De la O

[Christifer]

Durante la semana inmediatamente anterior al 24 de diciembre, o sea del 17 al 23 de diciembre, la Iglesia usa en la hora de Vísperas unas antífonas especiales al principio y al final del Magníficat; estas antífonas son las llamadas "antífonas mayores" o también conocidas como "antífonas de la O" en donde se mencionan títulos mesiánicos del Antiguo Testamento pero con la plenitud del Nuevo Testamento.
Se compusieron hacia los siglos VII-VIII, y todas ellas cantan a Cristo esperado por todos los pueblos, así como las ansias con que la Iglesia anhela su venida, condensando el espíritu del Adviento y la Navidad.
Reciben el título de "de la O" debido a que en Latín estas antífonas empezaban con "O", que se traduciría al español como "Oh".
El orden de las antífonas sería el siguiente:

- O Sapientia
- O Adonai
- O Radix Jesse
- O Clavis David
- O Oriens
- O Rex Gentium
- O Emmanuel

Resulta curioso como uniendo la primera letra de cada título y leyéndolo al revés sale "ERO CRAS", que en Latín significa "estaré mañana", convirtiéndose en una respuesta que da Cristo a los anhelos de la Iglesia, que espera su vuelta gloriosa.

Aquí dejó las antífonas en latín y en español:

Día 17
O Sapiéntia, quæ ex ore Altíssimi prodísti, attíngens a fine usque ad finem, fórtiter suavitérque dispónens ómnia: veni ad docéndum nos viam prudéntiæ.
Oh Sabiduría, que brotaste de los labios del Altísimo, abarcando del uno al otro confín y ordenándolo todo con firmeza y suavidad, ven y muéstranos el camino de la salvación.

Día 18
O Adonái et Dux domus Israel, qui Móysi in igne flammæ rubi apparuísti, et ei in Sina legem dedísti: veni ad rediméndum nos in brácchio exténto.
Oh Adonai, Pastor de la casa de Israel, que te apareciste a Moisés en la zarza ardiente y en el Sinaí le diste tu ley, ven a librarnos con el poder de tu brazo.

Día 19
O Radix Iesse, qui stas in signum populórum, super quem continébunt reges os suum, quem gentes deprecabúntur: veni ad liberándum nos, iam noli tardáre.
Oh Renuevo del tronco de Jesé, que te alzas como un signo para los pueblos, ante quien los reyes enmudecen y cuyo auxilio imploran las naciones, ven a librarnos, no tardes más.

Día 20
O Clavis David, et sceptrum domus Israel; qui áperis, et nemo claudit; claudis, et nemo áperit: veni et educ vinctum de domo cárceris, sedéntem in ténebris et umbra mortis.
Oh Llave de David y Cetro de la casa de Israel, que abres y nadie puede cerrar, cierras y nadie puede abrir, ven y libra a los cautivos que viven en tinieblas y en sombras de muerte.

Día 21
O Oriens, splendor lucis ætérnæ et sol iustítiæ: veni, et illúmina sedéntes in ténebris et umbra mortis.
Oh Sol que naces de lo alto, Resplandor de la luz eterna, Sol de justicia, ven ahora a iluminar a los que viven en tinieblas y en sombra de muerte.

Día 22
O Rex géntium et desiderátus eárum, lapísque anguláris, qui facis útraque unum: veni et salva hóminem, quem de limo formásti.
Oh Rey de las naciones y Deseado de los pueblos, Piedra angular de la Iglesia, que haces de dos pueblos uno solo, ven y salva al hombre que formaste del barro de la tierra.

Día 23
O Emmánuel, rex et légifer noster, exspectátio géntium et salvátor eárum: veni ad salvándum nos, Dómine Deus noster.
Oh Emmanuel, rey y legislador nuestro, esperanza de las naciones y salvador de los pueblos, ven a salvarnos, Señor Dios nuestro.

Finalmente y para acabar, estas antífonas alcanzaron una gran popularidad, tanto es así que el día 18 de diciembre, día de la Expectación del Parto, se celebra también el día de Nuestra Señora de la O, que recibe justamente ese nombre de las antífonas.
_________________

Todo lo que quiso saber sobre la Tumba Apostólica de Santiago el Mayor AQUÍ

[Ceci*]