sentido del desperdicio humano.
Uno ama hasta el hueso a sus padres.... personas buenas, personas que dieron todo por uno... y un dia... ya no están.. ya no existen... ya no SON.
Uno ama y da todo por su mujer y sus hijos.... pero una persona les arrebata la vida a punta de pistola.. destruyen tu vida, tus sueños.. toda una vida por delante con tus hijos, todos los recuerdos, todo queda en la nada ¿que sentido tenia todo eso? No hay frase HEDONISTA de "fue bueno mientras duro, doy gracias (a quien sabe quien) a la vida por la oportunidad" Bah! esa persona no amaba, no capta la terrible y lacerante tragedia del DESPERDICIO del vivir.
Cientos de niños MUERTOS de hambre, que de tanto que se repite ya se ve como un CLICHE.... yo cuando algún día me sacaron las muelas del juicio y no podía consumir alimento experimente en un grado patético de leve lo que es tener "hambre"... digo patético por que no se compara.. y me dije a mi mismo..... no puedo concebir el sufrimiento de las personas que mueren de hambre, no puedo concebir el sufrimiento de que un padre vea morir a sus hijos asi.. y tal vez ese Padre de familia con buenos sentimientos, el "mal" revestido de bien lo lleva a tomar una pistola y asaltar a mi familia y por quitarle un poco de dinero para sus hijos, acaba con la vida de otros 6 o 7 personas.
el demente, el sidoso alli tirados en una cama, solos y abandonados...
No la cruz no PINTA lo que es el mal... ACOMPAÑA. DICE...
Dios estaba callado.. pero ¿como querían los hombre que hablara Dios? ¿que eliminara el mal, pero, como si la causa del mal era el hombre?.. tendría que eliminar al hombre, ¿que viniera a Juicio ya? Pero ¿estará el mundo listo.... no le daremos la oportunidad a los que SI van a vivir con el corazón puesto en Dios, les quitaremos tiempo para arrepentirse a los demás... a mi mismo?
Dios no puede actuar.. por que su CRIATURA LIBRE, la LIBERTAD de esa criatura PUEDE IMPLICAR que esa criatura le haga la GUERRA y se ponga frente a su creador a escupirle a la cara... no cabe duda que ese Dios, este Dios en el que yo creo tiene un tamaño de valor que admiro.
Entonces ¿que hace Dios, destruye a los poderosos... ? Si, pero no con el poder del mundo si no con su PODER DE DIOS.... ¿que hace con los que se mueren de hambre, con los que son violados, con los que son ultrajados? Los consuela... pero no un consuelo vacuo, no con alimento, ni con justicia humana, si no que los acompaña y promete en esa compañia una justicia futura... por que ellos mismos, los mismos abusados son abusadores de otros y si les hace justicia a los que los persiguen, tendria que hacer justicia también a los perseguidos que tambien persiguen.
Como ves Carlos y espero que estas reflexiones nos ayuden a los dos a VER la enorme complejidad de decir "Creo en Dios Padre todo Poderoso que vendrá a juzgar a vivos y muertos".
Entonces ¿Que hace? Acompaña... dice, mira yo sufri como tu, yo sufro como tu, yo soy abandonado como tu, Dios mismo guarda silencio ante mi, he sido abandonado, humillado, ultrajado...... yo estoy contigo, yo te entiendo... pero como no PUEDO (si asi es DIOS NO PUEDE).. no puedo eliminar el dolor, ni el sufrimiento SIN eliminar todo lo humano, entonces solo puedo ofrecerte la REDENCIÓN, que conciste en hacer de tu SUFRIMIENTO provocado POR TU SINSENTIDO (un sin sentido provocado por el hombre) LUGAR DE SENTIDO, en esa podredumbre, al nombrarla Y VIVIRLA DIOS, adquiere sentido, ese dolor si lo "ofreces" ese sin sentido, puedes ayudar a otros, y entonces Dios hace lo inaudito, convierte el desorden en orden, el sufrimiento en una OPORTUNIDAD de escucharlo (ahora si) y IMITAR a Cristo y salvar a nuestros hermanos, el dolor es ahora un ARMA del amor que se preocupa por el de enfrente....
Metafisicamente y teologicamente hablando, la muerte de Cristo ignaugura una nueva etapa en la humanidad... si TODOS fuimos transtornados en nuestra naturaleza por el pecado de los primeros hombres, padres de toda la humanidad.... TODOS seremos REESTABLECIDOS a la amistad inicial por los meritos de OBEDIENCIA de CRISTO..
El primer hombre des-obedece, se rebela y le hace la guerra a Dios,
el segundo hombre (que solo Dios podia "interpretar" encarnarse), obedece, se entrega y reconcilia con Dios.
Cita: | he avanzado mucho en el conocimiento de la fe cristiana y de Dios como usted lo entiende, factor importante a considerar si se pretende negarlo.
un cordial saludo y espero su respuesta por si quiere agregar algo, yo estoy listo para pasar a la siguiente objecion. |
Recibe el mismo saludo tocayo y que venga la segunda objeción, claro que si sigues teniendo dudas no olvides en compartirlas y solo decir que no puedo entrar tan seguido a responder, por lo que hay que tenerme paciencia.
Como punto final te ofrezco algunas reflexiones Cristianas de como vemos nosotros, o que entendemos por Dios, cruz, etc:
¿POR QUE VINO DIOS, A QUE VIENE?
Sufro incomprensiblemente. Sufro no por consecuencia de una calculada serie de actos que llevan al sufrimiento, sino por una serie que lleva sin duda al sufrimiento, pero donde no podría haber calculado de antemano los efectos.
Quiero decir: siempre sufrimos por el desorden del mundo, no porque sí, sino porque las cosas no son aquello para lo que fueron creadas. En un cierto sentido todo ese desorden -del que participo- me hace “responsable” del sufrimiento… sin embargo, tal vez en el momento en que podiamos hacer las cosas distintas, no sabíamos cómo era eso, en qué consistía.
En ese sentido, no es nada pavota la respuesta de la teología judía de la época del deuteronomismo (los amigos de Job, digamos): siempre sufres por algo que “has hecho”.
Claro que lo que en el fondo has hecho es que se te ocurrió nacer en un mundo desordenado en lugar de nacer en Marte. Y en realidad tampoco se te ocurrió: sólo no había otro mundo disponible al momento de nacer.
Y en el momento del sufrimiento clamamos a Dios. ¿A quién si no? Al único que no participa de este desorden, al único que está afuera del asunto. Y en ese momento el grito del hombre que soy yo, que no es nada, se enfrenta a la constatación terrible, pero grandiosa, de que sólo Dios es Dios, que sólo Él está afuera del desorden y del sufrimiento.
En el momento del grito, tal vez por primera vez en muchos años, Dios vuelve a ser Dios para mí. No en un sentido sádico (”gracias por castigarme”), sino en la profunda reverencia que le debemos a la verdad de las cosas. Así como uno agradece y reverencia que este ordenador no sea nada más que un ordenador, porque si fuera otra cosa…. tremendo desorden.
Así, en el momento del grito, en medio del mayor desorden, el de la vida agitándose y desmenuzando este provisorio equilibrio de fragmentos que soy yo, lo mayor de todo, el Nombre-sobre-todo-nombre, aparece en su lugar: se me revela y me dice lo único serio y verdadero que ningún hombre sería capaz -en su verdad desnuda- de desmentir: “Yo soy Dios”. A lo que sólo cabe responder: “Gracias por estar ahí, afuera, y garantizar el esencial orden de todo este desorden”.
Hay ahí una primera fuente de alegría. No una alegría de jolgorio, pero sí la alegría de un orden, gracias a Dios, recuperado: no es el sufrimiento el que tiene la última palabra, sino un sentido de las cosas que debe poder aparecer en algún resquicio, que se filtrará en algún momento por alguna grieta de mi vida.
Y eso cada vez que sufrimos, porque el chofer del autobús nos miró mal o porque se nos murió un hijo de leucemia. Es distinto el sufrimiento y la trascendencia personal que tiene, pero en todo sufrimiento se cuela esa primera alegría profunda: soy un hombre, y hay un Dios que me lo garantiza.
Tal vez no tematizamos eso con estas palabras… pero está allí, de fondo, en cada sufrimiento.
Sin embargo el sufrimiento hace mella en el alma, la agrieta como la gota china, no por mucho sino por continuo, por inevitable, por casi previsible. Y en ese agujero del alma, donde debería aparecer un sentido, no aparece más que sinsentido; debilidad de todos, de mí por no poder detener esta cabalgata hacia el dolor, de los amigos de Job, incapaces de callar, de Dios, cuyo ser se se me revela incomprensible, soberanamente enigmático.
Pero el dolor se hace más dolor no por mí ni por los amigos de Job, sino por el silencio del Dios incomprensible. Porque supongo, deseo, razono, que debe poder hablar, y no lo hace.
Eso mata la primera alegría, y ya no hay más sino desesperación y rabia, incluso ante el Dios revelado en el dolor, o sobre todo ante él.
Allí puede aparecer -o no- de algún lado una palabra, la palabra de la Cruz, la que anuncia, no muestra ni demuestra ni razona, anuncia: «Dios-con-nosotros»
Es mucho más que un amigo, que un hermano, que el sensible Jesús de bucles dorados y sonrisa mariconamente melancólica, es el anuncio de que la respuesta que no obteníamos de Dios no era silencio soberano sino el silencio ése que no logramos ni nosotros ni los amigos de Job: el silencio de callar ante un desorden que se lo convalida y solidifica hablando. El silencio de la debilidad de la verdad, frente a la fuerza arrolladora del mal. Como te callas cuando percibes que a aquel con quien hablas no le interesa más que tener razón.
Así se calla Dios frente al mal, como aquello ante lo que no se discute ni demuestra nada, sólo se lo acepta hasta morir, para no doblarse ante él.
Es mucho más que un ejemplo, que un modelo moral, que un Jesús valiente y supermánico, es la única acción que nos hace verdaderos hombres: la acción que hizo un verdadero Dios.
Hay ahí una segunda alegría: no la primera, que surgía del equilibrio necesario de las cosas, sino una que surge de haber escuchado un anuncio que podríamos haber pasado por alto. Una alegría que no pertenece a la proporción de las cosas y los sentimientos del mundo, sino que viene directamente de Dios y su anuncio. // Abel DellaCosta
http://lasbodasdecana.wordpress.com/2006/12/14/%c2%bfpor-que-vino-dios-%c2%bfpor-que-viene/
El Juicio Final : http://lasbodasdecana.wordpress.com/2006/10/18/el-juicio-final/
La Cruz:
http://lasbodasdecana.wordpress.com/2006/10/03/meditaciones-de-la-cruz/
LA DEBILIDAD DE DIOS
Bueno, no sé si exactamente puede decirse que “se habla mucho” de ella; yo personalmente hablo mucho de ella, sí, y creo que es una de esas grandes intuiciones de San Pablo un poco olvidadas por la tradición teológica (al menos la nuestra), porque cuesta encajarla en el esquema lógico.
A priori parece difícil compaginar esto de un “Dios débil” con la afirmación con la que empieza el Credo: “Creo en Dios Padre todopoderoso…”.
No te puedo decir lo que en general se quiere decir, pero sí intentar justificar con qué interés uso yo la expresión, que forma parte de mi vocabulario teológico básico.
Pienso que el más grande problema que arrastra el hombre es el del poder, es más, casi podríamos ver la génesis del poder en el relato de Adán y Eva, como la primera consecuencia del pecado: “sentirás atracción por tu marido, y él te dominará”, a la vez que “te ganarás el pan con el sudor de tu frente hasta que vuelvas al polvo del que fuiste formado”, y también: “[a la serpiente] tú le acecharás el talón mientras ella te aplasta la cabeza”.
Como si las relaciones “naturales” de señorío del ser humano sobre la tierra a la vez que la ausencia de poder en la pareja, que había planteado el relato de la Creación, hubieran quedado fundamentalmente invertidos: aparece la dimensión del dominio en la vida humana, a la vez que es la tierra quien se enseñorea del hombre, y esa relación casi de “compincherismo” de la serpiente (”el más ‘arum’ de los animales del campo que Dios había hecho”) con los dos seres humanos (que “estaban ‘arum’ y no se avergonzaban”), que evoca una convivencia con los seres de la tierra, se vuelve la rivalidad del hombre con un feroz, y hasta endiosado, enemigo.
Yo creo que si no tuviéramos idea de la noción de “pecado original” podríamos deducirla perfectamente viendo la imposibilidad humana de controlar el poder, el propio poder, y el poder de los elementos, y el poder circulando entre, y desfigurando, todo intento de convivencia.
Las palabras mismas, el único refugio exclusivamente humano en los límites del mundo, se resuelven en una permanente lucha por la razón, por “tener razón”, y la Verdad deviente así un arma poderosa, que termina aniquilando los genuinos ideales humanos de cambiar el mundo, de transformarlo a imagen suya, como nosotros somos imagen de Dios.
Frente a esto, la afirmación de que Dios es “todopoderoso”, puede resultar problemática: ¿sobre qué imagen del poder estamos pensando el todopoder?
En Jesús, Dios mismo se encargó de revelar una cara del poder que, como la cara oculta de la luna, no podíamos ver desde la caída: la cara del poder como capacidad -y posibilidad real- de servir, de desaparecer el “sí mismo”: porque puedo, es que puedo servir.
En el fondo, en el gran sueño humano, en las mejores utopías políticas y económicas intuíamos que el poder debía tener la cara oculta del servicio…. pero no veíamos la manera de realizarlo -en el sentido propio de “hacerlo real”- sin que ese servicio desfigurara en “sírvanme a mí, que yo me encargo del resto”.
En Jesús actuó el todopoder de Dios, pero actuó a la manera de la debilidad: no sólo lo mataron, sino que nunca intentó convencer a nadie de nada, nunca intentó hacer de la vida del otro un instrumento para ninguna cosa como no fuera que el otro se sintiera a gusto con él (“Señor, ¿a quién iremos? sólo tú tienes palabras de vida eterna”), y nunca prometió grandes cosas, sí en cambio, lo que tanto buscamos e imposibilitamos nosotros mismos: “Si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo.” ¡cenar con él!!! ¿tanta lucha, tanta guerra cotidiana que si la fe sí, que si la fe no.. por una cena? Sí, exactamente por una cena, por un Vino Nuevo que beberemos juntos.
Es que en el fondo las verdades que buscamos son las verdades del encuentro, el simplemente estar al lado de gente a la que quieres, sin ningún otro tipo de aspiración ni deseo… Parece poco, pero es lo que verdaderamente vale, y lo que no podemos organizar por nosotros mismos. Somos capaces de controlar la fisión nuclear, pero no somos capaces de sostener una vida de encuentro con aquellos que queremos y nos quieren.
Él habla de eso, de ese no-poder, de tan sólo estar juntos los que se quieren. Y no sólo lo habla, lo practica, lo lleva a término, la noche misma anterior a su pasión, sin ningna angustia, sin ningún apresuramiento, simplemente cuando todo estaba cumplido, se levanta y sigue adelante, a lo que le espera a la debilidad en un mundo fuerte.
Escribe en la arena mientras la gente religiosa se ocupa de la adúltera… pero no escribe para matar el tiempo, ni escribe los pecados de los que están allí, escribe dibujitos, porque ante el drama humano a veces no hay nada para decir ni agregar, ni siquiera siendo todo un Dios todopoderoso, la tragedia de una libertad que hace historia, que deja una historia irreversible tras de sí no siempre puede ser reparada -más bien casi nunca-, simplemente estar al lado y no abandonar a la adúltera. Y todos comprenden, los más viejos primero -que llevaban más años hablando- que a veces simplemente lo único verdadero es callarse, y se van porque no saben hacerlo, como me pasa a mí.
Y va a la cruz, y siente el abandono de Dios, porque toda palabra divina queda muda ante Dios mismo condenado a muerte, y no abandona él al Padre, no se retira del juego, al contrario, entrega el espíritu, y en esa misma entrega, entrega la Madre al discípulo, y el discípulo a la Madre, provoca el encuentro, lo garantiza, lo sella.
Es difícil hablar de la debilidad de Dios sin decir boludeces, no es una verdad para gritar ni para discutir, es simplemente el contrapeso a las exigencias de nuestra “razón fuerte” de controlar la “esencia de Dios” con nuestra lógica; no es un concepto sino una mirada.
¿Es su amor? no creo que pueda hacerse tan fácilmente esa equivalencia, más bien diría que la debilidad abre las posibilidades para el auténtico amor, el que no nace del deseo de poseer sino del encuentro. Pero el amor no es una manifestación de Dios, como lo son el todopoder y la debilidad, sino que es la esencia misma de Dios, que sólo percibimos cuando dejamos de competir con él.
Un abrazo
Te vi debajo de la higuera
Abel
http://lasbodasdecana.wordpress.com/2006/11/06/la-debilidad-de-dios/ _________________ Amar es decir al otro: "Tu no moriras"
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